Tengo la sensación de que, con las oportunas triquiñuelas legales, Rato no va a pisar la cárcel.
Es que siempre sucede lo mismo.
O a lo mejor la pisa como Urdangarin al que nadie ha visto entrar en prisión. Me refiero al furgón que lo debiera trasladar por supuesto.
Y tampoco se verá a nadie que vaya a visitarlo como ocurre con Urdangarin. A lo mejor es que no le visita nadie o no está allí.