ELECCIONES VASCAS

La mirada y el silencio de Pili Zabala.

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Momento en el que Pilar Zabala deja callado a Alfonso Alonso


El pasado jueves pudimos ver retransmitido en la televisión vasca Euskal Telebista el primer debate en castellano de l@s candidat@s a Lehendakari en Euskadi. En un momento dado, la candidata por Elkarrerin Podemos, Pili Zabala (hermana de una persona asesinada y hecha desaparecer por los GAL en 1983) le pregunta a Alfonso Alonso, candidato por el partido popular, si él le considera a ella una víctima del terrorismo (de Estado). Se ha hablado mucho estos días del balbuceo de Alonso y el silencio posterior de la candidata tolosarra, sobre todo desde el ejemplo de dignidad que se muestra. Y no es para menos. Porque en la pregunta, la mirada y el silencio como respuesta de Pili Zabala hacia Alfonso Alonso se da un desplazamiento de nuevos sujetos políticos, nuevas narrativas y nuevos reconocimientos sociales a “otros” que permiten la construcción de nuevas voluntades populares (en Euskadi y en todo el Estado español) más democráticas y plurales. Merece la pena pararse un momento y reflexionar sobre lo que pasó en esos escasos 60 segundos.

La pregunta. En primer lugar, Zabala, al lanzar la pregunta, encarna y visibiliza a las víctimas del terrorismo de Estado. La irrupción pública de este tipo de víctimas ya es, en sí misma, una apuesta política hacia otro tipo de construcción popular en nuestro país. De esto ya se ha hablado mucho, pero conviene repetirlo. Las víctimas del terrorismo de Estado (como las del franquismo..) funcionaron, durante el régimen del 78, como la parte sintomática de la sociedad española. El síntoma es aquí entendido en su sentido psicoanalítico, o como lo describiría el filósofo Slavoj Zizek[1], “algo “fantasmático, que sostiene eficazmente la tradición simbólica explícita, pero que tiene que permanecer excluida para ser operativa” Las víctimas del terrorismo de Estado cumplían ese papel sintomático, ya que se quedaban por fuera del relato dominante, en donde las víctimas sí reconocidas eran las víctimas de ETA, ya que eran las que permitían reproducir el antagonismo entre un nosotros (“los demócratas”) y un ellos (“los terroristas”) del discurso hegemónico de aquellos años. La irrupción de Pili Zabala como candidata a Lehendakari encarna la voluntad (y posibilidad) de construcción de un nueva articulación popular que trascienda ese antagonismo y ponga encima de la mesa un tercer nosotr@s (justamente el excluido en el relato anterior): el de una (nueva) sociedad vasca que quiere superar este antagonismo y se hace cargo de las consecuencias (dramáticas) de uno y otro lado.

La mirada (y el balbuceo de Alfonso Alonso). Al lanzarle la pregunta al candidato del PP, Zabala le mira. Le está interpelando. Ella le está pidiendo una respuesta, un sí o un no, un reconocimiento. La víctima es una categoría que, aunque pueda parecernos tremendamente normal y natural, es bastante reciente (históricamente hablando). Y sobretodo, es bastante compleja. Su posición dentro de la sociedad es ambigua. Por un lado, la víctima tiene algo de sospechoso (no “te hagas” la víctima”), de decadencia del sujeto ciudadan@, de interminable demanda (y a veces dependencia) hacia un Otro. Por otro lado, la víctima es también un sujeto doliente con el que podemos empatizar, poder generar una identificación y crear cierta comunidad (simbólica y política). Pasar de un yo a un nosotr@s. El reconocimiento social de una víctima (antes invisibilizada) permite restituir el lazo social dentro de una comunidad política que no quiere dejar a nadie afuera (a nadie “atrás”, como se suele decir ahora). En la pregunta y la mirada, Zabala le está exigiendo a Alfonso Alonso que se moje, que se posicione, que le diga si la reconoce como víctima legítima, como posibilidad de una nueva comunidad política. Y ella le mira abiertamente, espera de verdad en él una respuesta sincera, y (yo me atrevería a pensar) una respuesta positiva. Le está midiendo. En ese momento, el balbuceo del candidato popular como respuesta lo dice todo. Alonso no la va a reconocer como víctima, pero sabe que ya ha habido un desplazamiento en la sociedad, sabe que el discurso de las “víctimas de ETA como las únicas víctimas” ya no vale, que no estamos en los 90. Que la sociedad (vasca y española) ha entendido muchas cosas, se ha hecho cargo de las mismas. Por eso balbucea. Por que sabe que ya no tiene “el sentido común” de su lado. Ese balbuceo es una parte de la hegemonía del régimen del 78 que sabe que se está desmoronando. De ahí mismo su tweet reconociendo el dolor de Zabala de esta mañana (http://bit.ly/2cL1koY)


