La manipulación y malas artes de la prensa en España

La radio de la Iglesia ataca a Cintora y miente sobre su continuidad​

La COPE lanzaba una noticia donde ponía fecha de caducidad al programa conducido por Jesús Cintora, cargando contra su labor a pesar del éxito de audiencia
https://laultimahora.es/autor/alba-gonzalez-perez/
Por
Alba González.

14 de diciembre de 2020 22:30


COPE ataque Cintora renueva un año más

La emisora de radio COPE apuntaba esta mañana a una posible finalización del contrato que Jesús Cintora ostenta en la televisión pública. En ella, no mostraba más que unas declaraciones de Rosa María Mateo donde informaba del número de programas que el presentador conducirá en esta temporada al frente de Las cosas claras. Sin embargo, fuentes cercanas a RTVE aseguran que se renovará un año más debido a los éxitos de audiencia que el formato está cosechando.

Además, el artículo centraba todo el cuerpo en enarbolar una serie de críticas que pasan desde el coste de producción del programa a la labor profesional Cintora. En él, achacaban la no renovación al supuesto elevado coste del matinal, sin embargo, dichas informaciones contrastan con otras que apuntan a su presentador estrella, Carlos Herrera, al frente de ¿Cómo lo ves? en TVE. Según publicaba La Vanguardia, el programa protagonizado por el periodista rondó los 330.000 euros por emisión, lo que sumaron un monto total de casi 2 millones.

LA AUDIENCIA RESPALDA A CINTORA

Asimismo, dedicaban buena parte de la nota a cuestionar la audiencia del matinal. En cambio, fuentes cercanas a TVE aseguran a LUH que se encuentran ante “muy buenos datos” ya que el crecimiento que está experimentando Las cosas claras es “poco habitual en el estreno de un programa”, revitalizando la audiencia que ostentaba hasta su estreno la televisión pública.

Las cifras, nada desdeñables, compiten con los de cadenas privadas con programación similar, llegando a acumular 1,3 millones de espectadores en su franja horaria.

 

La radio de la Iglesia ataca a Cintora y miente sobre su continuidad​

La COPE lanzaba una noticia donde ponía fecha de caducidad al programa conducido por Jesús Cintora, cargando contra su labor a pesar del éxito de audiencia
https://laultimahora.es/autor/alba-gonzalez-perez/
Por
Alba González.

14 de diciembre de 2020 22:30


COPE ataque Cintora renueva un año más

La emisora de radio COPE apuntaba esta mañana a una posible finalización del contrato que Jesús Cintora ostenta en la televisión pública. En ella, no mostraba más que unas declaraciones de Rosa María Mateo donde informaba del número de programas que el presentador conducirá en esta temporada al frente de Las cosas claras. Sin embargo, fuentes cercanas a RTVE aseguran que se renovará un año más debido a los éxitos de audiencia que el formato está cosechando.

Además, el artículo centraba todo el cuerpo en enarbolar una serie de críticas que pasan desde el coste de producción del programa a la labor profesional Cintora. En él, achacaban la no renovación al supuesto elevado coste del matinal, sin embargo, dichas informaciones contrastan con otras que apuntan a su presentador estrella, Carlos Herrera, al frente de ¿Cómo lo ves? en TVE. Según publicaba La Vanguardia, el programa protagonizado por el periodista rondó los 330.000 euros por emisión, lo que sumaron un monto total de casi 2 millones.

LA AUDIENCIA RESPALDA A CINTORA

Asimismo, dedicaban buena parte de la nota a cuestionar la audiencia del matinal. En cambio, fuentes cercanas a TVE aseguran a LUH que se encuentran ante “muy buenos datos” ya que el crecimiento que está experimentando Las cosas claras es “poco habitual en el estreno de un programa”, revitalizando la audiencia que ostentaba hasta su estreno la televisión pública.

Las cifras, nada desdeñables, compiten con los de cadenas privadas con programación similar, llegando a acumular 1,3 millones de espectadores en su franja horaria.

