Marruecos se reorganiza para invadir Ceuta y Melilla

España no entregó nada a Marruecos, abandonó a su suerte al pueblo saharaui y nunca ha cumplido su deber como Estado llamado por la ONU a tutelar el proceso de constituirse en un país libre. Sánchez es el que acaba de traicionar al Sahara poniéndoselo en bandeja a Marruecos.

La marcha verde se inició con anterioridad a la muerte de Franco, así que el rey era una especie de Jefe de Estado en funciones, ni se había aprobado la Constitución todavía ni nada, por tanto no era rey.

Insisto en que el Rey, al ser una figura con unas funciones muy taxativas y cuyos actos han de ser refrendados (salvo para los asuntos relacionados con la CR), no está sujeto a responsabilidad y no tiene capacidad de hacer nada si no es con el consentimiento pertinente. Eso respecto a lo oficial, en otro orden de cosas, si el rey pilla comisión, quien o quienes hacen la vista gorda tampoco pierden nada. Vamos a dejarnos ya de hipocresía y que se hable de los que no ataron corto a Juan Carlos, que son los verdaderos responsables...él iba siempre en representación del Estado español y rodeado de chupatintas de alto rango. También le dejaron llevar a la amante como si pintara algo, lo cual es aberrante. Le permitían todo, ¿por qué? Ahí está la madre del borrego.
Como bien dices le permitían todo quienes lo sabían y no ataron corto a Juan Carlos.
Pero la mayoría en los que yo me incluyo NO SABIAMOS NADA .
La prensa babosa española LO OCULTÓ Y FALSEÓ TODO CONCERNIENTE A LA CASA REAL.
Estamos en nuestro derecho de saber y pedir explicaciones CAIGA QUIEN CAIGA, el hecho que se lo hayan permitido algunos presidentes para enriquecerse ellos también no es excusa para exigir explicaciones y cambio de leyes .
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Los ciudadanos de a pie pedimos explicaciones porque la prensa babosa española nos lo ocultó y sigue ocultando.
 
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Yo solo sé que no sé nada.

Análisis en MVT

La teoría de Elisa Beni ante el giro del Gobierno sobre el Sáhara: "O le han dado hachís del malo o hay cosas que no sabemos"​

Para Elisa Beni, tras el giro del Gobierno con respecto al Sáhara hay "una operación con más calado" en la que están implicados "más países de la Unión Europea".



Albares reconoce que el Gobierno mintió: no informó a Argelia de la carta de Sánchez sobre el Sáhara​

Seguro que esa operación de más calado, nos perjudica.
 
España no entregó nada a Marruecos, abandonó a su suerte al pueblo saharaui y nunca ha cumplido su deber como Estado llamado por la ONU a tutelar el proceso de constituirse en un país libre. Sánchez es el que acaba de traicionar al Sahara poniéndoselo en bandeja a Marruecos.

La marcha verde se inició con anterioridad a la muerte de Franco, así que el rey era una especie de Jefe de Estado en funciones, ni se había aprobado la Constitución todavía ni nada, por tanto no era rey.

Insisto en que el Rey, al ser una figura con unas funciones muy taxativas y cuyos actos han de ser refrendados (salvo para los asuntos relacionados con la CR), no está sujeto a responsabilidad y no tiene capacidad de hacer nada si no es con el consentimiento pertinente. Eso respecto a lo oficial, en otro orden de cosas, si el rey pilla comisión, quien o quienes hacen la vista gorda tampoco pierden nada. Vamos a dejarnos ya de hipocresía y que se hable de los que no ataron corto a Juan Carlos, que son los verdaderos responsables...él iba siempre en representación del Estado español y rodeado de chupatintas de alto rango. También le dejaron llevar a la amante como si pintara algo, lo cual es aberrante. Le permitían todo, ¿por qué? Ahí está la madre del borrego.