El silencio. Los silencios no (sólo) son algo que “impide la toma de la palabra”, en su dimensión negativa, inhibidora. Los silencios (también) pueden ser densos, pueden ser una práctica (no) discursiva más. Los silencios intervienen, afectan, produciendo realidad. El silencio de Zabala que sigue a la respuesta de Alonso es, en sí mismo, una respuesta. Le está diciendo que no, que ella sí que no le reconoce como interlocutor, que puede “recepcionar” su discurso, pero no piensa digerirlo, no piensa tragárselo. Es como si fuese una pelota y rebotara: no entra. Y en este ejercicio, invierte los roles de manera magistral. Ya no es ella (la víctima, la integrante de la sociedad civil) la que pide ser reconocida a una institución o partido político (Alonso, el gobierno..). Ahora ella es parte de la construcción de una nueva institucionalidad (¡por algo se presenta a lehendakari!) y su propia corporeidad, su propia existencia como hermana de un desaparecido, desplaza a Alonso y su discurso como lo falso, lo marginal, lo extraño, lo cutre, y lo no querido. En menos de un minuto, Pili Zabala ha mostrado la posibilidad real de un nuevo nosotr@s. Más abierto, más democrático, más plural. Una comunidad política, volviendo al principio, que se hace cargo de su parte sintomática. A eso aspiramos.

Gracias, Pili Zabala, por esta lección magistral de dignidad y posibilidad de algo nuevo, que, paradójicamente, ya está siendo.

http://blogs.publico.es/memoria-publica/2016/09/19/la-mirada-y-el-silencio-de-pili-zabala/
 
Digo yo que el nº de habitantes trendrá algo que ver para camas, comisarías etc .

Pues nada , a seguir haciendo campaña anti-Urkullu , pero va a seguir siendo lehendakari, está más que claro


Es cierto, pero no es proporcional para nada. Es normal que Vizcaya tenga mas que Guizpuzcoa y ésta mas que Álava, pero el reparto no es equitativo para nada.
 
Kaleratzeak Stop denunciará a Urkullu por ofrecer datos de una desahuciada en televisión
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El desahucio de Anastasia, la semana pasada en Vitoria. / Igor Aizpuru
  • El segundo desalojo en semana y media en Vitoria, programado para el próximo lunes en el barrio de Sansomendi, ha quedado paralizado.
A apenas un día de que finalice la campaña electoral en Euskadi, el candidato del PNV a repetir como lehendakari, Iñigo Urkullu, será denunciado en los tribunales. Las plataformas antidesahucios de Euskadi y Anastasia, la mujer desalojada la pasada semana en la capital alavesa, acudirán este jueves al juzgado para presentar una demanda contra el líder jeltzale por ofrecer información de esta ciudadana durante una intervención realizada el jueves 15 en un plató de la televisión pública vasca. «En dichas declaraciones se hacían públicos datos personales reservados a terceros obtenidos, en razón de su cargo, de la empresa pública Alokabide y del Ayuntamiento de Vitoria», argumentan desde Kaleratzeak Stop.

Las palabras de Urkullu ante las cámaras llegaron pocas horas después del desalojo que voluntarios de este colectivo, junto a concejales y junteros, intentaron impedir en Zabalgana. En el segundo debate electoral emitido por la televisión autonómica -y donde se abordó este asunto por su inmediata actualidad- «injurió a Anastasia», aseguran, al señalar que la mujer se había negado a abonar durante meses el alquiler social fijado para la vivienda donde residía y acusarle, además, de «aprovecharse del sistema». Kaleratzeak Stop considera que estas declaraciones salen de «quien no conoce ni la vida ni las circunstancias» de la inquilina de origen subsahariano, que ha vivido en el mismo piso durante ocho años junto a dos hijos menores, y «por quien tenía la obligación de preservar sus datos personales».

«Máxima dureza»



El movimiento antidesahucios carga contra el candidato peneuvista precisamente por haber compartido esa información en un medio público y, agrega, «en horario de máxima audiencia». En los motivos de su denuncia va incluso un paso más allá y afirma que el lehendakari se valió de los datos mencionados para defender la gestión de Alokabide en materia de desalojos -en este caso optó por no renovar el contrato al existir una deuda de 9.000 euros correspondientes a 22 mensualidades de alquiler- e intentar, al mismo tiempo, «provocar el descrédito de una familia vulnerable ejerciendo la máxima dureza en su intervención». «Anastasia es una de tantas mujeres que lucha por sacar adelante a sus hijos», definen desde Kaleratzeak Stop a esta mujer, que denunció haber sido víctima de violencia de género y que tras el desahucio pasó a un piso tutelado.

El colectivo, tras lo ocurrido hace una semana en Zabalgana, se preparaba ya para el desalojo previsto en Sansomendi, donde un inquilino ha sido denunciado por el impago de una vivienda cuya propiedades comparte con la mujer de la familia afectada, según su versión, al caer en manos de un prestamista. Sin embargo, este desahucio programado para el próximo lunes ha quedado paralizado, al menos, durante un mes aunque Kaleratzeak Stop exige que la decisión sea definitiva.
http://www.elcorreo.com/alava/araba/201609/21/kaleratzeak-stop-denuncia-urkullu-20160921190751.html
 
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