El inspector obsesionado con La Dama del Camello

Registrado
7 Jul 2019
Mensajes
602
Calificaciones
2.421
CASOS SIN RESOLVER
El inspector obsesionado con La Dama del Camello

Un agente de la Policía Científica lleva 18 años tratando de identificar a una mujer muerta en una playa de Santander

PATRICIA ORTEGA DOLZ
Madrid 24 JUN 2019 - 08:25 CEST

El inspector jefe Guillermo J. Rosewarne se acercó al periodista Paco Lobatón y le contó su historia a la desesperada: 18 años tratando de identificar a una mujer y se iba a jubilar sin haberlo logrado. Fue hace unos días, durante la celebración del 25º aniversario de la Policía Científica en el complejo policial de Canillas (Madrid), mientras el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, los secretarios de Estado y los directores generales conversaban sobre sus inciertos futuros en el Gobierno que está por formar. Lobatón, el presentador de televisión que más historias de personas desaparecidas ha escuchado y contado en España, atendía el relato con fascinación: “¿Has oído hablar de La Dama del Camello?”.

1560703406_737365_1561315757_sumario_normal.jpg

Retrato robot de la mujer sin identificar.

Su cuerpo fue hallado el 29 de junio de 2001 en la playa santanderina del Camello, que recibe su nombre por la inconfundible forma de una de las rocas que la ocupan. “Eran las dos de la madrugada y me llamaron a casa porque habían encontrado a una mujer muerta en la playa, arrastrada por la marea”, recuerda el inspector. “Pelo negro, 1,66 metros de altura, unos 40 años, complexión delgada, vestía un pantalón de tergal beis, una camisa floreada verde y una chaqueta torerilla negra de paño”. Cerca aparecieron sus zapatos, un bolso de mano (“con 1.200 pesetas y sin documentación alguna”) y una bolsa de El Corte Inglés con un bote de colonia de bebé y dos trapos de cocina. “Por el ticket de compra supimos que había estado en ese centro comercial esa tarde”. Desde entonces, esa mujer es un enigma para la brigada de policía científica de Santander y una obsesión para Rosewarne, que la bautizó como La Dama del Camello.

Apenas llevaba tres horas sin vida cuando fue encontrada, según reveló la autopsia, que estableció el ahogamiento como causa de la muerte. Su cuerpo no presentaba ningún signo de violencia. La inspección ocular, a la mañana siguiente, no dio ninguna pista: “No se pudo haber tirado ni caído desde el acantilado, se habría dado algún golpe, en una playa tan rocosa”. La hipótesis que hoy mantienen los investigadores es que “se adentró en el agua por su propio pie para suicidarse”.


Pistas fallidas

¿Quién era esa mujer que hoy ocupa la única sepultura sin nombre del cementerio de Santander? En 2001 “no se filmaba tanto a la gente”, las cámaras no la registraron. “Le hicimos la reseña completa: dactilar, biológica (ADN), facial...”, cuenta Rosewarne. “Esperamos a que alguien la echara de menos”. “Le sacamos una foto y la publicamos en la prensa local la misma semana”. Infructuoso.

“Recorrimos todas las tintorerías de Cantabria y de las provincias limítrofes, porque la chaqueta que llevaba tenía grapada una etiqueta de haberse limpiado en una tintorería”. Nada. “Revisamos todos los coches que se podía haber llevado la grúa en días posteriores, por si hubiese llegado en vehículo propio”. Tampoco. “Hablamos con los conductores de autobuses de líneas que pasaban por El Corte Inglés”. Nadie recordaba haberla visto. “Nos hablaron de una mujer cuyo hijo se había suicidado en esa playa... y la encontramos, viva”. “Mandamos su muestra de ADN a todos los países conveniados: europeos, latinoamericanos y norteamericanos”. Sin coincidencia. “Revisamos la base de datos de personas desaparecidas”. No constaba. “Desesperados, localizamos a un experto en ADN ancestral, el profesor Fernando Serrulla, y nos apuntó que se trataba de una mujer europea o del norte de África”. Marruecos no la encuentra.

