Faltas de respeto de Letizia y Leonor a la Reina Sofia - Malas relaciones entre Letizia y Sofia.

Eso lo sé yo en primera persona y no puedo decir más. Ahí lo dejo. Pero si que estuvieron juntos. Y el estaba con su novia de toda la vida y mientras se la pegaba con la leti. Tuvieron que romper ( porque creo que ella se entera ) y la novia de " toa la vida" se quedó mal durante un tiempo aunque ha rehecho su vida.
¿Y quién es él? ¿Y en qué lugar se enamoró de ella?
 
Luis Medina apoya a la reina Letizia: "El papel de doña Sofía es estar en segundo lugar"
No todos los vips se han posicionado a favor de la Reina emérita, el hijo de Naty Abascal se pone del lado de la mujer de Felipe VI en esta inesperada crisis monárquica
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Luis Medina, en una imagen de archivo. (Gtres)
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Paloma Barrientos
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Tiempo de lectura2 min
06.04.2018 – 16:37 H.
El desencuentro entre las reinas Letizia y Sofía al finalizar la misa de Pascua en la catedral de Palma se ha convertido en uno de los asuntos con una gran repercusión mediática nacional e internacional. Personajes conocidos han opinado en sus cuentas sobre el vídeo que muestra la mala relación entre la consorte y la madre de don Felipe.

La mayoría de las opiniones y comentarios en las redes sociales son favorables a la Reina emérita y cargan contra la actitud de doña Letizia. El empresario Luis Medina, hijo de Naty Abascal, nieto de la duquesa de Medinaceli y conocedor de lo que significa el protocolo ha visto el vídeo. Asegura que “me da mucha pena y creo que no le hace bien a la monarquía”.

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La reina Letizia y la reina Sofía. (Limited Pictures)

Al preguntar si en realidad a quien no beneficia es a doña Letizia, Medina es muy claro en su respuesta. “Guste o no, doña Letizia es nuestra Reina y lo va a seguir siendo. Es a la que hay que hacer caso. Doña Sofía lo fue y ahora es emérita. Considero que su papel es estar en segundo lugar. Si doña Letizia no quiere que en ese momento se fotografíe a las niñas, lo tiene que aceptar. Ella es la titular y por lo tanto marca los tiempos. Si dice que no, es que no. Ya habrá otro momento”.

"Lo fácil es ir a por Letizia"
Luis Medina añade que “con esto no quiero decir que me parezca bien el gesto de la Reina, que es muy poco acertado, pero hay que ser objetivo con la situación. Doña Letizia no tiene a la opinión pública a su favor y lo fácil es ir a por ella. Las críticas en este caso me parecen poco equilibradas y habría que hacer una evaluación más justa". Respecto a la Princesa de Asturias, considera que “en cualquier caso es lo de menos. Si la madre marca unas pautas, es a ella a quien hay que hacer caso”.

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Luis Medina, en una foto reciente de archivo.


También señala que el protocolo quien lo marca y decide “son los Reyes. Lo que ahora puede parecer raro con el tiempo cambia. Y pongo un ejemplo, la reina Victoria Eugenia fue la primera que se convirtió en imagen de una marca como era la crema Pons. Y después su lugar los ocupó María de Rumanía. ¿Estaban las dos fuera del protocolo? Pues no, porque eran ellas las que lo marcaban”.

El nieto de la duquesa de Medinaceli espera que este lío entre Reinas no tenga más trayectoria futura y acabe aquí.


Este mas obsecuente y no nace
 
Que mujeres hechas y derechas sean capaces de juzgar asi a una niña de 12? años ( no tengo ni idea de cuantos tiene) me parece de muy pocas luces. Vale que la estan educando para eso y que no es una niña "normal" pero vamos me parece de juzgado de guardia!! Que es una niña! en cambio si su primo Froilan daba patadas.jajaja que gracioso.
Por otra parte, tanto la culpa de la Leti en la educación, vamos a ver que estas niñas también tienen un padre!! Asi que en caso de mala educación la culpa será de ambos
Que las niñas no se las trajo la madre sola de casa, el padre algo tuvo que ver.
Si no tiene h.... de discernir en la educación ,la culpa es de ambos. Uno por imponer y el otro por permitir.
A mi parecer, el acusar a la madre de toda la mala? educación me parece cuanto menos machista.


