José Antonio Reyes

Eso digo yo, tantas prisas a santo de qué, ni que llegara tarde a algún sitio, que más l daba. Porque Le gustaba correr, la adrenalina.
 
That's me in the corner
Opinión
Reyes, potencial homicida
  • FERNANDO PALMERO
Domingo, 9 junio 2019 - 02:07
Reyes no fue un héroe. Solo un potencial homicida. Frustrado.

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El coche que conducía Reyes supuestamente a casi 240 km/h quedó completamente calcinado después del accidente.. RAFA ALCAIDE EFE
Como toda religión, el fútbol impone también sus valores. Criminales en muchas ocasiones. Pero no por ello sus devotos los rechazan. En casos de especial contradicción moral, se imponen a sí mismos el silencio. Y a los demás, la ocultación. Por eso nadie llamó potencial homicida a José Antonio Reyes. No habría sido un exceso difamatorio. Se trata de una tipología delictiva. Artículo 380.1 del Código de Tráfico y Seguridad Vial: "El que condujere un vehículo a motor con temeridad manifiesta y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis año". La suerte quiso que en su inmolación, el descerebrado futbolista, convertido en héroe (y digno, por tanto, de una épica de ascensión y tragedia) muriese solo. Con sus dos cómplices. Y que su expresa voluntad homicida (como es conducir, si se confirma, a 220 km/h en una vía pública) no acabase con la vida de nadie más. En ese caso, habría sido condenado a las penas por homicidio imprudente que fija el artículo 142 del Código Penal.

Conforme avanzaba la mañana del pasado sábado día 1, las webs (antes llamadas periódicos) iban añadiendo cada vez más piezas (antes llamadas artículos) sobre el espectacular accidente, firmadas por poetas elegíacos (incluso periodistas) que declamaban lo que los usuarios (antes llamados lectores) querían escuchar. Nada más sintomático del fin de esa forma de conocimiento que es el periodismo que escribir lo que la jauría pide, en lugar de ayudar a la comprensión de los hechos con datos, argumentos y valoraciones ajenas a los clics, esa pulsión que ha sustituido a la lectura. A esta radical mutación de prácticas y valores, no es ajeno el fútbol. Es más, en ninguna otra realidad social es más evidente esta ética invertida. Y así, donde sus súbditos no ven sino un implacable totalitarismo islámico levantado sobre pozos de petróleo, los aficionados (condescendiente eufemismo) ven a generosos y exóticos socios capitalistas gracias a los cuales se pueden construir y ampliar magníficos circos, diseñar nuevas equipaciones y contratar jóvenes atletas de países poco desarrollados. Y a quien cualquier ciudadano calificaría de estafador por deber millonarias sumas a Hacienda, los creyentes llaman sagaz héroe que ha sabido llegar a privilegiados acuerdos con el Estado para eludir la cárcel y pagar menos de lo que debía.

No. Reyes no fue un héroe. Solo un potencial homicida. Frustrado. Por suerte.
 
Temas / Muertes y fallecimientos de famosos

El primo de José Antonio Reyes: "El coche salió por los aires... íbamos volando"
Juan Manuel Calderón, de 22 años, no sabe cómo sucedió el accidente, pero sí que su primo "iba muy rápido"


Noelia López, viuda de Reyes, agradece el apoyo recibido con una emotiva carta



Ana López, la desolación del primer amor de José Antonio Reyes

Actualizado a 09 de junio de 2019, 14:54



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Reyes y sus primos, en el coche
José Antonio Reyes viajaba con dos de sus primos cuando sucedió el fatal accidente en el que perdió la vida. Su primo Jonathan Reyes, de 23 años, también falleció, y solo sobrevivió el otro primo, Juan Manuel Calderón, de 22 años, que sufrió heridas en el 65% de su cuerpo. El periódico El Mundo ha reconstruido el trayecto mortal de Reyes y ha podido recoger las declaraciones del joven, que aunque herido, salió ileso. Juan Manuel no recuerda qué pasó porque iba mirando por la ventanilla, pero sí dijo que Reyes "iba muy rápido" y que, tras chocar con la valla, "sale por los aires... Íbamos volando".



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Lo reconocieron por sus tatuajes
Juan Manuel Calderón vió cómo el coche accidentado comenzaba a arder y él intentó salvar a sus primos. Fue imposible y la Guardia Civil lo encontró en llamas, al borde del desmayo, según relata El Mundo. El cuerpo sin vida de José Antonio Reyes pudo ser reconocido por los tatuajes.



