Cristina Cifuentes obtuvo su título de master en una universidad pública con notas falsificadas

¿ Esta usando C cinfuentes los recursos de la Comunidad de Madrid para uso personal?
su lio con los masters no son con la Comunidad de la que es presidenta son lios personales por lo que si esta usando los servicios de la comunidad es malversación


¿Cuánto cobra el equipo de Comunicación de Cristina Cifuentes?
  • Abril 12, 2018 - 12:16


Los sueldos del equipo de #Comunicación de Cristina Cifuentes #PlenoAsamblea



Destacado Cristina Cifuentes
Cuando una crisis como la del máster de Cristina Cifuentes estalla, todo el equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid se resiente. Sin embargo, si hay un departamento que sufre especialmente la crisis es el de Comunicación, encargado de idear una estrategia que mitigue el golpe de las informaciones publicadas. En el caso de Cifuentes, es Marisa González Casado quien dirige el departamento de Comunicación, y el portal Sueldos Públicos ha publicado cuánto cobra González y todo el equipo de Comunicación de Cifuentes.


En el caso de Marisa González, la dircom se embolsará este año 100.556 euros brutos anuales, lo que significa que combrará casi 20.000 euros más que Mariano Rajoy, que continúa cobrando 79.756 euros anuales. González ha sido sin duda la persona que más ha padecido la crisis de Cifuentes, porque si bien, la directora de Comunicación es la encargada de tejer una estrategia, las herramientas se las ha dado Cifuentes, y ésta, además de no aportar el TFM, lo que hubiera sido definitivo, aportó incluso un acta falsificada.


A esto, hubo que sumerle las declaraciones del
director del máster en Onda Cero, Enrique Álvarez Conde, quien acusó directamente al rector de la URJC, Javier Ramos, de instarle a “reconstruir” dicho acta. En estas condiciones, la estrategia de Comunicación de Cifuentes fue desastrosa.


En el equipo de Cifuentes también se encuentra una persona encargada de gestionar las redes sociales. Se trata de Carlos Díaz-Pache, cuyo sueldo está en 58.368 euros al año. Por otra parte, el Gobierno de la Comunidad de Madrid cuenta con un equipo de Comunicación Audiovisual compuesto por el fotógrafo coordinador Diego Sinova; el fotógrafo Pedro Andrés González; y un cámara, Enrique Gumiel. Según Sueldos Públicos, cada uno de los trabajadores percibe un salario de 49.394 euros al año.


Por otro lado, el director adjunto al Gabinete de Comunicación de Cristina Cifuentes es Jesús García, quien cobra 74.777 euros anuales. Por su parte, Eduardo Sobreviela, coordinador Jefe de los Servicios Informativos recibe un salario de 65.911 euros, mientras que los siete delegados de prensa (uno por cada consejería) cobran entre 58.368 y 65.911 euros.
 
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La tira de Vergara: Cifuente indecente
 
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POLÍTICA
Los falsos currículums de los nacionalistas catalanes
Al igual que Cifuentes, políticos como Puigdemont, Rahola, Colau, Ortega, Guerrero y Junqueras también han alardeado de méritos académicos de los que no eran merecedores


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Pilar Rahola y Carles Puigdemont / TWITTER

El escándalo del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha destapado la caja de los truenos de los falsos currículums de los políticos en España, una situación que afecta a la mayoría de los partidos y que no es ninguna novedad.

En Cataluña, destacan algunos casos de políticos nacionalistas de primer nivel que inflaron --por activa o por pasiva-- sus méritos académicos y que han estallado en los últimos años, pero que han quedado impunes y prácticamente en el olvido. Entre estos se encuentran Carles Puigdemont, Pilar Rahola, Ada Colau, Joana Ortega, Marc Guerrero y Oriol Junqueras.

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Joana Ortega, ‘licenciada’ en psicología
En marzo de 2011, unos meses después de asumir el cargo de vicepresidenta de la Generalitat con Artur Mas, se descubrió que Joana Ortega mentía en su currículum. La dirigente de CiU aseguraba ser licenciada en psicología por la Universidad de Barcelona, cuando en realidad no había acabado la carrera. Ella lo atribuyó a un “error involuntario” de “transcripción”. Sin embargo, ese “error” no solo aparecía en la web oficial de la Generalitat sino que se repetía en una entrada de su blog personal --escrita meses antes en primera persona-- y en otro currículum difundido por su partido --UDC-- tres años antes.

A pesar de que quedó meridianamente claro que hubo engaño, Ortega siguió como número dos del Govern cuatro años más, siendo una de los principales responsables de la organización de la consulta independentista ilegal del 9N de 2014. A finales de 2012 terminó la carrera de psicología, 29 años después de empezarla.

Puigdemont, ‘licenciado’ en filología catalana

Puigdemont tampoco se libra de la fiebre del engorde curricular. En enero de 2016, al ser designado por sorpresa para suceder a Mas al frente de la Generalitat de Cataluña --hasta entonces era un casi desconocido político de segundo nivel que ocupaba la Alcaldía de Girona--, la mayor parte de los medios de comunicación tanto de ámbito catalán como nacional glosaron su trayectoria asegurando que era “licenciado en filología catalana”.

Nunca trascendió de dónde procedía esa información, pero ni el hoy prófugo de la justicia ni su entorno la matizó, pese a que, en realidad, el dirigente nacionalista únicamente había terminado el bachillerato. Crónica Globaldestapó el malentendido, pero el protagonista no recibió reproches ni críticas trascendentes, mientras que en su currículum oficial se zanjó el asunto con una referencia a sus “estudios de filología catalana”.