Es verdad... en algún momento se festejó la patada de Froilán.
Quizás porque era el hijo de los Duques de Lugo, una royal y un noble.
O quizás sólo porque estaba muy pequeño (5 años?).

Recuerdo que Peñafiel en ese momento dijo que los niños de la realeza no debían ser así de "asilvestrados"...
Pero cierta gente, sí, lo tomó como una gracia, como si fuera la misma cosa que Victoria Federica allí bailando/hamacándose de la mano de su padre mientras en la Catedral sonaba música sacra.
Y no, no fue gracioso. Si tu hijo da una patada en una boda, te mueres de vergüenza aunque sea un niño y luego le pones penitencia.
Es que Froilán apuntó maneras desde que nació, creo!

Yo no juzgo a Leonor en este caso. Ella estuvo perfecta: no sé cuál de las dos, pero la tenían apretujada y tironeada como si fuera una muñeca de trapo. Y le fastidió y quizás le dolió. Listo, no lo pensó. Además no tiene 4 años. Los niños de 12 son preadolescentes y no les gusta que los estén abrazando en público. Yo recuerdo esa época, en que querías parecer grande, y si tu madre o tu abuela te mimaban como pequeña en la calle, te sentías avergonzada, inmadura, etc.
Leonor no pateó a otra niña. Por el contrario, intentó salirse de ser el trofeo que tironeaban dos adultas.
Además después, ya afuera, intenta congraciarse con ambas. Se deja dar el beso por Sofía y permite que le ponga el brazo en los hombros, luego intenta decirle algo a Letizia pero ella le limpia el beso, y finalmente queda sola y recurre a Felipe intentando tomarle la mano.
Y como he dicho, me pareció que se manejó bien. Entre estas dos que estaban como desaforadas, no tomó partido, y se fue con Felipe que es quien intentó poner orden. Mucho menos tonta de lo que algun@s quisieran.

Creo que el problema no fue Leonor, sino a través de Leonor.
 
Un día, un buen amigo le preguntó a Kate Moss (ya ven: un grado de separación entre nosotras) qué opinaba de Doña Letizia. “She tries too hard”, respondió la modelo. Era un halago para la entonces Princesa que en aquella época se esforzaba por seguir la estela del “impagable ejemplo de la Reina Sofía”. Y ese “lo intenta demasiado” puede que sea la mejor definición que pueda existir de nuestra Reina. La famosa naturalidad... La Monarquía es para los que la integran una cárcel de oro. En un zoo además. Y hay muchos que no creemos en los animales enjaulados.
Muchas gracias Ambers.

Ay Landaluce, no sabes lo que significa si te dicen She tries too hard.
Y no, no significa que trabaja mucho. Para nada. Nadita de naa.
Tries too hard significa pretender ser lo que no sé es.
Entondes trabaja muy duro para que le crean que es, lo que no es.
 
El Mundo Orbyt.

07/04/2018

EL DESASTRE DE UNOS POCOS SEGUNDOS DE VÍDEO
LETIZIA, DESOLADA POR EL DAÑO A LA IMAGEN DE LEONOR
LA ESCENA DEL BESO, EL OTRO DESPRECIO
AGRIDULCE VUELTA A
LA VIDA PÚBLICA

La Reina está preocupada por la imagen de Leonor. Y Zarzuela responde a Pilar Urbano para LOC: “Entendido. Tomamos nota”
Es la secuencia de la semana. Doña Sofía y Doña Letizia mantienen un desencuentro a cuenta de una foto que la emérita quiere hacerse con sus nietas y que la consorte impide. Apenas unos segundos que han lesionado involuntariamente la hasta ahora impecable imagen de la Princesa Leonor, algo que preocupa, mucho, en Zarzuela. POR CONSUELO FONT