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Noelia, su mujer, destrozada
José Antonio Reyes falleció en la mañana del sábado 1 de junio, tras haber finalizado el entrenamiento con el Extremadura, equipo en el que militaba. Salió de Almendralejo dirección a Utrera, donde quería darle una sorpresa a Noelia y a sus niñas. Pero Reyes encontraría la muerte una hora y quince minutos después de haber salido, tras recorrer 191 kilómetros. Según informa El Mundo, Reyes tuvo que haber puesto su coche a una media de 152 kilómetros por hora, con puntas de 220. Noelia, su esposa, quedó destrozada al conocer la noticia.



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Padre de tres hijos
José Antonio Reyes dejó viuda, Noelia López, y tres hijos. Las dos niñas que tuvo con Noelia y el niño, de 11 años, que tuvo con Ana López, al que estaba muy unido.



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Lecturas

La muerte de Reyes en Lecturas
Así recogió la revista Lecturas la trágica noticia de la muerte de Reyes que, al margen de la imprudencia del exceso de velocidad que le costó la vida a él y a uno de sus primos, causó una gran conmoción en el país.




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Noelia López, viuda de Reyes, agradece el apoyo recibido con una emotiva carta

José Antonio Reyes falleció en la mañana del sábado 1 de junio, tras haber finalizado el entrenamiento con el Extremadura, equipo en el que militaba. Salió de Almendralejo dirección a Utrera, donde quería darle una sorpresa a Noelia y a sus niñas. Pero Reyes encontraría la muerte una hora y quince minutos después de haber salido, tras recorrer 191 kilómetros. Según informa El Mundo, Reyes tuvo que haber puesto su coche a una media de 152 kilómetros por hora, con puntas de 220. Noelia, su esposa, quedó destrozada al conocer la noticia.



Noelia López, mujer de José Antonio Reyes, agradece el apoyo recibido con una emotiva carta
LEER

El suplemento Crónica de El Mundo ha reconstruido el trayecto en el que Reyes y un primo suyo perdieron la vida, y recogen las declaraciones de Juan Manuel Calderón, el otro primo del futbolista que viajaba con ellos y que sobrevivió al tremendo y fatal accidente. Juan Manuel no recuerda qué pasó porque iba mirando por la ventanilla, pero sí dijo que Reyes "iba muy rápido" y que, tras chocar con la valla, "sale por los aires... Íbamos volando".



"Juan Manuel, único testigo de la historia, salió prácticamente ileso del accidente. Mas no huyó. Vio el coche arder con sus dos primos dentro. Actuó como un héroe, el gran mártir de esta historia. Trató de salvarlos. Lo hizo hasta que su piel no aguantó más. Los agentes lo encontraron en llamas, al borde del desmayo. Tras desvanecerse, recobraría el sentido, contaría su versión de lo sucedido... La ambulancia llegó y fue sedado", relata El Mundo.
 
Leyéndote me viene a la cabeza que sentiría la familia del señor que mató Ortega Cano cuando éste personaje salió del hospital y estaba fuera petado de gente gritando:eek:leeeee toreeeeeroooo y aplaudiéndole.
A un desgraciado borracho que se llevó por delante a un padre de familia que se iba a trabajar. Es que no me entra en la cabeza.

A mí me llevarían los demonios.

Conozco un caso anónimo de uno iba con con su novia en moto como un loco conduciendo con 20 años
él perdió una mano y tiene problemas de espalda pero ella desde los 20 años ha quedado que se le cae la baba literalmente, es una persona dependiente 100%
Bien pues esta persona por cuestiones x de trabajo tiene notoriedad pública, suele dar charlas de superación por lo de su mano, etc pero de ella nunca se acuerda
Que pensará esa pobre madre cuando lo ve en el periódico, porque suele salir bastante cuando dice lo duro que fue, que se lo digan a ella que tiene una hija que no puede ni hacer sus necesidades porque está como vegetal

Siempre es duro un accidente, pero cuando el causante es conocido tiene que resultar doblemente duro superarlo (los padres de esta chica nunca porque ha quedado incapacitada de por vida) y encima cuando dan lecciones de superaciones y ni se acuerdan de los que terminaron peor. Han pasado años, pero cada vez que he leido algo sobre esta persona y haba del accidente, las superaciones y demás, es que ningún recuerdo para la chica
 
El primo de Reyes que sobrevivió al accidente: "Íbamos volando"



MARTÍN MUCHA

Hace 16 horas




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De izquierda a derecha, José Antonio Reyes (35 años), Jonathan 'Joni' Reyes (23) y Juan Manuel Calderon (22)


Desde el aparcamiento exclusivo para jugadores del primer equipo del Extremadura, se ven las nubes inmóviles. El tiempo está como detenido. Todo es tristeza alrededor. No hay nadie. Sólo las máquinas de riego.

