Pues por lo visto Iglesias quería nacionalizar los medios de comunicación para que creamos las mentiras que suelten, la propaganda y vendarnos los ojos.
El Congreso de los Diputados suspende su actividad por el Coronavirus
- AutorIDOLO
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Es que es mucho, al "gobierno" de Frankenstein que tiene súmale la crisis del coronavirus. Es como estar en una barquita con parches y que llegue un huracán. Menos mal que la sanidad pública española está a años luz de los políticos. Y menos mal que el Ejército está ahí. Y los pocos con algo de sentido común de ese "gobierno" empiezan a tomarlo en serio, a ver qué respuestas dan a las ayudas económicas que se necesitarán. Menos mal que han comprendido que tiene que haber un mando único, central y no hacer cada uno lo que le dē la gana en un contexto de pandemia internacional. Sí es que parece un chiste, dos comunidades autónomas por libre frente a una pandemia. Qué claramente se ve la gente prescindible cuando estás en situación de emergencia. Con los que hay que contar y los que no solucionan, entorpecen, abusan, chantajean, no tienen escrúpulos y sobran.
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"Protocolo sanitario", dice "cumplido a rajatabla". Ni mascarilla.
Espero que cada Comunidad imponga sus restricciones porque esto es una locura. Podremos ir a la peluquería y a cambiar de móvil. ¿Alguien lo entiende? Y ¿Dónde están las medidas económicas? Con qué dinero irán a comprar todos los que se queden sin trabajo ? ¿Como van a afrontar el colapso de los hospitales en ciudades pequeñas si mañana domingo habrá espantada de ciudadanos?
Me voy a vomitar de nuevo otro ratito.
Me voy a vomitar de nuevo otro ratito.
Buenas noches.
Me ha quedado claro que, por ejemplo, los pescadores y payeses o labradores, podrán trabajar.
No me queda tan claro si los pintores, por ejemplo, puedan ir a pintar una casa o que se pueda hacer footing en la calle.
Y me resulta flipante que las peluquerías puedan estar abiertas, o sea, trabajar.
Se refiere alas peluquerías con "final feliz"?.
A ver quién me puede dar alguna respuesta.
Gracias.
Me ha quedado claro que, por ejemplo, los pescadores y payeses o labradores, podrán trabajar.
No me queda tan claro si los pintores, por ejemplo, puedan ir a pintar una casa o que se pueda hacer footing en la calle.
Y me resulta flipante que las peluquerías puedan estar abiertas, o sea, trabajar.
Se refiere alas peluquerías con "final feliz"?.
A ver quién me puede dar alguna respuesta.
Gracias.
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Yo lo que no entiendo es cómo se puede ir al peluquero y guardar la distancia de seguridad de 1-2 metros.
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Ellos tan ejemplares. Me pregunto en dónde estará Felipe VI y la consorte, juntos ó separados.
Los Aznar se refugian en Marbella del coronavirus
El expresidente del Gobierno, José María Aznar, y la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, están en su casa de Guadalmina
J.J. MadueñoMARBELLA Actualizado:13/03/2020 16:31hGUARDAR
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El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha recalado en Marbella en plena crisis sanitaria del coronavirus. Junto con su esposa, la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, están en su chalet de la urbanización Guadalmina Baja. Según fuentes consultados por ABC, la pareja llegó el pasado miércoles sobre las 15.00 horas a Marbella, donde se estima que estén hasta que pase la Semana Santa.
De esta forma, Marbella se convierte en el refugio del expresidente contra esta enfermedad. En su vivienda la bandera de España del jardín ya está izada, como símbolo de que la familia se encuentra en su interior. Y al propio Aznar se le ha podido ver en el exterior del domicilio montado en el «buggy» y acompañado por sus escoltas, que velan por su seguridad allá donde va.
Desde que recalaron en la ciudad, la Policía Nacional custodia el perímetro de la vivienda. Un vehículo con una patrulla de agentes está en la puerta las 24 horas, completando al servicio de escolta que ya tiene por sí asignado el expresidente, que fuera víctima de un atentado terrorista con coche bomba durante su mandato.
La Policía Nacional custodia la casa del expresidente del Gobierno - ABC
Aznar ha elegido Marbella para pasar la crisis sanitaria, pese a que su residencia habitual está en Madrid. Es en la ciudad malagueña donde ha conocido el anuncio de que el Gobierno ha decretado el estado de alarma para hacer frente al incremento de contagios por coronavirus. El mensaje de Pedro Sánchez le pilló en la calle, pero en el lugar que prefiere siempre para irse a descansar.
La vinculación de la familia Aznar con Marbella es larga, ya que es habitual que el expresidente llegue a Guadalmina para pasar vacaciones o días de descanso, sobre todo en verano. En la época estival en cuando más tiempo pasa y también cuando más vida social desarrolla, ya que se le puede ver en ferias de arte, haciendo deporte, en la playa o en actividades sociales, como es la gala de la Asociación Española Contra el Cáncer en el Real Club de Golf Guadalmina.
