Memorias del exembajador de EEUU en España recogidas en su libro 'El amigo americano'

James Costos trabaja para la revista ¡Hola!
(A buen entendedor)




James Costos, de embajador a asesor de una revista del corazón
ENTREVISTA
El ex embajador se sincera
MARÍA EUGENIA YAGÜE
2 FEB. 2018 03:22

"Asesoro a la familia Sánchez para la promoción de la revista 'Hola', la televisión y la expansión digital en Estados Unidos", declara a LOC

La última fiesta gay del embajador James Costos en Madrid

Durante tres años, de 2013 a 2107, James Costos, el embajador del presidente Barack Obama en España, hizo historia al abrir su casa en Madrid a sectores de la cultura y la sociedad española que nunca habían puesto los pies en una sede diplomática.Además de conocidos invitados de la alta sociedad, el embajador recibió a intelectuales, artistas alternativos y activistas del colectivo LGTB. Una de las fiestas del Orgullo Gay en los jardines de la residencia contó con la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, invitado de honor como impulsos de los matrimonios entre gente del mismo s*x*.

Cuando Obama dejó la Casa Blanca hace poco más de un año, James Costos cesó en su puesto, pero no abandonó España. Le gustaba nuestro país, es un enamorado de Mallorca, donde pasa sus vacaciones de verano desde hace más de 15 años, y creó lazos importantes con empresarios españoles. Y ese fue el motivo para comprar un piso en la Milla de Oro de Madrid, decorado por su pareja Michael S. Smith, un cotizado interiorista elegido por Michelle Obama para dar su toque elegante y refinado a la Casa Blanca. Costos y Smith dividen su vida entre Madrid, Nueva York y Los Ángeles, donde tienen una espléndida casa a la que invitaron en noviembre de 2013 a los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, en su visita oficial a los Estados Unidos.

Parece que hubo una excelente sintonía entre ustedes. ¿Sigue tratándoles ahora que son Reyes?
Tengo un enorme respeto por el Rey, la Reina y lo que representan. Y siempre trato de conservar una relación profesional y amistosa con ellos.
Nos hemos encontrado con usted en Madrid-Fusión, la feria gastronómica más importante y precisamente en el 'stand' de Mallorca.
Es que quiero mucho a España desde siempre. Cuando trabajaba como embajador y ahora. Quiero continuar mi relación con este país, donde tengo muchos amigos. Estoy colaborando con tres o cuatro compañías multinacionales que tienen negocios con Estados Unidos. También sigo visitando otros sitios de España, sigo descubriendo Madrid y desde luego Mallorca, donde pasamos parte del verano. Amo Mallorca y creo que el año que viene nos compraremos una casa allí. Tengo muchas amistades en la isla y traemos a nuestros amigos norteamericanos para que conozcan la belleza de ese lugar.

Usted fue un directivo muy importante de la cadena de televisión HBO, ¿tiene todavía relación con ese mundo?.
No, nunca vuelves atrás, yo al menos. Siempre digo que hay que ir hacia adelante. HBO fue un momento importante de mi vida, pero vine a España como embajador y ahora me ocupo de cosas muy diferentes. Pero como ciudadano sigo sirviendo a mi país a través de mi trabajo en el sector privado de Estados Unidos y alrededor del mundo. Y nunca olvido los valores democráticos con los que fue fundado mi país.

¿No echa de menos el mundo del espectáculo?
No. A quienes echo de menos es a los compañeros que trabajaban en la Embajada y a la gente que dedicó su tiempo a las buenas relaciones de Estados Unidos con España, pero no tengo nostalgia de aquel trabajo. Cuando todo termina tienes que encontrar algo nuevo y empezar algo distinto. Y mi empeño ahora es encontrar nuevos puentes entre España y Estados Unidos por medio de negocios, el ocio, el deporte o lo social. Sin ser político sólo diré que la administración del presidente Trump no representa la idea que yo tengo de los valores en los que creo. Por eso mi atención se centra en otro tipo de relaciones entre los dos países, como las empresas o los negocios.

Hasta colabora usted con la revista 'Hola'.
Sí, asesoro a la familia Sánchez para la promoción de la revista, la televisión y la expansión digital en Estados Unidos y algo también a su relación con los estudios de Hollywood.

¿A qué atribuye usted el éxito de las series norteamericanas?
Por varias razones. La primera, porque la audiencia las quiere. Para las productoras supone un coste más bajo y una inversión menos arriesgada y más segura. Por otra parte, hay series excelentes.