El coche de alquiler tiene unos respetables 115 caballos de potencia. Una diferencia estratosférica comparada con los 520 caballos de potencia del Brabus Mercedes S550 que usaba, el sábado 1 de junio, José Antonio La Perla Reyes(Utrera, 1983), el chico sin límites que se mataría -así se ha publicado- a 237 km por hora volviendo a casa.

Reconstruiremos su ruta.

Desde que enciende el coche hasta el lugar donde se estrella:dos muertos, un herido grave. Y 191,2 km de recorrido. Todo comenzó en este mismo lugar... Reyes llegó puntual a entrenar. Era día de trabajo leve. Había sentido un pinchazo y pasó el tiempo haciendo ejercicios focalizados. Como siempre, tenía la fe de ser convocado. No había sido una buena temporada para él. No entraba en las rotaciones. Pero era optimista.

El fútbol se lo había dado todo y él se lo devolvía todo en el campo. Ya tenía 35 años pero se sentía mejor que nunca. Si ese día no le llamaban a jugar contra el Cádiz, no pasaba nada, iría a darle una sorpresa a Noelia, su mujer. Acababan de cumplir ocho años de relación, dos hijas.

Anunciaron los jugadores que iban a ir a Cádiz para disputar un partido de la segunda división. En la lista no estaba su nombre. Se lo tomó bien, como siempre.

Eran las 10 de la mañana. Una ducha, despedida y desearle suerte a los amigos, a esa nueva familia que era su equipo. No había nada en juego, el Extremadura estaba salvado. Le acompañaban sus escuderos: Juan Manuel Calderón y Jonathan Joni Reyes. Dos divertidos veinteañeros que se rendían ante el jugador que había ganado cinco Europa League, el ídolo del Sevilla, su primo. Reyes en 30 minutos estaría ya listo para tomar la carretera. Eran las 10.30 de la mañana. Dirección Utrera. El cielo diáfano, 23 grados de temperatura. Poco viento.

Van bromeando como siempre. Ninguno publica un selfie del grupo en Instagram como hicieron tantas veces. No había tiempo. Querían llegar lo antes posible.

José Antonio tenía casa en Mérida, donde vivía con sus primos. Pero su corazón y su vida estaban más al sur. José Antonio era un nostálgico. Echaba de menos a los suyos. Siempre le pasó. Le sucedió incluso cuando logró ser fichado por el Arsenal de los invencibles. A pesar de juntar su nombre con leyendas como Henry, Pirès, Wenger, Cole, Bergkamp, Van Persie... en esos tiempos, como ahora, no podía soportar estar lejos de su hogar. La añoranza.


Imitamos el recorrido de Reyes.

Se sale por la carretera provincial BA-012. No se deben superar los 50 km/hora. Hay controles por todas partes en Almendralejo. Son 1,3 kilómetros de recorrido. Después, la carretera local EX-359. Tampoco se han de pasar los 60 km/hora. Son 1,5 km más.
La ruta está en buen estado. Algún bache. A pesar de que el pueblo está rodeado de anuncios de control por radares, varios coches nos adelantan a unos 90 km/h.
Se llega a la Autovía de la Plata o A-66, la segunda más larga de España.

La máxima velocidad permitida es de 120 km/hora. El primer radar fijo está a la altura del kilómetro 657,5. Está colocado apenas se sale de la ciudad. Programamos nuestro coche para que vaya a velocidad de crucero: 120 km/h. Así durante los 160 km en los que trataremos de no frenar. Lo conseguiremos a pesar de los camiones y algún conductor imprudente.

Aquella mañana sabatina, Reyes iba al volante de su Brabus. Una bestia que superaba, hasta su incandescencia, los 300 km/h sin dificultad.

El vehículo fue hechura de una empresa de tuning de lujo que mejora vehículos tan excelsos como un Mercedes S550. En su habitáculo, uno iba con la comodidad de una berlina. La mecánica poseía la performance de un Ferrari.