La ‘abogada’ Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también ha disfrutado de unos méritos académicos inmerecidos. En abril de 2011, cuando ejercía de portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), fue presentada como “abogada” durante una intervención suya en el programa de TV3 Singulars. Sin embargo, según admite en su currículum oficial, estudió filosofía en la Universidad de Barcelona, pero “me quedé a 30 créditos de la licenciatura”.


A pesar de que el programa fue un cara a cara de más de 40 minutos entre Colau y otro invitado, la activista no encontró ningún momento para desmentir o matizar las palabras del presentador, Jaume Barberà. Además, un faldón reiteraba el error en la pantalla asegurando que era “jurista”.

La ‘doctora’ Rahola
Uno de los casos más relevantes de currículums falsos es el de Pilar Raholay sus doctorados inexistentes. La exdiputada de ERC y exmiembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) alardeó durante años de tener dos doctorados, uno en filología catalana y otro en filología hispánica, pese a que no era cierto. Sus doctorados aparecían reflejados en su web personal, así como en diversos artículos suyos publicados en varios países y en algunos de sus libros. También fue presentada como doctora en filología en varios actos públicos sin que ella lo corrigiera.

En 2014, cuando Crónica Global destapó el engaño, Rahola rectificó rápidamente su currículum y dio unas vagas explicaciones. Pero ni siquiera dimitió del CATN, un órgano de la Generalitat creado por Artur Mas para promover la secesión de Cataluña, y cuyos informes han sido utilizados por el Tribunal Supremo en el proceso judicial contra los organizadores del intento de ruptura unilateral. Hoy, Rahola, sigue siendo un referente intelectual y moral del independentismo catalán.

La tesis doctoral de Marc Guerrero
En abril de 2016 estalló otro escándalo en torno a la tesis doctoral de Marc Guerrero, dirigente de CDC y líder del sector liberal del partido (de hecho, fue vicepresidente del Partido Liberal-Demócrata Europeo, ALDE, en representación de CDC). La Universidad de Barcelona inició los trámites para revisar su título de doctor en ciencias sociales después de que una comisión técnica de la universidad acreditara que el político copió literalmente varias páginas de un libro de Jaume Urgell; una parte, además, que se consideró fundamental en la estructura argumental de la tesis.

Un año y medio después, la universidad archivó el caso por considerar que había caducado --la tesis se leyó en 2008-- por una falta de diligencia de su escuela de doctorado. Una escuela que había sido dirigida hasta unos meses antes por Enric Canela, un conocido activista independentista de la órbita convergente. El caso pasó al olvido.

Junqueras y su tesis
En diciembre de 2012, el periodista Arcadi Espada denunció ciertas irregularidades en la tesis doctoral del entonces líder de ERC, Oriol Junqueras. Según Espada, un miembro del tribunal que le examinó denunció que su tesis doctoral (Economía y pensamiento económico en la Cataluña de la alta edad moderna, leída en la UAB en 2002), tiene “un número tal vez excesivo de páginas clavaditas a otras que se encuentran en el libro Historia Política y Económica de Cataluña. Siglos XVI al XVIII, de Jaime Carrera Pujal”.

La denuncia cayó en saco roto y Junqueras alcanzó la vicepresidencia de la Generalitat tres años después.

http://cronicaglobal.elespanol.com/...ulums-nacionalistas-catalanes_134339_102.html
 
Aquí nadie tiene vergüenza, joder!! Están podridos
Solo el currito harto de madrugar y hacer cuentas para llegar a fin de mes, rezando para que a su hij@ le den la beca o quitándose una cervecita aquí o una cenita allá para poder pagarle la carrera o un máster!!!

Pero claro, es que hemos vivido "por encima de nuestras posibilidades". No que a vosotros os han regalado los títulos y tenéis infinitamente más fácil conseguir un trabajo

Y lo que digo siempre: y de lo que no nos enteraremos jamás!!
 
Pablo Casado aprobó su máster sin saber quiénes eran sus profesores y sin hablar jamás con ellos


El vicesecretario del PP asegura a eldiario.es que nunca conoció ni habló con los docentes de las cuatro asignaturas que le quedaron tras convalidar las otras 18 de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos

Casado asegura que las aprobó por medio cuatro trabajos que el mismo decidió "fijándose en el título de las materias"; sacó cuatro sobresalientes

Una vez hechos esos trabajos, según su versión, Casado los entregó a nadie en concreto "en los despachos que tiene en la Universidad Enrique Álvarez Conde", el máximo responsable del master de Cifuentes, hoy suspendido por la URJC e investigado por la Fiscalía

Gonzalo Cortizo / Raquel Ejerique
45 comentarios

15/04/2018 - 20:58h
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Casado muestra toda la documentación de su máster, que hizo para un doctorado EFE

El "posgrado en Harvard" de Pablo Casado fue un curso de cuatro días en Aravaca
Después de su hinchado periplo americano con sus supuestos "posgrados" de entre cuatro y diez días, Pablo Casado se apuntó al Máster de Derecho Autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid con el objetivo de iniciar un doctorado. Su motivación, "tener una salida profesional" al margen de la política. Lo inició en 2008 y lo acabó, según su versión, con cuatro trabajos que sumaban unos 90 folios y sin ir nunca por clase.

El organizador de máster, según admite el propio Casado, era el mismo que el de Cristina Cifuentes: Enrique Álvarez Conde, un catedrático que hoy está siendo investigado por la Fiscalía tras admitir que se falsificaron actas del trabajo fin de máster de la presidenta de Madrid. La Universidad Rey Juan Carlos lo acaba de apartar de la dirección del Instituto de Derecho Público, tras detectar numerosas irregularidades. Casado realizó su máster en este mismo instituto universitario.


