Pues a mi misma, ya ve. Ya le digo, que darme un gusto gastronómico, no me compensa la agonía que lleva detrás.
No he vivido en una caverna como usted, pero, vaya, vivo en Bulgaria... no se crea que la diferencia es muy grande...
Y no se preocupe, Osgarvi, no soy vegetariana proselitista. Allá cada cual con sus incoherencias, sus costumbres culturales, y su escandalizarse de que los chinos coman perro mientras se zampan un lechón.
Si se cree que los vegetarianos nos alimentamos con mitad de cuarto de lechuga y un pistacho, se confunde.
En casa, en Nochebuena, cenamos unos espárragos rellenos de setas y unas lonchas de queso de soja (y los hay riquísimos) gratinados y luego unos volovanes de hojaldre, hechos por éstas sabias manos, con cardos, nata vegetal (esa, esa misma que la gente se toma pensando "que barata sale ésta marca"), piñones y pasas maceradas en coñac y ron.
En fin, que hay vida fuera del carnivorismo...
No he vivido en una caverna como usted, pero, vaya, vivo en Bulgaria... no se crea que la diferencia es muy grande...
Y no se preocupe, Osgarvi, no soy vegetariana proselitista. Allá cada cual con sus incoherencias, sus costumbres culturales, y su escandalizarse de que los chinos coman perro mientras se zampan un lechón.
Si se cree que los vegetarianos nos alimentamos con mitad de cuarto de lechuga y un pistacho, se confunde.
En casa, en Nochebuena, cenamos unos espárragos rellenos de setas y unas lonchas de queso de soja (y los hay riquísimos) gratinados y luego unos volovanes de hojaldre, hechos por éstas sabias manos, con cardos, nata vegetal (esa, esa misma que la gente se toma pensando "que barata sale ésta marca"), piñones y pasas maceradas en coñac y ron.
En fin, que hay vida fuera del carnivorismo...