Corinna declaró que el rey emérito le dio 65 millones por "gratitud y por amor"

Después de reír , dan ganas de vomitar. Gentuza. Ahora va a resultar que la cortesana va a ser la que no ha mentido y la mas lista de todos . Ni Hacienda ni hijos ni nietos ni ná.

Ella se lo llevara crudo.


Todo depende de la investigacion y decision del tribunal suizo que le quiten parte del dinero a la amiga entrañable.
 
Siempre se ha dicho que se llevaba por delante a Campechano.
Pero seguro que hay más Pujoles que también tienen información y pruebas.
Si los Pujolettos son como setas y todos amigos entrañablemente intimos del campechano, hasta compartian ligues cuando los pujoletos tenian 10 añitos, precoces ellos , incluido ellas .
 
Todo depende de la investigacion y decision del tribunal suizo que le quiten parte del dinero a la amiga entrañable.



Es posible que la Hacienda suiza coja parte del botín...pero la española no creo que llegue a pillar ni un céntimo. Lo mejor dar una patada al posadero del farsante. Y largarlos para siempre.
 
@Valeriana , pa ti la perra gorda.

En el 80 yo era tan joven que no sabía ni que existía Pujol. Creo que incluso desconocía que existía Cataluña.

Empecé a trabajar a finales de los 90...
 
Crisis de Estado
  • Esta crisis era en buena medida previsible hace más de 30 años. Desde que salió a la luz el escándalo de las comisiones que Juan Carlos I obtenía por su intermediación en el comercio de petróleo con países árabes
9502338f-7c57-42fa-8b3e-d2d22df4146e_source-aspect-ratio_25p_0.jpg

Carlos Elordi

El rey Felipe VI en la playa de Las Canteras (Efe)
EFE
9 de julio de 2020 21:40h
0

¿Podrán Felipe VI y la institución monárquica superar la crisis que ha abierto el indecente comportamiento de Juan Carlos I? Esa pregunta atraviesa el panorama político e institucional español, también se la hacen en las cancillerías de todo el mundo y seguramente interesa a muchos ciudadanos bastante más que la marcha de la pandemia. Al menos en estos momentos. Sobre todo, porque hoy por hoy no hay respuesta a la misma. La monarquía y el entramado constitucional español se están jugando su futuro. Por eso, estamos en una situación de emergencia.

No existen soluciones milagrosas al problema terrible que ha creado la investigación del fiscal suizo Berzosa y la consiguiente apertura de un procedimiento en la fiscalía española que puede terminar con el procesamiento del monarca de la Transición. Que éste deje de tener su residencia oficial en La Zarzuela o que se le obligue a trasladarse a un país extranjero no sólo son salidas técnicamente muy complicadas y costosas. Sino que plantean un problema del que nada se sabe. El de si Felipe VI, que es quien habría de tomar esas decisiones, o la de quitarle la condición de miembro de la casa real, sería capaz de dar esos pasos sin arriesgarse a que su padre no las aceptara y contraatacara poniendo en riesgo la supervivencia del actual monarca.



Es cierto que existe la posibilidad de que los tribunales españoles decidan no procesar al rey emérito, y no porque no haya pruebas para acusarlo de graves delitos, sino porque consideren que la inmunidad le protege o porque esos delitos han prescrito. Pero en el punto en el que han llegado las cosas, cuando buena parte de la ciudadanía tiene muy claro que Juan Carlos I ha cometido desmanes por los que debería ser juzgado con severidad, si el Tribunal Supremo opta por esa vía provocaría un rechazo cuyas consecuencias serían más graves que las del juicio mismo.
Está claro en todo caso que la muerte natural del rey emérito, una persona de 82 años y aquejada de distintas dolencias, despejaría más incógnitas que cualquiera de las hipótesis hasta aquí mencionadas.

Pero como ese es un factor incontrolable, Felipe VI no tiene pues más remedio que cruzar los dedos y apretar los dientes. Con la esperanza de que todo el arco político e institucional le apoye en la complejísima andadura que tendría por delante. Porque prefieran ese apaño que provocar una crisis que sólo podría terminar con el fin de la monarquía y de la Constitución de 1978.