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ESTE JUEVES, LETIZIA (45) vivió en sus carnes un trago muy amargo: el abucheo que le dedicó un grupo de ciudadanos cuando abandonaba la sede de la madrileña Organización Médica Colegial, donde asistió a una jornada sobre el tratamiento de la discapacidad en las redes sociales. Era su primer acto oficial tras el escándalo por la difusión de su rifirrafe con la Reina Sofía (79), el domingo en la catedral de Palma, cuando impidió que Leonor (12) y Sofía (10) se fotografiaran con su abuela ante el estupor de Don Felipe (50), que acudió a mediar entre ambas. Su íntima amiga, la periodista Inmaculada Aguilar, que ejerció esta vez de portavoz de la Reina ante el mutismo de Zarzuela, declaró que Letizia “estaba desolada”. Una desolación que, quien conoce a la Reina, sabe que tiene que ver con el daño que involuntariamente ha producido este encontronazo a otra de las protagonistas de la tensa escena: su hija Leonor, quien al verse entre la espada y la pared, se soltó con un ademán muy brusco del brazo de su abuela. Como consecuencia, la Princesa, que hasta ahora había sido la “niña mimada” de la prensa, que alababa su educación y comportamiento exquisito, por vez primera fue objeto de un aluvión de críticas en las redes sociales.

Según explica a LOC un allegado a la Familia Real: “Es totalmente injusto. La niña no tuvo culpa de nada, la responsabilidad es de su madre o de su abuela, o quizá de las dos porque la pusieron en una situación límite. En el forcejeo optó, como es lógico, por obedecer a su madre, que no quería que se hiciera la foto, pero se puso nerviosa y se soltó bruscamente del brazo de Doña Sofía, dando un manotazo. Sólo tiene 12 años y está muy poco fajada en la vida pública, entre otras cosas porque su madre tiene dosificadas al milímetro sus apariciones, por tanto es comprensible que perdiera el control en un momento tan tenso”.

Algo que a Letizia le ha dolido en lo más profundo de su corazón, dada la suma importancia que da incluso a cualquier nimiedad relacionada con Leonor y Sofía, que para ella son sagradas. “Amo profundamente a estos dos seres, las miro y me quedo embobada por el hecho de que sean mis hijas”, confesó en una ocasión.

Una pasión, la de madre, que la Reina traslada a sus propias contradicciones existenciales. Según la fuente citada, “Letizia ha sufrido lo indecible por las críticas que se han vertido hacia ella, sobre todo en prensa, yo creo que a veces en su fantasía desearía que sus hijas no formaran parte de la realeza, sobre todo Leonor, para evitar que sufra como ella”.

De ahí su obsesión por proteger su imagen, que se traduce en blindarlas de la curiosidad pública hasta el punto de que hacer una foto a Leonor y Sofía fuera de un posado controlado por su madre sea un imposible, como lo prueba el rifirrafe ocurrido en Palma. Hay una anécdota de cuando Don Felipe y Doña Letizia regresaban de Los Alpes una Semana Santa y coincidieron en el vuelo con el hijo de un político iberoamericano que viajaba con su familia. Quiso tomar una foto de recuerdo pero Letizia lo impidió, alegando que le daba terror que una imagen de sus hijas acabara en las redes sociales. Por esta razón, cuando Letizia acude con las niñas a cualquier celebración privada, la consigna es fuera móviles y por supuesto prohibidas las fotos.

Es del dominio público que la Reina es una madre superprotectora y un tanto obsesiva, algo quizá más acusado con Leonor, que desde su nacimiento se convirtió en centro de atención como Heredera al trono. A Letizia, eso de hacer diferencias entre sus hijas y que Sofía se sintiera postergada por creerse la segundonasiempre le ha sacado de quicio. Por eso no ha tolerado diferencia alguna. Un ejemplo: tras ser proclamado Don Felipe, Leonor posó para la web de Zarzuela con su padre y con Don Juan Carlos. Entonces Letizia insistió en añadir a Sofía, aunque esa foto quedó para el álbum familiar.

