La Reina Máxima celebra su cumpleaños con su propio sello
La reina Máxima ha recibido su propio sello en honor a su quincuagésimo cumpleaños. Su esposo, el rey Willem-Alexander, también recibió ese sello cuando cumplió cincuenta años.
La Reina Maxima cumple 50 años el 17 de mayo de 2021
- AutorMonalisa
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la verdad el vestido que uso ese medio psicodelico no me gusta nada, las chicas deben ser muy altas pero ojala pudiera la mayor bajar de peso es monisima, pero sufrira mucho cuando se tiene esa edad...... en fin. Maxima debe ser muy inteligente, entendio todo. y formo su familia. aprendiendo el idioma del hombre del que se enamoro. es brava de caracter y no esta en las cosas de medio pelo. bien por ella, feliz cumpleaños y los 50 son una edad increible. que los disfrute.!
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¡Felicitaciones a la Reina Máxima! Esperamos que estas 8000 rosas hagan que su 50 cumpleaños sea muy especial.
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En nombre del Gobierno y del pueblo de la República Argentina, la Embajada desea a SM la Reina Máxima un muy feliz cumpleaños || On behalf of the Govermment and people of the Argentine Republic, the Embassy wishes HM Queen Máxima a very happy birthday
@koninklijkhuis
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La reina Máxima celebrará este lunes su quincuagésimo cumpleaños. Nuestro columnista de la realeza Sam Hoevenaar la ha estado siguiendo durante ocho años y ha abierto un libro sobre su personalidad: ¿qué sabemos sobre la Máxima 'real'?
De niña una caótica con una auténtica adicción al dulche de leche , pero ahora una majestad relajada con mucho temperamento: 'Sus emociones están en el exterior'.
Poco antes de que la reina llegue para una visita de trabajo, a menudo hay pánico en la tienda. Me divierte cómo la gente sigue cargando grandes jarrones, sudando de emoción, unos minutos antes de su llegada. Hay un gran número de visitantes, por lo que todo debe organizarse hasta el último detalle.
La reina Máxima no está demasiado preocupada en esa área. Durante una visita que no transcurre tan bien como estaba previsto, veo cómo le hace un guiño al RVD asistente. Apenas hay espacio para la espontaneidad en los guiones, pero cuando está ahí, Máxima dejará que suceda y se ríe de ello. Una diferencia con su marido, que se pone incómodo en momentos como ese. También lo veo en el Día del Rey cuando se entrevistan a Amalia, Alexia y Ariane; Willem-Alexander observa atentamente mientras sus hijas hablan con la prensa, mientras Máxima permanece relajada junto a ellas. Cree que todo saldrá bien.
A Máxima le gusta tener el control de varios proyectos, especialmente con los temas más pesados. Hace tres años estuve en Schilderswijk en La Haya, donde la reina Máxima habla con jóvenes con altas deudas. Tiene conversaciones emocionales y antes de irse se acerca a mí: "Algunos de ellos no quieren ser retratados, lo sabes, ¿verdad?". A pesar de que tiene un equipo a su alrededor, ella misma toma el control.
El reportero de Royalty Rick Evers escribe en su libro hasta dónde puede llegar su participación en tales proyectos: organizó que el Centro de Oncología Pediátrica Princess Máxima, también conocido como Het Máxima, colaborara con el mismo hospital en Grecia. Una idea que puede haber sido desarrollada en la piscina, ya que Máxima la organiza a través de un vecino de la casa de vacaciones que hay allí. Al hacerlo, señaló a los hospitales de los Países Bajos que todavía tenían cuentas abiertas con Het Máxima. Sutil pero contundente: "Dios, vuelve a buscar esa factura de Het Máxima (…) Sería bueno que estuvieras dispuesto a pagarla".
Según los informes, también tiene control sobre las cenas en el palacio. En una cena de gala o banquete de Estado piensa en la decoración de las mesas y elige la vajilla y los arreglos florales. Tanto para las cenas como para los proyectos sustantivos, Máxima sabe exactamente cómo quiere que se arregle, y realmente tiene que hacerlo a su manera.
Su temperamento es el rasgo más visible de la reina Máxima. Las emociones están afuera con ella. La lágrima que vemos en la boda de 2002, la volvemos a ver la semana pasada cuando un grupo de niños le canta una canción de cumpleaños en español. Y cuando sonríe, se ríe. Una personalidad actual que salpica en tu pantalla pero que solía causar irritación en la oficina de Buenos Aires. Habla mucho y en voz alta y le gusta moverse en primer plano.
Coincidir con su temperamento es su amor por brillar. La reina Máxima vive por el brillo y el glamour. Se sienta a la mesa con los más grandes diseñadores de moda para diseñar vestidos de noche y utiliza la colección de joyas de las Naranjas más que sus predecesoras. Los collares y tiaras con curvas les entretienen y les dan nueva vida. A menudo muy exitoso, porque seamos honestos: esta mujer lo es todo.