Esto lo ha publicado la prensa y casa real NO LO HA DESMENTIDO

Juan Carlos I incumplió el derecho internacional al entregar el Sahara Occidental al rey de Marruecos, para conseguir el beneplácito de Estados Unidos y el apadrinamiento de Arabia Saudí en la restauración borbónica en España​

El prometido referéndum del Sahara Occidental. (Viñeta de Pedripol)





Artículo de Simone Renn@SimoneRenn



Mientras Marruecos se come al Sáhara, en contra de la Comunidad Internacional, España elude su responsabilidad histórica.
La CIA destapó en 2017 el papel que jugó Juan Carlos de Borbón en la cuestión del Sahara. El que ya era Jefe de Estado durante la agonía de Francisco Franco incumplió el derecho internacional al desoír a la ONU y vender al pueblo del Sahara Occidental a Marruecos cumpliendo los deseos de EEUU y Arabia Saudí, traicionando a los que entonces eran españoles para salvaguardar su coronación.
La Marcha Verde fue financiada por Arabia Saudí y trabajada e ideada por Estados Unidos.
Juan Carlos consiguió ser coronado a los dos días de la muerte del dictador con el beneplácito de Estados Unidos y el apadrinamiento de Arabia Saudí, utilizando el Sahara Occidental como una moneda de cambio para asegurar la restauración borbónica en la Transición Española.
Los diferentes gobiernos han eludido la responsabilidad histórica de España y no solo eso, además según diferentes ONG han vendido armas utilizadas por las Fuerzas de Seguridad marroquíes en la represión del pueblo saharaui.
Marruecos con el asesoramiento de Estados Unidos e Israel construyó el mayor muro del mundo, después de la Muralla China, de 2,720 km rodeados de minas antipersona y una sofisticada tecnología de detección de movimiento y aniquilación de objetivos.
El derecho internacional muestra que el único país capaz de resolver el conflicto del Sahara Occidental es España y así se ha reclamado en las diferentes concentraciones llevadas a cabo por la sociedad civil española por todo nuestro país, ante el nuevo ataque de Marruecos.
Mientras en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) el español es un lenguaje oficial, en el Sahara Occidental, colonia española, ocupado ilegalmente por Marruecos este ha sido sustituido por el francés. ¿Por qué? La respuesta la encontramos a continuación.

Introducción​

El Sahara Occidental es un territorio situado en el noroeste de África rico en fosfatos, hierro, petróleo y gas en el que los saharauis vivían como tribus que se autogobernaban a través de la elección de un consejo con representación proporcional de todas las tribus que habitan el territorio.

En 1884, en la Conferencia de Berlín donde África es repartida entre las potencias europeas, el Sahara Occidental pasa a ser una colonia española, y durante la dictadura Franco la convierte en la provincia española número 53.

Es en 1960 cuando la ONU hace un llamamiento a la independencia de las colonias, especificando que estas tienen derecho a la libre determinación a través de la resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas, esta declaración de intenciones provoca que en esa década y la siguiente la mayoría de los pueblos colonizados obtuvieran su independencia.

En 1970, la resolución de Naciones Unidas 2711 aprueba la celebración en el territorio del Sahara Occidental de un referéndum de autodeterminación.

Tras negarse la dictadura de Franco en un principio a llevarlo acabo, España accede en 1974 a la celebración movida por la presión en el territorio —en 1973 se había fundado el Frente Polisario, que luchaba por la independencia de la colonia— y la animadversión internacional. El Gobierno español anuncia entonces que el referéndum tendría lugar en 1975.

El 6 de octubre de 1975 los servicios de Inteligencia del Ejército español informan a Franco de los planes de Estados Unidos sobre el Sáhara Occidental de apoyar a Marruecos para su ocupación, y le piden que actúe en consecuencia.

Cómo Juan Carlos vende el Sahara Occidental y avergüenza a las tropas españolas instaladas en la provincia española número 53: “Los acuerdos tripartitos de Madrid”​

Según los documentos desclasificados por la CIA en 2017, cuando Franco estaba ya muy enfermo, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprueba un proyecto secreto de la CIA, financiado por Arabia Saudí para arrebatar el Sáhara Occidental a España, en el que Juan Carlos I acabaría siendo protagonista.

