Daniel Sancho (hijo del actor Rodolfo Sancho) acusado de matar y desmembrar en Tailandia al médico colombiano Edwin Arrieta.

Compró una sierra antes de recoger a Edwin. Eso ya es una prueba de cargo. No hay NINGUNA explicación racional para esa compra que no sea la de desmembrar el cadáver.
Que generosa eres nombrando solo la sierra.
Hay pruebas para aburrir, él mismo se dio cuenta de que lo tenían pillado por todas partes cuando cantó como un jilguero.
Rosa, estás en denial total.

Pero si solo es para hervir arroz

Y menos mal.
Este con el hueso de un muslito de pollo hace un siete a media prisión.
 
Al abogado de Darlin lo que le está pasando, es que se ha dado cuenta de que en Tailandia todo el mundo es sobornable. Empezando por la policía y terminando por el fiscal.

Recordemos que aquí al principio se le daba mucha credibilidad y respeto a la policía que detuvo a Daniel, y ya hemos visto dónde ha terminado el famoso Big Joke.
El poder del dinero...
 
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Y porque es el representante legal de la familia.
Nada que objetar.

Tranquila prima, que como dijo BU se trata de enfangar con cosas secundarias o que directamente ni vienen al caso para que las ramas no dejen ver el bosque. Algunos querría. Que nos olvidásemos de qué va el juicio y que a abstn Darlin y Ospina procesados... por existir y actuar como la hermana y el abigsfi de una persona a asesinada.
 
En esta historia todos los personajes son de película. El padre del abogado de la acusación, Javier, nieto de un Presidente de Colombia, aparece en la autobiografía de Robert Mazur, el agente de la DEA que se infiltró dos años en el Cartel de Medellín.
Y su tío Lisandro fue secuestrado por Pablo Escobar como represalia por el testimonio contra él de su otro tío, Rodolfo, ante la Fiscalía y la DEA, y murió por disparos de los secuestradores durante la operación de liberación de la policía.

No será la de HBO, pero algún día habrá una serie que será la bomba.

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Mientras llega la serie yo me voy a centrar en el juicio por asesinato y descuartizamiento de un ser humano. Que por mucha conspiranoia y humo que se eche al asunto es lo importante y lo que se está dirimiendo.
 

¿Un acuerdo entre Sancho y la justicia de Tailandia?: la nueva hipótesis del caso​

La causa, que continúa mañana, sigue un rumbo que invita a pensar que tal vez entre las autoridades y el acusado haya algún tipo de pacto​


Creada: 29.04.2024 06:03
Última actualización: 29.04.2024 06:03


Vamos a tratar de llegar a conclusiones desde el razonamiento basándonos en nuevos detalles que van apareciendo en este caso. Intentaremos hilar muy fino, en un complejo bosque donde la madeja se atranca entre la hojarasca. De este caso aún no se han contado ni la mitad de sus secretos. Porque sólo hizo más que comenzar con el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta.

El padre de Daniel, con pareja y una hija de ocho años, viajó a Tailandia un mes antes del comienzo del juicio contra su hijo. Desconocemos por qué tanto adelanto si en esos días, a lo sumo, sólo podría visitarlo en el presidio de lunes a viernes. Desde que llegó, Rodolfo estuvo asesorado por su «fixer», que se hace llamar Alice. Una «fixer», para el que no lo sepa, es una persona que, y más en una isla turística como Koh Samui, traduce a su cliente del tailandés, le busca hotel, le ayuda a seleccionar restaurantes y supermercados, le alquila el coche o la moto, y en líneas generales, le surte de ayuda en su día a día en la isla. Es su persona de absoluta confianza. En tierras lejanas hay que buscar a nativos en los que confiar.