 

 
LA COLUMNISTA 'OFRECE' CLASES DE DERECHO: "LA DESAFECCIÓN NO ES DELITO, SEÑORES"

Elisa Beni enloquece: «¿Seré delincuente por decir put* bandera y puto Constitucional?»​

"No he quemado una bandera en mi vida. No voy a hacerlo. No voy a quemar biblias ni coranes. Exijo el derecho a hacerlo de los que así lo consideren"

https://www.periodistadigital.com/p...era-puto-constitucional-noticia-689404407965/
 

Eduardo Inda condenado por la jueza a rectificar públicamente sus mentiras​

Eduardo Inda se negó a rectificar una información falsa sobre Rubén Sánchez, secretario general de FACUA. Ahora, la juez estima íntegramente la demanda y le obliga a rectificar de manera pública
https://laultimahora.es/autor/alba-gonzalez-perez/
Por
Alba González.

17 de diciembre de 2020 16:21

Inda FACUA condenado jueza

OkDiario publicaba una noticia que contenía información falsa sobre FACUA, su secretario general, Rubén Sánchez, y alusiones a otras personas relacionadas. Sánchez, en uso de su derecho a rectificación, apeló para que se corrigiera. Sin embargo, tanto el digital como su director se negaron, dando con el caso en los Tribunales.

Ahora, la magistrada Ana María Álvarez de Yraola ha estimado íntegramente la demanda, fallando a favor de Sánchez, por lo que Inda deberá "publicar y difundir el texto de rectificación [...] en el periódico digital okdiario, destacándose en la portada durante un día, y en el interior", tal como señala la sentencia. Además, deberán "publicar un tuit en su cuenta de Twitter, y a publicar un mensaje en su página de Facebook, estos dos últimos con sendos enlaces a la rectificación publicada en okdiario.com".

 

La irracionalidad de los medios, una anomalía española​

  • En el caso de muchos medios -y no sólo de los que trabajan para la derecha-, lo que está ocurriendo es que la búsqueda de la verdad, de la información veraz por encima de todo, ha dejado de ser una prioridad. En algunos casos, eso incluso se desprecia

Carlos Elordi

El presidente del PP, Pablo Casado
17 de diciembre de 2020 22:51h
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¿Hay algún español cabal que crea que una persona le diga a otra "mira que eres cabezón" es un indicio claro de un grave enfrentamiento entre ellas? ¿Hay algún líder político en el mundo que haya criticado a otro, y en un Pleno del Parlamento, además, por no haberle felicitado públicamente las navidades? Son dos muestras, hay muchas más, del grado de estupidez al que ha llegado lo que algunos llaman, que no lo es, el "debate político" español.

Son dos notas que se encuadran en ámbitos distintos. El primero, en el de la deriva insensata en que han caído buena parte de los medios de comunicación. El otro, en el de la pérdida de rumbo ya total del presidente del PP. Pero ambas tienen en común que hace solo unos pocos años serían imposibles.


La situación se está pues degradando. Y a marchas forzadas, además. En el caso de los medios, de muchos medios -y no sólo de los que trabajan para la derecha-, lo que está ocurriendo es que la búsqueda de la verdad, de la información veraz por encima de todo, ha dejado de ser una prioridad. En algunos casos, eso incluso se desprecia. Para que no dañe a sus mensajes propagandísticos o al espectáculo.

En el caso de la brigada mediática del PP y de Vox esa práctica responde a intereses políticos bien precisos. Esos medios solo se ocupan de golpear al Gobierno, tantas veces mintiendo sin rubor alguno, día tras día y sin rectificar nunca, aunque la mayoría de las veces sus informaciones hayan demostrado ser falsas a los pocos días, u horas, de su publicación.

Se desconoce el impacto que esa manera de proceder tiene en su público potencial o de hecho. Si hay gentes de derechas que se sienten incómodas con ese juego falsario o si a la mayoría de los seguidores de esos medios les basta con que los suyos golpeen al enemigo, a la izquierda.

Hasta el momento esa manera de proceder no tiene mayor gravedad, aparte de que sirve para constatar que la derecha, o cuando menos la derecha que se expresa públicamente, se ha echado al monte, como ha venido haciendo a lo largo de los dos últimos siglos. Y que no hay indicio alguno de que esa marcha se pueda revertir en un horizonte previsible. El PP no soporta haber perdido el poder, y menos si eso lo ha sumido en una crisis de salida imprevisible. Y Vox no va a dejar de ir a por todas.

