A mí es que la duda que se me plantea, es si será seguro, a día de hoy, comer algo que no hayamos manipulado nosotros mismos. Si no fuese por el miedo al virus, no me importaría pedir comida a alguna cadena para ayudar a los trabajadores (menos a restaurantes chinos, a eso ya he dicho que ni agua)Soy, por diversos motivos, extremadamente consciente de la realidad de la precarización constante del mercado laboral español en años y años, pero esto...esto me ha roto el alma:
Contratos a cero euros: “Ojalá me metan en el dichoso ERTE”
Repartidores de pizza se quedan sin cobrar ni el sueldo ni el paro porque trabajan por horas y, con el confinamiento, no han hecho ningunaelpais.com
Os reconozco que una de mis dudas existenciales durante toda esta crisis es si hacemos bien o mal no encargando alguna vez pizzas a domicilio. Partiendo de la base, os lo tengo que decir, que yo pizzas a domicilio pido más bien pocas veces al año en circunstancias normales: de mí ese gremio la verdad es que saca poco provecho, porque soy muy de hacer pizzas caseras, me encanta prepararlas a mi gusto controlando la calidad de ingredientes. En mi casa las pizzas de los sábados son "las de mamá", ni frescas de supermercado, ni congeladas; y sólo tres o cuatro veces al año nos da por llamar a por pizzas, imaginad la ganancia que les doy...
Pero suponía que estaría pasando justamente esto que denuncia el artículo. Los repartidores tienen contratos perfectamente legales, no viven de economía informal, pero sus condiciones son tan brutales que ahora mismo ni sueldo ni prestación por suspensión de contrato. Me parece terrible.