Por cierto,mi hermanastro es negro. Fíjate tú si ese crisol es la base de la sociedad. Venga.
Mi país ha recibido inmigrantes de todos los puntos del planeta y la mitad de l población o tiene un apellido español o italiano.
El problema en Argentina es con las personas marrón, aborigen y la etnias que no son representadas en los medios, hasta el día de hoy no hay protagonistas que sean descendientes asiáticos (y tenemos una gran colectividad japonesa, coreana y China), ni de Medio oriente (y solo hay muchísimas Sinagogas sino que está la Mezquita más grande de Latinoanerica), ni marrón, cuando gran parte de la población lo es, ni aborigen, ni de las nuevas colectividades que emigraron desde países limitrofes y del resto de latinoamerica. Y se endiosa a los rubios, la mayoría de ellos "de frasco".
No hablo de política, porque muchos políticos usan este pedido de integración como bandera política, pero no la practican.
Además hay gran discriminación de cuerpos, y aunque todos son desórdenes alimenticios, se apaña a la anorexia y la bulimia, porque lucen la ropa pero se ataca al sobrepeso femenino.
No tenemos tanta población negra, aunque en la últimas décadas si han llegado, porque al declararse la libertad de vientres y muchos esclavos recibieron la libertad para poder formar familia (la ley establecía que ha partir de su promulgación todos los bebés de esclavos eran libres) la mayoría se trasladoó a Uruguay y posteriormente a Brasil, dónde la concentración de esclavos africanos había sido mayor, (aquí hubo esclavitud pero no eran todos de raza negra, no llegaron tantos barcos esclavistas como a otros países limitrofes porque éramos menos habitantes) aunque yo aún no he visto ninguna novela brasilera con protagonistas negros (otro país que tiene gran deuda con la inclusión) o personas de color o aborígenes en el gobierno. Tampoco acá.
También hay un culto exagerado a la juventud, se ha perdido en respeto por los mayores y mucha gente no considera su opinión y hay políticos de izquierda que creen que viven demasiado y son un gasto excesivo para el estado, algo que fue visible no solo acá, sino en muchos países durante la pandemia.