Los Aznar se refugian en Marbella del coronavirus
El expresidente del Gobierno, José María Aznar, y la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, están en su casa de Guadalmina
J.J. MadueñoMARBELLA Actualizado:13/03/2020 16:31hGUARDAR
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El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha recalado en Marbella en plena crisis sanitaria del coronavirus. Junto con su esposa, la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, están en su chalet de la urbanización Guadalmina Baja. Según fuentes consultados por ABC, la pareja llegó el pasado miércoles sobre las 15.00 horas a Marbella, donde se estima que estén hasta que pase la Semana Santa.
De esta forma, Marbella se convierte en el refugio del expresidente contra esta enfermedad. En su vivienda la bandera de España del jardín ya está izada, como símbolo de que la familia se encuentra en su interior. Y al propio Aznar se le ha podido ver en el exterior del domicilio montado en el «buggy» y acompañado por sus escoltas, que velan por su seguridad allá donde va.
Desde que recalaron en la ciudad, la Policía Nacional custodia el perímetro de la vivienda. Un vehículo con una patrulla de agentes está en la puerta las 24 horas, completando al servicio de escolta que ya tiene por sí asignado el expresidente, que fuera víctima de un atentado terrorista con coche bomba durante su mandato.
Aznar ha elegido Marbella para pasar la crisis sanitaria, pese a que su residencia habitual está en Madrid. Es en la ciudad malagueña donde ha conocido el anuncio de que el Gobierno ha decretado el estado de alarma para hacer frente al incremento de contagios por coronavirus. El mensaje de Pedro Sánchez le pilló en la calle, pero en el lugar que prefiere siempre para irse a descansar.
La vinculación de la familia Aznar con Marbella es larga, ya que es habitual que el expresidente llegue a Guadalmina para pasar vacaciones o días de descanso, sobre todo en verano. En la época estival en cuando más tiempo pasa y también cuando más vida social desarrolla, ya que se le puede ver en ferias de arte, haciendo deporte, en la playa o en actividades sociales, como es la gala de la Asociación Española Contra el Cáncer en el Real Club de Golf Guadalmina.
Pablo Iglesias, la cuarentena y el 'bioterrorismo gubernamental'
Dijeron que existían pocas posibilidades de que el coronavirus se extendiera por España y fallaron estrepitosamente en sus predicciones. O mintieron. Afirmaron, posteriormente, que la inmensa mayoría de los infectados eran importados y volvió a ocurrir lo mismo. Hace una semana, cuando los casos de contagio habían iniciado la misma dinámica expansiva que en Italia, aseguraron que estaba todo controlado y permitieron aglomeraciones como la jornada de la liga de fútbol y la performance feminista del 8-M. Hace dos días, Irene Montero confirmó que era portadora del coronavirus y Pablo Iglesias se puso en cuarentena. Desbordados, comenzaron entonces a concienciar a la población de la necesidad de aislarse en sus casas, especialmente si sospechaban que podían estar infectados. Y esta mañana Iglesias se ha saltado sus propias normas y toda la lógica que debería aplicarse para aliviar esta crisis.
Señalaba The New York Times en un artículo publicado hace unas horas el fracaso del Gobierno español al contener el coronavirus. Los mismos mensajes han llegado en los últimos días desde Italia y desde China, donde no dan crédito con la indiferencia que mostró el Ejecutivo cuando apareció la amenaza y con su tibieza a la hora de tomar cartas en el asunto. La sensación que España ha transmitido en los últimos días es que es un país de pandereta. Un lugar del mundo en el que ni los problemas más graves se toman en serio. Spain is different. Lo de siempre.
Un Gobierno indigno
El mundo se enfrenta a un problema de salud pública de primer orden que ha obligado a decenas de países a tomar medidas drásticas, impopulares y dolorosas. En Italia, se han visto tan desbordados que los sanitarios deben elegir a quién salvar y a quién dejar morir. Los trabajadores de los hospitales españoles llevan varios días completamente extenuados y ya han avisado de que podrían faltar plazas en las UCIs y material importante durante los próximos días, cuando se espera un repunte de la enfermedad.
Mientras tanto, los españoles se preparan para el establecimiento de un estado de alarma que dejará tiritando al sector servicios, que pegará un rejonazo importante al turismo y que obligará a muchas empresas a presentar expedientes de regulación de empleo temporales. Los ciudadanos deben concienciarse de una vez por todas de la necesidad de permanecer en sus casas durante una buena temporada para minimizar el daño económico y, sobre todo, el coste en vidas. Lejos de predicar con el ejemplo, Pablo Iglesias ha decidido este sábado saltarse la cuarentena, bien por motivos personales, técnicos o partidistas. Ninguno está justificado.