Paradójicamente, la Princesa de Asturias, además de heredar la mirada azul de Don Felipe, lleva en sus genes grabado el sello Borbón, ya que desde pequeña mostraba un interés inusual por todo lo relacionado con su condición regia. Preguntas como “¿cuándo voy a dar un discurso?” o “¿me van a hacer reverencias?” hacían saltar las alarmas en su madre, que decidió tomar cartas en el asunto.

La encomendada fue Paloma Rocasolano, madre de la Reina, en quien Letizia confía ciegamente. Desde que las niñas eran pequeñas, se ha encargado de suplir a su madre cuando Don Felipe y Doña Letizia se ausentaban de Zarzuela. Ella impedía que Leonor y Sofía llamaran a un timbre y apareciera un mayordomo tratándolas de Alteza. También de mostrarles el mundo real, llevándolas al parque e incluso montándolas en autobús de la EMT, quizá para que Leonor dejara de preguntar por qué otros niños no tenían chófer.

La presencia de Paloma Rocasolano despertaba resquemores en Doña Sofía, quien dado que sus nietas vivían en el recinto de Zarzuela, quizá acarició la ilusión de mitigar su soledad con ellas. Pero pronto se disipó ante la resistencia de Letizia, que aducía que estas visitas afectaban a la disciplina y los horarios de sus hijas. Cuenta la rumorología que Doña Sofía les llevaba caramelos de anís a escondidas, algo que indignaba a su madre, muy estricta con su alimentación y en general con su educación.

LIMITAR EL CONTACTO

Bajo la excusa disciplinaria, la realidad es que Letizia trataba de limitar el contacto de sus hijas con la familia Borbón, que nunca ha sido su modelo a seguir. Uno de sus reproches a Doña Sofía es su obcecación por mediar entre la Infanta Cristina y Don Felipe, imponiendo su presencia en actos familiares, pese al daño que ha hecho a la Corona. Parece que en el incidente de Palma influyó que Doña Letizia estaba caliente por conocer la asistencia de la Infanta Cristina al funeral en memoria de Don Juan celebrado días después.

Tampoco le hace gracia que Doña Sofía, nada partidaria del blindaje a Leonor, no deje de recordar que Felipe tenía mayor protagonismo público a su edad. Leonor ha cumplido 12 años y existe ya cierta presión para que se incorpore a su papel institucional, algo que en su madre provoca sentimientos contrapuestos. En su afán de perfeccionismo, quiere que antes se prepare al máximo. Por ejemplo, insiste mucho ante sus profesores en que haga presentaciones para que se acostumbre a hablar en público.

Desde que era un bebé, Leonor ha sentido pasión por su padre, Don Felipe, aunque con el inicio de la adolescencia se ha hecho uña y carne con su madre, que es para ella una especie de ídolo. La admira y respeta.

En la Misa de Resurrección en Palma, Leonor iba ya sutilmente maquillada, según ha destacado la revista ¡Hola!: lucía sombra nacarada en el parpado y eye-liner fino para resaltar sus ojos, truco habitual en Doña Letizia. Nada auguraba el escándalo que se iba a producir a la salida, con ese forcejeo entre nuera y suegra que ha acabado salpicando también a Leonor, cuya imagen su madre ha intentado siempre proteger a cal y canto.
Hasta el martes, lo que había ocurrido en la catedral de Palma de Mallorca había pasado prácticamente desapercibido. Las webs especializadas habían elogiado el atuendo escogido por Doña Letizia para la Misa de Pascua, y se había destacado la vuelta del Rey Juan Carlos al posado tras cuatro años. El padre del Rey Felipe acababa de aterrizar procedente de unas vacaciones privadas en Arabia Saudí, desveladas por la agencia estatal de noticias, pero el detalle se había sobrevolado. Todo eran sonrisas y armonía, hacía un tiempo inmejorable en Palma. A la salida de la liturgia los miembros de la Familia Real se colocaron para componer el retrato oficial, las niñas en medio, los Reyes a un lado, todos con la lección bien aprendida. La perfecta portada de revista.

