Mary está presente en la presentación del Premio de Moda Magasin du Nord 2019. Nov 5
- AutorMonalisa
- Fecha de inicio
Carcel, empresa de moda sostenible peruana, toda la ropa confeccionada por mujeres en prisión. Interesante.
INFORMACION
Conozca al dúo danés del diseño que ayuda a las mujeres peruanas encarceladas a encontrar su independencia
POR
BROOKE BOB B
9 de agosto de 2017
Foto: Cortesía de Carcel.
Hay esperanza dentro de la prisión de mujeres en Cusco, Perú. Aunque los reclusos (en su mayoría peones pobres y desesperados en el extenso tráfico de drogas) son adolescentes o tienen más de 20 años y han estado encerrados durante más de 17 años, han encontrado estabilidad al tejer hermosos suéteres para una nueva marca llamada Carcel . Louise van Hauen y Veronica D'Souza lanzaron hoy su primera colección de moda en Copenhague, un proyecto que soñaron hace poco más de un año. Hoy, Carcel emplea a 15 mujeres en la prisión de Cusco, a quienes se les paga en efectivo por cada artículo que hacen. El equipo de producción de Carcel distribuye ese dinero a las familias de las mujeres, un esposo y una esposa que trabajan dentro de la prisión y supervisan la fabricación. Por ahora, la línea consiste en suéteres de lana de alpaca 100% de origen local que varían en precio desde $ 175 a $ 1,400 y están disponiblesen línea .
Van Hauen y D'Souza se conocieron mientras vivían y trabajaban en Kenia: el primero como gerente creativo en una empresa de bolsos de cuero y el segundo encabezando una startup social que fabricaba y distribuía copas menstruales para mujeres en todo el país. "Debido a la naturaleza del trabajo que estaba haciendo, pasaba tiempo en muchos barrios marginales de Kenia", explica D'Souza. "Comencé a sentir curiosidad por el sistema penitenciario y las mujeres encarceladas en particular". Visitó y visitó la prisión de mujeres en Nairobi, incluida la tienda de la prisión que vendía artículos fabricados por las reclusas. "Se sintió como una pérdida de recursos", dice ella. "No tienen acceso al mercado ni a salarios adecuados; ha habido producción en las cárceles durante mucho tiempo, pero creo que lo que nos diferencia de cualquier buen programa vocacional son los buenos salarios".
Después de eso, D'Souza se asoció con Van Hauen y comenzaron a mapear partes del mundo donde la mejor calidad de materiales se cruza con el mayor número de encarcelamientos femeninos. La calidad, de hecho, es un ingrediente clave para el modelo de negocio progresivo de Carcel. Van Hauen, quien también pasó tiempo trabajando en la producción en Louis Vuitton, entendió que para que el negocio fuera rentable y, por lo tanto, exitoso para ayudar a los reclusos, la ropa tenía que resistir los estándares más altos de la moda (incluso en el mercado de la sostenibilidad). "Las mujeres en Perú tienen una sensación de diseño, y eso junto con los materiales hace que todo sea más elevado", dice ella. “Debes poder llegar a las personas que se preocupan por la moda y no te ignorarán como una especie de marca hippie”. La estética de Carcel es ciertamente acertada.
D'Souza y Van Hauen también están comenzando a sentar las bases para la expansión. Recientemente viajaron a Tailandia para visitar las cárceles de mujeres y esperan trabajar con ellas en una capacidad similar, creando ropa lista para usar a partir de sedas locales. Finalmente, les gustaría trabajar en las cárceles de mujeres en al menos cinco países de todo el mundo. "No se puede entrar con una mentalidad danesa de lo que es un sistema justo y lo que no lo es", señala D'Souza. “Lo que podemos hacer es obtener acceso y cambiar las cosas desde adentro sin ser una ONG o gritar y gritar sobre el sistema de justicia que se está rompiendo. Podemos hacerlo a través de algo que haga que las cárceles brillen también, al mostrar que las mujeres son más felices porque pueden mantener a sus familias, que no volverán a las cárceles y serán asimiladas mejor en la economía una vez que ' re fuera,
"Eso está realmente en el 'intento de cambiar el mundo'", continúa D'Souza. "Pero tampoco podemos olvidar que solo podemos hacer todo esto vendiendo tantas cosas hermosas como podamos en esta parte del mundo y haciendo que nuestros clientes se sientan felices y positivos acerca de lo que llevan puesto y lo que somos Intentando hacer."
Aquí hay un primer vistazo a las nuevas prendas de punto de Carcel y las mujeres peruanas que lo tejen.
https://www.vogue.com/article/fashion-runway-carcel-copenhagen-launch
Conozca al dúo danés del diseño que ayuda a las mujeres peruanas encarceladas a encontrar su independencia
POR
BROOKE BOB B
9 de agosto de 2017
Foto: Cortesía de Carcel.
