CIUDADES

Ciudades tras la crisis: mucho por hacer, además de ayudas sociales
El debate partidista, necesario, tiene su propio ámbito y no debe teñir al conjunto de la Administración, salvo que no haya idea alguna de lo que toca hacer ahora. El papel de las ciudades será imprescindible y ninguna entidad lo hará por ellas.
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A medida que la crisis sanitaria semeja estar controlada, el debate político evoluciona hacia la recuperación económica. Con más ruido que nueces en el proceso de acercamiento de los partidos políticos para un plan pactado, objetivo más que difícil. Pero también con preocupación en las instituciones serias, ya sean públicas o privadas. Habrá que paliar o ayudar a muchos sectores con medidas sociales pero el futuro necesita sobre todo medidas de impulso e innovación, en los ámbitos económicos pero también desde las propias instituciones.

Las ciudades no parecen estar en ese debate hasta el momento. Dejando al margen las más grandes, más involucradas en ese horizonte, en las ciudades medianas la mínima actividad actual se reduce a los servicios sociales. Por citar el caso de Galicia, de las siete ciudades, solamente Lugo ha previsto una línea de ayuda de 4 millones de euros a los sectores productivos mientras Santiago prepara una estrategia semejante. De las demás, nada se sabe. De las Diputaciones tampoco, lo cual es menos sorprendente.

La crisis destrozará muchas empresas, en especial las de menor tamaño, y alterará el paisaje urbano durante largo tiempo. La ministra de Trabajo, habitualmente confusa en sus explicaciones, ha dado a entender que hasta final de año habrá sectores que no recuperarán la normalidad, que es tanto como decir que no reabrirán. Ha citado el turismo que lleva aparejado la hostelería y el comercio.

Pero también la crisis ha creado oportunidades. La más importante, la tecnología se ha enseñoreado definitivamente de la vida económica y social. Los ciudadanos han descubierto que desde su casa pueden resolver necesidades de consumo de todo tipo, desde la alimentación hasta servicios personales como el gimnasio o el ocio. Se ha puesto de manifiesto que muchas empresas necesitan recorrer ese camino para no quedar obsoletas: comercio de proximidad, servicios personales y de ocio entre otras. También el sistema educativo.

Por otra parte, el prolongado confinamiento doméstico ha descubierto a los ciudadanos otros beneficios: la calidad del aire, la ausencia de ruido, las ventajas del espacio peatonal o las deficiencias del sistema de recogida y tratamiento de residuos. En el próximo futuro las medidas de mejora de esos parámetros van a tener mejor acogida que nunca. Decisiones como la peatonalización de ejes urbanos, comerciales, de ocio o sanitarios, el ajardinamiento o la calidad del espacio público suscitarán mayor demanda. Igualmente el control del ruido o la mejora del transporte público, en el que no debería de faltar el metro de superficie o tranvía metropolitano como transporte más sostenible. También el confinamiento incrementará la demanda de mejora de ayudas para el aislamiento térmico y acústico así como para la eliminación de barreras arquitectónicas.
Las ciudades tienen ante sí la oportunidad de diseñar políticas concertadas con terceros para mejorar la competitividad de las empresas, en especial en los sectores de futuro, como los ligados a la tecnología o la economía verde, siempre basadas en el propio tejido empresarial, buscando sinergias, incremento de tamaño o cadenas de valor.

Deben hacerlo usando los instrumentos a su alcance, pocos aunque relevantes, como el urbanismo y el liderazgo, predicando con el ejemplo, esto es, modernizando y profesionalizando mucho más sus procesos administrativos y ejecutivos y sobre todo innovando.

No va a ser tiempo de llorar sino de trabajar duro. El debate partidista, necesario, tiene su propio ámbito y no debe teñir al conjunto de la Administración, salvo que no haya idea alguna de lo que toca hacer ahora. El papel de las ciudades será imprescindible y ninguna entidad lo hará por ellas. @mundiario

 
El mapa de los sonidos de las ciudades en tiempos del confinamiento

La iniciativa #StayHomeSound creada por Stuart Fowkes recoge grabaciones de todas partes del mundo.