En estos documentos de la CIA desclasificados, se puede ver como Juan Carlos I se convirtió antes de ser rey en un valioso informante de los Estados Unidos, aportando información confidencial. Según esos documentos Juan Carlos pactó en secreto con Hassan II que la avanzadilla de la Marcha Verde, con la que Marruecos ocupó el Sahara Occidental, pudiera entrar en la colonia española, donde se había retirado previamente al Ejército español.

El presidente de Estados Unidos, Henry Kissinger, en medio de la Guerra Fría decide intervenir en el territorio del Sahara Occidental, ya que lo considera vital desde un punto de vista geoestratégico, pues prefiere un Sahara ocupado por Marruecos antes que un Sahara socialista dirigido por el Frente Polisario próximo a Argelia y la URSS.

El interés de Arabia Saudí en que el reino de Marruecos ocupase el Sahara Occidental era evitar que hubiera más repúblicas en la zona árabe
, pues las monarquías de Irak y Libia habían sido sustituidas por repúblicas en esos años y temían que sucediera lo mismo en su país.

El rey de Marruecos, Hassan II, sufre entre tanto dos intentos de Golpe de Estado, por lo que también le interesa desviar la atención hacia un enemigo extranjero rico en fosfatos, petróleo, gas y pesca.

En este contexto, el rey de Marruecos, apoyado por Estados Unidos y Arabia Saudí, insta al pueblo marroquí a realizar una marcha “pacífica”, conocida como “la marcha verde” tras rechazar la resolución del Tribunal de Justicia de la ONU y planea ocupar los territorios del Sahara español y forzar al Gobierno español a que retire sus tropas de la región. A las columnas de civiles que marchan hacia el sur vía Tarfaya se unen también 25 000 soldados de las Fuerzas Armadas Reales.

El dictador Franco enferma de gravedad y Juan Carlos de Borbón se hace cargo de la Jefatura del Estado. En su primer Consejo de Ministros, Juan Carlos de Borbón manifiesta su intención de ponerse al frente de la situación del Sáhara. Decide no informar al Gobierno de Arias Navarro de que había enviado a Washington a Manual Prado y Colón de Carvajal para hablar con Henry Kissinger.

Según los documentos de la CIA Juan Carlos acepta mediar con Hassan II y se firma un pacto secreto por el que Juan Carlos de Borbón entregaría el Sáhara a Marruecos a cambio del total apoyo político de los Estados Unidos a su Jefatura de Estado como rey de España.
Mientras Marruecos avanza en su conquista del Sahara Occidental, Juan Carlos viaja a El Aaiún y haciendo el paripé, promete al pueblo saharaui que se encargará de defenderlos ante Marruecos.

Tras la Marcha Verde, el 12 de noviembre de 1975 se produce la Declaración de Madrid por la que España entrega el Sáhara a Marruecos y Mauritania y el Gobierno de nuestro país da la orden de que las tropas españolas establecidas en el Sahara Occidental, tras más de cien años de permanencia, abandonen de forma deshonrosa el territorio saharaui.
 

POLÍTICA

La ley obliga a abordar decisiones como la del Sahara en el Consejo de Ministros​


La Constitución establece que la política exterior no la dirige el presidente sino el Gobierno, que además en este caso es de coalición.

La diferencia entre, por ejemplo, el Gobierno que presidió Felipe González tras las generales de 1982 y el que preside Pedro Sánchez tras las generales de noviembre de 2019 es que el PSOE de González logró 202 diputados, mayoría absoluta que permitió a González presidir un Gobierno en solitario –es decir sin socios de gobierno– y también sin socios de investidura, mientras que el PSOE de Sánchez logró 120 diputados, lo que obligó a Sánchez –si quería seguir en La Moncloa– a establecer pactos primero de gobierno –con Unidas Podemos– y después de investidura –con otras formaciones en su mayoría de izquierdas, como la catalana ERC o la vasca EH Bildu–. Eso sí, con el ordenamiento jurídico español en la mano, ni siquiera, por ejemplo, González con sus 202 diputados podría haber tomado una decisión como la que, sobre el Sahara, ha tomado Sánchez con sus 120 sin abordarla en el Consejo de Ministros, frente a lo que establece el ordenamiento jurídico.

