En Italia, en un pueblo a 13 km de Bérgamo (entre Bérgamo y Como) llevan 3 semanas sin salir de casa. Confinamiento total. Sólo salen para ir al super y entran de 3 en 3. Y mira las cifras que tienen. Que la gente muere porque no tienen materiales en los hospitales, ni respiradores ni nada. Y llevan 3 semanas de encierro riguroso. Hablo de un Bérgamo, bueno de un pueblo grande al lado, y allí el confinamiento si ha ido en serio estas tres semanas. Y la curva no baja. Sin confinamiento sería ya la leche, supongo.
No quiero pecar de optimisma, pero aunque nos unan muchas características como países europeos y de una idiosincrasia semejante, hay hechos diferenciadores. Sinceramente creo (o quiero creer) que no vamos a llegar a esos números. Aquí va a haber muchos fallecidos, muchísimos, porque hay cuestiones de salud que ni el estado con la sanidad más avanzada del mundo puede solventar, somos seres mortales y cuando se llega a cierto deteriono, ni con respirador ni sin respirador. Creo sinceramente que Italia es un país de muchas cualidades, sobre todo en el tejido empresarial, pero a nivel político y todo lo que ello deriva, como la sanidad, es un auténtico desastre. Nosotros, con todos nuestros defectos, nos roben A o B, tenemos una mejor organización y una sanidad muchísimo mejor.