Durante muchos años una gran incertidumbre de Máxima fue su altura. Es alta para una argentina y tiene una talla de zapato 42. Máxima era deportista pero también le gustaba el chocolate y el dulche de leche. Se comió este último directamente de la lata. Cuando vaya a la universidad, habrá terminado con los kilos. Deja de comer dulces, empieza a fumar para deshacerse del golpe de comer y decide abrazar más su cuerpo. Partir hacia los Países Bajos fue conveniente, porque aquí su altura pasa completamente desapercibida.
De niña una caótica con una auténtica adicción al dulche de leche , pero ahora una majestad relajada con mucho temperamento: 'Sus emociones están en el exterior'.
Poco antes de que la reina llegue para una visita de trabajo, a menudo hay pánico en la tienda. Me divierte cómo la gente sigue cargando grandes jarrones, sudando de emoción, unos minutos antes de su llegada. Hay un gran número de visitantes, por lo que todo debe organizarse hasta el último detalle.
La reina Máxima no está demasiado preocupada en esa área. Durante una visita que no transcurre tan bien como estaba previsto, veo cómo le hace un guiño al RVD asistente. Apenas hay espacio para la espontaneidad en los guiones, pero cuando está ahí, Máxima dejará que suceda y se ríe de ello. Una diferencia con su marido, que se pone incómodo en momentos como ese. También lo veo en el Día del Rey cuando se entrevistan a Amalia, Alexia y Ariane; Willem-Alexander observa atentamente mientras sus hijas hablan con la prensa, mientras Máxima permanece relajada junto a ellas. Cree que todo saldrá bien.
A Máxima le gusta tener el control de varios proyectos, especialmente con los temas más pesados. Hace tres años estuve en Schilderswijk en La Haya, donde la reina Máxima habla con jóvenes con altas deudas. Tiene conversaciones emocionales y antes de irse se acerca a mí: "Algunos de ellos no quieren ser retratados, lo sabes, ¿verdad?". A pesar de que tiene un equipo a su alrededor, ella misma toma el control.
El reportero de Royalty Rick Evers escribe en su libro hasta dónde puede llegar su participación en tales proyectos: organizó que el Centro de Oncología Pediátrica Princess Máxima, también conocido como Het Máxima, colaborara con el mismo hospital en Grecia. Una idea que puede haber sido desarrollada en la piscina, ya que Máxima la organiza a través de un vecino de la casa de vacaciones que hay allí. Al hacerlo, señaló a los hospitales de los Países Bajos que todavía tenían cuentas abiertas con Het Máxima. Sutil pero contundente: "Dios, vuelve a buscar esa factura de Het Máxima (…) Sería bueno que estuvieras dispuesto a pagarla".
Según los informes, también tiene control sobre las cenas en el palacio. En una cena de gala o banquete de Estado piensa en la decoración de las mesas y elige la vajilla y los arreglos florales. Tanto para las cenas como para los proyectos sustantivos, Máxima sabe exactamente cómo quiere que se arregle, y realmente tiene que hacerlo a su manera.
Su temperamento es el rasgo más visible de la reina Máxima. Las emociones están afuera con ella. La lágrima que vemos en la boda de 2002, la volvemos a ver la semana pasada cuando un grupo de niños le canta una canción de cumpleaños en español. Y cuando sonríe, se ríe. Una personalidad actual que salpica en tu pantalla pero que solía causar irritación en la oficina de Buenos Aires. Habla mucho y en voz alta y le gusta moverse en primer plano.
Coincidir con su temperamento es su amor por brillar. La reina Máxima vive por el brillo y el glamour. Se sienta a la mesa con los más grandes diseñadores de moda para diseñar vestidos de noche y utiliza la colección de joyas de las Naranjas más que sus predecesoras. Los collares y tiaras con curvas les entretienen y les dan nueva vida. A menudo muy exitoso, porque seamos honestos: esta mujer lo es todo.
Durante muchos años una gran incertidumbre de Máxima fue su altura. Es alta para una argentina y tiene una talla de zapato 42. Máxima era deportista pero también le gustaba el chocolate y el dulche de leche. Se comió este último directamente de la lata. Cuando vaya a la universidad, habrá terminado con los kilos. Deja de comer dulces, empieza a fumar para deshacerse del golpe de comer y decide abrazar más su cuerpo. Partir hacia los Países Bajos fue conveniente, porque aquí su altura pasa completamente desapercibida.
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Lástima que no tendremos festejo a lo grande con otras casas reales.
Algo que me encanta de ella, es que se nota que disfruta y se ve comprometida con su trabajo , su familia y su pais de adopcion
