La degradación del opus dei

El Papa Francisco reforma el Opus Dei​

(lo acabo de colgar en otro hilo, veo que éste es el correcto).
 
Sobre esta postura del papa no es solo contra el Opus Dei, simplemente es una guerra desde 1928 entre el Opus Dei y los Jesuitas, ademas de que Francisco se quiere cargar todo lo que huele a tradiccion, ademas de enmendar a los papas mas mediaticos y queridos, Juan pablo II y Benedicto XVI, que conste que no tengo ninguna simpatia por Juan Pablo II, pero lo que es, es. Este hombre quiere pasar a la historia y sí, va a pasar como el papa que arraso la fe a mucha gente, que vació las iglesias, que dijo herejias tras herejias. Que Dios misericordioso es apiade de todos
 
Sobre esta postura del papa no es solo contra el Opus Dei, simplemente es una guerra desde 1928 entre el Opus Dei y los Jesuitas, ademas de que Francisco se quiere cargar todo lo que huele a tradiccion, ademas de enmendar a los papas mas mediaticos y queridos, Juan pablo II y Benedicto XVI, que conste que no tengo ninguna simpatia por Juan Pablo II, pero lo que es, es. Este hombre quiere pasar a la historia y sí, va a pasar como el papa que arraso la fe a mucha gente, que vació las iglesias, que dijo herejias tras herejias. Que Dios misericordioso es apiade de todos
Juan Pablo II le dio al Opus unas prerrogativas asombrosas, elevándola a prelatura personal en el año 82. El Papa y el opus querían elevara a prelatura nullius, pero ahí se topó con muchísimas conferencias episcopales que se negaron en redondo, ellos sabrán por qué. No se trata aquí de ir contra la tradición, porque entre otras cosas, el Opus se fundó en el siglo XX, para estándares vaticanos eso es antes de ayer.
 
Juan Pablo II le dio al Opus unas prerrogativas asombrosas, elevándola a prelatura personal en el año 82. El Papa y el opus querían elevara a prelatura nullius, pero ahí se topó con muchísimas conferencias episcopales que se negaron en redondo, ellos sabrán por qué. No se trata aquí de ir contra la tradición, porque entre otras cosas, el Opus se fundó en el siglo XX, para estándares vaticanos eso es antes de ayer.

Los testarudos alemanes y los dóciles del Opus Dei, viaje sobre ruedas del Papa Francisco, el clamor de la madre tierra, la guerra litúrgica y el sacerdocio eterno.​

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por SPECOLA | 23 julio, 2022

Día intenso el de ayer y no menos el de hoy. Los calores están en Roma, ya tenemos las cálidas noches romanas que hace gratísimo alargar tertulias hasta altas horas. Los días se suceden y, a estas horas, la plaza de San Pedro se muestra casi vacía en todo su esplendor. El pontificado del Papa Francisco está más que agotado y estamos asistiendo a las normales prisas finales. Tanto el extraño comunicado sobre el sínodo alemán, como los ‘ajustes’ impuestos al Opus Dei demuestran que hay prisa, el tiempo se termina. Los vientos del espíritu soplan por donde les da la gana y no suelen gustar de encuadres legislativos. Es un hecho que las nuevas generaciones van por otro lado muy contrario al que pretende marcar el ‘espíritu del concilio’ , se le ha terminado su tiempo e intenta perpetuarse por la fuerza, por convicción ya no es posible.

El Papa ha reaparecido en silla de ruedas, a pocas horas de que comience el viaje a Canadá, donde sus actos públicos se limitarán a una hora por «su avanzada edad» y las «limitaciones» físicas. En la visita a la ‘Salus Populi Romani’, la imagen que ha enviado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se ve a Francisco, que cumplirá 86 años en diciembre, sentado de espaldas en la silla de ruedas. Imagen que recuerda no poco a la del último vía crucis de Juan Pablo II en su capilla privada. El Papa se ha visto obligado a posponer su viaje a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur previsto del 2 al 7 de julio. Juan Pablo II recorrió Canadá en septiembre de 1984, regresó exclusivamente para encontrarse con indígenas en 1987 en Fort Simpson, y también acudió a la JMJ de Toronto de 2002, donde se congregó la multitud más grande de la historia de Canadá con cerca de 800.000 personas.