Y es que el reconocimiento del plan marroquí de autonomía para el Sahara –que supone un reconocimiento implícito de la soberanía marroquí sobre el Sahara y con ello toda una traición al pueblo saharaui– que hizo el presidente del Gobierno de coalición y secretario general del PSOE en la carta que envió al jefe del Estado de Marruecos, el rey Mohamed VI, –una misiva que Rabat ha revelado unilateralmente– fue una decisión de política exterior, y –según establece el ordenamiento jurídico– debería haberse abordado en el Consejo de Ministros, pero Sánchez no lo hizo.

Tan es así que Sánchez cambió la posición de España sobre el Sahara –territorio africano pendiente aún de ser descolonizado y del que España sigue siendo oficialmente potencia administradora– sin informar previamente no sólo a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y al resto de ministros de Unidas Podemos –Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y Joan Subirats– sino también a los miembros de su propio partido en el Consejo de Ministros, incluidos los más destacados: la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. De hecho, de los 23 miembros del Consejo de Ministros, sólo conocían la decisión el propio Sánchez y el ministro del ramo, José Manuel Albares. En otras palabras, la decisión –calcada de la posición de Estados Unidosno sólo no fue abordada en el Consejo de Ministros sino que los propios ministros ni siquiera la conocían.

Sin embargo, la Constitución establece, en su artículo 97, que “el Gobierno dirige la política interior y exterior” y, en su artículo 98, que “el Gobierno se compone del Presidente, de los Vicepresidentes en su caso, de los Ministros y de los demás miembros que establezca la ley”. Ese mismo artículo 98 establece también que “el Presidente dirige la acción del Gobierno”, es decir que, según la Constitución, el presidente dirige la “acción”, incluida la exterior, pero la “política”, incluida la exterior, no la dirige el presidente sino el Gobierno –cuyo órgano colegiado es el Consejo de Ministros–, que además en este caso no es un Gobierno en solitario sino de coalición de dos formaciones: PSOE y UP.

La Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado diferencia, en su artículo 1, entre la Acción Exterior –que define como “el conjunto ordenado de las actuaciones que los órganos constitucionales, las Administraciones públicas y los organismos, entidades e instituciones de ellas dependientes llevan a cabo en el exterior, en el ejercicio de sus respectivas competencias, desarrolladas de acuerdo con los principios establecidos en esta ley y con observancia y adecuación a las directrices, fines y objetivos establecidos por el Gobierno en el ejercicio de su competencia de dirección de la Política Exterior”– y la Política Exterior –que define como “el conjunto de decisiones y acciones del Gobierno en sus relaciones con otros actores de la escena internacional, con objeto de definir, promover, desarrollar y defender los valores e intereses de España en el exterior”–.

En la línea del artículo 97 de la Constitución –como no podría ser de otra forma–, esa misma Ley 2/2014 establece, en su artículo 6, que “el Gobierno dirige la Política Exterior”, es decir que la política exterior no la dirige el presidente sino el Gobierno, el Consejo de Ministros. Y en la misma línea, la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno establece, en su artículo 5, que al Consejo de Ministros, como órgano colegiado del Gobierno, le corresponde el ejercicio de cuantas atribuciones “le confieran la Constitución, las leyes y cualquier otra disposición”.

En definitiva, la ley obliga a abordar decisiones como la del Sahara en el Consejo de Ministros. Y Sánchez no lo hizo.