¿Cómo ve esta campaña contra el acoso a las actrices por parte de productores y directores?
Es real, quienes denuncian saben lo que dicen. Y es importante tenerlo en cuenta. Había una idea equivocada en ese sentido y no, hay que hablar alto y claro para que se sepa. Cualquiera que esté implicado en algo que no es legal, sea quien sea, tiene que sufrir las consecuencias.

Hay quien considera, como Catherine Deneuve, que en América este tema se exagera. Y otros que este tema se está convirtiendo en una caza de brujas.
Creo que cada situación es diferente, pero las mujeres deben saber decir "no" cuando se las ofende .Y no sólo las mujeres, tampoco los hombres deben consentir los abusos. No se puede utilizar el poder para abusar de otros y debemos estar sin fisuras a favor de las víctimas.

¿Es justo terminar con la carrera de Kevin Spacey antes de escucharle y ser juzgado?
El estudio toma esa decisión en solidaridad con las víctimas y las normas no permiten ese tipo de comportamientos. Si no se respetan hay que atenerse a las consecuencias.

Y hablando de escándalos sexuales, una prost*t*ta denuncia que Donald Trump le pagó por no hablar de sus relaciones con él
Prefiero no pronunciarme pero si el presidente estuvo implicado en ese asunto, tiene que sufrir las consecuencias como cualquier ciudadano implicado en un acto ilegal, y más si se trata de un líder político de esa magnitud. En Estados Unidos la prostit*ción es ilegal, excepto en una pequeña zona de Nevada, pero cualquiera que sea sorprendido en este tipo de actuaciones, está sujeto a las leyes federales y puede ser castigado con multas y cárcel. Nadie está por encima de la ley.

¿Le gustaría tener hijos?
Tal vez algún día. Michael y yo hablamos a menudo del tema. Estoy seguro que él sería un buen, padre pero ahora estamos ocupados con nuestra nueva vida. Por el momento tenemos tres perros. En España adoptamos dos, Whistler y Greco. El que tenemos en Los Ángeles se llama Lily.


http://www.elmundo.es/loc/famosos/2018/02/02/5a734155e2704eed218b45cd.html
 
Aún me sentía incómodo cuando por fin llegué al almuerzo de los premios, pero la atmósfera cambió muy rápidamente. Me estaba esperando ahí un grupo de líderes del mundo financiero —entre ellos, el presidente del Citibank— a los que aún no conocía, pero que sabían de mi llegada, y me trataron con gran amabilidad. Entre ellos se encontraba Javier López Madrid. Con el tiempo, López Madrid sería acusado en la prensa y los juzgados de todo tipo de cosas escabrosas. Pero esto ocurrió antes.

Los hombres de negocios me invitaron a dar un paseo por la ciudad antigua, así, con traje y todo, y pasamos unos minutos caminando y conociéndonos: apenas un aparte para estrechar lazos al margen del barullo social. […] De vuelta en el hotel, encontramos a Felipe y a la princesa Letizia sentados en una mesa con sus amigos. Y López Madrid me invitó a saludarlos.

Esa fue la primera vez que yo vi a sus altezas en persona. Y ellos actuaron de un modo sencillamente encantador. La princesa Letizia me invitó a sentarme justo entre los dos, y no dejó de pasarme comida que iba combinando con sus propias manos. Tenía un gran sentido del humor y se mostraba muy preparada para su cargo. El príncipe, por su parte, era una persona extraordinariamente informada. Sabía de temas militares y económicos, de África y América, de arte y cultura, y tenía una opinión al respecto. Entre ambos fluía una complicidad divertida e inteligente. Por no mencionar lo guapos que eran. Si hubiese que rodar una película sobre príncipes, ellos se llevarían de calle todos los castings.

Ese día, aparte de dejarme seducido, se portaron conmigo como viejos amigos. Ella se burló de mi pésimo español (ella se sigue burlando de mi pésimo español). Y él me dijo con sorna:

—Bueno, vas a tener que dar algunas explicaciones estos días ¿verdad?

—Sí —suspiré resignado—, ya me he encontrado con Margallo.

[…] Al terminar de comer, el príncipe me hizo una pequeña advertencia:

—A veces, te puede parecer que los españoles nos ponemos muy a la defensiva, pero si rascas un poco la superficie, verás que disfrutamos mucho de la vida y de la gente. Y al decirlo, él mismo me rascó el hombro. Fue un momento de gran cercanía. Y el tiempo me demostraría que tenía toda la razón.
MUY diplomático, Su Excelencia el Embajador....!!!!
Y bla bla bla bla.
Conozco la música.
 
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