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La iniciativa #StayHomeSounds te teletransporta adonde desees estar. © Photo by Blaz Erzetic on Unsplash


Añoramos más que nunca los sabores de aquel restaurante al que acudíamos con cierta frecuencia para degustar nuestro plato favorito, inmiscuirnos en exposiciones de arte o en las novedosas propuestas de las galerías y sentarnos durante horas en el corazón de los parques. Con nuestro entorno cerrado, y los vecinos en sus casas, las ciudades se acallan. El bullicio de barrios como Malasaña, el Gótico o Santa Cruz, niños paseando con sus madres, adolescentes vitoreando, o la serenidad de escuchar las olas romper impetuosamente en Menorca, San Sebastián o en El Palmar... son sonidos que recordamos al mirar por nuestras ventanas.

Por este motivo, y para acercarnos a los rincones que añoramos, Stuart Fowkes ha creado la iniciativa #StayHomeSounds, un proyecto que mapea sonidos e historias para documentar el confinamiento global ocasionado por el Covid-19.



Esta interesante iniciativa invita a convertirnos en colaboradores y grabar, desde el balcón, el jardín o el interior del hogar, lo que sea que esté sucediendo a nuestro alrededor para reflejar cómo se han transformado los ruidos en las metrópolis, además de embarcarnos en un viaje a través del globo.



Una vez que hayamos grabado el sonido de nuestro entorno, solo queda subirlo a una plataforma en línea para que puedan oírlo personas que residen en España, Portugal, Inglaterra, el resto de Europa, Australia o cualquier otro recoveco del planeta.


Desde que el proyecto ha sido puesto en marcha se han recopilado grabaciones de 26 países y, cada una de ellas, está asociada a un relato personal. Podemos abrazar el sonido de las aves nativas en Nueva Zelanda, o vivir Ámsterdam desde el interior de un apartamento; podemos escuchar los aplausos a los trabajadores de la salud en España o los músicos tocando en el epicentro de la ciudad de México.

También se han colado en estos registros canciones contra el coronavirus en Senegal, el rarísimo silencio de un Times Square casi desierto sólo roto por los cantos de los pájaros, incluso los sonidos de la oración de la mañana desde un monasterio tibetano en el norte de la India... o la cama extraña de las calles de Londres.


EL PROYECTO CITIES AND MEMORY

#StayHomeSounds
es parte de un proyecto colaborativo mucho más amplio titulado Ciudades y Memoria que desde su creación cinco años atrás ha estado recogiendo grabaciones de casi todas las ciudades del planeta.
Actualmente, ha logrado coleccionar 3500 sonidos provenientes de una totalidad de 650 vecinos, y cubriendo 95 países. Entre ellos la estación principal de San Francisco, el canto de los templos espirituales en la ciudad de Taipei, el sonido de los centros de datos informáticos en Birmingham o los motores de los trenes en Venecia.



Stuart Fowkes, su fundador, ha trabajado en el campo de la composición musical durante los últimos 12 años. Su experiencia lo inspiró a crear este proyecto en el que los artistas pueden "remezclar y reimaginar los sonidos del mundo entero bajo el concepto 'remezclar el mundo, un sonido a la vez'", cuenta Fowkes a Traveler.es. Músicos, especialistas en sonido o cualquier persona interesada en explorar este campo, puede incluir versiones, pistas electrónicas, composiciones abstractas... lo que quieran.

El proyecto Ciudades y Memoria cobró vida en Oxford, Reino Unido, lugar donde vive actualmente Stuart. “Cuando escuché los sonidos de la ciudad donde vivo, y oí cómo estaban cambiando en cuestión de semanas, quería ser capaz de grabar lo que estaba sucediendo en el mundo entero, y permitir a la gente contar sus historias como también compartir sus sonidos, así todos podíamos sentirnos un poco más conectados”, según explica a Traveler.es .
¿Qué tienes que hacer para colaborar? Muy sencillo: no necesitas equipos especiales o profesionales, solo graba con tu móvil, súbelo con el hashtag **#StayHomeSounds y envía una pequeña historia de lo que está sucediendo en el lugar donde vives. Puedes subir tus grabaciones aquí.