La inquietud nace de lo que puede pasar si, por lo que sea, el panorama se recrudece en un futuro. Y en la situación política y social española hay demasiadas minas vagantes, entre ellas la crisis catalana y la económica y social, como para descartar que las cosas puedan ponerse de verdad feas. Los medios de la derecha y de la ultraderecha esperan esa ocasión, tratan de propiciarla cada día, para ser de verdad protagonistas.

En los demás medios que, sin ser de derechas, han hecho del espectáculo y de la exageración, si hace falta, sus normas de inspiración y de conducta profesionales, la cuestión es bien distinta. Faltos de otros recursos, no tienen más remedio que llamar la atención cada día y cada momento, pues temen que si no lo hacen sus seguidores mirarán hacia otras opciones.

Y la verdad es que en estos momentos las únicas noticias que tienen auténtico interés son las que genera la pandemia. Para mal casi siempre y ahora que ya hay vacunas, asimismo para bien. Pero salvo la evolución de los índices, y en particular el más terrible de ellos, el de mortalidad, son noticias muy sosas, que se agotan en sí mismas. ¿Qué se puede rascar en que la incidencia de la infección haya subido o haya bajado dos o tres puntos, salvo si esas variaciones se convierten en tendencias?

Tampoco es muy productivo el seguimiento de los movimientos que registra la política del Gobierno y de las Comunidades para hacer frente a la pandemia. Porque es un galimatías, porque no hay líneas claras de actuación y cada día la cosa cambia sin preaviso. La guerra política entre el Gobierno y la derecha que dirige las comunidades autónomas lo condiciona todo, aunque parezca mentira.

Pedro Sánchez tiene en sus manos el instrumento del estado de alarma. Pero no lo usa y deja en manos de las autonomías las decisiones que tomar. Como si España fuera tan grande como Estados Unidos o Rusia, como si lo que ocurre en Castilla-La Mancha fuera sustancialmente distinto de lo que pasa en Andalucía, o si el proceso de la pandemia en Cataluña no tuviera nada que ver con el que se registra en Aragón o en el País Valenciano.

La polémica sobre las medidas preventivas que habrán de tomarse en navidades raya el absurdo. ¿Por qué es más importante el trastorno, aunque sea afectivo, que puede provocar en muchos ciudadanos el que las fiestas no se celebren como las del año pasado a que la falta de medidas efectivamente restrictivas provoque una tercera ola de la pandemia?

O también, ¿tan importante es la desgraciada suerte del sector de bares y restaurantes para el futuro de España como para que en los medios no se hable de otra cosa? ¿Es que nadie se para a reflexionar sobre el hecho de que cuestiones tan secundarias como esas carecen del mínimo relieve en los medios de buena parte del resto de Europa?

Y luego está lo de la pelea interna en el Gobierno de coalición, que está dando mucho juego. La foto de Pablo Iglesias y María Jesús Montero tuvo mucho mayor relieve en buena parte de los medios que la aprobación, por una amplia mayoría, de la ley de eutanasia, un hito legislativo en nuestro país, que avanza por la senda del laicismo y de la modernidad en medio de tanto ruido estúpido.

Porque, ¿qué indicios hay de que el Gobierno de coalición puede romperse por la fecha en que se apruebe la ley anti- desahucios, que se va a aprobar, o por la subida del salario mínimo, que se aprobará antes o después, después de haberlo hecho más de un 30% hace poco más de un año, o por el aumento del número de años cotizados para cobrar la pensión íntegra que ni siquiera se ha propuesto formalmente? Ninguno. Porque ese gobierno no va a romperse. Ninguna de las incógnitas políticas, sobre todo las de política económica, lo van a romper. Habrá tensiones, discusiones muy serias, pero seguirán juntos.

¿Servirá la confirmación de esa perspectiva para que los medios más "inventivos" dejen de escandalizarse cada día con la última declaración de Pablo Iglesias o de Nadia Calviño? Seguramente no. Porque hay mucha gente a la que le va la marcha, sea verdad o no.

 
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