Ella y Nadia Calviño y el de los lingotes de oro miente muy bien todo un psicópata de libroMargarita Robles es de lo poquito que se salva de esta gentuza.
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Ella y Nadia Calviño y el de los lingotes de oro miente muy bien todo un psicópata de libroMargarita Robles es de lo poquito que se salva de esta gentuza.
Uff... estoy escuchando las noticias de fondo y se me está poniendo la sangre a punto de nieve con la estrategia esta nueva de los recuperados.
Estuve 2 días llorando por la sensación que se palpaba en urgencias, es algo indescriptible y me impactó tanto que mi psicóloga me ha estado llamando por teléfono. No estoy hablando sólo de los grupos de personas que ves pasar vestidas de amarillo acompañando camillas con personas casi inconscientes para ser trasladadas o ingresadas, no.
Las caras, los gestos, las miradas de la gente aparentemente sana, en la sala de espera, el silencio.
Dar los diagnósticos y la entrega de los informes en la misma sala de espera, ver y escuchar como a la persona que está sentada en la silla de al lado le comunican que va a ser ingresado en ese mismo hospital, o que será trasladado a otro hospital privado donde están derivando a los pacientes con neumonía en estado leve, y mirarnos entre todos pensando quién será el próximo al que se vengan a dirigir y a dónde lo enviarán o qué le dirán.
La gente hablando por teléfono con sus familiares, hijos, mujer, marido, padres, etc. haciéndose los fuertes, diciendo que estaban bien, que no les hicieran cena, que no los esperaran fuera pasando frío y volvieran a casa, haciéndoles parecer que no tenían miedo, pero despedirse con un: - Oye... que te quiero mucho. Con la voz cortada e intentando sonar lo menos alarmista y asustado posible. Verlos colgar y secarse las lágrimas. Bien porque se les viera realmente j*didos, bien porque tuvieran cáncer, por ejemplo por el caso del hombre que estaba sentado a mi lado y que no me saco de la cabeza, y sepan el riesgo al que se enfrentan. Otras que estaban aparentemente bien al llegar y a medida que pasaban las horas llegaban a desorientarse, una de ellas una mujer que se arrancó la vía, se puso la chaqueta e intentó salir a la calle diciendo que iba a buscar a su marido. Ni siquiera recordaba qué hacía ella ahí. No estoy hablando de gente ancianita, ni especialmente mayor. De hecho, en ese rango sólo hubo una durante las horas que pasé allí.
No sería capaz de describir el sentimiento y lo que se respiraba allí, aunque quiera no sé ponerle palabras. Por otra parte, me sentí orgullosa del lado humano que está aflorando en la gente. No había nadie que se levantase para una prueba y no le preguntasen todos al volver cómo había ido, qué le habían dicho, cómo se encontraba. Y no salió ni uno solo de los que estábamos allí sin que el resto desease suerte, ánimo, fuerza o dijera que todo iba a salir bien. O te tocara el brazo o un apretón de mano (con guantes).
La gente está muy jodida, lo siento mucho por quien necesite que le pinten de rosa y con mariposas esto para llevarlo mejor, pero poniendo purpurina y lazos a la mierda no deja de oler.
Igual que nunca pensé que diría esto, sobre todo en un hospital que de por sí está siempre saturado por norma general y del que me he quejado millones de veces de muchos de los que trabajan, pero, en esta ocasión, desde la recepción pasando por enfermeras, celadores, Dras, como quienes estuvieran en rayos, etc. TOD@S tenían un: cielo, corazón, cariño, y palabras similares para los pacientes y un trato extraordinariamente humano, con unas medidas de seguridad para ellos lamentable, por no decir casi inexistente.
Estoy hasta el mismísimo ya de los maquillajes y los lazos para lavar las caras, claro que tenemos que tener ánimo por nosotros y por los demás porque lo vamos a necesitar para salir de esta, pero por la campaña pastelosa de la que pretenden ser partícipes algunos , lo siento en el alma pero no paso.
Y ya está, lo siento pero si no lo digo me explota una vena importante.
No es que no lo haya limpiado, es que ni lo ha tocado, ni lo había visto antes de la entrega. Dice que mejor dejarlo ahí que andar preocupado con tanto recoveco.Como decías que no lo había limpiado, pensaba que era de segunda mano.
Si es nuevo, con dejarlo dos semanas sin tocarlo, si tenía virus, ya habrá desaparecido.
Gracias por lo de mi hermano.
Los primeros en cerrar la frontera... los marroquíes. Sociedades abiertas, my ass.Nos pasa por gilip*llas, hablando claro. Que aquí todos como país son muy solidarios, muy inclusivos, muy generosos y muy de todo lo que toque, pero a la hora de la verdad, todos saben cual es su casa y en qué bando juegan. Menos aquí, que el ser todo eso implica que el defender “la patria” sea de “fachas, fachos, faches, fachxs” y hay que ser muy muy muy bueno y comprensivo con todo el mundo menos con los tuyos. Así de simple.
Calviño miente mucho, mucho. Debería darle vergüenza.Ella y Nadia Calviño y el de los lingotes de oro miente muy bien todo un psicópata de libro
Si la mía si, es CantabriaDan informacion bastante detallada.
¿Lo hacen las otras comunidades?
Esto, en que ciudad es?En mi mercado cada vez que alguien deja un carrito lo desinfectan. Y han puesto unos separadores como de plexiglass entre lineas y entre cajeros y publico. Algo así:
Ver el archivo adjunto 1380478
Ya comenté esta noticia hace unas días cuando la leí por primera vez, pero es que me enerva la “desinformación” de los medios…Vamos, que dudais cada palabra que la prensa dice sobre España porque sabeis como está vendida al poder y, sin embargo, aceptáis sin un ápice de duda las falsedades que dicen de los USA, entre otras, ésta. Y no lo digo por tí específicamente, sino por la pauta general (que no absoluta) que observo entre las foreras.