Felipe y Letizia presiden la entrega de las becas de “la Caixa”. Abril 10, 2018

Isabella dijo: "Peter,solo una pregunta. ¿Su familia cercana, su marido pueden ser conscientes de este grave problema, ya que al no haberse tratado adecuadamente y si solo lo puede diagnosticar un profesional,pueden pensar que solo es mal carácter?"

Es correcto Isabella, y lo que te responde Gabriela también es correcto. Por eso dije antes que, probablemente, carece de autoconsciencia de trastorno, así pues, no hay búsqueda voluntaria de ayuda profesional.
 
Es correcto Gabriela, un trastorno de personalidad es un desorden que supera en ciertos aspectos a los trastornos neuróticos y no llega a constituir un trastorno psicótico. La tendencia a la promiscuidad y al abuso de sustancias pueden ser algunos de los rasgos del trastorno límite. Obviamente se puede ser promiscuo y/o abusar de ciertas drogas sin padecer el trastorno. Una de las claves de este desorden es la carencia de control de los impulsos y otra la sensación de insatisfacción e infelicidad. Nada les colma, siempre andan a la búsqueda de nuevas sensaciones y el umbral para las frustraciones es muy bajo. Un cóctel molotov.
¿Pero tienen conciencia de enfermedad o no? "Ser o no ser" . Muchas gracias.:)
 
No caigas en la trampa, es lo que pretenden, la estrategia a seguir es que nos de pena y así siga como Reina.
¿Pretenden dar pena? No sé... Por momentos pienso que lo que pretenden es hacer ver que no pasa nada, que todo es una exageración, que siguen más unidos y enamorados que nunca, etc... Ella pretende ir de modosita, también. Aunque le salga fatal.
En realidad, a mi ella me da pena siempre.
En cualquier caso... "Bicho ruin, nunca muere" Hay que repetirlo como un mantra.
 
Vengo leyendo con mucho interés, como siempre, vuestros comentarios sobre Letizia, y esta frase de nuestra compañera es muy acertada, lo digo desde la deformación profesional. El problema es que tenemos una reina consorte que no es, simplemente, maleducada o que muestra, a menudo, "un fuerte carácter", como dicen algunos "informados" periodistas o tertulianos de cualquier cosa. El problema es que ella padece, desde muy joven, un trastorno borderline (límite) de la personalidad, que, inevitablemente, ha empeorado a causa del estrés que ha vivido desde que aceptó formar parte del peor de los mundos posibles en contraste con sus ideas, impulsos y motivaciones básicas. Esto no debe entenderse como una disculpa a su errático comportamiento sino como un juicio clínico. No quiero cansaros con una extensa descripción de este tipo de patología mental, lo podéis consultar en Google cuando podáis. Dos problemas: tiene antecedentes familiares, y carece de insight, es decir, de autoconsciencia de padecer un trastorno, por lo que nunca ha seguido un tratamiento especializado, sólo medicación ocasional, cuando sufre episodios de descompensacion, que son un mero parche. Pronóstico reservado, con tendencia a desfavorable por sus actuales circunstancias. Un cariñoso saludo.
Esto es interesante, que 'tiene antecedentes familiares', la tara se puede transmitir a la descendencia...
 
Con todos mis respetos y desde la más absoluta ignorancia: Me cuesta mucho imaginar cómo pueden no tener conciencia de la enfermedad, si la hubiera. Distinto es, que no quieran aceptarlo y tratarlo. Pero saber que existe...
 
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:woot: ¡Mira! Copiota como la suegra.
 
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Pues yo siempre he creído que esta mirada "enamorada" es simplemente fruto de la diferencia de altura. Si tienes que mirar tan hacia arriba, a ver cómo pones otra mirada. Cuando Felipe está a su altura, sentados o así, no le pone esos ojitos. Esto es como lo de darse rimmel
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se te pone esa cara, aunque no seas lela.
 
Con todos mis respetos desde la más absoluta ignorancia: Me cuesta mucho imaginar cómo pueden no tener conciencia de la enfermedad, si la hubiera. Distinto es, que no quieran aceptarlo y tratarlo. Pero saber que existe...
Creo que es tal el endiosamiento y vivir en una realidad paralela que no lo puede aceptar y más si siempre se ha creído perfecta y si nadie de la familia ha conseguido pararla, sobre todo, si empezó ya de adolescente.
 
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