“Pasados 10 años pensamos que se le habría caducado el carné, y empezamos a mirar cada año a todas las mujeres a las que les caducaba, entre 12.000 y 15.000 al año, una a una”. Nada. “Le pedimos a Marga Sanin, experta en retratos, uno de acuerdo con los datos que teníamos y lo publicamos en prensa en 2013”. Llamó alguno dando pistas que no condujeron a nada. “Hemos involucrado a Guardia Civil, Ertzaintza y policía local, por si se les hubiese pasado incluir a alguna mujer en la base de datos de personas desaparecidas y restos humanos sin identificar”. Todo, sin éxito.

Rosewarne está convencido de que “este asunto saldrá a medida que se desarrollen las bases de ADN”. “Como pasa en EE UU, donde la gente puede buscar a sus ancestros”, dice el policía, el único que pone flores en esa sepultura en tierra, marcada en letras rojas en el libro de registro del camposanto santanderino: “Mujer no identificada”. Manzana 44, fila 10, sepultura seis. “A los 20 años, si nadie la identifica, tirarán sus huesos al osario”, advierte. Mientras, el caso sigue abierto.


6.600 IDENTIFICACIONES POR LAS HUELLAS Y 3.000, POR EL ADN

Un total de 2.000 funcionarios prestan servicio en el área de Policía Científica en comisarías de toda España. Solo el año pasado, las unidades de esa especialidad creada en 1994 reseñaron dactilarmente a 280.000 personas, y más de 12.000 genéticamente, además de realizar cerca de 90.000 inspecciones oculares en el lugar de los hechos. Con todo ello lograron identificar a 6.600 autores por sus huellas, y a cerca de 3.000 responsables de hechos delictivos les pusieron nombre por el ADN. “Convendría recordar que en los atentados del 11-M la labor de la Policía Científica fue clave para resolver todo el proceso, y lo fue en dos áreas distintas”, señalaba el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, en la celebración del 25º aniversario de la Policía Científica.

“Por un lado, fue clave en la identificación de las víctimas, logrando que a las 36 horas de los atentados 155 personas habían sido ya identificadas, y a la semana se había identificado a la totalidad de víctimas”. “Realizaron 79 inspecciones oculares relacionadas con los hechos, logrando la identificación de todos y cada uno de los que meses más tarde resultaron condenados, además de la incriminación en los hechos de los terroristas suicidas de Leganés”, remarcó.


https://elpais.com/politica/2019/06/16/actualidad/1560703406_737365.html
 
CASOS SIN RESOLVER
El inspector obsesionado con La Dama del Camello

Un agente de la Policía Científica lleva 18 años tratando de identificar a una mujer muerta en una playa de Santander

PATRICIA ORTEGA DOLZ
Madrid 24 JUN 2019 - 08:25 CEST

El inspector jefe Guillermo J. Rosewarne se acercó al periodista Paco Lobatón y le contó su historia a la desesperada: 18 años tratando de identificar a una mujer y se iba a jubilar sin haberlo logrado. Fue hace unos días, durante la celebración del 25º aniversario de la Policía Científica en el complejo policial de Canillas (Madrid), mientras el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, los secretarios de Estado y los directores generales conversaban sobre sus inciertos futuros en el Gobierno que está por formar. Lobatón, el presentador de televisión que más historias de personas desaparecidas ha escuchado y contado en España, atendía el relato con fascinación: “¿Has oído hablar de La Dama del Camello?”.

1560703406_737365_1561315757_sumario_normal.jpg

Retrato robot de la mujer sin identificar.

Su cuerpo fue hallado el 29 de junio de 2001 en la playa santanderina del Camello, que recibe su nombre por la inconfundible forma de una de las rocas que la ocupan. “Eran las dos de la madrugada y me llamaron a casa porque habían encontrado a una mujer muerta en la playa, arrastrada por la marea”, recuerda el inspector. “Pelo negro, 1,66 metros de altura, unos 40 años, complexión delgada, vestía un pantalón de tergal beis, una camisa floreada verde y una chaqueta torerilla negra de paño”. Cerca aparecieron sus zapatos, un bolso de mano (“con 1.200 pesetas y sin documentación alguna”) y una bolsa de El Corte Inglés con un bote de colonia de bebé y dos trapos de cocina. “Por el ticket de compra supimos que había estado en ese centro comercial esa tarde”. Desde entonces, esa mujer es un enigma para la brigada de policía científica de Santander y una obsesión para Rosewarne, que la bautizó como La Dama del Camello.

