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a mi es que me da hasta miedo pensar en que generación de imbéciles en potencia estamos criando. Qué haran esos niños cuando crezcan y descubran que son uno más en el planeta? que por mucho que les hayan puesto un nombre "diferente" por no decir hortera a rabiar, son uno más? que van a llevar vidas mediocres con trabajos mediocres (con suerte) y con parejas mediocres? que harán...hincharse a consumir, a comprar lo último, a llenar ese vacío de vida que comenzó en el momento en que hacía "UAAAAAA" y su mamá saltaba corriendo a cogerlo en brazos, en el momento en que cumplió 1 año y sus padres se gastaron 500 euros en hacerle una fiesta con animadores disfrazados incluidos.
Ostras, gg_: ¿puedo enmarcar este comentario y colgarlo en la puerta de todos los colegios? Es que lo has bordado. Bor-da-do.
Mira, yo trabajo con gente joven (niños y adolescentes) y con sus padres. Y lo que tú te preguntas, me lo he preguntado yo miles de veces. ¿Qué harán estos niños cuando llegue la hora de la verdad y se den cuenta de que son uno más y que si vida será mediocre? Y conste que, en cierto modo, a mi generación también le ha pasado. A nosotros también nos dijeron que éramos especiales, que nos íbamos a comer el mundo, que conseguiríamos lo que nos propusiéramos... y mira, llegó la crisis y nos hemos tenido que apañar con vidas peores que las de nuestros padres. Que ya sé que entre la generación de mis padres no todo fue de color de rosa, pero sí que vivieron mejor. De hecho, y no viene al caso, leí que la natalidad ha sido tan baja entre la generación de los baby boomers porque vivían tan bien y las posibilidades de ocio, promoción profesional y bienestar personal eran tan grandes, que no querían interrumpirlo por mucho tiempo o directamente no querían interrumpirlo.
Una mujer que tiene 55 años me dijo un día que ella, cuando tuvo a su hija, ya tenía claro que sería una y no más. Que quería ser madre, sí, y su hija fue deseada, pero una vez hecho el parón obligatorio quería volver a la vida de profesional. Tiene un muy buen trabajo que constantemente la lleva a seminarios y conferencias por Europa, hoteles caros, vida de alta ejecutiva, vaya. Y por supuesto, prefiere estar en un simposio en Dinamarca que sacando el polvo o ayudando a la hija a estudiar. Para eso ya está la cohorte de profesores particulares que paga o la mujer que le limpia la casa. Otra que conozco no ha tenido hijos. Y sí, en su momento se lo llegó a pensar, y dice que le hubiera gustado, pero claro, ella y su marido vivían tan de cojón que no se vieron capaces de sacrificar la vidorra que llevaban por un niño.
Ojo, no digo que todos hayan sido así, pero que este estudio indicaba que es un fenómeno observado: a más prosperidad, menos hijos. Y una de las razones es ésta, de hecho hay gente que no lo esconde: no tuvimos hijos porque no queríamos que nos vinieran a interrumpir la verbena. Claro... viernes y sábado de cena en restaurantes fashion con otros matrimonios, el domingo a esquiar, el puente a París, por la tarde gimnasio, el sábado tarde cine y cena... tú dirás, vida de yuppies total.
En cuanto a los niños de ahora... pues te contaré un ejemplo que me contaron. Profesor de mates a domicilio. La clase es los miércoles por la tarde. Dos últimas semanas de junio, los niños ya no van al cole, le pide a la madre si esas dos semanas pueden hacer la clase por la mañana porque así ya le queda el día libre. Respuesta. "No, porque él está mentalizado que la clase de mates es los miércoles por la tarde y si le cambias la rutina él se estresa y no se centra". Para que te hagas una idea de la generación de flojos que estamos criando.