Totalmente de acuerdo. Gracias por tu comentario.Ufff, lo veo de forma distinta, a mí no se me pasa por la cabeza culpar a las familias de las personas que se suicidan con estos perfiles de depresión profunda. A veces, tras años de acompañamiento del enfermo y mucho sufrimiento añadido, porque ves que la persona no sale adelante....Además, un suicida de este perfil no ''avisa'', por el contrario, suelen vivir unos días previos muy dulces con el entorno, como si se estuvieran despidiendo.
En cuanto al caso concreto de Thelma, también tenía una hija pequeña por la que vivir, y una pareja estable con la que convivía. Puestos a sacar punta al tema, en estos casos, es la pareja la máxima responsable de los cuidados, de hecho, incluso legalmente es la que toma las decisiones en casos de enfermedades que incapacitan al otr@.
No es responsabilidad de nadie más que del suicida.
Por experiencia propia. Lo he vivido con alguien muy cercano y querido que ni dio nunca síntomas de depresión, ni estaba solo, ni abandonado, y con el que hasta estuvimos de juerga horas antes del trágico desenlace, despidiéndose con un hasta mañana. Ni nota dejó. Después de la investigación policial, supimos que había unas deudas descomunales bien ocultas a familia y amigos.
Erika era adulta, con pareja y madre de una niña (no estaba sola), con trabajo y vivienda. A muchos eso les basta, si no para ser felices, al menos para vivir. A ella no, por depresión o lo que sea. No me parece justo echarle la culpa a nadie de su familia de su tragedia.