Entre el radar a la salida de Almendralejo y el siguiente -en el km 795,6 de la A-66- hay 138,1 kilómetros de distancia. Entre estos cazadores de infractores, los coches nos superan uno tras otro a 160 km/hora. Para conseguir hacer el recorrido en el tiempo en que lo completó Reyes sin ser multado, uno tendría que pasar por aquí, en distintos tramos, superando largamente los 220km/hora. Durante la ruta detectamos, al menos, un radar móvil.

A las 11.05, los compañeros de La Perla cogieron el autocar camino de jugar su partido de visita con el Cádiz. Había buen ambiente. Juegos, bromas, se hablaba del partido y de dónde verían la final de la Champions. Nadie se imaginaba lo que sucedería en 40 minutos.

Reyes, a esa hora, aún no había llegado a la SE-30, la autovía de circunvalación de Sevilla. Sus padres estaban aún de compras en la ciudad. Lo hacían mucho, ir de compras a la ciudad de la Giralda, y volver a tiempo para comer en familia.

Cuando uno entra a la SE-30, los avisos son constantes. Hay que frenar sí o sí. Los topes de velocidad oscilan entre 60 y 80 km/h.

Reyes, experto conductor, le tenía respeto a la zona. Los 10,4 km que tenía que recorrer poseen distintos radares de tramo. No menos de seis. Distintas cámaras. Sin escapatoria. Y las multas de tráfico le daban respeto. Había acumulado unas cuantas desde que se sacó el carnet. Era tal su afición por los coches que no soportaría perder su licencia.

Su historial demuestra que Reyes fue siempre al límite.

Unicamente entre 2008 y 2015, coches de su propiedad -sea bajo su propio DNI o el NIF de las empresas a su nombre: Marotiri Sociedad Limitada y José Antonio Reyes Sociedad Limitada- habían acumulado 12 infracciones graves y tres leves.Dos de ellas, del 22 de febrero de 2013 -expedientes 2013000000001150 y 2013000000001151-, incluso eran correlativas.
Dos coches suyos de alta gama -en su garaje se fueron acumulando joyas de marcas como Lamborghini, Ferrari, McLaren, además de un Hamman 4x4, otra joya del tuning- habían sido sancionados el mismo día.

En el Puente del V Centenario, el límite es de 60 km/h. Hasta el momento no hemos pillado retención. Hemos ido fluidos, sin apenas frenar, hasta este punto. Vuelta a programar la velocidad de crucero.Sólo la cambiamos, cuando corresponde, al máximo de la vía. Vamos por la salida 6B para ir a la Calle Gral. Merry/A-376, dirección Utrera. Queda poco. Hay dos radares al tomar la A-376. El primero es fijo, kilómetro dos. Después se intuye uno móvil. Después de éste, las aceleraciones son masivas.

El primo de Reyes que sobrevivió dio su testimonio a la Benemérita. Describía que él iba «mirando a la ventanilla». Y reconocía que circulaban «muy rápido».

Estaban a punto de llegar. El plan era sencillo. Reyes primero iba a dejar a sus primos en Utrera. Su residencia, su destino último, era Montequinto, donde les iba dar una sorpresa a su mujer e hijas. Pasó delante de la salida, unos 15 km antes del accidente. La carretera luciría recta. Sin puntos negros. Nada que anticipara una desgracia.

Hay alguna obra en la ruta. Pero es una vía fácil, sin mayor dificultad, de esas que serían la ideal para probar un coche autónomo.

De vez en cuando hay un pitido en el auto que nos recuerda que nos acercamos al quitamiedos, que no estamos en el centro de nuestro carril. Un dispositivo de seguridad que salva vidas. Pero de nada sirve si se alcanzan los 237 km/h. O la velocidad a la que iría José Antonio Reyes, según «el atestado de la Guardia Civil», citado por José Jorge Elías Santamaría en Mundo Deportivo, periodista con reconocidas fuentes en la zona, antes jefe de sección de El Correo de Andalucía.

Kilómetro 17,8 de la A-376. Ningún peligro a la vista. Cielo despejado, 31 grados.