El dinero necesario

Rodolfo Sancho nunca ha declarado que no disponga de dinero, pero por sus hechos lo han dado a entender en más de una ocasión. Por ejemplo, cada vez que Juan Gonzalo Ospina, representante de la familia Arrieta, ha solicitado para su cliente una indemnización, apelando a la buena voluntad, para los padres de Edwin que viven en la miseria. Carmen Balfagón, una de las abogadas en Madrid de Rodolfo, aseguró en pleno plató que el padre de Daniel había vendido el primer episodio del documental que produce HBO por una sola razón: el dinero a cobrar. Y ese documental, con él de absoluto protagonista, que se produjo deprisa y corriendo para que saliera a la luz en pleno juicio, le ha generado unos cuantos cientos de miles de euros de beneficio. Quién sabe. Y claro, los abogados en cualquier lugar del mundo suelen ser muy caros.

Antes de la llegada de Marcos García Montes a este caso, Rodolfo Sancho se encargó de buscarle un buen letrado a su hijo. Para ello, llegó a un acuerdo con el prestigioso bufete de Fernando Oca, sito en Bangkok. Y por ello, comenzó una relación corta con Anan Chuayprabat que saltó por los aires el día que García Montes tomó los mandos, desde España. En su estrategia, reprochaba a Anan Chuayprabat ciertas actuaciones preliminares. Por otro lado, García Montes deseaba girar absolutamente todo lo que hasta esa fecha parecía claro y conciso. Desde ahí, Daniel Sancho comenzó a desdecirse de todo lo anteriormente dicho. Y para que todo tuviera sentido, ya que les hacía falta un letrado tailandés, se llegó a un acuerdo con el abogado de oficio, o sea grtuito, Aprichart Srinual.


Letrado sin experiencia


Llegados a este punto uno se pregunta, ¿cómo es posible que, en un caso de semejante envergadura, en donde la vida del reo podría estar en peligro de muerte según la sentencia que dicte el juez, se haya aceptado a un simple abogado de oficio sin experiencia en estas lides? La respuesta parece clara: Aprichart Srinual ni pincha ni corta y seguiría, a pies juntillas, lo que Marcos García Montes le vaya dictando desde España.

El pasado 25 de octubre la Fiscalía leía los cargos a Daniel Sancho: asesinato con premeditación, ocultación del cuerpo y destrucción de documentación ajena. Lo curioso de todo esto es que primero, la investigación, y finalmente, la Fiscalía, pensaron tras meses de pruebas y estudios preliminares que el asesinato fue premeditado.

Hace cuatro días el fiscal del caso, Jeerawat Sawatdichai, comentó públicamente que «será muy difícil demostrar la premeditación en este asesinato» sin tener en cuenta que aún ni siquiera han hablado Daniel Sancho y todos los testigos de la defensa, que serían los únicos que podrían poner en tela de juicio lo hasta ahora investigado. Entonces, ¿cómo es posible que el propio fiscal del caso se retracte, y en medio del proceso judicial, se aparte de sus primeras intenciones que hace sólo unos meses consideró clarísimas? ¿Qué ha podido ocurrir en este tiempo para un cambio tan sorprendente?

Otra sospecha que domina este caso es la razón por la que el juez no desea que ningún medio de comunicación acceda a la sala a informar. Su celo, aparte de absoluto, es sorprendente. Incluso el magistrado exigió a los que podían asistir a las vistas que nada de lo allí declarado se expusiera en la calle bajo amenaza de denuncia o deportación. Es sorprendente que, un país como Tailandia, que copia en muchas ocasiones al mundo democrático-occidental, no permita ni la más mínima filtración en este caso con la excusa de la prensa rosa que espera a diario en la puerta del tribunal.

El suceso más parecido a este aconteció hace sólo ocho años en Bangkok. Allí se juzgaba a Artur Segarra, que también había asesinado con premeditación y descuartizado el cadáver de su también amigo David Bernat con pruebas similares. También le pillaron comprando varios cuchillos con antelación. En aquel juicio, la entrada era abierta a todos, incluida la prensa. Y, por cierto, a Segarra le sentenciaron a la pena capital. Como anécdota, ni el cónsul ni la gama alta de la diplomatura española en Tailandia acudieron a cada una de las vistas. En el caso de Sancho, es exactamente todo lo contrario.

