El Yayo no se agota de ningún modo, no tiene nada que hacer, ensu casita no hay nadie más que él y su servicio, solo pisa las Zarzuelas cuando le es imprescindible para actos oficiales, las Zarzuelas tienen bicho y al Yayo no le gustan los bichos....pero ¿es que este abuelo no se cansa? Portugal, venecia, Mallorca, Santo Domingo, en menos de un mes ¿no? Con lo bien que uno puede estar en su casita (o palacio en su caso) lejos de todo y todos, leyendo un libro - o diez- y contemplando el mar o la montaña ...eso de estar siempre en aviones, hablando con este u otro empresario, comiendo fuera etc. igual es algo patológico, menuda hiperactividad. Es que ni leyendo la vuelta al mundo en ochenta dias te agotas tanto como siguiéndole a él.
Viaja con avión privado , avión en el que puede dormir, comer y hacer tertulia con sus acompañantes, al Yayo le gustan las comilonas, ver regatas y celebrar cualquier cosa con su pandilla de amigos de negocios y chácharas.
El Yayo al igual que su hijo no ha sido nunca de mucho leer, el mar lo contempla cada vez que le sale de la peineta al igual que la montaña. El Yayo no se cansa, se lo hacen todo, hasta lo ayudan a vestirse, como no tiene otra cosa que hacer se distrae haciendo de Willy Fog.