Los del camino alemán no ceden: “Creemos que es nuestro deber indicar claramente dónde, en nuestra opinión, se necesitan cambios”. «Desde el comienzo del Camino Sinodal, trabajamos como presidencia para buscar canales directos de comunicación con las oficinas romanas. En nuestra opinión, este sería el lugar para tales aclaraciones. Desafortunadamente, la presidencia sinodal no ha sido invitada a una entrevista hasta la fecha: con pesar e irritación constatamos que hasta ahora no ha habido comunicación directa. ¡En nuestra opinión, la Iglesia sinodal funciona de manera diferente! Y esto también se aplica a la modalidad elegida para la comunicación de hoy que nos genera asombro”. «No es un buen ejemplo de un estilo comunicativo dentro de la Iglesia publicar declaraciones sin firma y sin nombre».

La última de las disposiciones del Papa Francisco se refiere a la prelatura personal del Opus Dei, nacida en 1982 a instancias de Juan Pablo II, siempre vista como demasiado autónoma y privilegiada frente a otras realidades de vida consagrada en la Iglesia. Con estas disposiciones la prelatura se queda con el nombre, pero pierde sus características por las que tanto ha luchado. El mismo Fernando Ocariz en su carta dice lo contrario que como canonista ha defendido en sus muchas publicaciones sobre el tema. La historia está llena de fobias papales, de luchas entre las grandes órdenes, esto no es una sorpresa, y el Opus Dei sabe muy bien que nunca ha gozado de simpatías SJ. Desde el inicio del pontificado optó por un perfil bajo, imposible más bajo, y por crear cauces ‘argentinos’ con el Papa Francisco, con escasos resultados. El plan estaba trazado desde el principio y solamente se ha esperado la oportunidad para ejecutarlo después de fallar otros intentos iniciales, Stella de esto podría hablar mucho.

Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación propuesta por el patriarca ecuménico de Constantinopla, el Papa Francisco ha lanzado su propio Mensaje en perfecta armonía con los 2030: “Escuchar la voz de la creación”. Es realista hablar de “un coro de amargos gritos. Primero, es la hermana madre tierra la que clama. A merced de nuestros excesos consumistas, gime y nos ruega que detengamos nuestros abusos y su destrucción. (…) Pero también son los más pobres los que claman . Expuestos a la crisis climática, los pobres sufren más severamente el impacto de sequías, inundaciones, huracanes y olas de calor que continúan siendo más intensas y frecuentes. Nuevamente, claman nuestros hermanos y hermanas de los pueblos originarios. Por intereses económicos depredadores, sus territorios ancestrales son invadidos y arrasados por todos lados, lanzando “un grito que sube al cielo”».

Lo de Emanuela Orlandi, después de casi 40 años, sigue siendo un thriller sin fin y sin solución. Ahora, una tumba vacía y una pista increíble podrían ayudar a desentrañar el misterio de la desaparición de la hija de 15 años del mensajero papal del Papa Juan Pablo II. La tumba de Katy Skerl, de 17 años, estrangulada en Grottaferrata y encontrada el 21 de enero de 1984, está vacía. En 2013 fue el fotógrafo romano y autor confeso del caso Orlandi, Marco Accetti, quien declaró que el asesinato de Katy Skerl, estudiante del bachillerato artístico, apasionada por la política, hija de un director de cine erótico sueco, había que situarla en el mismo contexto. Según él, la joven de 17 años habría sido asesinada por la facción opuesta a la que había secuestrado a Emanuela Orlandi como parte de un terrible juego de chantaje contra niñas muy jóvenes, ligado a las fuertes tensiones de aquellos años oscuros, en la sombra del Vaticano. Katy estaba en la misma clase que la hija de uno de los tres búlgaros acusados del atentado contra el Papa.