Construyamos entre todos las memorias de un mundo que ha decidido ponernos a prueba y exploremos los sonidos que están adquiriendo las ciudades desde la comodidad de nuestro sofá.

 
La ciudad vanguardista que nació de golpe
Se cumplen sesenta años de la inauguración de Brasilia, levantada en la selva en apenas 42 meses

Vista aérea de Brasilia días antes de su inauguración

Vista aérea de Brasilia días antes de su inauguraciónMónica ArrizabalagaActualizado: 21/04/2020 01:42h

Roma celebraba su 2.713 «cumpleaños», una nueva ciudad levantada en menos de cuatro años en plena selva se presentaba al mundo. Aquel 21 de abril de 1960, con cientos de fuegos artificiales y la luz de las millones de bombillas que se encendieron al unísono, Brasil inauguró su flamante nueva capital, «la ciudad más moderna del mundo».

Construida tierra adentro, en un lugar que apenas había sido pisado por el hombre hasta entonces, equidistante unos 1.000 kilómetros de la costa y puente hacia la Amazonía, Brasilia nacía «como ejemplo de urbe futura en el mundo actual».

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El presidente Juscelino Kubitschek quería que Brasil se volviera hacia su enorme interior continental y se equilibrara el sobrepeso demográfico y económico del litoral con el imán de una nueva capital que tomara el testigo de Río de Janeiro. Una moderna ciudad, levantada desde la nada, símbolo de un Brasil democrático y a la vanguardia. La idea no era nueva. La había formulado el político José Bonifacio en el siglo XIX, pero el mandatario socialista la llevó a cabo, convirtiéndola en una utopía de socialismo y justicia social.

Kubitschek confió su sueño al arquitecto Óscar Niemeyer, a quien pese a sus reticencias iniciales por la ubicación elegida («un inmenso y desangelado trozo de tierra salvaje en la remota llanura interior central») terminó por contagiarle su entusiasmo.



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El trazado urbano -obra del urbanista Lúcio Costa- se planteó como un gigantesco pájaro con sus alas desplegadas. En la cabeza se situó la Plaza de los Tres Poderes, con el palacio presidencial, el Parlamento y el Tribunal Supremo. En ella se levantaron dos rascacielos de treinta pisos cada uno, que rompían armónicamente el sentido horizontal de la ciudad, cuyos edificios no sobrepasaban las seis plantas. El punto de cruce de las alas y el cuerpo de este fantástico pájaro se destinó a centro de diversiones.

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Alrededor de la ciudad se plantaron 8.000.000 eucaliptos y se creó un lago artificial que la bordeara enmarcándola de agua y verdor. Para las residencias de los ciudadanos se construyeron cinco supermanzanas, cada una de ellas formada por once edificios de seis plantas, con 456 apartamentos cada uno, y cada supermanzana contaba con iglesia, mercados y escuela propios. Las calles se proyectaron sin cruces, con túneles subterráneos para atravesarlas.

Cuarenta mil obreros trabajaron duramente para levantar este proyecto revolucionario. Para el decorador Francisco Muñoz Cabrero, que la recorrió meses antes de la inauguración, Brasilia era «un gran milagro», la ciudad «que nació de golpe, en cuarenta y dos meses, al conjuro de la arquitectura moderna» y que «es la urbe más revolucionaria del siglo XX».

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También el exdiplomático José Lion Lepetre se mostraba entusiasmado en ABC: «Brasilia es más que una ciudad (...) Es la iniciación de una nueva era, de un quebrantamiento y mutación de valores artísticos y humanos, una revalorización audaz para, un nuevo tipo de civilización».

El periodista Carlos Sentís viajó a Brasilia en helicóptero junto al presidente Kubistchek en octubre de 1960. ¿Por qué tanto rascacielo cuando se dispone de ilimitado terreno para plantar la ciudad?, le preguntó al mandatario. «Los urbanistas que han colaborado con el arquitecto Niemeyer quieren, evitar la extensión inhumana de las capitales modernas al mismo tiempo que separar, con zonas verdes, las células habitadas: de ahí los rascacielos, uno de los cuales pronto será ya el más alto del Brasil», respondió Kubistchek.