Apenas llevaba tres horas sin vida cuando fue encontrada, según reveló la autopsia, que estableció el ahogamiento como causa de la muerte. Su cuerpo no presentaba ningún signo de violencia. La inspección ocular, a la mañana siguiente, no dio ninguna pista: “No se pudo haber tirado ni caído desde el acantilado, se habría dado algún golpe, en una playa tan rocosa”. La hipótesis que hoy mantienen los investigadores es que “se adentró en el agua por su propio pie para suicidarse”.


Pistas fallidas

¿Quién era esa mujer que hoy ocupa la única sepultura sin nombre del cementerio de Santander? En 2001 “no se filmaba tanto a la gente”, las cámaras no la registraron. “Le hicimos la reseña completa: dactilar, biológica (ADN), facial...”, cuenta Rosewarne. “Esperamos a que alguien la echara de menos”. “Le sacamos una foto y la publicamos en la prensa local la misma semana”. Infructuoso.

“Recorrimos todas las tintorerías de Cantabria y de las provincias limítrofes, porque la chaqueta que llevaba tenía grapada una etiqueta de haberse limpiado en una tintorería”. Nada. “Revisamos todos los coches que se podía haber llevado la grúa en días posteriores, por si hubiese llegado en vehículo propio”. Tampoco. “Hablamos con los conductores de autobuses de líneas que pasaban por El Corte Inglés”. Nadie recordaba haberla visto. “Nos hablaron de una mujer cuyo hijo se había suicidado en esa playa... y la encontramos, viva”. “Mandamos su muestra de ADN a todos los países conveniados: europeos, latinoamericanos y norteamericanos”. Sin coincidencia. “Revisamos la base de datos de personas desaparecidas”. No constaba. “Desesperados, localizamos a un experto en ADN ancestral, el profesor Fernando Serrulla, y nos apuntó que se trataba de una mujer europea o del norte de África”. Marruecos no la encuentra.

“Pasados 10 años pensamos que se le habría caducado el carné, y empezamos a mirar cada año a todas las mujeres a las que les caducaba, entre 12.000 y 15.000 al año, una a una”. Nada. “Le pedimos a Marga Sanin, experta en retratos, uno de acuerdo con los datos que teníamos y lo publicamos en prensa en 2013”. Llamó alguno dando pistas que no condujeron a nada. “Hemos involucrado a Guardia Civil, Ertzaintza y policía local, por si se les hubiese pasado incluir a alguna mujer en la base de datos de personas desaparecidas y restos humanos sin identificar”. Todo, sin éxito.

Rosewarne está convencido de que “este asunto saldrá a medida que se desarrollen las bases de ADN”. “Como pasa en EE UU, donde la gente puede buscar a sus ancestros”, dice el policía, el único que pone flores en esa sepultura en tierra, marcada en letras rojas en el libro de registro del camposanto santanderino: “Mujer no identificada”. Manzana 44, fila 10, sepultura seis. “A los 20 años, si nadie la identifica, tirarán sus huesos al osario”, advierte. Mientras, el caso sigue abierto.


6.600 IDENTIFICACIONES POR LAS HUELLAS Y 3.000, POR EL ADN

Un total de 2.000 funcionarios prestan servicio en el área de Policía Científica en comisarías de toda España. Solo el año pasado, las unidades de esa especialidad creada en 1994 reseñaron dactilarmente a 280.000 personas, y más de 12.000 genéticamente, además de realizar cerca de 90.000 inspecciones oculares en el lugar de los hechos. Con todo ello lograron identificar a 6.600 autores por sus huellas, y a cerca de 3.000 responsables de hechos delictivos les pusieron nombre por el ADN. “Convendría recordar que en los atentados del 11-M la labor de la Policía Científica fue clave para resolver todo el proceso, y lo fue en dos áreas distintas”, señalaba el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, en la celebración del 25º aniversario de la Policía Científica.

