Los pretendientes secretos de la reina Sofía

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Los pretendientes secretos de la reina Sofía: un premio Nobel de la Paz, un periodista (esotérico) y un político de alto nivel​


Conocemos los devaneos del rey Juan Carlos, pero la reina Sofía también ha tenido sus admiradores a lo largo de su vida, eso sí, sin asomo de infidelidad.

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La reina Sofía muy sonriente con su íntimo amigo Federico Mayor Zaragoza y Ana Mato. / GTRES

SILVIA VIVAS

Martes, 20 septiembre 2022, 14:44

La reina Sofía, la «profesional» de la monarquía española, esposa del rey que se jactaba de haber tenido más amantes que Julio Iglesias, también ha tenido sus admiradores y cortesanos desde que llegó a España, pero en su caso, jamás ha habido pruebas de infidelidad.

Sofía de Grecia siempre ha llevado la discreción y las buenas maneras por bandera. Tan bien ha cumplido siempre su papel que el rey Juan Carlos no ha sido el único que se ha «aprovechado» de su buen hacer amoroso.

El primer amor de la reina Sofía no fue «Juanito el de Barcelona» sino otro monarca: Harald de Noruega. Durante casi una década la entonces casi princesa griega estuvo flechada por el guapo Harald y acudían juntos y sonrientes a las regatas de Hankoe.

Desafortunadamente para nuestra emérita Harald ya estaba flechado por otra, pero como su interés amoroso era una plebeya y eran otros tiempos, usaba a la princesa griega para confundir a la prensa y que sus padres la dejaran en paz.

Los pretendientes más artísticos de la reina Sofía

El más mediático de ellos es sin duda el periodista y escritor Juan José Benítez. Durante un tiempo se rumoreó que la monarca y el periodista compartían algo más que charlas sobre OVNIs habida cuenta de pequeños detalles, como que el periodista formaba parte del grupo de periodistas españoles que acompañaron a los reyes en su viaje oficial a Perú en 1978.

Jaime Peñafiel confirmó la debilidad de la reina por el escritor con el que recorrió los geoglifos de Nazca y que le dedicaba sonetos. La pareja se conoció cuando la reina solo era princesa de España y muchos años después siguió manteniendo reuniones en Zarzuela en las que, según el escritor, debatían sobre los «expedientes x» desclasificados por el Ejército del Aire español.

Otros admiradores de la reina poseían un perfil igual de artístico que el autor de la saga «Caballo de Troya». Pilar Urbano citaba en una entrevista en el Nacional.cat a varios hombres muy variopintos incluido el célebre músico Georges Moustaki, del cual la reina no se perdía ni un concierto (a los que acudía, eso sí, escoltada por su hermana Irene).

El amor por la música es también el nexo de unión de la monarca con otro de sus admiradores, el tenista, empresario y presidente durante años del Comité Olímpico Español, Carlos Ferrer Salat, que murió de forma inesperada en 1998 y le hizo el mejor regalo posible para una admiradora de la música como la reina.

Por iniciativa de Carlos Ferrer Salat se creó en 1982 la Fundación de Música Ferrer-Salat que tuvo como objetivo impulsar un proyecto con el nombre de la reina: el Premio Reina Sofía de Composición Musical, premio que sigue entregando la monarca todos los años desde entonces.

Los admiradores más poderosos de la reina emérita


En el listado de los fans más poderosos de la reina Sofía destaca el nombre (y el currículum) de Federico Mayor Zaragoza. Del que fue director general de la Unesco Pilar Urbano llegó a decir que le hablaba de la madre de Felipe VI «con mucho brillo en los ojos, con muchos elogios y me consta que había sintonía entre ellos».

Quizá demasiada buena sintonía para el rey Juan Carlos, que no dio el ok a que Federico Mayor Zaragoza fuera el sustituto de Sabino Fernández Campo cuando depuso a este de forma inesperada y buscaban nuevo secretario de la Casa del Rey.