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«Kubistchek, tanto como enseñarme la ciudad piloto de la Humanidad futura, repasa por su cuenta, apasionada y concienzudamente, "su" obra (...) Como el "Diablo Cojuelo", escudriña todos los interiores y, particularmente, algunos de los edificios oficiales, excavados bajo el suelo en forma de cripta y cuyas cúpulas—dos o tres de ellos las tienen ya— parecen gigantescos hongos que apenas se alejan del suelo. Así le sucede a la Catedral. No tiene campanario, pero sí tendrá campanas. Se instalarán junto a ella, en un campanil, y vendrán fundidas de España. Una Comisión, presidida por José María Domenech, organiza una suscripción entre la colonia española del Brasil para que los primeros tañidos que se oigan en esta nueva ciudad recuerden el eco toledano y también fundacional de San Francisco de California, de los Ángeles o de San Agustín de la Florida», informó Sentís.

La «Pinta», la «Niña» y la «Santa María»


Durante los actos inaugurales de Brasilia, el embajador español, Conde Casa Rojas, había concebido esta idea que pronto caló entre la españoles en Brasil. Las campanas de la portentosa catedral de Niemeyer serían un regalo de la colonia española. Tras hablar con el arquitecto para estudiar con él las características que debían tener las campanas, se encargó a un taller burgalés de Miranda de Ebro la fundición de más de cinco mil kilos de bronce en cuatro campanas que se llamarían «Santa María», «Pinta», «Niña», y «Pilarica».


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La iniciativa se llevó a buen término no sin algún que otro percance, pues los talleres mirandeses de la señora viuda de Pereda sufrió el robo de parte del bronce destinado a las campanas y las primeras que se enviaron se hundieron en el mar al naufragar el barco «Cabo Santa María» que las llevaba. Las segundas campanas son las que ahora repican en el campanil de la catedral de Brasilia.

 
Así celebra Wuhan el fin del confinamiento por el coronavirus tras 76 días
A pesar de que sigue habiendo múltiples restricciones, los más de 11 millones de habitantes ya pueden salir de la ciudad
 
¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?
por Paris infinito | May 1, 2016 | Actualidad, Lifestyle | 25 Comentarios

¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?



que por tradición se regala muguet a las personas queridas.
En París lo encontrarás por todas las calles, te contamos por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia.




El muguet es una planta con una historia muy antigua. Según la mitología griega, fue creado por Apolo para tapizar el suelo y proteger los pies de las nueve musas.
Los celtas creían que esta planta traía la felicidad y los cristianos pensaban que las lágrimas que vertió la virgen al pie de la cruz habrían hecho florecer muguet.
¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?
La tradición francesa de regalar estas flores procede de la Edad Media. Cuenta la leyenda que en 1560 Carlos IX y su madre Catalina de Medicis estaban de viaje en Le Dauphiné. Allí, el caballero Louis de Girard de Maisonforte le ofreció a Carlos un ramo de muguet de su jardín. El joven rey complacido tomó por costumbre regalar a las jóvenes damas de la corte un ramillete de muguet el primero de mayo. La costumbre se extendió rápidamente convirtiéndose en una tradición
En la Belle Epoque todos los modistos franceses ofrecían muguet a los clientes y a las costureras el primero de mayo. El muguet ha sido siempre el emblema de la casa Christian Dior.


En el año 1941, se instaura en Francia la Fiesta del trabajo y la concordia social en el primer día de mayo. La rosa roja que había sido, hasta entonces, el símbolo de la jornada internacional de los trabajadores desde 1891, (y que tenía una connotación demasiado de izquierdas) fue sustituida por el muguet.

En Francia la venta de muguet en la calle el día 1 de mayo está tolerada y no es necesario ningún permiso. Los ramilletes se venden aproximadamente a 1,5€ y se estima que cada año se venden unos 60 millones de ramilletes, casi un ramillete por ciudadano.

Una advertencia: el muguet es una planta muy tóxica. Toda ella es tóxica, incluso el agua en el que se conserva. Puede ser muy peligrosa para vuestras mascotas.



