En octubre de 1977, don Juan Carlos y doña Sofía eran recibidos por el canciller alemán Helmut Schmidt y su esposa. La reina ya dejaba claro que sobriedad y elegancia iban a ir de la mano en su armario: escogió un abrigo ligero con cinturón que nunca pasa de moda.
Invertir en un vestido blanco siempre es buena elección. Para su visita al Eliseo en 1985, doña Sofía lució un vestido blanco de media manga con cuerpo con detalle de pedrería y falda fluida que podría defender a la perfección Letizia casi cuatro décadas después.
El vestido en tono champán que doña Sofía llevó para la cena previa a la boda de Alexia de Grecia es de esos que tienen todo lo necesario para convertirse en una codiciada pieza vintage: el color, el escote cuadrado, la manga ligeramente abullonada y una falda con una caída maravillosa.