No ha sido el único gran hombre que ha admirado la inteligencia y saber hacer de la reina Sofía. Jaime Peñafiel en su libro sobre la emérita apuntaba a que el Premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, también admiraba a la emérita.

El «banquero de los pobres» y la reina Sofía fueron presentados por la reina Fabiola de Bélgica en 1993 y desde entonces han cultivado una íntima amistad que aún hoy mantienen viéndose, al menos, un par de veces al año.

El interés de la reina por los desfavorecidos también sirvió para unir a Sofía con otro político español, Enrique de la Mata Gorostizaga, que fue durante años presidente de la Cruz Roja Internacional y uno de los firmes defensores de la reina Sofía, especialmente, de su belleza.

Ante Pilar Eyre y Jaime Peñafiel se atrevió a elogiar el físico de la reina y comentó lo mucho que le insistía en lo guapa que estaría si cambiaba de peinado. La reina, por supuesto, no le hizo caso ni a sus consejos de estilismo ni, posiblemente, a su admiración.
 
Esta claro que la reina Sofia tampoco es una santa y que ha tenido sus amoríos.
Eso de que nunca ha sido infiel, con lo que es su marido, es muy difícil de creer.
A diferencia de JC, no habrá creado motivos para que trasciendan sus cosas.
 
Mujer Hoy

Los pretendientes secretos de la reina Sofía: un premio Nobel de la Paz, un periodista (esotérico) y un político de alto nivel​


Conocemos los devaneos del rey Juan Carlos, pero la reina Sofía también ha tenido sus admiradores a lo largo de su vida, eso sí, sin asomo de infidelidad.

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La reina Sofía muy sonriente con su íntimo amigo Federico Mayor Zaragoza y Ana Mato. / GTRES

SILVIA VIVAS

Martes, 20 septiembre 2022, 14:44

La reina Sofía, la «profesional» de la monarquía española, esposa del rey que se jactaba de haber tenido más amantes que Julio Iglesias, también ha tenido sus admiradores y cortesanos desde que llegó a España, pero en su caso, jamás ha habido pruebas de infidelidad.

Sofía de Grecia siempre ha llevado la discreción y las buenas maneras por bandera. Tan bien ha cumplido siempre su papel que el rey Juan Carlos no ha sido el único que se ha «aprovechado» de su buen hacer amoroso.

El primer amor de la reina Sofía no fue «Juanito el de Barcelona» sino otro monarca: Harald de Noruega. Durante casi una década la entonces casi princesa griega estuvo flechada por el guapo Harald y acudían juntos y sonrientes a las regatas de Hankoe.

Desafortunadamente para nuestra emérita Harald ya estaba flechado por otra, pero como su interés amoroso era una plebeya y eran otros tiempos, usaba a la princesa griega para confundir a la prensa y que sus padres la dejaran en paz.

Los pretendientes más artísticos de la reina Sofía

El más mediático de ellos es sin duda el periodista y escritor Juan José Benítez. Durante un tiempo se rumoreó que la monarca y el periodista compartían algo más que charlas sobre OVNIs habida cuenta de pequeños detalles, como que el periodista formaba parte del grupo de periodistas españoles que acompañaron a los reyes en su viaje oficial a Perú en 1978.

Jaime Peñafiel confirmó la debilidad de la reina por el escritor con el que recorrió los geoglifos de Nazca y que le dedicaba sonetos. La pareja se conoció cuando la reina solo era princesa de España y muchos años después siguió manteniendo reuniones en Zarzuela en las que, según el escritor, debatían sobre los «expedientes x» desclasificados por el Ejército del Aire español.

Otros admiradores de la reina poseían un perfil igual de artístico que el autor de la saga «Caballo de Troya». Pilar Urbano citaba en una entrevista en el Nacional.cat a varios hombres muy variopintos incluido el célebre músico Georges Moustaki, del cual la reina no se perdía ni un concierto (a los que acudía, eso sí, escoltada por su hermana Irene).