Muguet Símbolo de la Buena Suerte
mayo 1, 2020kosgukLugares y SensacionesNo hay comentarios
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Deseos de Amor, Amistad y Felicidad
El 1 de mayo se regalan ramilletes de la fragante flor de Muguet. Una hermosa tradición que se tiene en todo Francia.
Para transmitir tus sentimientos de «Buenos Deseos de Suerte»
Para que duren todo el año hacia aquella persona que aprecies, estimes o quieras. Símbolo de Amor, Amistad y Buena Suerte.





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Espero que este ramo de Muguet,os traiga suerte y salud

@Coti7495 @franfei @michelle
 
¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?
por Paris infinito | May 1, 2016 | Actualidad, Lifestyle | 25 Comentarios

¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?



que por tradición se regala muguet a las personas queridas.
En París lo encontrarás por todas las calles, te contamos por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia.




El muguet es una planta con una historia muy antigua. Según la mitología griega, fue creado por Apolo para tapizar el suelo y proteger los pies de las nueve musas.
Los celtas creían que esta planta traía la felicidad y los cristianos pensaban que las lágrimas que vertió la virgen al pie de la cruz habrían hecho florecer muguet.
¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?
La tradición francesa de regalar estas flores procede de la Edad Media. Cuenta la leyenda que en 1560 Carlos IX y su madre Catalina de Medicis estaban de viaje en Le Dauphiné. Allí, el caballero Louis de Girard de Maisonforte le ofreció a Carlos un ramo de muguet de su jardín. El joven rey complacido tomó por costumbre regalar a las jóvenes damas de la corte un ramillete de muguet el primero de mayo. La costumbre se extendió rápidamente convirtiéndose en una tradición
En la Belle Epoque todos los modistos franceses ofrecían muguet a los clientes y a las costureras el primero de mayo. El muguet ha sido siempre el emblema de la casa Christian Dior.


En el año 1941, se instaura en Francia la Fiesta del trabajo y la concordia social en el primer día de mayo. La rosa roja que había sido, hasta entonces, el símbolo de la jornada internacional de los trabajadores desde 1891, (y que tenía una connotación demasiado de izquierdas) fue sustituida por el muguet.

En Francia la venta de muguet en la calle el día 1 de mayo está tolerada y no es necesario ningún permiso. Los ramilletes se venden aproximadamente a 1,5€ y se estima que cada año se venden unos 60 millones de ramilletes, casi un ramillete por ciudadano.

Una advertencia: el muguet es una planta muy tóxica. Toda ella es tóxica, incluso el agua en el que se conserva. Puede ser muy peligrosa para vuestras mascotas.



Muguet Símbolo de la Buena Suerte
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Deseos de Amor, Amistad y Felicidad
El 1 de mayo se regalan ramilletes de la fragante flor de Muguet. Una hermosa tradición que se tiene en todo Francia.
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Ver el archivo adjunto 1421115
Espero que este ramo de Muguet,os traiga suerte y salud

@Coti7495 @franfei @michelle
Gracias Amiga @Shabby-chic . agracezco infinito tus deseos, y felicitaciones por esa detallada explicación.-
No tengo idea de Botánica; pero me parece curioso, (pues si soy observador y amante de las flores), creo que aqui hay una variedad de ese "muguet" de un color mas rosáceo.- Cuando pueda subire una foto.-
Cordiales saludos.-
 
¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?
por Paris infinito | May 1, 2016 | Actualidad, Lifestyle | 25 Comentarios

¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?



que por tradición se regala muguet a las personas queridas.
En París lo encontrarás por todas las calles, te contamos por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia.