 
Como bien dices le permitían todo quienes lo sabían y no ataron corto a Juan Carlos.
Pero la mayoría en los que yo me incluyo NO SABIAMOS NADA .
La prensa babosa española LO OCULTÓ Y FALSEÓ TODO CONCERNIENTE A LA CASA REAL.
Estamos en nuestro derecho de saber y pedir explicaciones CAIGA QUIEN CAIGA, el hecho que se lo hayan permitido algunos presidentes para enriquecerse ellos también no es excusa para exigir explicaciones y cambio de leyes .
Ver el archivo adjunto 2389908
Ver el archivo adjunto 2389925Los ciudadanos de a pie pedimos explicaciones porque la prensa babosa española nos lo ocultó y sigue ocultando.
Pues está dificilillo. A Juan Carlos ya no lo va a molestar la fiscalía y de los verdaderamente responsables no se ha dicho todavía ni mú, que yo sepa.
Este es un tema, solo uno. Hay muchos. España ha estado y está hasta la bola de corrupción, pero el electorado no castiga a los partidos corruptos, ¿qué queremos entonces? Se dice por ahí con mucho criterio que tenemos lo que nos merecemos, la clase política de este país es un reflejo de la sociedad española, y a su vez la política es el espejo donde se mira la ciudadanía. Es difícil salir del círculo, está muy pero que muy vicioso.
 

POLÍTICA

La ley obliga a abordar decisiones como la del Sahara en el Consejo de Ministros​


La Constitución establece que la política exterior no la dirige el presidente sino el Gobierno, que además en este caso es de coalición.

La diferencia entre, por ejemplo, el Gobierno que presidió Felipe González tras las generales de 1982 y el que preside Pedro Sánchez tras las generales de noviembre de 2019 es que el PSOE de González logró 202 diputados, mayoría absoluta que permitió a González presidir un Gobierno en solitario –es decir sin socios de gobierno– y también sin socios de investidura, mientras que el PSOE de Sánchez logró 120 diputados, lo que obligó a Sánchez –si quería seguir en La Moncloa– a establecer pactos primero de gobierno –con Unidas Podemos– y después de investidura –con otras formaciones en su mayoría de izquierdas, como la catalana ERC o la vasca EH Bildu–. Eso sí, con el ordenamiento jurídico español en la mano, ni siquiera, por ejemplo, González con sus 202 diputados podría haber tomado una decisión como la que, sobre el Sahara, ha tomado Sánchez con sus 120 sin abordarla en el Consejo de Ministros, frente a lo que establece el ordenamiento jurídico.

Y es que el reconocimiento del plan marroquí de autonomía para el Sahara –que supone un reconocimiento implícito de la soberanía marroquí sobre el Sahara y con ello toda una traición al pueblo saharaui– que hizo el presidente del Gobierno de coalición y secretario general del PSOE en la carta que envió al jefe del Estado de Marruecos, el rey Mohamed VI, –una misiva que Rabat ha revelado unilateralmente– fue una decisión de política exterior, y –según establece el ordenamiento jurídico– debería haberse abordado en el Consejo de Ministros, pero Sánchez no lo hizo.

Tan es así que Sánchez cambió la posición de España sobre el Sahara –territorio africano pendiente aún de ser descolonizado y del que España sigue siendo oficialmente potencia administradora– sin informar previamente no sólo a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y al resto de ministros de Unidas Podemos –Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y Joan Subirats– sino también a los miembros de su propio partido en el Consejo de Ministros, incluidos los más destacados: la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. De hecho, de los 23 miembros del Consejo de Ministros, sólo conocían la decisión el propio Sánchez y el ministro del ramo, José Manuel Albares. En otras palabras, la decisión –calcada de la posición de Estados Unidosno sólo no fue abordada en el Consejo de Ministros sino que los propios ministros ni siquiera la conocían.

Sin embargo, la Constitución establece, en su artículo 97, que “el Gobierno dirige la política interior y exterior” y, en su artículo 98, que “el Gobierno se compone del Presidente, de los Vicepresidentes en su caso, de los Ministros y de los demás miembros que establezca la ley”. Ese mismo artículo 98 establece también que “el Presidente dirige la acción del Gobierno”, es decir que, según la Constitución, el presidente dirige la “acción”, incluida la exterior, pero la “política”, incluida la exterior, no la dirige el presidente sino el Gobierno –cuyo órgano colegiado es el Consejo de Ministros–, que además en este caso no es un Gobierno en solitario sino de coalición de dos formaciones: PSOE y UP.

La Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado diferencia, en su artículo 1, entre la Acción Exterior –que define como “el conjunto ordenado de las actuaciones que los órganos constitucionales, las Administraciones públicas y los organismos, entidades e instituciones de ellas dependientes llevan a cabo en el exterior, en el ejercicio de sus respectivas competencias, desarrolladas de acuerdo con los principios establecidos en esta ley y con observancia y adecuación a las directrices, fines y objetivos establecidos por el Gobierno en el ejercicio de su competencia de dirección de la Política Exterior”– y la Política Exterior –que define como “el conjunto de decisiones y acciones del Gobierno en sus relaciones con otros actores de la escena internacional, con objeto de definir, promover, desarrollar y defender los valores e intereses de España en el exterior”–.

En la línea del artículo 97 de la Constitución –como no podría ser de otra forma–, esa misma Ley 2/2014 establece, en su artículo 6, que “el Gobierno dirige la Política Exterior”, es decir que la política exterior no la dirige el presidente sino el Gobierno, el Consejo de Ministros. Y en la misma línea, la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno establece, en su artículo 5, que al Consejo de Ministros, como órgano colegiado del Gobierno, le corresponde el ejercicio de cuantas atribuciones “le confieran la Constitución, las leyes y cualquier otra disposición”.

En definitiva, la ley obliga a abordar decisiones como la del Sahara en el Consejo de Ministros. Y Sánchez no lo hizo.

Sí, pero ya sabemos que Sánchez se lo salta todo a la torera y aquí no ha pasado nada. Es el pan nuestro de cada día, ver cómo el Gobierno y su presidente conculcan la normativa. Noticia será cuando lleven siquiera dos o tres días no sacando los pies del tiesto.
 
Pues está dificilillo. A Juan Carlos ya no lo va a molestar la fiscalía y de los verdaderamente responsables no se ha dicho todavía ni mú, que yo sepa.
Este es un tema, solo uno. Hay muchos. España ha estado y está hasta la bola de corrupción, pero el electorado no castiga a los partidos corruptos, ¿qué queremos entonces? Se dice por ahí con mucho criterio que tenemos lo que nos merecemos, la clase política de este país es un reflejo de la sociedad española, y a su vez la política es el espejo donde se mira la ciudadanía. Es difícil salir del círculo, está muy pero que muy vicioso.
Sí, es un país corrupto y de mediocres con mucho poder.
¡ Ah! que no se te olvide que Felipe es inviolable e irresponsable las 24 horas del día ¿con los mismos negocios que su padre? ¿también cobra por cada barril de petróleo que entra en España?
¿Es España una Dictadura camuflada???? pregunto.
 
Sí, es un país corrupto y de mediocres con mucho poder.
¡ Ah! que no se te olvide que Felipe es inviolable e irresponsable las 24 horas del día ¿con los mismos negocios que su padre? ¿también cobra por cada barril de petróleo que entra en España?
¿Es España una Dictadura camuflada???? pregunto.
Pues no tengo ni idea de lo que preguntas.

España jurídicamente hablando es un Estado social y democrático de derecho con forma de monarquía parlamentaria, así que hay democracia, sí.

Luego ya lo que hagan los de arriba y toleren los de abajo es otra historia.
 
Sí, es un país corrupto y de mediocres con mucho poder.
¡ Ah! que no se te olvide que Felipe es inviolable e irresponsable las 24 horas del día ¿con los mismos negocios que su padre? ¿también cobra por cada barril de petróleo que entra en España?
¿Es España una Dictadura camuflada???? pregunto.

Hay elecciones como las hay en Venezuela o en Rusia. Otra cosa es que nos acordemos de la mujer del Cesar, no solo es honesta, sino que debe parecerlo.

España no es una dictadura porque hay elecciones, pero su democracia está incompleta, devaluada y cocida.
 
Hay elecciones como las hay en Venezuela o en Rusia. Otra cosa es que nos acordemos de la mujer del Cesar, no solo es honesta, sino que debe parecerlo.

España no es una dictadura porque hay elecciones, pero su democracia está incompleta, devaluada y cocida.

