El matrimonio de Carmen Martinez Bordiú y Alfonso de Borbón

Sus dos hijos parece que pasan bastante de ella y deben verse en contadas ocasiones. Luis Alfonso ni siquiera fue a su boda con Campos y no quiso formar parte del circo que montó. Con lo estirado que es y todas esas historias de legitimistas franceses no creo yo que apruebe el estilo de vida que lleva esta mujer.

Es que lo del Luis Alfonso es ridículo total, se ha creido las mismas trolas que se tragó su padre sobre los supuestos derechos al trono francés...Total, un tipo que ha dado un braguetazo como un cazafortunas cualquiera...
 
Sobre la maternidad más apegada o desapegada no opino, que cada uno haga lo que pueda-quiera que, lo que si sé, es que formulas para la felicidad hay las justas.
Pero una palabra que me resulta irritante aplicada a según quien es "libre". Carmencita se puso el mundo por montera, Carmencita es una persona libre, Carmencita esto, lo otro y lo del Maroto....
los co**nes libre.... unos guebos muy gordos esa libertad....la que te da la pasta de tu familia..así cualquiera

En cambio, su prole de hermanos, excepto el Jaimito, poco dan que hablar ¿que es de ellos?
 
Yo la ví en Barajas con el Campos, muy simpática y sencilla.

En otra oportunidad me la encontré en la joyería Suarez, en la calle Serrano en Madrid. Igual, muy agradable trato y muy simpática, de sonrisa fácil .

Estaba bastante mas delgada, tenía la cara bien, guapa, cutis muy bonito.

¡Una Franco en una joyeria! Bueno, menos mal que ya no vive su abuelito...Es que la Collares - la Polo - era el terror de los joyeros de San Sebastian en los veraneos del Azor cuando las Señora se llevaba a cuenta lo mejor de sus cajas fuertes y luego el cobro no llegaba jamás, era una atracadora de guante blanco, porque si protestabas, llegaba el "guante negro" para que te resignases..!
 
Pues igual que los autoproclamados reyes griegos (denuncia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos:ROFLMAO:), las familias reales defenestradas y todas las familias, reales y no reales, que se creen los amos del mundo ...
¿o verdaderamente lo son?:(

La libertad te la concede el dinero ... Poderoso Caballero es Don Dinero. En todos los ámbitos de la vida. Tienes mejor salud si puedes pagarlo y así, hasta el infinito. Incluso el tema sentimental mejora con dinero. Y todavía tienen los santos c**ones de proclamar que el dinero no da la felicidad.:hilarious:

En el caso de Carmencita, por mucho dinero que tenga y todo lo salada que sea, el poso que deja es de seruna impresentable en el rol de madre. Sus dos hijos la aceptan y la respetan así, sin dramas.

Ufff, en aquellos oscuros tiempos, protestar podia costarte el paredón y no es una broma ni exageración, tenias que quitarte el pan de la boca para demostrar tu fidelidad al Caudillo...
 
Es que lo del Luis Alfonso es ridículo total, se ha creido las mismas trolas que se tragó su padre sobre los supuestos derechos al trono francés...Total, un tipo que ha dado un braguetazo como un cazafortunas cualquiera...
Igual que el sobrino de la reina Sofía.

Ufff, en aquellos oscuros tiempos, protestar podia costarte el paredón y no es una broma ni exageración, tenias que quitarte el pan de la boca para demostrar tu fidelidad al Caudillo...
Hoy no te matan, pero te echan a la calle sin vivienda ni medios para mantenerte. Abiertamente te dicen que te mantengan tus padres o te largues por el mundo. No defiendo aquellos tiempos. Salvo por lo del fusil, diría que son igual de malos e inhumanos.
 
Igual que el sobrino de la reina Sofía.


Hoy no te matan, pero te echan a la calle sin vivienda ni medios para mantenerte. ABiertamente te dicen que te mantengan tus padres o te largues por el mundo. No defiendo aquellos tiempos, pero los de ahora tampoco son humanos.


El sobrino de la reina Sofia y Luis Alfonso fueron más listo que el nuestro, el Prepao
 
La historia de estas dos familias, que están entroncadas, me recuerda a "Yo, Claudio". Aquí muere hasta el apuntador. Ojo, por accidente o por muerte natural.
www.elmundo.es
"Quizá Francisco Franco no hubiera sido nunca Franco si no hubiera tenido un hermano héroe, destinado a cegarlo con su brillo aunque le protegiera con su prestigio en sus años mozos. Si todos somos nuestro doble y nuestro contrario, el General tuvo el suyo en su propia familia. Un hermano solar, aventurero, irresistible para las mujeres y encima republicano que, sin duda, le acomplejó con sus éxitos. Francisco Franco vivió a la sombra de su hermano Ramón hasta que el alzamiento obligó a este último a vivir bajo su protección.