Sigue la guerra litúrgica en los Estados Unidos de América, Chicago , Savannah y ahora Washington, el que le da la comunión al abortista Joe Biden, reduce el derecho de los fieles participar en el usus antiquor, mientras misericordiosamente dice orar por ellos. Tenemos el texto completo que entrará en vigor el 21 de septiembre de 2022 y revisado después de tres años. Washington ve hoy la celebración dominical de unas cincuenta Santas Misas tradicionales que a partir del miércoles 21 de septiembre se reducirán a tres.

Terminamos con el cardenal Robert Sarah en un libro dirigido a sus compañeros sacerdotes: “Por la eternidad.
Meditaciones sobre la figura del sacerdote” . “Vemos surgir aquí y allá algunas propuestas para modificar la institución, renovarla, modernizarla. Todas estas iniciativas serían legítimas si el sacerdocio fuera una institución humana. El sacerdocio, sin embargo, no lo hemos inventado nosotros, es un regalo de Dios. Un don divino no se reforma con nuestras ideas humanas para adecuarlo a los gustos del momento». “Debemos enfrentar la verdad: el sacerdocio parece vacilar. Algunos sacerdotes parecen marineros cuyo barco es sacudido violentamente por el huracán. Dan vueltas y se tambalean. (…) La autoridad episcopal se ha utilizado a veces para mortificar la generosidad de aquellos que querían dedicarse a Dios. (…) no podemos pretender que todo esto que no ha sucedido no representa nada, como si fuera un accidente en el camino”. Hay que hacer frente al mal que han causado los ministros de Dios”.

«…sin mí no podéis hacer nada».

Buena lectura.
 

ANÁLISIS

El jesuita Bergoglio ata en corto al Opus​


Llama la atención el silencio sepulcral de ‘La Obra’, que no ha dicho ni Pamplona sobre la decisión del Papa, más allá de que la asume.

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El Papa Francisco publicaba el pasado mes de marzo la constitución apostólica ‘Praedicate Evangelium’, vigente desde el pasado mes de junio, y el pasado mes de julio la carta apostólica en forma de motu proprio ‘Ad charisma tuendum’, vigente desde esta misma semana. El argentino Jorge Mario Bergoglio culmina con ambos textos la degradación del Opus Dei, prelatura personal de la Iglesia católica –de hecho, es la única prelatura personal de la Iglesia católica– a la que el jesuita ata así en corto al evitar que sus prelados sean obispos –como lo fueron Álvaro del Portillo y Javier Echevarría– y sobre todo al incluirla en el Dicasterio para el Clero, poniéndola así bajo la supervisión del propio Papa.

El Opus Dei, también conocido como el Opus o como ‘La Obra’, fue fundado en 1928 por el aragonés José María Escrivá de Balaguer (1902-1975), desde 2002 y para los católicos “San Josemaría”, y erigida en prelatura personal en 1982 por el polaco Karol Wojtyla (1920-2005), desde 2014 y para los católicos “San Juan Pablo II”. En lo relativo a las órdenes y congregaciones religiosas y a los institutos seculares de la Iglesia católica, dos grandes temas marcaron el largo papado de Wojtyla, que duró desde 1978 hasta su muerte en 2005: lo mucho que impulsó a los legionarios de Cristo de Marcial Maciel, a los kikos de Kiko Argüello o a los propios opusinos de Escrivá –todos ellos, ultraconservadores– y lo mucho que embridó a los jesuitas.

El jesuita vasco Pedro Arrupe (1907-1991) era el superior general de los jesuitas –cargo conocido como ‘El Papa negro’– cuando sufrió una trombosis que incapacitó parcialmente, y apenas tres semanas después, el 26 de agosto de 1981, Juan Pablo II puso al frente de la Compañía de Jesús a un interventor –el ultraconservador italiano Paolo Dezza– para evitar que los propios jesuitas celebraran –como venían haciendo– una congregación general para elegir a su nuevo superior general; Wojtyla consideraba demasiado progresista a Arrupe y temía que los jesuitas lo relevaran por un superior general aún más progresista que el vasco. El 28 de noviembre del año siguiente, Juan Pablo II erigía la prelatura personal del Opus Dei. Dato a tener en cuenta: Bergoglio es jesuita. Y latinoamericano.