Dos días más tarde esas mismas imágenes y ese mismo vídeo se hacían virales siguiendo el guión de las noticias que vuelan como la espuma. Cada frame de la presencia real en Palma se puso bajo la lupa para buscar cualquier gesto que refrendara el mal rollo existente entre la Reina Sofía y la Reina Letizia, una vez que el famoso rifirrafe ya se había hecho noticia de alcance mundial. Un vistazo a las imágenes en bruto descubrió otro momento no demasiado agradable entre ambas mujeres, también a cuenta de la Princesa Leonor y probablemente consecuencia del desencuentro anterior.

Cuando la Familia Real sale de la Misa, a pesar del desagradable momento que acaba de vivir, Doña Sofía sigue empeñada en mostrar su cariño públicamente a la Princesa y a la Infanta Sofía. Coge de nuevo a Leonor por el cuello, en un gesto que parece disculpar la chiquillada anterior, y le planta un cariñoso beso en la frente. Después, la libera. Apenas cinco segundos más tarde, aparece en la escena Doña Letizia, quien alza su mano a la frente de la adolescente y le borra el beso de Doña Sofía, mientras cuchichea con Leonor. Todo sucede rápidamente pero Doña Sofía, detrás del encuadre pero aún presente, se da cuenta y ya desiste. Con cierto disgusto se acerca a su marido y a su hijo para construir el posado oficial poco más tarde.

Las imágenes muestran un gesto de cierto desprecio de Doña Letizia hacia Doña Sofía que podía no haber ido más allá, pero sumadas al altercado anterior, completan la escena y certifican el melodrama. Otro vídeo viral.

La Reina Letizia se topó con el escándalo de la misa de Pascua en Palacio. La esposa de Felipe VI acudió el martes por la mañana al funeral por el conde de Barcelona y apenas cuatro horas después su nombre ocupaba titulares y abría editoriales radiofónicos. Doña Letizia tuvo 48 horas para digerir las críticas antes de volver a exponerse. La Reina pasó el miércoles, 4 de abril, con la agenda libre de actos y ya el día 5 se dispuso a aparecer en público. La madre de la heredera asistió a media mañana a la II jornada sobre tratamiento informativo de la discapacidad en redes sociales. El acto, que tuvo lugar en la Plaza de las Cortes, congregó a numerosos medios de comunicación, que aguardaban para saber cuál sería la reacción de Doña Letizia. La Reina llegó con un ‘look’ sobrio, negro, de los que no acaparan titulares. Se bajó del coche oficial, saludó a las cámaras y pronunció un escueto: “Gracias”. Doña Letizia hizo de reina y, como marca su papel, no dio muestra alguna de sentimiento u opinión, que es la parte más complicada de su trabajo.

Al ver el dispositivo, numerosos curiosos se juntaron en la plaza para esperar la salida de la Reina. No eran más de 30 las personas que vieron abandonar a Doña Letizia el acto, y muchas de ellas se limitaron a permanecer en silencio. Sin embargo, la esposa de Felipe VI se enfrentó a los abucheos por primera vez. Empezó una mujer con discretos silbidos y, a continuación, se animó otra a gritar. La llamaron “antipática” y “roja”, otra exclamó que “¡fuera!”. Doña Letizia aguantó las críticas, emuló a la Reina Sofía en los peores momentos de Don Juan Carlos y saludó con la mano a los que estaban en la calle, volvió a musitar un “gracias” y se montó en el coche.
Ea la jabonada que no falte, si tanto le preocupa su tesoro que no la ponga en esa situación.
 
las imágenes de este último video la muestran más vulgar aún.
La niña, la heredera, recordar el día que asumió su padre como rey, en el balcón le hacía muecas de desagrado al abuelo que jugaba con ella.
No olvidar aquello. Quiere decir que esto que le hizo a su abuela no es un hecho aislado.
Muestra ese disgusto con los abuelos borbones pues con los mamarrachos ortiz rocasolano jamás se la vió así.
Evidentemente así está educada. Peligro para España!!!
 
:ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO: bueeno, qué me estás contando?, a quién metió un ñaco la heredera que éso lo desconocía yo?
:beaver::beaver::beaver:

A uno de los hospicianos del Padre de un tal Rosales,mismamente.Y con aborto del linchamiento por parte del hospiciano por parte del mamporrero bobónido de turno.No me extraña que no te enterases, porque desde que las dos Bobo- Rotwweiler albinas están ocupando dos plazas allí, Alcalá Meco es el Generalife ,jate tú.

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El Mundo Orbyt.

07/04/2018

Y ZARZUELA RESPONDE: “ENTENDIDO. TOMAMOS NOTA”
POR PILAR URBANO

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Pocas veces en un país tan heterogéneo como el nuestro se produce una coincidencia tan unánime en la valoración de un hecho. Es lo que sucedió con el fragmento del video ‘pugna de reinas’. Y tras el visionado, la reacción indignada. Un fragor, no ya en los mass media, también en los tuits y en los whatsapps de ciudadanos corrientes y molientes, que al instante sustituyeron la imagen de su perfil por el rostro de la Reina Sofía.

La coincidencia en lo visual era fácil: la Reina Sofía quería fotografiarse abrazando a sus dos nietas Borbón-Ortiz y la Reina Letizia lo impedía. El cruce de palabras entre ambas sólo podía adivinarse por lectores de labios, pero también era obvio: un pulso entre dos mujeres tenaces.

Más sorprendente fue que millones de españoles –y alguna egregia dama griega– hicieran la misma lectura de aquellas fugaces imágenes, y no sólo como una desavenencia familiar, sino desde una clave política: Letizia viene trazando un ‘cinturón de asepsia’ que aísle a su esposo, el Rey Felipe, y sus hijas de quienquiera que haya ‘tomado partido’ por la Infanta Cristina. En las escasas reuniones de familia –Tatoi, y las tumbas de los monarcas griegos Pablo y Federica; Oslo, por el 80 cumpleaños del rey Harald; El Escorial, exequias del duque Carlos Calabria y 25 aniversario de la muerte de Don Juan–, donde físicamente coincidieron los hermanos Felipe y Cristina, la Reina Letizia hizo imposible que ambos fuesen registrados juntos por ninguna cámara fotográfica. Si en la misa de Pascua en la catedral de Palma no era esa su intención… las imágenes de EFE, tanto las del posado familiar como las del ‘episodio’ dentro del templo, decían otra cosa.

Especialmente elocuente fue el gesto de quien, por niña, aún no ha aprendido a fingir: la Princesa Leonor, al sacudirse del hombro la mano de su abuela Sofía, no hacía otra cosa que obedecer al movimiento imperativo de su madre, que intervino para desbaratar la pretendida foto. En Zarzuela se invoca la inocencia de “una niña de 12 años, cansada de una larga ceremonia religiosa, saludos a los invitados que desde los bancos, a izquierda y derecha, la fotografiaban con su móviles…, lo mismo le daba desembarazarse de la mano de su abuela que de la de su madre”. Puede ser. Sin embargo, la mirada de la princesita a su madre era de niña subyugada. No digo temerosa, digo subyugada, digo sometida a una instrucción y a una disciplina férreas demasiado parecidas a la inducción monocorde de las ikastolas. Una sobreprotección materna de la que se libra su hermana menor, la Infanta Sofía. Quizá de ahí su alegría y su espontaneidad. Oasis ventajoso de las ‘segundonas’.