El muguet es una planta con una historia muy antigua. Según la mitología griega, fue creado por Apolo para tapizar el suelo y proteger los pies de las nueve musas.
Los celtas creían que esta planta traía la felicidad y los cristianos pensaban que las lágrimas que vertió la virgen al pie de la cruz habrían hecho florecer muguet.
¿Por qué se regala muguet el 1 de mayo en Francia?
La tradición francesa de regalar estas flores procede de la Edad Media. Cuenta la leyenda que en 1560 Carlos IX y su madre Catalina de Medicis estaban de viaje en Le Dauphiné. Allí, el caballero Louis de Girard de Maisonforte le ofreció a Carlos un ramo de muguet de su jardín. El joven rey complacido tomó por costumbre regalar a las jóvenes damas de la corte un ramillete de muguet el primero de mayo. La costumbre se extendió rápidamente convirtiéndose en una tradición
En la Belle Epoque todos los modistos franceses ofrecían muguet a los clientes y a las costureras el primero de mayo. El muguet ha sido siempre el emblema de la casa Christian Dior.


En el año 1941, se instaura en Francia la Fiesta del trabajo y la concordia social en el primer día de mayo. La rosa roja que había sido, hasta entonces, el símbolo de la jornada internacional de los trabajadores desde 1891, (y que tenía una connotación demasiado de izquierdas) fue sustituida por el muguet.

En Francia la venta de muguet en la calle el día 1 de mayo está tolerada y no es necesario ningún permiso. Los ramilletes se venden aproximadamente a 1,5€ y se estima que cada año se venden unos 60 millones de ramilletes, casi un ramillete por ciudadano.

Una advertencia: el muguet es una planta muy tóxica. Toda ella es tóxica, incluso el agua en el que se conserva. Puede ser muy peligrosa para vuestras mascotas.



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Deseos de Amor, Amistad y Felicidad
El 1 de mayo se regalan ramilletes de la fragante flor de Muguet. Una hermosa tradición que se tiene en todo Francia.
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Espero que este ramo de Muguet,os traiga suerte y salud

@Coti7495 @franfei @michelle
Muchìsimas gracias querida Shabby!!! recièn hoy ingreso a este hilo y encuentro este maravilloso regalo. Un detalle encantador de tu parte, como siempre.
Mi profundo agradecimiento y un enorme abrazo para ti querida amiga!!!
 
Conciertos y fiestas desde el coche: Alemania ya está ensayando el futuro del ocio nocturno

Conciertos y fiestas desde el coche: Alemania ya está ensayando el futuro del ocio nocturno



Hace 3 horas
Mohorte @mohorte

Europa ha iniciado su largo, lento, paulatino proceso de desconfinamiento. Algunas tiendas abren; algunos colegios retoman su actividad; algunas actividades sociales recuperan su lugar en la vía pública. Otras muchas siguen vetadas. Pocos países permiten a día de hoy las grandes aglomeraciones, barrera que posterga la celebración de conciertos o fiestas. Excepto si se realizan desde el coche.

Discocoche. Más de 500 personas se dieron cita la semana pasada en una discoteca de Schüttorf, al norte de Alemania, para disfrutar de una sesión de música electrónica a lo largo de toda la noche. Todos los asistentes lo hicieron desde sus coches. 250 vehículos se agolparon frente al escenario para mantener la distancia de seguridad y evitar el contacto social. Una solución imaginativa a las restricciones del gobierno.

Dos por vehículo. Las autoridades permiten salir a la calle, pero aún no han abierto el grifo de las algomeraciones públicas. La discoteca en cuestión, Club Index, planteó algo intrínsecamente alemán: celebrar la fiesta desde el coche. La policía local verificó que todos los vehículos transportaban a dos personas como máximo, lo estipulado por ley, y vigilaron el desarrollo del evento. Transcurrió sin mayores incidentes.

Lo común. La imagen es poderosa: centenares de coches amontonados en un espacio cerrado, medio millar de personas cantando y bailando desde sus habitáculos. Y también común. La ciudad de Hanover tiene programados varios eventos similares, siempre en torno a la música electrónica, durante las próximas semanas. Alemania vive un boom de auto-espectáculos, ya sean conciertos, cines o incluso liturgias religiosas.

Index, por cierto, tiene previsto repetir el evento (el de la pasada semana fue el segundo, a 24€ el vehículo) el 9 de mayo. Aunque orientado a familias.