Fueron años convulsos, los setenta y ochenta del pasado siglo XX; años marcados por la Guerra Fría y por la intensidad de lucha de clases también en Latinoamérica, donde muchos jesuitas se adscribieron a la Teología de la Liberación, pagando algunos de ellos con su propia vida su compromiso con los más pobres. Son los casos del salvadoreño Rutilio Grande o del vasco Ignacio Ellacuría, asesinados en El Salvador, el primero en 1977 y el segundo en 1989, junto con otros jesuitas. En 1983 en el aeropuerto de Managua, el ultraconservador Wojtyla había reprendido pública y ostensiblemente, intentando humillarlo, al ministro sandinista Ernesto Cardenal, que no era jesuita pero sí sacerdote.


La Teología de la Liberación tiene varias ramas, y su rama argentina es la denominada Teología del Pueblo, uno de cuyos principales impulsores fue el jesuita argentino Juan Carlos Scannone, que fue profesor de Bergoglio y que en un acto celebrado en 2015, en vísperas de impartir la conferencia ‘El Papa Francisco: ¿teólogo de la Liberación?’, situó la Teología del Pueblo “en la base” de lo que ya entonces estaba “haciendo y diciendo el Papa Francisco”.

Cuenta el gran Luis Carandell en su libro ‘Vida y milagros de monseñor Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei’ que cuando, en 1965, Arrupe asumió el cargo de superior general de los jesuitas, escribió a cada uno de los prepósitos de las órdenes y congregaciones religiosas y de los institutos seculares de la Iglesia católica una carta en la que les anunciaba su intención de visitarlos personalmente. Añade el también autor de ‘Celtiberia show’ que todos ellos le respondieron que no era el superior general de los jesuitas quien debía visitarlos a ellos sino ellos quienes, humildemente, debían visitar al general de los jesuitas; todos ellos menos uno: Escrivá, que ni siquiera respondió a la misiva de Arrupe, quien no obstante no se arredró y telefoneó personalmente a la residencia del fundador del Opus hasta cinco veces, y las cinco le contestaron que “El Padre” no estaba en casa. Cuenta Carandell que, poco tiempo después, Arrupe le preguntó al entonces nuncio del Papa –Pablo VI– en España, el italiano Antonio Riberi, si había visto alguna vez a Escrivá, y cuando el nuncio le respondió extrañado que no, el superior general de los jesuitas, venido al mundo en pleno Casco Viejo de Bilbo, le dijo al oído “yo, señor nuncio, a veces dudo de que exista”.


Aquel 1965 en que Arrupe fue elegido superior general de los jesuitas fue el mismo año en que el Opus se consolidó definitivamente como la familia política más potente del franquismo. Lo hizo con la entrada en el Gobierno de Laureano López Rodó, líder de los ‘tecnócratas’ y numerario de ‘La Obra’ que en 1976 se convertiría en uno de los siete prebostes franquistas que fundaron Alianza Popular, germen del PP, partido que siempre ha tenido –y sigue teniendo– influyentes miembros del Opus entre sus dirigentes y cargos públicos. Y es que la política, el derecho –la justicia– y el periodismo siempre han sido tres de las grandes obsesiones de los opusinos. Sin perder de vista la medicina.

Quienes crean en el más allá podrán pensar que el aragonés Escrivá se estará revolviendo en su tumba de Santa María de la Paz, la romana iglesia prelaticia del Opus, y que el vasco Arrupe estará sonriendo en la suya de la también romana iglesia del Gesù, la iglesia madre de la Compañía de Jesús. En cualquier caso, en el más acá llama la atención el silencio sepulcral de ‘La Obra’, que no ha dicho ni Pamplona sobre la decisión del Papa, más allá de que la asume. No haría bien Bergoglio si bajara la guardia.



No sé porque me viene a la mente el tema de la desaparición de los templarios....;) salvando las distancias por supuesto.
 
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