Inmiscuirse en la educación que recibe la heredera del trono podría ser una insolente injerencia en casa ajena, si no fuese porque el futuro de Leonor –si el trayecto de la Monarquía sigue su curso– llegará en su día a afectarnos a todos. Por tanto, nos incumbe. Nada que oponer a que la Reina Letizia descargue el cuidado doméstico de sus hijas en su madre, Paloma Rocasolano. Ahora bien, la formación de una princesa que en su día será llamada a reinar y a representar a los españoles dentro y fuera de España, requiere un aprendizaje muy esmerado en usos de corte y en protocolos regios que difícilmente podrá aportarle quien, por su origen, por su ejercicio profesional y por su ideología republicana, no ha tenido ocasión de conocerlos. Perfectamente lógico. Pero choca que se desestime la imponderable ‘tutoría’ de una de las reinas con más acendrado pedigrí y cuyos genes entroncan con todas las dinastías que reinan hoy y con las que han reinado en toda Europa desde hace 900 años. Se dice pronto, pero apabulla contemplar los entrelazados árboles genealógicos de ‘la otra abuela’, la que –dicen– apenas tiene acceso a la casa de su hijo, de su nuera y de sus nietas..., pese a vivir en el mismo recinto de Zarzuela.

Nunca he criticado a la Reina Letizia. Antes bien, siempre he defendido su difícil papel. Y su talento innato para ‘saber estar’ sin despersonalizarse ni ser engullida por la burbuja borbónica. Una vez me dijo la Reina Sofía: “Yo quise que antes de casarse con mi hijo viniera a vivir a la zona de invitados, para que abriera bien los ojos y viera en qué familia se metía… Que no se llevara sorpresas”.

¿Y cuál ha sido la reacción en palacio? Llamo, pregunto y me dicen: “Mientras ocurría esa escena, nadie le dio importancia… No fueron conscientes de la interpretación que podía tener. De hecho, se fueron todos a comer a Marivent como si tal cosa, sin la menor tensión. Después, ante la reacción que se desató y a la vista de la trascendencia que aquello adquiría, todos –todos y todas los que aparecen en esa secuencia del vídeo–, tomaron nota de que aquello no estuvo bien… Pero por ambas partes, ni una menos ni una más. Al final el daño es conjunto. La reacción de Zarzuela ha sido: ‘Hemos entendido, y tomamos nota’. Y sería incomprensible que no se produjera algo. La gente lo espera. Pero será algo natural, como natural fue la escena del vídeo. Es decir, no se va a forzar ni a impostar ni a organizar nada. Pero habrá una respuesta, porque ha habido un suceso inadecuado, de ocho o 10 segundos, vale, pero lo ha habido”.

m

"Se dice pronto, pero apabulla contemplar los entrelazados árboles genealógicos de ‘la otra abuela’,"

Se refiere a Patatina???
:eek::eek::eek::eek:

* Pilar bien, como siempre una de cal y otra de arena.
 
Quizá Dª Sofia ni siquiera nombra a su nieta Leonor para no darle importancia a su "desaire infantil". Es mi opinión


Yo no tomo lados ! solo opino ante la malcriadeza, la falta de educacion, la falta del respeto a
el puesto que ocupan. Supongo que, a estas alturas la Reina Sofia esta abrazando a su nieta
y pidiendole disculpas a la nuera.

Y... Espania entera pone sus esperanzas en una criaturita que no se sabe como crecera.
La politica es asi.

( bueno...es que yo soy otra clase de abuela, a mi una chiquilla me falta el respeto y se
queda mas alla de la coma decimal !)
 
Recalculando...Sofía ha ganado popularidad
Recalculando...Letizia es el hazmereir
Recalculando...Felipe VI, el calzonazos
Recalculando...Leonor, muy, pero que muy repelente
Recalculando...doñalena (no es correcto mofarse de ciertas personas)
Recalculando...Marichantal, y con dos tacones (ahora soy muy fan de ella)
Recalculando...Campechano ha estado lento.
Recalculando...Cristina tan suiza como siempre

Edito, Recalculando...el bolsico rosa, el “it bag” del verano.
 
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