Expansión. No sólo se trata de Alemania. Hace algunos días, un cantante danés, Mads Langer, ofreció un concierto para 500 personas a las afueras de Aarhus, la segunda ciudad de Dinamarca. Todas ellas asistieron desde sus coches, en una enorme explanada habilitada para la ocasión. Las autoridades locales quedaron muy satisfechas con la experiencia, al reavivar la vida cultural sin contacto masivo.



¿Más coche? El coche ofrece una ventaja innegable en tiempos de distancia social: es un habitáculo cerrado que cercena todo contacto personal si es necesario. De ahí que los drive-in puedan disfrutar de un revival, al uso de los célebres cines de los años cincuenta y sesenta (de capa caída durante las últimas décadas). En países como Alemania, donde disfrutan de una posición cultural preferente, son una solución natural a las restricciones.

En las ciudades la batalla es muy distinta. Numerosos ayuntamientos están ampliando el espacio dedicado a peatones y bicicletas, en detrimento de las calzadas. Para fiestas y conciertos, sin embargo, parecen gozar de un repunte de popularidad.

 
Bares vs. vecinos: la ampliación de las terrazas reabre la guerra entre hosteleros y peatones por el espacio público

Bares vs. vecinos: la ampliación de las terrazas reabre la guerra entre hosteleros y peatones por el espacio público



El menor riesgo de contagio existente al aire libre, y la posibilidad de organizar las mesas con más distancias, hace de las terrazas el lugar idóneo para iniciar la desescalada en el sector de la hostelería.

Los empresarios tenían claro que sería esta la primera vía de negocio físico en retomarse, y así lo confirmó ayer el Gobierno. Las terrazas de los bares podrán abrir con un 30% del aforo en la fase 1 del "plan de transición hacia la nueva normalidad”, esto es, a partir del 11 de mayo en las provincias donde esté controlada la pandemia (antes, incluso, en algunas islas de Baleares y Canarias).



Hace semanas que los ayuntamientos se preparaban para esta posibilidad, estudiando medidas para permitir a bares y restaurantes ampliar el espacio de las terrazas.

El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado a Directo al Paladar que ha propuesto a los hosteleros varias medidas con relación a las terrazas como son ampliar su temporada hasta el 31 de marzo de 2021, reducir la tasa de las licencias en un 25%, adelantar autorizaciones de nuevas terrazas a aquellos locales que hayan pedido la licencia de funcionamiento y se encuentre en trámite y estudiar la posibilidad de ampliar la superficie de terrazas.
Los ayuntamientos de Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza o Málaga, por citar las las ciudades más pobladas del país, estudian medidas similares, que valoran la práctica totalidad de los municipios.



Medidas que han encontrado un respuesta contundente de las asociaciones vecinales. Y es que estas organizaciones llevan décadas denunciando el uso que la hostelería hace de los espacios públicos, sobre todo en lo relativo a la instalación de veladores y kioskos que se generalizaron tras la implantación de la Ley Antitabaco. Y el coronavirus podría recrudecer esta vieja polémica en una situación más delicada para todos.

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“Indeseables consecuencias”

En un comunicado, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) advierte de “las indeseables consecuencias que tendrían algunas de esas peticiones”.
En su opinión, “no es aceptable la petición de ampliar la superficie ocupada por las terrazas mediante la reducción del ancho de la acera a 1,5 metros, ni la instalación de mesas en la fachada de los establecimientos. Esas opciones no solo son contradictorias con la legislación de accesibilidad, sino con el necesario distanciamiento interpersonal al caminar, que exige como mínimo 3 metros de anchura de paso”.



Los vecinos piden que, si se van a ampliar las terrazas, se amplíen también las aceras. Y se oponen, además, a la ampliación de actividad en horario nocturno que podría derivarse de esta batería de ayudas.

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Los hosteleros apelan a la solidaridad

Basta realizar un breve repaso a la prensa local, y las redes sociales, para ver que estamos ante un conflicto generalizado en toda España, que viene de largo, pero puede volver a recrudecerse en los próximos días.

Desde Hostelería Madrid, la asociación que pidió al ayuntamiento la flexibilización de las licencias de terrazas, rebajan la polémica, en insisten en que, pese a lo que podría parecer por este comunicado, no existe una oposición frontal a la medida por parte de la FRAVM, y las quejas son “residuales dentro del colectivo de asociaciones de vecinos”.