En el expediente de Pablo Casado, vicesecretario y diputado del PP, no se ha detectado ninguna manipulación de notas como en el caso Cifuentes, pero la obtención de su título es también irregular por el sistema de convalidación y el modo de aprobar las asignaturas que le quedaban pendientes. Se sacó este título por una vía rápida que no suele existir para el resto de estudiantes de la universidades públicas españolas.

El propio Pablo Casado ha reconocido en rueda de prensa que convalidó 18 de 22 asignaturas, que no asistió a ninguna lección y que tampoco se examinó de las cuatro materias que tenía que aprobar. Sin embargo, estas no son las únicas anomalías.

Posteriormente, a preguntas de eldiario.es, Casado también ha admitido que no conoció a sus profesores, que son quienes tendrían que haber aceptado, individualmente, que cambiara las pruebas finales por trabajos sin asistir a clase. Esos mismos profesores con los que Casado nunca pactó nada son también quienes tenían que haber puesto los requisitos de esos trabajos, no Enrique Álvarez Conde. "No sé quiénes eran los profesores, no los conocí ni hablé con ellos", asegura Casado a eldiario.es.

Todas las fuentes universitarias consultadas, profesores y personal de administración de la URJC y de otras universidades públicas, coinciden en que es un procedimiento absolutamente irregular. Es con el profesor de cada asignatura, no con el director del máster, con quien se puede pactar un itinerario tan excepcional como este. Es más, para poder no asistir nunca a clase no basta siquiera con el permiso del profesor. Hay que tramitar un proceso regulado, la dispensa académica, que se concede en pocas ocasiones y que Casado ni pidió ni obtuvo.

En el caso de Pablo Casado, fue suficiente una conversación con el director del máster, Enrique Álvarez Conde, para tener absoluta flexibilidad en las cuatro materias pendientes. Como no han trascendido los nombres de los compañeros de curso ni de los docentes de ese año, eldiario.es no ha podido constatar si fue un trato de favor individual o si Álvarez Conde aplicó este mismo método –cuatro trabajos sin éxamenes– a otros licenciados en Derecho que cursaron ese mismo máster.

Casado asegura que entonces era "un veinteañero absolutamente anónimo". Y es cierto que en 2008 no era tan conocido como hoy, pero ya tenía responsabilidades políticas importantes. Al igual que Cristina Cifuentes cuando se matriculó en su máster, Casado también era diputado en la Asamblea de Madrid por el PP. También era presidente de Nuevas Generaciones del partido en Madrid, que entonces lideraba Esperanza Aguirre.

Además de un pacto de no asistencia a clases en el que los docentes se quedaron fueran, Casado tampoco negoció con ellos los contenidos de los trabajos, ya que él mismo admite que nunca habló ni conoció nunca a ninguno de esos profesores.

¿Quién le dio las pautas?
Sin nadie de referencia que le diera unas pautas o una exigencia, ¿sobre qué hizo los trabajos? ¿con qué extensión? ¿con qué profundidad? ¿Quién y con qué criterios certificó esos sobresalientes? Casado responde que usaba como guía el título de cada una de las asignaturas que tenía que aprobar. "Cogí el título de la asignatura e hice los trabajos". Y con el nombre de la materia tuvo suficiente para hacerlos. Sin consultar a los profesores que legalmente debían calificarlo porque, recalca, ni siquiera los conoció.

Una vez acabados estos proyectos, no los remitió a alguien en concreto. Según su versión, los dejaba en las dependencias de Álvarez Conde , en el campus de Vicálvaro, donde tienen la sede tanto los servicios de posgrado de la URJC como el, ahora bajo vigilancia, Instituto de Derecho Público . "Los dejaba en los despachos que tenía el instituto, aunque no exactamente a Álvarez Conde, a él lo vi muy pocas veces y le hablaba de usted".

El Instituto de Derecho Autonómico de la URJC, en realidad, solo tiene un único despacho: el de Álvarez Conde. Aunque tiene personalidad jurídica propia, y hasta su propio CIF, no tiene sede como tal, más allá de la oficina de este catedrático.

Preguntado por este sistema tan anómalo, Casado niega que el catedrático Enrique Álvarez Conde le ofreciera una autopista fácil para aprobar el máster. Sin embargo, si se hubiera seguido el funcionamiento habitual, el político del PP debería haber ido a clase y haber hecho un examen. Si no, debería tener una dispensa académica extraordinaria. O, al menos, haber llegado un acuerdo con cada profesor, que le habría puesto tareas concretas, y haber entregado sus trabajos al docente de cada materia, que supuestamente los habría corregido y devuelto con una nota final o con correcciones. Nada de esto, de lo más estricto a lo más flexible, sucedió.

Pablo Casado, a la primera entrega, sin pactar contenidos o extensión, sin haber hablado en su vida con los expertos docentes, logró cambiar exámenes por trabajos y aprobar con la mejor nota: sobresaliente en todo. Acertó plenamente con el contenido pese a que jamás habló con quienes supuestamente le evaluaron, según su versión de los hechos.

Según el relato del dirigente del PP, "no parecía excepcional que los 20 créditos no convalidados fueran con cuatro trabajos de investigación en la línea de los cursos de doctorado".

Los trabajos, que mostró hace unos días, no presentan sello alguno. Según su versión, son unas copias informáticas que conservaba en un viejo portátil y que imprimió hace unos días en las oficinas centrales del Partido Popular, en donde encargó que se los encuadernaran en canutillo. Casado se fotografió con ellos en rueda de prensa pero no los ha hecho públicos, ni los ha distribuido.