El Brabus que pilotaba José Antonio Reyes pasó delante de dos empresas de desguaces. Eran las 11.45 de la mañana. Perdió el control del vehículo. «No sé lo que hizo Jose... No recuerdo», soltó Juan Manuel al ser interrogado.
El coche impactó con el pretil. Rebotó. Las marcas de frenada: más de 90 metros. Se salió de la carretera. Se encontró con una valla que, en lugar de detener al coche de 520 caballos, lo catapultó. «Sale por los aires... Íbamos volando». El trayecto sin tocar el suelo fue de unos 30 a 35 metros. El coche comenzó a dar vueltas. Fue perdiendo distintas partes del chasis, el protector de la transmisión, el paragolpes.

Se pueden ver aún en el suelo restos de aluminio ennegrecido, manchas de aceite, pedazos chamuscados de tela...

Lo detuvo en su descontrol un pequeño puente. Para darse cuenta de la potencia del impacto, el Brabus llegó a partir un bloque de hormigón de 55 cm de grosor. Da escalofríos en medio de un paisaje de campos plenos de adelfas y olivos.

Cuando la berlina de Reyes se estrelló, había recorrido -desde el parking de la Ciudad Deportiva de Almendralejo al km 18 de la A-376- 191,2 km. Lo habría hecho en una hora y 15 minutos... El tiempo total recorrido por Crónica, siguiendo todas las normas de tráfico, casi sin frenar en la ruta, es de una hora, 56 minutos y 44 segundos. Es decir, 31 minutos y 44 segundos más que La Perla.

Eso significa que la velocidad media de Reyes habría sido de 152,8 km/h. La nuestra, 98,2 km/h. Es decir, 54,6 km/h más lentos.

Para hacer el tiempo de Reyes, él habría superado los 220 km/h entre los dos radares en la Autovía de la Plata. Y también tras pasar el último radar en la A-376.
Una segunda filtración de la Guardia Civil ha confirmado que el crack sobrepasaba los 220 en el momento del impacto. Pere Navarro, director general de Tráfico, ha sentenciado que «salida de vía, vuelta e incendio es un problema de velocidad... Comprar un coche que puede ir a más de 200sólo te puede llevar a la cárcel».

Juan Manuel, único testigo de la historia, salió prácticamente ileso del accidente. Mas no huyó. Vio el coche arder con sus dos primos dentro. Actuó como un héroe, el gran mártir de esta historia. Trató de salvarlos. Lo hizo hasta que su piel no aguantó más. Los agentes lo encontraron en llamas, al borde del desmayo. Tras desvanecerse, recobraría el sentido, contaría su versión de lo sucedido... La ambulancia llegó y fue sedado. El valiente Juan Manuel lucha por su vida en el hospital. A José Antonio Reyes lo identificaron por los tatuajes. Le despidieron con banderas a media asta y silencio en la Champions.
https://www.msn.com/es-es/deportes/mas-deportes/el-primo-de-reyes-que-sobrevivi%C3%B3-al-accidente-%C3%ADbamos-volando/ar-AACAKbN?li=BBpm69L
 
Conozco un caso anónimo de uno iba con con su novia en moto como un loco conduciendo con 20 años
él perdió una mano y tiene problemas de espalda pero ella desde los 20 años ha quedado que se le cae la baba literalmente, es una persona dependiente 100%
Bien pues esta persona por cuestiones x de trabajo tiene notoriedad pública, suele dar charlas de superación por lo de su mano, etc pero de ella nunca se acuerda
Que pensará esa pobre madre cuando lo ve en el periódico, porque suele salir bastante cuando dice lo duro que fue, que se lo digan a ella que tiene una hija que no puede ni hacer sus necesidades porque está como vegetal

Siempre es duro un accidente, pero cuando el causante es conocido tiene que resultar doblemente duro superarlo (los padres de esta chica nunca porque ha quedado incapacitada de por vida) y encima cuando dan lecciones de superaciones y ni se acuerdan de los que terminaron peor. Han pasado años, pero cada vez que he leido algo sobre esta persona y haba del accidente, las superaciones y demás, es que ningún recuerdo para la chica
Joder... Esa madre sentirá una impotencia enorme. La siento yo sólo con ponerme en su lugar...

Es posible saber quien es? sale a nivel nacional? si es local nada.
 
No sé de donde sacan esos reportajes de que el primo dice que iban volando cuando salió la madre en Espejo Publico diciendo que su hijo estaba sedado y que no había hablado

Según pone en el artículo, lo cuenta antes de desmayarse y que lo sedaran y llevaran al hospital, no sé si será real.
 
