Los amigos a los que llamó el primer día y les contó lo sucedido. Lo contó Alejandra Rubio. ¿Cómo no ha habido nadie que ha tirado de ese hilo? Ni la acusación, ni los programas... nadie. ¿O es que la policía le obligó y también a mentir a sus amigos?Todo el caso está cubierto por un tufillo extraño, como a azufre. ¿No lo notáis, primas?
Está claro que la televisión (y no solo) siempre explota económicamente todo lo que pase, sin ningún reparo ético al respecto. Sin embargo, las mesas de debate sobre el caso suelen estar muy descompensadas, 3 a favor de defender al asesino contra 1 a favor del sentido común. Esto me llama la atención, porque al circo mediático le va mejor la paridad: históricamente se reparten los papeles de defensores y atacantes al 50%.
En algunas mesas de debate, como en Canal Sur, ni siquiera hay nadie defendiendo a la víctima, directamente están todos con la defensa del asesino.
Yo esto no lo había visto nunca antes en ningún caso.
Tampoco había visto nunca antes que se esquivaran testimonios suculentos, los de gente que ha denunciado al descuartizador anteriormente, gente que ha sufrido sus puños, compañeros de clase que lo soportaron, vecinos de la casa donde vive. Todo esto está cubierto por un manto de silencio. ¿La televisión, desaprovechando testimonios salseros? Extraño.
Rodolfo Sancho no es absolutamente nadie más allá de Andorra. Es un actor nacional, no muy bueno, no puntero, sin premios de categoría ni proyección de cara al extranjero. En Tailandia este señor y su apellido pintan lo mismo que yo con el mío.
Es evidente que hay manos fuertes detrás de esto.