Convalidaciones irregulares
Tampoco sucedieron de manera normal las convalidaciones. Casado convalidó el máximo permitido (40 créditos), pero el procedimiento fue también irregular. El decreto que aplicaba en aquel momento y que aporta a eldiario.es el propio Casado como prueba especifica que " el alumno deberá indicar, en todo caso, cuáles son las asignaturas del Máster cuyos créditos solicita que le sean reconocidos". Esa es la manera legal de hacerlo, también en los procedimientos actuales. El alumno solicita una convalidación, dice en qué asignatura quiere conmutar y aporta la prueba de que ese conocimiento ya lo tiene cursado y aprobado.

Sin embargo, una vez más, para Pablo Casado fue distinto. Según él mismo relata, simplemente aportó su expediente académico en la Licenciatura de Derecho y tramitó por el registro de la URJC una solicitud de convalidación, sin detallar qué asignaturas solicitaba ni a cambio de qué conocimientos en concreto. Como resultado, la comisión de adaptaciones y convalidaciones del Rectorado convalidó 18 de las 22 asignaturas. Es decir, no fue él, sino la propia Universidad, la que decidió qué asignaturas convalidarle. Esta convalidación está firmada por quien entonces era el vicerrector de estudiantes, Fernando Suárez, que años después llegó rector y acabó cayendo en desgracia por sus numerosos plagios.

Casado también solicitó la devolución de 600 euros porque los créditos de materias convalidadas son más baratos que los normales porque no requieren ni exámenes ni clases. La URJC se los devolvió, según ha podido comprobar eldiario.es ya que Casado ha mostrado el documento. Añade que es una prueba de que todo fue correcto porque "en el caso de que las convalidaciones hubieran sido un favor, no iba encima a reclamar el dinero, obviamente".

Otra duda es cómo pudo Casado conmutar tantas materias tan específicas en derecho local y autonómico con asignaturas generalistas de una carrera de Derecho. Casado no sabe contestar puesto que, argumenta, él no participó en ese proceso de convalidación. "Lo hizo la Universidad", apostilla.

En conversación con eldiario.es, Pablo Casado ha asegurado que las instrucciones de la Universidad Rey Juan Carlos permitían beneficiarse de convalidaciones sin más requisito que enviar un escrito solicitando el máximo "que la legislación en vigor permita" y acompañarlo de una copia del título universitario. Gracias a esa gestión, asegura que se evitó tener que cursar 40 de los 60 créditos de los que constaba el máster.

La Universidad Rey Juan Carlos anunció la pasada semana que también ha abierto una investigación por el máster de este alumno sin que de momento haya trascendido el contenido de la misma.

https://www.eldiario.es/politica/Pablo-Casado-trabajos-profesores-convalidaciones_0_760124315.html
 
Los daños del falso máster de Cifuentes: proyectos parados, miedo a menos matrículas y alumnos desprestigiados


"En lugar de llamarnos Universidad Rey Juan Carlos nos van a identificar muy bien: vamos a ser ‘la de Cifuentes’", lamenta la profesora Begoña Soto

Varios docentes afirman que hay algunos proyectos paralizados a la espera de la resolución de las investigaciones de la universidad y la Fiscalía

Los estudiantes tienen miedo a que sus títulos se desprestigien: "Cuando vas a una entrevista no es lo mismo si llegas con un título de una universidad 'limpia', al menos de puertas para fuera, que si vienes de la Rey Juan Carlos"

Marta Barandela / Álvaro Medina
15/04/2018 - 20:58h
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Los estudiantes de la URJC exigen la dimisión de Cifuentes en el campus de Vicálvaro.

"Han convertido esta universidad en el basurero académico del PP": indignación entre docentes de la Rey Juan Carlos
"Nos preocupa que nuestro trabajo, que es extraordinariamente honesto y duro por parte de la gente de la universidad, esté en tela de juicio". La frase, pronunciada por el catedrático Adrián Escudero a la salida de la reunión del Consejo de Gobierno de la URJC, resume el sentir de gran parte del personal docente ante el futuro que espera a la Universidad tras desvelar eldiario.es las irregularidades en el máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

No solo profesores: los alumnos han llevado a la calle su temor a que su futuro se vea afectado en diferentes protestas durante estas semanas. Fueron ellos, de hecho, los primeros en denunciar ante la Fiscalía los hechos el pasado 22 de marzo, solo un día después de la información de eldiario.es y más de dos semanas antes de que su rector, Javier Ramos, hiciese lo propio el pasado 6 de abril.

Entre el personal docente argumentan que las repercusiones que puede tener el caso difieren dependiendo del área o el departamento, aunque coinciden en reconocer que ya hay proyectos parados: "A mí todavía no me ha pasado, pero me consta que hay compañeros a los que les están poniendo proyectos en ‘ stand by’ a la espera de la resolución final de todo esto", explica a eldiario.es una profesora doctora de la URJC, que pide no revelar su nombre. La docente afirma que la preocupación se ha extendido porque en el sistema de promoción del profesorado se miden los méritos curriculares –número de publicaciones, proyectos de investigación...– que podrían verse afectados si se relaciona el escándalo con la Universidad: "Hay una gran preocupación porque cuando tú investigas, publicas o das una conferencia, te llevas contigo el nombre institucional. Es que eres profesor". "Se identifica la parte por el todo. Por lo tanto, sí, es tremendo. Estamos pasándolo mal. Para el profesor que trabaja y se esfuerza esto es un tsunami", insiste.