No es seguro que todos los partidos estén en estos momentos por esa labor. Para Unidas Podemos y para los nacionalistas catalanes y vascos sería un sapo muy difícil de tragar. Y sin su concurso, toda la eventual operación de rescate podría estar en cuestión. Una ardua negociación, en la que se barajarían cuestiones políticas fundamentales, será necesaria para buscar una solución a ese problema. La postración del país que ha provocado la pandemia y el drama económico y social que la acompañan tendría su papel en ese debate. Y aunque lo más probable es que actuaran como elementos disuasorios de aventuras rupturistas, tampoco está dicho que no propiciaran la salida contraria. La de aprovechar un momento dramático para cambiarlo todo.

La crisis de Estado que en estos momentos vive España era en buena medida previsible desde hace más de 30 años. Desde que salió a la luz el escándalo de las comisiones que Juan Carlos I obtenía por su intermediación en el comercio de petróleo con los países árabes. O desde que se orquestó el llamado 'chantaje al Rey', en el que participaron empresarios como Javier de la Rosa y Mario Conde, que luego terminaron en la cárcel, destacados periodistas de derechas y algunos aventureros políticos y que obligaron a una formidable operación de rescate dirigida por Felipe González y en la que Jordi Pujol tuvo un papel destacado.

En la base de dicho chantaje también estaba un tráfico ilícito de mucho dinero que tenía al monarca, siempre ávido de fondos, como protagonista. Muchos de los detalles de ese escándalo que tuvo en vilo a la política y a las instituciones por aquel entonces, se publicaron en los medios. Lo mismo ocurrió con el del petróleo árabe y con otros chanchullos que fueron salpicando la andadura del monarca, año tras año. Para llegar a los que provocaron su abdicación en 2012, también entonces en una situación de emergencia institucional.

Pero en ninguno de esos momentos alguien con fuerza para hacerlo se atrevió a proponer que se diera un paso más para acabar con esa dinámica. Los temores a provocar un derrumbe de la estructura institucional, que en el fondo, eran un reconocimiento de la debilidad de la misma, frenaron cualquier veleidad. Se criticaba en privado y se miraba para otro lado en público.

Y Juan Carlos, con una desfachatez digna de mejor causa, aprovechó ese estado de cosas para asegurarse la impunidad de cualquiera de sus actos. La primera vez que se rompió ese estatus fue cuando los tribunales de Mallorca decidieron procesar, y luego condenar, a su hija Cristina y a su yerno Urdangarín, por el escándalo Noos, cuyo éxito económico, formidable, sólo se entiende si Juan Carlos tuvo un papel protagonista en el mismo.

Felipe VI ha convivido con ese desmadre desde hace mucho tiempo. Es miembro destacado de la familia destinada a beneficiarse de los pingües beneficios de la corrupción del antiguo rey. Sólo en el último momento, cuando no tenía más remedio, ha decidido distanciarse de su padre. En marzo, en plena pandemia, anunció que renunciaba a una herencia de 65 millones de dólares colocados a su nombre en un paraíso fiscal. Sólo cuando The Telegraph denunció el chanchullo y seis días más tarde de que lo hiciera el fiscal suizo.

Esos datos no fortalecen precisamente su posición en estos difíciles momentos. A su favor, sin embargo, juega algo que también benefició siempre a su padre. La evidencia de que en estos momentos las principales fuerzas políticas, instituciones y organizaciones sociales, no son proclives a propiciar una caída de la monarquía, que sólo podría ser sustituida por una república que hoy por hoy sigue siendo un sueño.

Por ese motivo, y por un montón de cuestiones procedimentales, lo más probable es que Felipe VI salga de este entuerto. Pero no precisamente de una manera boyante. Con la popularidad muy tocada, con muchísimos españoles desconfiando de él. Pero así son las cosas en este desgraciado país. Que todavía tiene que hacer las cuentas con la manera en que salió de la dictadura franquista, mediante una Transición que cada año que pasa, sobre todo los últimos, demuestra ser mucho menos modélica de lo que dicen sus corifeos.



Con su hermana Cristina anduvo muy rápido para quitarle el título de duquesa de Palma. A ver si con su padre se atreve .....