El efecto del virus pudo minimizarse si se hubiera actuado con premura y el Gobierno no se hubiera aplicado con tanta laxitud, probablemente, por cuestiones ideológicas, económicas y, lo peor, territoriales. Estas últimas, por cierto, uno de los caballos de Troya de esta crisis, como de otras tantas anteriores, y a buen seguro que más condicionantes de la actuación del Gobierno de lo que se ha dicho hasta ahora.
No se ha actuado con la diligencia necesaria hasta ahora y la situación aconseja tomar medidas drásticas cuanto antes para evitar el colapso del sistema sanitario. La pregunta es si ministros como Iglesias o como los miembros del Gobierno que asistieron al 8-M -con una versión de bioterrorismo gubernamental- están legitimados para seguir tomando decisiones en un momento que, todo parece indicar, cambiará la forma de vivir de los españoles durante un buen tiempo, si no de forma permanente.
www.vozpopuli.com
Dijeron que existían pocas posibilidades de que el coronavirus se extendiera por España y fallaron estrepitosamente en sus predicciones. O mintieron. Afirmaron, posteriormente, que la inmensa mayoría de los infectados eran importados y volvió a ocurrir lo mismo. Hace una semana, cuando los casos de contagio habían iniciado la misma dinámica expansiva que en Italia, aseguraron que estaba todo controlado y permitieron aglomeraciones como la jornada de la liga de fútbol y la performance feminista del 8-M. Hace dos días, Irene Montero confirmó que era portadora del coronavirus y Pablo Iglesias se puso en cuarentena. Desbordados, comenzaron entonces a concienciar a la población de la necesidad de aislarse en sus casas, especialmente si sospechaban que podían estar infectados. Y esta mañana Iglesias se ha saltado sus propias normas y toda la lógica que debería aplicarse para aliviar esta crisis.
Señalaba The New York Times en un artículo publicado hace unas horas el fracaso del Gobierno español al contener el coronavirus. Los mismos mensajes han llegado en los últimos días desde Italia y desde China, donde no dan crédito con la indiferencia que mostró el Ejecutivo cuando apareció la amenaza y con su tibieza a la hora de tomar cartas en el asunto. La sensación que España ha transmitido en los últimos días es que es un país de pandereta. Un lugar del mundo en el que ni los problemas más graves se toman en serio. Spain is different. Lo de siempre.
Un Gobierno indigno
El mundo se enfrenta a un problema de salud pública de primer orden que ha obligado a decenas de países a tomar medidas drásticas, impopulares y dolorosas. En Italia, se han visto tan desbordados que los sanitarios deben elegir a quién salvar y a quién dejar morir. Los trabajadores de los hospitales españoles llevan varios días completamente extenuados y ya han avisado de que podrían faltar plazas en las UCIs y material importante durante los próximos días, cuando se espera un repunte de la enfermedad.
Mientras tanto, los españoles se preparan para el establecimiento de un estado de alarma que dejará tiritando al sector servicios, que pegará un rejonazo importante al turismo y que obligará a muchas empresas a presentar expedientes de regulación de empleo temporales. Los ciudadanos deben concienciarse de una vez por todas de la necesidad de permanecer en sus casas durante una buena temporada para minimizar el daño económico y, sobre todo, el coste en vidas. Lejos de predicar con el ejemplo, Pablo Iglesias ha decidido este sábado saltarse la cuarentena, bien por motivos personales, técnicos o partidistas. Ninguno está justificado.
El efecto del virus pudo minimizarse si se hubiera actuado con premura y el Gobierno no se hubiera aplicado con tanta laxitud, probablemente, por cuestiones ideológicas, económicas y, lo peor, territoriales. Estas últimas, por cierto, uno de los caballos de Troya de esta crisis, como de otras tantas anteriores, y a buen seguro que más condicionantes de la actuación del Gobierno de lo que se ha dicho hasta ahora.
No se ha actuado con la diligencia necesaria hasta ahora y la situación aconseja tomar medidas drásticas cuanto antes para evitar el colapso del sistema sanitario. La pregunta es si ministros como Iglesias o como los miembros del Gobierno que asistieron al 8-M -con una versión de bioterrorismo gubernamental- están legitimados para seguir tomando decisiones en un momento que, todo parece indicar, cambiará la forma de vivir de los españoles durante un buen tiempo, si no de forma permanente.
Pablo Iglesias, la cuarentena y el 'bioterrorismo gubernamental'
Dijeron que existían pocas posibilidades de que el coronavirus se extendiera por España y fallaron estrepitosamente en sus predicciones. O
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Y los Ortizios, ¿dónde andan?
Otra incongruencia. Si podemos ir a trabajar, a la compra, a la farmacia, a la pelu, a cambiar el móvil, y no habrá talleres abiertos si se nos jode el coche?
O quizás por eso estarán abiertas las tintorerías, por si tenemos que comprar a toda prisa un manual para arreglar el coche nosotros mismos. Todo tiene mucho sentido, si señor.
O quizás por eso estarán abiertas las tintorerías, por si tenemos que comprar a toda prisa un manual para arreglar el coche nosotros mismos. Todo tiene mucho sentido, si señor.