Cuando, en 1938, Ramón Franco Bahamonde desaparece en el mar pilotando un avión que, al parecer, se proponía bombardear Barcelona (aunque caben dudas de que ese fuera su verdadero objetivo) son muchos los que piensan que ha sido eliminado por incómodo, por rojo y por respondón.

Ramón Franco fue masón y en el tiempo de la República se convirtió en un pionero de la subversión capaz de sobrevolar el Palacio Real para insinuar un bombardeo. Se fugó de prisiones militares en tiempos de la monarquía para conspirar desde París a favor de la II República Española. Consiguió acta de diputado por Ezquerra Republicana de Catalunya, formación que a su hermano le pareció separatista, antiespañola y esencialmente antimonárquica, enfrentada a un trono entonces en decadencia.

Resultaba increíble que uno de los pioneros de la aviación española, autor de la gesta del Plus Ultra, hubiera muerto en una sencilla operación rutinaria después de haber protagonizado la mayor hazaña de nuestra fuerza aérea cuando, en 1926, y un año antes de que Lindbergh cruzara el oceáno, de Nueva York a París, atravesó el Atlántico antes que ninguno.

Ramón Franco fletó un hidroavión y consiguió la colaboración de Juan Ruiz de Alda, del teniente de navío Durán y el mecánico Rada. El hidroavión fue bautizado como Plus Ultra. Partió de Palos de Moguer para repetir la gesta del descubrimiento de América, esta vez desde el aire. Y consiguió aterrizar en la ciudad de Buenos Aires.

La hazaña batió todas las marcas de distancia, duración del vuelo, carga y velocidad. Los intrépidos aviadores se hicieron populares en todo el mundo. Ramón Franco ya había ascendido a comandante de aviación por méritos de guerra y era adorado por los jóvenes oficiales. Adoración que con facilidad se torna envidia. Si Francisco Franco hubiera podido elegir, seguramente habría escogido ser aquel hermano, aquella versión de sí mismo, más alto, más guapo, con más éxito con las mujeres, héroe a nivel mundial, pero como no pudo serlo se vio obligado a liderar un alzamiento nacional.

Cuando estalla la guerra, Ramón Franco se destierra a Washington en un simbólico cargo de agregado de la Embajada de la España republicana. Washington estaba en su destino, como lo estaba el mar. Ya en 1929 había intentado repetir la hazaña del Plus Ultra y llegar a Washington en otra travesía atlántica despegando desde Los Alcázares. Esta vez la cosa casi acaba en tragedia. Su aparato cayó al mar. Después de una semana desaparecido, Ramón fue recogido con vida por el portaaviones británico Eagle. Pero cuando muere, en 1938, ninguna de las escuadrillas italianas y españolas que salen a buscarle desde Baleares logra rescatarle. Quizá valía más muerto que vivo.

A las Baleares había llegado como jefe de la Zona Aérea protegido ahora por su hermano, que quiere ganarle para su causa y protegerle, para que la metáfora de las dos Españas se solucione aquí por la vía sacrosanta del cariño fraternal. Un hermano en cada bando no puede ser bueno.

Pero este hermano convertido en sus últimos meses en Robinson en Mallorca, que cuando se emborracha canta el himno de Riego, especialmente las estrofas que dicen «Libertad, libertad, libertad», no es del gusto de sus propios generales.

Dicen que la mala conciencia por las razias aéreas contra Cataluña y Valencia oprimían el buen corazón de un hombre que cuando en sus años revolucionarios había sobrevolado el Palacio Real no se atrevió a bombardearlo porque los jardines estaban llenos de niños que no tenían la culpa de la monarquía.

En todo caso, se despachó a gusto despotricando contra la vieja política, heredera de la Restauración, que sólo trata de salvar una monarquía insalvable. Y no se privó de escribir cartas a su ilustre hermano con frases de esta guisa:

«...el soldado y el oficial se pondrán al lado del pueblo para ayudarle a sacudir sus yugos legendarios y hacer justicia, la verdadera justicia, la justicia popular...». Y en otra: «Una república moderada es la única solución a todos estos males...».