Por otro lado, eso de la prescripción parece que no es así aunque nos lo quieran hacer tragar. Los delitos fiscales ""normales"" con Hacienda sí prescriben a los 5 años, pero si es delito fiscal AGRAVADO prescriben a los 10 años.

¿Que es delito fiscal agravado?

El agravado es aquel en que la cuantía de la cuota defraudada exceda de 600.000€ o se haya cometido la defraudación en el seno de una organización o de un grupo criminal. La prescripción sería a los 10 años y no a los 5.13 sept. 2019


El rey debiera haber declarado a Hacienda el dinero que recibió y la cuantía de su declaración hubiera superado esa cantidad.

Ahora bien, ya veremos ....
 
El rey está hasta arriba de :poop: pero el PP y PSOE con F. González y Aznar......no dejan hacer nada.
Felipe es carne de CHANTAGE

TODO APUNTA QUE AL SEXTO HAY QUE TAPARLE MUCHO
 
Crisis de Estado
  • Esta crisis era en buena medida previsible hace más de 30 años. Desde que salió a la luz el escándalo de las comisiones que Juan Carlos I obtenía por su intermediación en el comercio de petróleo con países árabes
9502338f-7c57-42fa-8b3e-d2d22df4146e_source-aspect-ratio_25p_0.jpg

Carlos Elordi

El rey Felipe VI en la playa de Las Canteras (Efe)
EFE
9 de julio de 2020 21:40h
0

¿Podrán Felipe VI y la institución monárquica superar la crisis que ha abierto el indecente comportamiento de Juan Carlos I? Esa pregunta atraviesa el panorama político e institucional español, también se la hacen en las cancillerías de todo el mundo y seguramente interesa a muchos ciudadanos bastante más que la marcha de la pandemia. Al menos en estos momentos. Sobre todo, porque hoy por hoy no hay respuesta a la misma. La monarquía y el entramado constitucional español se están jugando su futuro. Por eso, estamos en una situación de emergencia.

No existen soluciones milagrosas al problema terrible que ha creado la investigación del fiscal suizo Berzosa y la consiguiente apertura de un procedimiento en la fiscalía española que puede terminar con el procesamiento del monarca de la Transición. Que éste deje de tener su residencia oficial en La Zarzuela o que se le obligue a trasladarse a un país extranjero no sólo son salidas técnicamente muy complicadas y costosas. Sino que plantean un problema del que nada se sabe. El de si Felipe VI, que es quien habría de tomar esas decisiones, o la de quitarle la condición de miembro de la casa real, sería capaz de dar esos pasos sin arriesgarse a que su padre no las aceptara y contraatacara poniendo en riesgo la supervivencia del actual monarca.



Es cierto que existe la posibilidad de que los tribunales españoles decidan no procesar al rey emérito, y no porque no haya pruebas para acusarlo de graves delitos, sino porque consideren que la inmunidad le protege o porque esos delitos han prescrito. Pero en el punto en el que han llegado las cosas, cuando buena parte de la ciudadanía tiene muy claro que Juan Carlos I ha cometido desmanes por los que debería ser juzgado con severidad, si el Tribunal Supremo opta por esa vía provocaría un rechazo cuyas consecuencias serían más graves que las del juicio mismo.
Está claro en todo caso que la muerte natural del rey emérito, una persona de 82 años y aquejada de distintas dolencias, despejaría más incógnitas que cualquiera de las hipótesis hasta aquí mencionadas.

Pero como ese es un factor incontrolable, Felipe VI no tiene pues más remedio que cruzar los dedos y apretar los dientes. Con la esperanza de que todo el arco político e institucional le apoye en la complejísima andadura que tendría por delante. Porque prefieran ese apaño que provocar una crisis que sólo podría terminar con el fin de la monarquía y de la Constitución de 1978.