Adrián Escudero, catedrático de Ecología y miembro del Consejo de Gobierno de la URJC, matiza que "algunos grupos o áreas" pueden verse más afectados que otros y no cree que la repercusión vaya a ser inmediata, sino en un futuro intermedio. "En algunos grupos donde la conexión con la empresa es más directa porque hacen investigación aplicada o más próxima al tejido productivo sí que he oído a compañeros que algún patrocinador o proyecto está paralizado esperando a ver qué pasa, porque la gente tiene dudas", explica. Sin embargo, cree que en su caso (el área de Biodiversidad y Conservación) no habrá grandes consecuencias porque acuden a "convocatorias de carácter competitivo, tanto a nivel nacional como europeo, y eso depende de la cantidad de dinero que quieran meter". Y añade: “En el plano de atracción de recursos humanos, en el que nosotros hemos sido hasta ahora muy atractivos con gente de toda Europa que viene aquí, la gente se puede pensar si puede ser penalizado en su valoración curricular el hecho de que hayan estado en un centro como el nuestro... Eso creo que puede ser grave. Pero estamos hablando de plazos un poco más largos".

Begoña Soto, profesora en la facultad de Comunicación, afirma en conversación con eldiario.es que "no es solo la reputación de la URJC la que se ha visto afectada, sino la de la universidad pública". Explica que la Universidad depende "en gran medida" de contratos de investigación a todos los niveles, tanto con el sector público como con empresas privadas, y espera que a nivel de investigación académica no afecte a la institución: "En España estamos en pleno foco mediático, pero quiero pensar que en el extranjero no es tanto así. Me gustaría pensar que una investigación se mide por su calidad y no por el nombre de quién la hace o la universidad a la que pertenece". Otra doctora lamenta la sobreexposición de los docentes tras destaparse el escándalo y lo ejemplifica con el caso de la profesora del máster de Cifuentes que escribió una carta a la presidenta madrileña: "Es una docente con una trayectoria profesional muy consolidada y está desbordada. Esta es una situación injusta porque nos lleva por delante a todos".

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Estudiantes se manifiestan frente a la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid para exigir a Cifuentes que dimita. | Diana Fresno

Sobre cómo afectará el escándalo del máster a los alumnos que estudian en la URJC, Soto se muestra pesimista: "Espero que no sea así, pero es difícil de creer que esto no les vaya a afectar". "Al final en lugar de llamarnos ‘Universidad Rey Juan Carlos’ o confundirnos con otras instituciones con nombres de reyes, como la Carlos III, nos van a identificar muy bien: vamos a ser ‘la de Cifuentes’", cuenta Soto.

Los alumnos y las alumnas de la Rey Juan Carlos no están contentos. Durante las últimas dos semanas, los estudiantes se han manifestado en el campus de Vicálvaro y frente a la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid para exigir la dimisión de Cristina Cifuentes e intentar luchar por el prestigio de unos títulos que ellos sí están sacando con mucho esfuerzo y dinero.

A pesar de que el rector, Javier Ramos, pidiese al Consejo de Estudiantes que trasladasen la necesidad de estar orgullosos de estudiar en esta institución, a ellos se les hace difícil luchar, no sólo contra el máster falso de Cifuentes, sino también contra los plagios de su anterior rector, Fernando Suárez, y con casos como lacontratación ilegal de Margarita Cifuentes, hermana de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Celia ya ha podido comprobarlo. Está buscando prácticas curriculares y han sido varios los comentarios que ha tenido que escuchar en las entrevistas cuando llegaban a la línea de sus estudios. Según relata, al ver su universidad de procedencia, la reacción es la misma: "‘¡Ah! ¿Dónde Cifuentes?'". "Es un tema muy mediático, todo el mundo está hablando de ello y cuando vas a una entrevista no es lo mismo si llegas con un título de una universidad 'limpia', al menos de puertas para fuera, que si vienes de la Rey Juan Carlos”, afirma Celia.

Miembros de la delegación de la Facultad de Jurídicas y Sociales cuentan a eldiario.es que tienen constancia de varios alumnos que, estando a punto de comenzar prácticas en alguna empresa, estas se han echado atrás rechazando tener relación con la Universidad Rey Juan Carlos, según su relato.

Muchos de los estudiantes eligieron cursar sus carreras en la URJC por su gran oferta de dobles grados. Si querían tener estas titulaciones, la universidad madrileña era su única opción. Es el caso de Noelia, alumna de primero del Doble Grado en Ciencias Políticas y Gestión Pública con Periodismo. Noelia traslada la indignación que existe en las aulas, que algunos alumnos intentan camuflar con bromas. Sin embargo, desde que estalló el escándalo del máster, ha tenido que aguantar varios comentarios sobre sus estudios, sobre todo de personas ajenas a la institución. Ante una propuesta de planes con amigos y no poder debido a tener que estudiar, uno de ellos le reprochó: "mucho no tendrás que estudiar estando en esa universidad".

Lo mismo le ha sucedido a Ángel, estudiante de doble grado de Periodismo y Ciencia Política, que se ha enfrentado demasiadas veces a comentarios “en tono de broma” del tipo de "¿tus dos carreras te las van a regalar también?", según cuenta a eldiario.es. Elena, que estudia tercero de Ciencias Políticas y Derecho, se encuentra en la misma situación: "¿A ti también te están regalando el título?". El problema, dice Ángel, es que "las bromas van calando y el desprestigio, al final, va a ser real".

Temor a un descenso de matrículas en junio
El primer termómetro para medir la repercusión del caso Cifuentes en la Universidad llegará dentro de dos meses, en junio. A principios de ese mes se abrirá el periodo de preinscripción para los futuros estudiantes en el curso 2018/2019 y se podrán poner cifras reales a la repercusión del caso.

