Yo igual, cuando cada cosa que uno dice o hace se convierte en una burla, algunos usamos eso como mecanismo de defensa, no decir, no hacer, no resaltar para evitarlo. Son incontables las veces que no salía a la pizarra o contestaba a un ejercicio que sabía para no ponerle delante de los acosadores.mi hijo de niño era muy extravertido y después se volvió mucho más cortado y falto de autoestima y autoconfianza. el daño es irreversible.
un beso.
Y aún hoy casi 20 años después tengo detrás el fantasma que se van a reír o burlar de mi cada vez que tengo que dirigirme a un grupo.