Hay esperanza dentro de la prisión de mujeres en Cusco, Perú. Aunque los reclusos (en su mayoría peones pobres y desesperados en el extenso tráfico de drogas) son adolescentes o tienen más de 20 años y han estado encerrados durante más de 17 años, han encontrado estabilidad al tejer hermosos suéteres para una nueva marca llamada Carcel . Louise van Hauen y Veronica D'Souza lanzaron hoy su primera colección de moda en Copenhague, un proyecto que soñaron hace poco más de un año. Hoy, Carcel emplea a 15 mujeres en la prisión de Cusco, a quienes se les paga en efectivo por cada artículo que hacen. El equipo de producción de Carcel distribuye ese dinero a las familias de las mujeres, un esposo y una esposa que trabajan dentro de la prisión y supervisan la fabricación. Por ahora, la línea consiste en suéteres de lana de alpaca 100% de origen local que varían en precio desde $ 175 a $ 1,400 y están disponiblesen línea .
Van Hauen y D'Souza se conocieron mientras vivían y trabajaban en Kenia: el primero como gerente creativo en una empresa de bolsos de cuero y el segundo encabezando una startup social que fabricaba y distribuía copas menstruales para mujeres en todo el país. "Debido a la naturaleza del trabajo que estaba haciendo, pasaba tiempo en muchos barrios marginales de Kenia", explica D'Souza. "Comencé a sentir curiosidad por el sistema penitenciario y las mujeres encarceladas en particular". Visitó y visitó la prisión de mujeres en Nairobi, incluida la tienda de la prisión que vendía artículos fabricados por las reclusas. "Se sintió como una pérdida de recursos", dice ella. "No tienen acceso al mercado ni a salarios adecuados; ha habido producción en las cárceles durante mucho tiempo, pero creo que lo que nos diferencia de cualquier buen programa vocacional son los buenos salarios".
Después de eso, D'Souza se asoció con Van Hauen y comenzaron a mapear partes del mundo donde la mejor calidad de materiales se cruza con el mayor número de encarcelamientos femeninos. La calidad, de hecho, es un ingrediente clave para el modelo de negocio progresivo de Carcel. Van Hauen, quien también pasó tiempo trabajando en la producción en Louis Vuitton, entendió que para que el negocio fuera rentable y, por lo tanto, exitoso para ayudar a los reclusos, la ropa tenía que resistir los estándares más altos de la moda (incluso en el mercado de la sostenibilidad). "Las mujeres en Perú tienen una sensación de diseño, y eso junto con los materiales hace que todo sea más elevado", dice ella. “Debes poder llegar a las personas que se preocupan por la moda y no te ignorarán como una especie de marca hippie”. La estética de Carcel es ciertamente acertada.
D'Souza y Van Hauen también están comenzando a sentar las bases para la expansión. Recientemente viajaron a Tailandia para visitar las cárceles de mujeres y esperan trabajar con ellas en una capacidad similar, creando ropa lista para usar a partir de sedas locales. Finalmente, les gustaría trabajar en las cárceles de mujeres en al menos cinco países de todo el mundo. "No se puede entrar con una mentalidad danesa de lo que es un sistema justo y lo que no lo es", señala D'Souza. “Lo que podemos hacer es obtener acceso y cambiar las cosas desde adentro sin ser una ONG o gritar y gritar sobre el sistema de justicia que se está rompiendo. Podemos hacerlo a través de algo que haga que las cárceles brillen también, al mostrar que las mujeres son más felices porque pueden mantener a sus familias, que no volverán a las cárceles y serán asimiladas mejor en la economía una vez que ' re fuera,
"Eso está realmente en el 'intento de cambiar el mundo'", continúa D'Souza. "Pero tampoco podemos olvidar que solo podemos hacer todo esto vendiendo tantas cosas hermosas como podamos en esta parte del mundo y haciendo que nuestros clientes se sientan felices y positivos acerca de lo que llevan puesto y lo que somos Intentando hacer."
Aquí hay un primer vistazo a las nuevas prendas de punto de Carcel y las mujeres peruanas que lo tejen.
https://www.vogue.com/article/fashion-runway-carcel-copenhagen-launch
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gran enfoque a nuevo talento
¡No me digas eso! Yo tuve una chaqueta parecida pero en negro con los bordados en rojo y era divina. Realmente la mía era más bonita.
Hola, estuve leyendo bastante sobre Carcel porque de hecho es un modelo de empresa muy innovativo. La empresa no es peruana. Se trata de una empresa danesa que encarga la fabricacion de las prendas a reclusas de las carceles de Peru.
Vi tambien varias entrevistas a la dueña de la empresa Veronica D'Souza y es una persona muy interesante. Es danesa y es la que gano el premio en este concurso.
Gracias. Parece una empresa con un proyecto muy interesante.