El número de alumnos matriculados en las 345 titulaciones que se ofertan en la URJC -entre ellas, 61 grados, 76 másteres y 81 dobles grados- es actualmente de 45.000. Es la segunda universidad de la Comunidad de Madrid con más estudiantes matriculados y los profesores manifiestan su preocupación por que las cifras puedan descender: "Creo que se van a resentir las matrículas de los másteres, que sobreviven dependiendo de la demanda de alumnos que tienen", expresa Begoña Soto. Coincide Adrián Escudero: "Creo que va a ser impepinable. En las matrículas de este año se notará en máster y en entrada de alumnos de doctorado. En un plazo medio ese va a ser un hándicap".

https://www.eldiario.es/politica/consecuencias-master-falso-Cifuentes_0_760125066.html
 
El caso Casado


Ahora ya saben por qué les gusta tanto la enseñanza privada; porque, con dinero, puedes comprarte los títulos que quieras

En la pública no; para obtener un titulo que no mereces debes cometer uno o varios delitos

Antón Losada
15/04/2018 - 20:43h
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Mientras la muchachada de naranja se arrastra por las televisiones y radios poniendo su aire más digno mientras le suplican a Mariano Rajoy que les resuelva la contradicción que tienen en Madrid, donde no pueden seguir apoyando a Cristina Cifuentes pero tampoco pueden votar con Podemos; mientras el presidente se entretiene dando a entender un día que tiene la cabeza de Cifuentes lista para el sacrificio y al siguiente brindándole todo su apoyo con su ya mítico abrazo mariano, llama y bastante la atención esa benevolencia usada para despachar el escandaloso asunto del currículo inventado de Pablo Casado, el hombre que no se quiere acordar de la Guerra Civil ni de si iba a clase o no.

Cierto es que Casado no ha caído en la desfachatez de inventarse una coartada como Cristina Cifuentes, pero también resulta cierto que ha hecho algo más que inflar su pedigrí académico. Apuntarse a un cursillo, aunque sea pagándolo a precio de oro, no es lo mismo que hacer un posgrado y un doble licenciado como Pablo Casado lo sabe de sobra.

Cierto es que Casado reaccionó con mas inteligencia y rapidez que una Cristina Cifuentes que se dejó guiar por la misma insolvencia y frivolidad que ha marcado su carrera política. Casado no presentó papeles reconstruidos pero aquellos que enseñó no valen de mucho, ni prueban algo. Es más, mintió de manera evidente. Para justificar que se le convalidara prácticamente todo el master invocó sus supuestos y exigentes posgrados en Harvard o Georgetown, sabiendo perfectamente que ni son posgrados, ni tienen validez alguna en un proceso de convalidación que, por cierto, solo fue capaz de acreditar con un certificado firmado por un vicerrector carente de competencia para acreditar la validez de sus convalidaciones.

Si quiere que le tomemos en serio debe presentar el correspondiente certificado del área de Ordenación Académica de la URJC, el único documento que puede dar fe válidamente de un expediente de convalidación. En cuanto a los trabajos que no dejó ni mirar, existen media docena de webs donde pueden ustedes descargarse los trabajos que quieran y sobre aquellos que gusten ahora mismo.

Y aún queda un detalle final incluso más llamativo. El caso Cifuentes ha provocado una oleada de infundios contra una universidad pública que pasa cada año exhaustivos controles de calidad autonómicos y estatales. Paradójicamente, la constatación de que el currículo de Pablo Casado, y unos cuantos dirigentes populares más que ya han corrido a limpiar los suyos, se halla infestado de titulillos y cursillos de pomposo nombre, expedidos previo sustancioso pago por un desfile interminable de centros privados y supuestas escuelas de negocio, no ha provocado que empecemos a hacernos preguntas sobre el verdadero escándalo que infesta la educación superior en España: la manada de centros y escuelas de negocio que subastan y venden títulos al peso y al mejor postor, títulos sin ningún control o rigor académico que permiten a quien los paga jugar a ser doctorado o posgrado por las mejores marcas universitarias del mundo; cuando en realidad solo han hecho un cursillo de unas horas que la universidad de referencia seguramente ni conoce, ni valida, o que se ampara en algún convenio de colaboración que no pasa de ser una mera declaración de intereses.

Ahora ya saben por qué les gusta tanto la enseñanza privada. Porque en la privada, con dinero, puedes comprarte los títulos que quieras. En la pública no. Para obtener un titulo que no mereces debes cometer uno o varios delitos.

https://www.eldiario.es/zonacritica/caso-Casado_6_761233877.html
 
Mis alumnas y alumnos de máster


Año tras año, como tutora de Trabajos de Fin de Máster, he visto a alumnas y alumnos que han invertido sus ahorros, que han pedido un préstamo o que son financiados por familias sin grandes recursos para poder pagar sus estudios

Recordando las caras, los nombres y las vidas de mis alumnas y alumnos, su trabajo y su ilusión, mi respeto hacia ellos se multiplica tanto como el desprecio y la indignación que me provocan quienes los humillan con su estafa

Ruth Toledano
15/04/2018 - 20:43h
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Rajoy y Cifuentes en una imagen de archivo. EFE

Hubo un tiempo en el que hacer un máster era síntoma de estatus: económico, social y académico. Un máster lo hacía la gente acomodada, generalmente fuera de España, se suponía que con un currículo más o menos brillante. El máster era la guinda que coronaba un pastel ya privilegiado. Quienes volvían con un máster de Estados Unidos o de Inglaterra tenían allanado un camino profesional que venía trazado desde las buenas familias, los buenos colegios, las buenas carreras y, se suponía, los mejores estudiantes de todo ello.