Y aún hay más. «Dices en tu casa que la izquierda es mercancía averiada: Mercancía y bien averiada son las derechas ¡Ya hemos visto cómo se vendían o alquilaban!... Los alumnos de la Academia Militar que diriges necesitan clases de ciudadanía. ¡Mal podéis ser vosotros los que la inculquéis!».

Y es que Ramón Franco no sólo fue un héroe del aire, lo fue mucho más en tierra y con la palabra que en aquellos tiempos podía costar la vida. En una famosa carta dirigida al general Berenguer, el último dictador previo a la República, le comunica su proyecto de trasladarse al extranjero para luchar desde allí por la proclamación republicana.

Ramón fue la contrafigura de Francisco. El piloto de los Franco muere en circunstancias misteriosas, guardando su leyenda y un sitio en las Enciclopedias que no dependía de su familia. Tras su muerte, el General hubiera podido decir como Caín antes de trasladarse al Este del Edén: «¿Acaso soy yo el Guardián de mi Hermano?». Ramón quizá hubiera dicho lo mismo. Hoy tiene su propio sitio en este lugar Honoris Causa porque llegó más allá que nadie en el aire de aquellos tiempos. ".

El hecho sumarse al Alzamiento, más que la vinculación familiar con su hermano, con quien no tenía buenas relaciones, parece ser que estuvo motivado, en buena medida, por el asesinato de su compañero de Ruiz de Alda en Madrid.
 
Última edición por un moderador:
El mismo año (1985) en el que murió el hermano mayor, Luis Alfonso se fue a pasar el verano, creo, con su madre y los Rossi. Una mañana, en las Bahamas, Luis Alfonso y la melliza Mathilda, más o menos de la misma edad, cogieron el yate. La muchachita apareció despedazada por la hélice. El padre de familia, Jean-Marie, no puso ninguna denuncia, pero no quiso a Luis Alfonso en casa.

Así que el adolescente regresó a casa de su abuela materna, tan piadosa y beata. Empezó enseguida con la hija del banquero venezolano, que es de la misma educación que esta familia. Digamos que se enderezó y no se salió del tiesto.

En cuanto a la niña, que nació para ser el consuelo de los dos medio hermanos fallecidos, parece que acepta a su madre, tal y como es. Se les acabó el amor, cuando la niña tenía unos diez años. Nunca ha tenido una relación estrecha con Luis Alfonso. La joven se casó con un chico guapísimo, médico de profesión, viven en Burdeos.

Esta señora siempre fue una vividora, una veleta y una egoísta, como muchas de su círculo social de la época. Yo la veo muy similar a su madre. Siempre agradecidas al abuelo. Si no, a saber qué habría sido de ellas. Lo saben bien.

Ese pazo perteneció a Rosalía de Castro, por lo que me dice mi madre, fan número uno de la poetista de las letras gallegas. Se les arrebató las tierras a los pequeños agricultores del lugar, por cuatro perras, para agrandar la propiedad. Debe de ser un lugar mágico.

Ya sabían que, fallecido el abuelo, se les acababa el chollo. Quizá pretendieron casar a la niña con el Borbón, por no cerrar puertas. Sin embargo, la apuesta les salió rana, la niña era una vaga, que no luchó por el trono ni por sus dos niños. Una impresentable, en dos palabras.

Saludos.


Pensaba que cuando murió Mathilda estaban todos delante, ¿sólo estaba LuisAl con ella? ¿Alguien sabe cómo fue el accidente?
 
Pensaba que cuando murió Mathilda estaban todos delante, ¿sólo estaba LuisAl con ella? ¿Alguien sabe cómo fue el accidente?

Hay muchas versiones, yo he leído desde que estaban Mathilda, Luis Al y un chico al que no nombran por ser menor y al parecer el que llevaba el barco hasta que estaban todos y vieron horrorizados el accidente. A saber cual fue la versión real.
 
Hay muchas versiones, yo he leído desde que estaban Mathilda, Luis Al y un chico al que no nombran por ser menor y al parecer el que llevaba el barco hasta que estaban todos y vieron horrorizados el accidente. A saber cual fue la versión real.


Menudas desgracias estas familias, cuales griegos, tragedia tras otra.
 
Medio recuerdo que cuando fue el accidente de las Bahamas, Carmencita dijo algo como que Rossi se habia quedado en el hotel o la playa, y ella salio con los niños a la embarcacion y contaba algo muy dramatico de que habian regresado a la playa y ella le dijo a Rossi del accidente y que cuando el pidio verla no le dejaron, espantoso... La verdad es que LuisAlfonso bastante equilibrado ha salido con tantas desgracias en su infancia y adolescencia.
 
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