“Por un lado, fue clave en la identificación de las víctimas, logrando que a las 36 horas de los atentados 155 personas habían sido ya identificadas, y a la semana se había identificado a la totalidad de víctimas”. “Realizaron 79 inspecciones oculares relacionadas con los hechos, logrando la identificación de todos y cada uno de los que meses más tarde resultaron condenados, además de la incriminación en los hechos de los terroristas suicidas de Leganés”, remarcó.


https://elpais.com/politica/2019/06/16/actualidad/1560703406_737365.html
Gracias por crear este hilo; no he reparado en él hasta ahora, y por casualidad.
Produce tanta curiosidad como tristeza.
 
Anoche en Cuarto Mileno hablaron de este caso....

La policía científica obtuvo una especial obsesión con este caso y es que un 29 de julio de 2001, un cadáver apareció en la Playa del Camello, en Santander. Sin signos de violencia y completamente vestida, así apareció la mujer de la que hoy, 18 años después, se sigue sin saber nada, a pesar de los esfuerzos policiales. La mujer llevaba dinero y bolsas de la compra. Una de las pruebas más desconcertantes es un extraño código de una tintorería que tampoco se ha podido vincular. El cadáver de la Dama del Camello fue sometido a un completo registro dactilar, biológico y facial, extrayendo muestras de ADN de sus uñas. Con la intención de conseguir ayuda ciudadana, se hizo una reconstrucción del rostro mediante un retrato robot que tampoco dio resultado.

dama.png

 
Te me has adelantado, amiga. Tenía preparado este tema, y otros dos, para abrir hilo:


El hombre de Baños, y


 
Te me has adelantado, amiga. Tenía preparado este tema, y otros dos, para abrir hilo:


El hombre de Baños, y


Gracias, nunca había leído nada de estos casos....
Abre un hilo y los comentamos si quieres...
 
Gracias, nunca había leído nada de estos casos....
Abre un hilo y los comentamos si quieres...


Lo del hombre de Babia, creo que no merece la pena. Al parecer, era un hombre nacido con severas malformaciones, y retraso cognitivo. Los padres, probablemente lo tendrían oculto, y ni siquiera contaría su nacimiento en ningún lugar.
Lo de la profesora, sí creo que tenga más miga.
 
Lo del hombre de Babia, creo que no merece la pena. Al parecer, era un hombre nacido con severas malformaciones, y retraso cognitivo. Los padres, probablemente lo tendrían oculto, y ni siquiera contaría su nacimiento en ningún lugar.
Lo de la profesora, sí creo que tenga más miga.
O uno general de "casos sin resolver" porque hay muchísimos....
 
Yo no conocía este caso de Playa del Camello pero le llevó dando vueltas desde anoche al verlo en Cuarto Milenio.

De acuerdo con crear un hilo de casos sin resolver, además despejaria el de crímenes
Parece que el cuerpo no tenía signos de violencia pero es muy raro que alguien vaya a comprar colonia y dos trapos de cocina si piensa suicidarse, o que se tire al mar agarrada a la bolsa...
 
"Cerca" de la playa del Camello hay zonas de acantilados, todos los años hay varios intentos de su***dio y alguno lo consigue :cry::cry: recientemente un caso muy sonado que fue una verdadera tragedia por la juventud de la persona. No es raro que la corriente llevará el cuerpo hasta allí.

Edito para decir que me parece increíble que todavía no se sepa su identidad.
 
Alucino que habiendo esta vez trabajado tan bien la Policía no se sepa aún quien es, obviamente no tenía familia, pero joder..... en serio no tenía a nadie?, con Santander alguna relación tendría, el corte inglés no está en el centro precisamente, y esa playa no es el sardinero no llegas así por que si....

Sobre los otros casos, ambos son apasionantes, el de Babia esta de alguien de la zona que lo tenían escondido, pero quién se deshizo del cadáver no lo tengo yo tan claro, en esa zona son muy muy garrulos........pero joder dejarlo así, sin enterrar....tirarlo desde la carretera prácticamente para que lo coman las muchas alimañas que hay por allí......es lo que no me cuadra de la historia

La historia de la profesora es acojonante, nadie ve ni oye nada, no hace caso de ir en taxi y se empeña en ir sola de noche por un sitio oscuro, su marido no la acompaña a esa boda.......esa historia da mucho juego y a mí me huele raro, demasiadas coincidencias, no me creo q se cruzara con un psicópata que la mató ahí y luego se fue y nunca más hizo nada parecido
 
Back