Cuando las carreras y los currículos académicos dejaron de ser suficientes para quienes no disponían de privilegios sociales y económicos, cuando las salidas profesionales empezaron a escasear, cuando salir de la Universidad española con un título bajo el brazo empezó a ser sinónimo de camarera o teleoperador, comenzaron a surgir másteres en España y se convirtieron en una necesidad postgrado. Por un lado, el alumnado se vio abocado a engrosar su currículo si pretendía optar a las pocas oportunidades laborales que el mercado le ofrecía: si ahí afuera había que competir duramente por lo poco que había, llevaría ventaja quien tuviera un máster frente a quien careciera de él. Por otro, un alumnado sin expectativas a corto y medio plazo de encontrar un trabajo relacionado con sus estudios pasaba directamente a un máster al terminar la carrera para, al menos, seguir formándose y no dar un parón a su vida que podía alejarlo del horizonte cualificado al que había aspirado tras muchos años de estudio.

Como tutora de Trabajos de Fin de Máster (TFM) me he relacionado con muchos alumnos y alumnas y he conocido de primera mano las circunstancias en las que hacen su máster. La mayoría son personas que a lo largo de un curso académico realizan un enorme esfuerzo por sacarlo adelante. Año tras año, he visto a alumnas y alumnos que han invertido sus escasos ahorros, que han pedido un préstamo bancario o que son financiados por familias sin grandes recursos para poder pagar el máster. Año tras año, he visto alumnas y alumnos que cada viernes han viajado a Madrid desde cualquier punto de España (incluso desde Londres, sufragando los gastos con su trabajo) para asistir a clase esa tarde y la mañana del sábado: viernes tras viernes han llegado a clase arrastrando un troley con una muda y muchas ilusiones.

Año tras año, he visto alumnas y alumnos que se han trasladado desde otros países (principalmente, de Latinoamérica) a vivir con lo justo en Madrid para poder cursar el máster. Año tras año, he visto alumnas y alumnos justificando sus faltas de una asistencia que es obligatoria. Año tras año, he visto alumnas y alumnos que han peleado por adaptar sus horarios de trabajo para poder asistir a clase los viernes por la tarde, así como personas que han visto truncada su ilusión de cursar el máster porque no han conseguido que sus empresas les den ese permiso o les concedan esa reducción. Año tras año, he visto alumnas y alumnos compaginar, no solo esos trabajos, sino también el cuidado de hijos y otras obligaciones con las clases de máster, las tutorías, los ejercicios de cada asignatura, las prácticas externas y, sobre todo, la elaboración de un Trabajo de Fin de Máster exhaustivo, riguroso, que exige y garantiza la especialización. Año tras año, he asistido desde el tribunal a los nervios de su defensa, al ahínco por destacar y obtener nuestro reconocimiento, a propuestas correctas, interesantes, buenas y otras, muy gratificantes, asombrosas por su calidad. Son siempre meses de una entrega por parte del alumnado que, en la mayoría de los casos, tal y como están las cosas, supone un gran sacrificio personal.

En los últimos días he pensado mucho en todas esas alumnas y alumnos de los que he sido tutora. He recordado caras y nombres, he recordado vidas que me fueron contando, he recordado la brillantez de algunas, el tesón de otros, los obstáculos, las ganas. Los he recordado con cariño y admiración, y he sentido mucha rabia y tristeza por ellos. He comparado el esfuerzo que lleva detrás cada uno de sus títulos con el fraude que conllevan los títulos de Cifuentes, Casado y otros miembros del Partido Popular, y me ha indignado la injusticia de esa desigualdad.

Poco queda por decir acerca de las reacciones internas que ha suscitado el escándalo de esos máster, pues nos sobrepasan las mentiras, el deshonroso enrocamiento en la falsedad, el ruin aferramiento al poder, el cierre de filas ante la estafa, los cálculos partidistas que se realizan con hechos delictivos, la estrategia de hacer tiempo para que la enfermedad aguda se cronifique, se enmascaren los síntomas con la vorágine de otra actualidad, se empolven las pruebas en el armario de la costumbre o del hartazgo. Lo que importa ya no es tanto qué va a pasar con Cifuentes o con Casado, si van a seguir ocupando sus cargos públicos y políticos, si van a seguir gozando del respeto y los privilegios inherentes a esos cargos.

Lo que importa es que, en la pretensión del encubrimiento de esos títulos falsos, amañados o engordados, en el aplauso que los impostores han recibido de los suyos, en ese apretar de dientes y aferrarse al minutero hasta que el jefe considere debilitada la crisis, dé su beneplácito al engaño y espere a que cada cual caiga por el peso de su propia porquería (como al final ha hecho Rajoy), lo que importa, digo, es el desprecio que en cada uno de esos pasos se ha demostrado por los alumnos y las alumnas de la comunidad universitaria española. Los gobiernos del PP no solo les han dejado casi sin futuro profesional, no solo les han dibujado un horizonte laboral precario, no solo les han exprimido las expectativas de crecer y les han robado la hucha de las que serían sus pensiones, sino que les han dicho: sois idiotas. Os habéis dejado la piel invirtiendo tiempo, dinero y esfuerzo en vuestros estudios de posgrado: sois idiotas.