Todos se conocen


Koh Samui es una isla pequeña. Más o menos sería el doble de grande que Formentera o la mitad que Ibiza. Por lo que es habitual que casi todos los nativos se conozcan. Esto, de todas formas, no sería una excusa para aceptar que tanto el fiscal, Jeerawat Sawatdichai, como el abogado tailandés de Sancho, Aprichart Srinual, hayan sido vistos tomando copas o cenando juntos en varias ocasiones durante este juicio. Sobre todo, cuando el fiscal acaba de desdecirse en la clave absoluta de este caso: si el asesinato fue premeditado o no, que llevará a Sancho a un tipo de condena (y cárcel) muy diferentes.

Alice, la persona de confianza de Rodolfo, acude cada día con él en el coche hasta el juzgado. A su vez, salen juntos del mismo, tanto durante la pausa para el almuerzo como al finalizar la jornada. Pero Alice no es una persona conocida en Koh Samui por trabajar como «fixer». En realidad, muchos dicen –en general los nativos–, que es una persona muy importante, con contactos muy poderosos, que se mueve como pez en el agua en las altas instancias. Y que no se dedica sólo a trabajar con turistas buscándoles las más benévolas noches de hotel, las lavanderías más adecuadas y los mejores padthais.

Volvamos hacia atrás: si lo recuerdan, a raíz del cambio de estrategia auspiciada por García Montes, al que buscó su padre Rodolfo, Silvia Bronchalo se enfrentó a su exmarido. Datos no corroborados hablaron de que la madre renegaba de la nueva estrategia a seguir. En los meses posteriores Silvia denunció a Rodolfo por haberle dicho al parecer a través del móvil palabras como, «pirada, bipolar o incapaz». ¿Qué tema estarían tratando en el que no estaban de acuerdo para que Rodolfo utilizara esas expresiones? Desde que Daniel pertenece al inventario del presidio de Koh Samui sus padres no es que jamás hayan ido juntos a visitarle, es que, durante el juicio, con dos entradas y dos salidas diarias, nunca se han cruzado un mísero buenos días.

Trato de favor

Otro asunto sorprendente es el trato de favor que lleva recibiendo Daniel, algo que llama la atención a cualquiera. Mi contacto en la comisaría central de Surat Thani me aseguró que, «es completamente imposible que algún reo que esté yendo a declarar diariamente no esté aislado del resto. Existe un protocolo anticovid para todos». Y no es sólo eso, ya que Daniel Sancho, que alardeó de padecer una dolorosa hernia para poder residir a perpetuidad en la zona de enfermería, alejado de las molestas y colapsadas celdas comunes, mejora su Muay Thai a diario, el deporte nacional tailandés consistente en pelear con tu adversario utilizando ambos brazos y piernas. Como en cualquier deporte, y aún más en ese, una hernia no permite su práctica. Y no queremos dejar pasar por alto que las visitas de veinte minutos, en no pocos casos, se acercan a las dos horas de duración cuando Rodolfo acude a ver a su hijo.

Lo que a algunos ya comienzan a pensar es que se podría estar juzgando a Daniel Sancho a la carta. De ahí los tratos de favor, los cambios de horario, el que aún el hijo de Rodolfo no haya declarado, el que la prensa tenga prohibida la entrada… Se busca una sentencia que aparente ser un correctivo, treinta años por ejemplo, pero que al esquivar el asesinato premeditado permitiría a Daniel regresar a España dentro de tres o cuatro años y, sobre todo, que la opinión pública no le recuerde como un asesino y descuartizador, sino como alguien que luchó por su libertad en una tierra lejana ayudado por su más que famoso padre.



El chiste se cuenta solo.
 
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