No tengo ni un solo argumento a favor o en contra. Reconozco que es un tema que sobrepasa mi capacidad de razonar. Lo que sí sé es que la idea rebota en mi mente y en mi corazón. Es una práctica que no la quiero, pero es cierto que no tengo argumentos. Supongo que ya tienen que existir argumentos aportados por filósofos sobre este tema. Son practicas en las que se involucra toda la esencia del ser humano, del concepto de humanidad. Me sobrepasa.