Recordando las caras, los nombres, las circunstancias y las vidas de mis alumnas y alumnos de máster, su trabajo, su capacidad, su inteligencia y su ilusión, mi respeto hacia ellos se multiplica tanto como el desprecio y la indignación que me provocan quienes los humillan con su estafa. No, mis alumnas y alumnos no son idiotas. Lo que son es víctimas, como toda la sociedad española, de unos gobiernos indecentes que se ríen de la excelencia, que se jactan de la desigualdad de oportunidades, que se aprovechan de sus priviliegios y se burlan de la ciudadanía. Mi alumnos y alumnas son víctimas de unas urnas que han dado al Partido Popular (y acaso algunos de esos votos fueran suyos o de sus familiares) patente de corso para desmantelar las bases y pilares de nuestro sistema social. En esas bases y pilares están las personas que representan la verdadera cultura del estudio, del conocimiento, del trabajo, de la formación. Personas como mis alumnas y alumnos de máster.

https://www.eldiario.es/zonacritica/alumnas-alumnos-master_6_761233882.html
 
:ROFLMAO::LOL::LOL: Los de la moción de censura por falsear currículums

Política
Puente reconoce que el máster de su currículum es un curso
El portavoz del PSOE y alcalde de Valladolid obtuvo una titulación en Dirección Política en 1992 impartido por la Fundación Jaime Vera, pero reconoce que no es un máster de posgrado



El portavoz del PSOE y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, se ha visto también salpicado por el «mastergate». Y es que, según informa Okdiario.es, el regidor vallisoletano señala en su currículum que obtuvo un «máster» en Dirección Política en el año 1992 impartido por la Fundación Jaime Vera vinculada a su partido, cuando se licenció en Derecho en 1993.

En las explicaciones que se han aportado desde el Consistorio vallisoletano reconocen que dicho «máster» está «totalmente al margen de la carrera universitaria» de Óscar Puente y que «nada tiene que ver con un posgrado». Además, aseguran que esa formación fue cursada «simultáneamente» a su licenciatura de Derecho en la Univerdidad de Valladolid

Especifican también que en la titulación se habla de «curso-máster» de formación no reglada y explican que no está vinculado al Derecho. Si bien en el currículum que aparece publicado en la página web de su formación política únicamente se habla de «máster».

Varios miembros del PP han solicitado ya explicaciones Óscar Puente en plena polémica por el caso Cifuentes. Así, el presidente de los populares en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha apuntado que «dar explicaciones nunca viene mal» y ha advertido de que el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, «dio explicaciones desde el primer momento» en cuanto a su formación.

Por otra parte, el portavoz del Grupo Municipal Popular, José Antonio Martínez Bermejo, ha considerado que «es el momento» de que Óscar Puente salga «a dar explicaciones» y contar «cuál era el contenido del máster, en qué consistía, que duración y por qué pudo obtenerlo antes de ser licenciado».

El edil popular ha recalcado que ese hecho «choca un poco con la normativa actual del Plan Bolonia», si bien este sistema se acordó en el año 1999, seis años después de que Puente se licenciara, informa Ep.

Martínez Bermejo ha incidido en que, ante la situación de «confusión nacional» que se vive en España por las titulaciones de máster de algunos representantes políticos, «lo importante» es que Puente «dé explicaciones como han hecho otros políticos cuando se les ha requerido por este tema».

http://www.abc.es/espana/castilla-l...er-curriculum-curso-201804161423_noticia.html
 
Cospedal realizó un curso de posgrado con el catedrático responsable del falso máster de Cifuentes


La ministra de Defensa realizó un curso que contaba con Enrique Álvarez Conde como docente, según publica El Español

No llegó a terminar los estudios porque no tenía "el tiempo que requiere una tesis", según explican las fuentes de su entorno citadas por este periódico

La URJC suspendió al responsable del máster de Cifuentes el pasado viernes

eldiario.es
15/04/2018 - 22:34h
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Cospedal en una imagen de archivo

La Universidad admite que el máster de Cifuentes funcionaba de manera "gravemente irregular"
La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se matriculó en 2001 en un curso de posgrado en la Universidad Rey Juan Carlos que contaba como docente con Enrique Álvarez Conde, director del Instituto de Derecho Público responsable del máster en el que se matriculó la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, según ha publicado El Español.

Según las fuentes del entorno de Cospedal citadas por este periódico, no llegó a terminar el curso porque "no tenía el tiempo que requiere una tesis". Estuvo matriculada cuando era subsecretaria de Administraciones Públicas y, según esta publicación, tuvo entre sus profesores a Álvarez Conde, el mismo catedrático que ha reconocido haber dado orden de falsificar el acta del examen de Trabajo de Fin de Máster de Cristina Cifuentes. El rector de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Javier Ramos, decidió suspender a Álvarez Conde como director del Instituto de Derecho Público el viernes. No hay acciones, de momento, en cuanto a su puesto de catedrático universitario.

Este docente también fue el tutor del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, en el máster que realizó en 2008 y 2009 en la Universidad Rey Juan Carlos. Casado habría cursado un máster en Derecho Autonómico y Local, organizado por el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), el mismo centro que organizaría el máster que, años más tarde, obtendría Cristina Cifuentes de manera fraudulenta.

La URJC toma el control del Instituto y audita el resto
Tras constatar las irregularidades detectadas en el funcionamiento del Instituto de Derecho Público, y al margen del procedimiento iniciado por la Fiscalía, el rector ha anunciado la puesta en marcha de medidas para retomar "el control del funcionamiento" del organismo para esclarecer su gestión "académica y económica".

El Instituto de Derecho Público forma parte de la URJC, aunque goza de gran autonomía; tanta que llega a permitirle disfrutar de CIF propio. Al frente siempre ha estado Enrique Álvarez Conde. La investigación de eldiario.es sobre el título de Cristina Cifuentes ha desvelado una manera de actuar en el IDP en el que algunos alumnos podían obtener títulos con un esfuerzo académico escaso y los gestores del organismo conseguían más ingresos económicos.

En ese sentido, el rector ha abierto un expediente disciplinario a Álvarez Conde tras las irregularidades detectadas y después de que se haya negado a remitir la memoria de las actividades del Instituto, su gestión y sus cuentas a pesar de que se lo habían exigido. Álvarez Conde también ha sido suspendido en sus funciones como director del Instituto para evitar que interfiera en la investigación.

https://www.eldiario.es/sociedad/Co...ratico-responsable-Cifuentes_0_761174297.html
 
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