En España entrar en política es una meta, si lo consigues todo privilegios y escasa responsabilidad. Ningún político se hace responsable de nada.​

Solo obedecen órdenes de ¿?​



MIKEL ORMAZABALSONIA VIZOSO
San Sebastián / A Coruña - 12 JUL 2020 - 12:19Actualizado:28 OCT 2020 - 10:40 CET

La participación en las elecciones cae tanto en País Vasco como en Galicia​

Los comicios en Euskadi registran la mayor abstención desde los comicios de 1994 y en la comunidad gallega hay que remontarse a 1985 para encontrar un dato similar​

La participación electoral en el 12-J deja, tal y como se esperaba, una caída importante. En País Vasco ha sido la más baja desde 1994, con un índice de participación que con el cierre de los colegios se ha situado en el 52,87%, siguiendo la tónica que se ha venido registrando a lo largo de toda la jornada. Esta baja cifra de movilización en las urnas se corregirá ligeramente al alza con las papeletas de los vascos residentes en el extranjero (el voto CERA). En Galicia, con un 58,84% y también sin el voto emigrante, supone cinco puntos menos con respecto no solo a la cita de 2016 sino que hay que remontarse a 1985 para encontrar una cifra similar.
 

En España entrar en política es una meta, si lo consigues todo privilegios y escasa responsabilidad. Ningún político se hace responsable de nada.​

Solo obedecen órdenes de ¿?​



MIKEL ORMAZABALSONIA VIZOSO
San Sebastián / A Coruña - 12 JUL 2020 - 12:19Actualizado:28 OCT 2020 - 10:40 CET

La participación en las elecciones cae tanto en País Vasco como en Galicia​

Los comicios en Euskadi registran la mayor abstención desde los comicios de 1994 y en la comunidad gallega hay que remontarse a 1985 para encontrar un dato similar​

La participación electoral en el 12-J deja, tal y como se esperaba, una caída importante. En País Vasco ha sido la más baja desde 1994, con un índice de participación que con el cierre de los colegios se ha situado en el 52,87%, siguiendo la tónica que se ha venido registrando a lo largo de toda la jornada. Esta baja cifra de movilización en las urnas se corregirá ligeramente al alza con las papeletas de los vascos residentes en el extranjero (el voto CERA). En Galicia, con un 58,84% y también sin el voto emigrante, supone cinco puntos menos con respecto no solo a la cita de 2016 sino que hay que remontarse a 1985 para encontrar una cifra similar.
Las elecciones del PV fueron en plena pandemia. Eso hay que tenerlo en cuenta. Mucha gente, casi la mitad no fueron a votar por miedo al contagio.
 
Las elecciones del PV fueron en plena pandemia. Eso hay que tenerlo en cuenta. Mucha gente, casi la mitad no fueron a votar por miedo al contagio.

El desengaño con los políticos, principal causa de la abstención el 12-J por encima del miedo al virus​

Casi 164.000 vascos con derecho a voto tomaron la decisión de quedarse en casa el mismo día de las elecciones​


XABIER GARMENDIA

comentarios anónimos
-Una buena solución sería dejar vacío el mismo porcentaje de escaños que el de la abstención.

-Podemos pensar lo que queramos. Ellos, a lo suyo : vivir en una burbuja. Por supuesto, en nombre nuestro y con cargo a nuestros impuestos.

-El perfil del político actual nada tiene que ver con el de hace 25 años. No hay voluntad de diálogo o de llegar a acuerdos sino que se responde a intereses partidistas sin ningún tipo de disimulo. Les falta cultura política, histórica e ideológica y es difícil percibir diferencias entre un político de izquierdas o de derechas. Utilizan la gresca y el enfrentamiento como arma arrojadiza sin importarles la situación de los ciudadanos. Me temo que si esto no cambia, cada vez habrá más abstención. En general, demuestran una cultural de copia y pega y el ciudadano se ha dado cuenta de que nos mienten descaradamente. Aquí nadie asume responsabilidad alguna por corrupción o ante solicitud de responsabilidades por gestión negligente. En este caldo de cultivo, salen fortalecidas formaciones populistas y xenófobas.......
 
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