Los padres de una joven muerta en la carretera denuncian por homicidio doloso

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Sostienen que no cabe la imprudencia porque el choque fue causado en una carrera
Javier Ricou, Lleida
10/06/2019 00:21 Actualizado a 10/06/2019 10:46


“Que la muerte de Marta sirva para algo”. Era lo que pedían Carlos Soria y Eli Capdevila después de que su hija falleciera en un accidente de tráfico en la carretera que conecta Les Borges Blanques y Lleida. Marta fue sacada de la carretera por un conductor que invadió el carril contrario. La petición y empeño de esta pareja para que la irreparable pérdida de su hija no quedara archivado como un accidente de tráfico más tuvo su recompensa.

La muerte de Marta, provocada por un cúmulo de imprudencias al volante, fue usada como ejemplo en la campaña que acaba de conseguir un cambio en el Código Penal para endurecer el castigo por los delitos relacionados con el tráfico.

Carlos y Eli han visto cumplido, por lo tanto, ese objetivo inicial. Fueron los primeros en aplaudir la reforma de la ley. Pero quieren más. Ahora toca celebrar el juicio por esos hechos. Y esta pareja lanza otra petición: “Que se haga justicia con la muerte de Marta”. Como a otras muchas personas que han perdido a seres queridos en la carretera, les cuesta asimilar que causar una muerte con un vehículo, cuando la imprudencia del culpable está muy clara, “salga tan barato en penas de cárcel”, afirma Carlos.

Con el texto del Código Penal anterior a esa reforma relativa a los accidentes de tráfico, la pena máxima para el conductor que segó la vida de Marta es de cuatro años de prisión. Es lo que recoge el homicidio por imprudencia en la carretera. “Cuesta entender que un accidente provocado por un conductor que sospechamos hacía una carrera con otro vehículo, que circulaba a una gran velocidad, iba sin luces en plena noche e invadió el carril contrario acabe juzgado como una imprudencia”, insiste el padre de Marta.


La familia pide 15 años de cárcel, la pena que se solicitaría por una muerte similar fuera del ámbito del tráfico


Para Carlos, la muerte de su hija es un homicidio doloso. Ahí no cabe la imprudencia, que sería causar una muerte sin tener intención de hacerlo. El homicidio doloso se caracteriza porque el criminal busca intencionadamente el resultado de la muerte de la víctima. Y eso último, sostiene Carlos Soria, es lo que hizo el conductor que sacó de la carretera a su hija. Así que en el escrito de la acusación particular que acaba de presentarse en los juzgados, la familia de esta joven pide una pena de 15 años de prisión para ese hombre. La misma condena que se solicitaría, por ejemplo, si una muerte buscada por su autor hubiese ocurrido en una pelea o cualquier otro escenario que no sea una carretera.

El escrito de la acusación particular relata de la siguiente manera cómo se produjo ese accidente. “El 16 de octubre de 2016, sobre las 01.00 horas, circulaba por la N-240 el vehículo conducido por Sorin I.Z. (...) al que seguía otro turismo, conducido por Emilia A.T.”. Y continúa: “Los conductores y ocupantes de ambos vehículos se conocían y se dirigían al mismo destino”. Los padres de Marta dan por probado “que ambos vehículos circulaban de forma negligente, a gran velocidad, sin guardar la distancia de seguridad con un claro rol de perseguidor y perseguido”.

Por esa carretera circulaba, a esa hora y en sentido contrario, Marta, de 27 años. La joven poco o nada pudo hacer cuando el vehículo conducido por Sorin I.Z. se le tiró encima al invadir el carril contrario en un “adelantamiento con clara temeridad manifiesta”. El turismo de Marta, que murió en el acto, acabó en un canal que discurre paralelo a la carretera. La violenta colisión puso fin a la supuesta carrera entre esos dos vehículos, cuyos conductores (actualmente en libertad) serán juzgados en los próximos meses.

“Que alguien me explique cómo un accidente así puede acabar cerrado en los juzgados como una simple imprudencia”, afirma Carlos Soria. Y aunque este vecino de Lleida es consciente de que no va a resultar nada fácil conseguir una condena por homicidio doloso (el fiscal ha calificado los hechos como un homicidio imprudente) Carlos anuncia que no piensa ceder ni ápice en su particular cruzada, iniciada tras la pérdida de su hija, para que los conductores imprudentes que causan muertes paguen el máximo de condena.
 
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