No es seguro que todos los partidos estén en estos momentos por esa labor. Para Unidas Podemos y para los nacionalistas catalanes y vascos sería un sapo muy difícil de tragar. Y sin su concurso, toda la eventual operación de rescate podría estar en cuestión. Una ardua negociación, en la que se barajarían cuestiones políticas fundamentales, será necesaria para buscar una solución a ese problema. La postración del país que ha provocado la pandemia y el drama económico y social que la acompañan tendría su papel en ese debate. Y aunque lo más probable es que actuaran como elementos disuasorios de aventuras rupturistas, tampoco está dicho que no propiciaran la salida contraria. La de aprovechar un momento dramático para cambiarlo todo.

La crisis de Estado que en estos momentos vive España era en buena medida previsible desde hace más de 30 años. Desde que salió a la luz el escándalo de las comisiones que Juan Carlos I obtenía por su intermediación en el comercio de petróleo con los países árabes. O desde que se orquestó el llamado 'chantaje al Rey', en el que participaron empresarios como Javier de la Rosa y Mario Conde, que luego terminaron en la cárcel, destacados periodistas de derechas y algunos aventureros políticos y que obligaron a una formidable operación de rescate dirigida por Felipe González y en la que Jordi Pujol tuvo un papel destacado.

En la base de dicho chantaje también estaba un tráfico ilícito de mucho dinero que tenía al monarca, siempre ávido de fondos, como protagonista. Muchos de los detalles de ese escándalo que tuvo en vilo a la política y a las instituciones por aquel entonces, se publicaron en los medios. Lo mismo ocurrió con el del petróleo árabe y con otros chanchullos que fueron salpicando la andadura del monarca, año tras año. Para llegar a los que provocaron su abdicación en 2012, también entonces en una situación de emergencia institucional.

Pero en ninguno de esos momentos alguien con fuerza para hacerlo se atrevió a proponer que se diera un paso más para acabar con esa dinámica. Los temores a provocar un derrumbe de la estructura institucional, que en el fondo, eran un reconocimiento de la debilidad de la misma, frenaron cualquier veleidad. Se criticaba en privado y se miraba para otro lado en público.

Y Juan Carlos, con una desfachatez digna de mejor causa, aprovechó ese estado de cosas para asegurarse la impunidad de cualquiera de sus actos. La primera vez que se rompió ese estatus fue cuando los tribunales de Mallorca decidieron procesar, y luego condenar, a su hija Cristina y a su yerno Urdangarín, por el escándalo Noos, cuyo éxito económico, formidable, sólo se entiende si Juan Carlos tuvo un papel protagonista en el mismo.

Felipe VI ha convivido con ese desmadre desde hace mucho tiempo. Es miembro destacado de la familia destinada a beneficiarse de los pingües beneficios de la corrupción del antiguo rey. Sólo en el último momento, cuando no tenía más remedio, ha decidido distanciarse de su padre. En marzo, en plena pandemia, anunció que renunciaba a una herencia de 65 millones de dólares colocados a su nombre en un paraíso fiscal. Sólo cuando The Telegraph denunció el chanchullo y seis días más tarde de que lo hiciera el fiscal suizo.

Esos datos no fortalecen precisamente su posición en estos difíciles momentos. A su favor, sin embargo, juega algo que también benefició siempre a su padre. La evidencia de que en estos momentos las principales fuerzas políticas, instituciones y organizaciones sociales, no son proclives a propiciar una caída de la monarquía, que sólo podría ser sustituida por una república que hoy por hoy sigue siendo un sueño.

Por ese motivo, y por un montón de cuestiones procedimentales, lo más probable es que Felipe VI salga de este entuerto. Pero no precisamente de una manera boyante. Con la popularidad muy tocada, con muchísimos españoles desconfiando de él. Pero así son las cosas en este desgraciado país. Que todavía tiene que hacer las cuentas con la manera en que salió de la dictadura franquista, mediante una Transición que cada año que pasa, sobre todo los últimos, demuestra ser mucho menos modélica de lo que dicen sus corifeos.



Con su hermana Cristina anduvo muy rápido para quitarle el título de duquesa de Palma. A ver si con su padre se atreve .....

Por otro lado, eso de la prescripción parece que no es así aunque nos lo quieran hacer tragar. Los delitos fiscales ""normales"" con Hacienda sí prescriben a los 5 años, pero si es delito fiscal AGRAVADO prescriben a los 10 años.

¿Que es delito fiscal agravado?