El amor por la música es también el nexo de unión de la monarca con otro de sus admiradores, el tenista, empresario y presidente durante años del Comité Olímpico Español, Carlos Ferrer Salat, que murió de forma inesperada en 1998 y le hizo el mejor regalo posible para una admiradora de la música como la reina.

Por iniciativa de Carlos Ferrer Salat se creó en 1982 la Fundación de Música Ferrer-Salat que tuvo como objetivo impulsar un proyecto con el nombre de la reina: el Premio Reina Sofía de Composición Musical, premio que sigue entregando la monarca todos los años desde entonces.

Los admiradores más poderosos de la reina emérita


En el listado de los fans más poderosos de la reina Sofía destaca el nombre (y el currículum) de Federico Mayor Zaragoza. Del que fue director general de la Unesco Pilar Urbano llegó a decir que le hablaba de la madre de Felipe VI «con mucho brillo en los ojos, con muchos elogios y me consta que había sintonía entre ellos».

Quizá demasiada buena sintonía para el rey Juan Carlos, que no dio el ok a que Federico Mayor Zaragoza fuera el sustituto de Sabino Fernández Campo cuando depuso a este de forma inesperada y buscaban nuevo secretario de la Casa del Rey.

No ha sido el único gran hombre que ha admirado la inteligencia y saber hacer de la reina Sofía. Jaime Peñafiel en su libro sobre la emérita apuntaba a que el Premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, también admiraba a la emérita.

El «banquero de los pobres» y la reina Sofía fueron presentados por la reina Fabiola de Bélgica en 1993 y desde entonces han cultivado una íntima amistad que aún hoy mantienen viéndose, al menos, un par de veces al año.

El interés de la reina por los desfavorecidos también sirvió para unir a Sofía con otro político español, Enrique de la Mata Gorostizaga, que fue durante años presidente de la Cruz Roja Internacional y uno de los firmes defensores de la reina Sofía, especialmente, de su belleza.

Ante Pilar Eyre y Jaime Peñafiel se atrevió a elogiar el físico de la reina y comentó lo mucho que le insistía en lo guapa que estaría si cambiaba de peinado. La reina, por supuesto, no le hizo caso ni a sus consejos de estilismo ni, posiblemente, a su admiración.

Yo no me quedaría con admiradores y cortesanos.
Algo más habría... sobretodo porque su marido, como tal, ya se habia ido detrás de otras faldas.

Me cuesta creer que se hubiera mantenido impoluta.
 
Esta claro que la reina Sofia tampoco es una santa y que ha tenido sus amoríos.
Eso de que nunca ha sido infiel, con lo que es su marido, es muy difícil de creer.
A diferencia de JC, no habrá creado motivos para que trasciendan sus cosas.
Claro, es más fácil si eres discret@.

Lo del emérito era muy evidente y escandaloso.

Yo no soy monárquico, pero esta señora (con sus defectos), no ha dado tantos campanazos.

Ahora, debe tener también lo suyo.

Cuentan que es bastante déspota con los empleados de Zarzuela. Si no le gusta la vestimenta que le han elegido ese día, la tira al suelo.

También ha sido una compradora compulsiva, no salía de los centros comerciales.

Y luego están sus declaraciones homófobas (cuando su padre había tenido líos con hombres a lo largo de su vida).
 
De alguna manera se tendría que desquitar/desahogar.
Pues yo creo que no le hacían falta devaneos con otros hombres...más bien creo que con todo lo relacionado con la cultura, viajes de cooperación y sobre todo su familia y LA MÚSICA le satisfacía plenamente como persona, sin necesidad de s*x*.
Supongo, que tendría a hombres que le gustaba más que físicamente, por su condición humana, social y cultural.
El gran violinista Rostropóvich es un claro ejemplo.
También hubo una gran afinidad con Javier Solana, que fue en los años 80, Ministro de Cultura, y más tarde, Secretario General de la OTAN.
 
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