El agravado es aquel en que la cuantía de la cuota defraudada exceda de 600.000€ o se haya cometido la defraudación en el seno de una organización o de un grupo criminal. La prescripción sería a los 10 años y no a los 5.13 sept. 2019


El rey debiera haber declarado a Hacienda el dinero que recibió y la cuantía de su declaración hubiera superado esa cantidad.

Ahora bien, ya veremos ....


En este caso hay muchisimo mas que delito fiscal porque esta implicado el INTOCABLE y no se trata de ningun intocable de Eliot Ness precisamente,.
Algun periolisto que no recuerdo, dijo que alguien habia dicho algo asi como " si mi padre se entera quema Zarzuela ".... pues bien, en la actualidad sigue vigente esta frase, y solo quemando las sarsuelas se puede finiquitar este problema tan gordo. ( siempre la palabra " QUEMAR " yo la escribo como una metafora, de ningun modo se trata de provocar incendios , que quede claro , no quiero malas interpretaciones a lo que escribo ).
solo hay que leer lo que publica hoy EL Confidencial www.elconfidencial.com .... de hoy , si solo lo que dice es cierto en un 40 % es suficiente para quemar las zarzuelas con sus residentes dentro ( METAFORA ).
 
Las trolas que nos cuentan, en la tv ahora dicen que JC sacaba cada mes 100.000euros en billetes concepto
GASTOS DE FAMILIA, HAY ENTRA EL SEXTO
 
En este caso hay muchisimo mas que delito fiscal porque esta implicado el INTOCABLE y no se trata de ningun intocable de Eliot Ness precisamente,.
Algun periolisto que no recuerdo, dijo que alguien habia dicho algo asi como " si mi padre se entera quema Zarzuela ".... pues bien, en la actualidad sigue vigente esta frase, y solo quemando las sarsuelas se puede finiquitar este problema tan gordo. ( siempre la palabra " QUEMAR " yo la escribo como una metafora, de ningun modo se trata de provocar incendios , que quede claro , no quiero malas interpretaciones a lo que escribo ).
solo hay que leer lo que publica hoy EL Confidencial www.elconfidencial.com .... de hoy , si solo lo que dice es cierto en un 40 % es suficiente para quemar las zarzuelas con sus residentes dentro ( METAFORA ).


El que dijo lo de quemar Zarzuela fue la hermana de Urdangarin, Ana, atribuyendoselo a su padre si viviera.



Se habla mucho del padre cuando ya está finiquitado como rey para salvar al hijo, pero ésto me lleva a una reflexión:

O el hijo es tonto que no se entera de los tejemanejes de su padre desde hace años, cosa muy grave para ser Jefe de Estado o hace lo mismo que él porque ha tenido un buen profesor, y el establishment lo tapa porque no quiere república, lo cual también es muy grave.

De Felipe no sabemos nada de nada, sólo que se está dando un """"loor""" de multitudes en su gira española, lo cual me lleva a pensar que está haciendo lo mismo que su padre.

No me creo que viendo lo que hacía su progenitor se conforme con la asignación anual que se le da de los presupuestos del Estado.

Solo le salva los de la derecha. A ellos les debe estar en el trono todavía.....
 
Las trolas que nos cuentan, en la tv ahora dicen que JC sacaba cada mes 100.000euros en billetes concepto
GASTOS DE FAMILIA, HAY ENTRA EL SEXTO

A lo mejor retiraba en efectivo los 100.000 euros en concepto de gastos familia cuando en realidad era pagar los favores de sus muchas putas de lujo como Corinna, Marta y una larga lista de amantes e hijos secretos que ha coleccionado el putero mayor del Reino durante décadas. Debería abandonar La Zarzuela a la mayor brevedad y si se pudiese juzgarlo y que pague por lo que ha hecho. Ya el colmo es que tengamos que pagarle un funeral de Estado.....
 
Va a prescribir lo más gordo .
Al Sexto que se le haga una auditoría , a ver cuánta pasta de lo robado tiene ya a su nombre o de testaferros en paraísos soleados.
60 para Cory , 70 para Crix,80 para Lena , 100 para Flip etc etc etc .
 
Back