Según su director, Juan José Blardony, están dispuestos a explicar las medidas y negociar si es necesario, pero apelan a la solidaridad de los vecinos: “Es muy importante para mantener el empleo y las empresas. De los 19000 establecimientos en Madrid unos 13000 no tienen terraza y el consumo se va a desplazar a espacios abiertos”.


El director de Hostelería Madrid asegura que la ampliación se realizará siempre respetando el descansos de los vecinos y las condiciones sanitarias, pero pide “tener una visión del conjunto de la ciudad y de la situación de cada momento”.

 
Nueve ciudades a vista de pájaro (o dron)
Parecidos inesperados entre urbes tan distintas como la danesa Brondby y la moderna Dubái cuando se observan desde el cielo




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Desarrollo residencial en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Abstract Aerial Art getty images
El Viajero
6 MAY 2020 - 00:03 CEST

El orden matemático y la geometría cobran sentido cuando se fotografían ciudades con el uso de drones, helicópteros o dirigibles. Vistas desde el cielo cuesta identificarlas, acostumbrados como estamos a transitarlas a pie. Una perspectiva inusual que proporciona parecidos inesperados entre urbes tan distintas como una zona para la horticultura en la danesa Brondby y Dubái.

1. Dubái (Emiratos Árabes Unidos)

Aquí se concentran el edificio más alto del mundo (el rascacielos Burj Khalifa, de 828 metros de altura), el centro comercial más grande, el hotel con más estrellas y uno de los acuarios más extensos del planeta. Se trata de una ciudad casi artificial, construida prácticamente desde la nada en medio del desierto. De hecho, Dubái ha sido en la última década un paraíso para los arquitectos: se construye sin parar y la urbe está en constante movimiento. Entre altos rascacielos, también emergen zonas residenciales planificadas al milímetro, como es La Palmera, uno de sus distritos más extravagantes construidos sobre el mar.

Del próximo mes de octubre a abril de 2021, la ciudad tenía previsto acoger la Expo 2020 Dubai, fechas que la organización ha anunciado recientemente que se aplazan un año por la pandemia del Covid-19 (se celebrará del 1 de octubre de 2021 al 31 de marzo de 2022). Se trata de la primera exposición universal de Oriente Próximo, en la que los 192 países participantes diseñarán su propio pabellón en un encuentro que hará las delicias de los amantes de la arquitectura contemporánea. Su propósito es conectar ideas provenientes de todo el mundo para abordar los desafíos comunes que plantea el futuro.

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Canberra, la capital de Australia, ejemplo de ciudad jardín. NEARMAP getty images

2. Canberra (Australia)

Elegida capital de Australia en 1908, como un compromiso entre Sídney y Melbourne, las dos grandes ciudades del país, Canberra es un perfecto ejemplo de ciudad jardín. Se trata de un movimiento urbanístico nacido en los inicios del siglo XX, en el que es fundamental incorporar espacios verdes en una ciudad para hacerla menos industrial y más habitable, algo que bien se puede comprobar viendo esta urbe desde el aire. La capital australiana se empezó a construir en la década de 1910 para albergar las instituciones gubernamentales del país tras un concurso internacional para su diseño, en el que resultó ganador el proyecto de los arquitectos estadounidenses Walter Burley Griffin y Marion Mahony Griffin. La construcción de Canberra comenzó en 1913, y fue levantada desde cero siguiendo ese planteamiento urbanístico que incorporaba importantes áreas de vegetación natural. Hoy, en el centro de la ciudad destaca el lago artificial Burley Griffin y el cercano Weston Park, donde campan a sus anchas los canguros.

Formaciones inmobiliarias construidas en Brondby (Dinamarca) Formaciones inmobiliarias construidas en Brondby (Dinamarca) DIGITALGLOBE getty images

3. Brondby (Dinamarca)

Vista desde el aire, la simetría de Brondby Garden City es sorprendente. Situada a unos 20 kilómetros al oeste de Copenhague, estas pequeñas casas de madera con jardines forman comunidades prácticamente simétricas. Aunque en realidad no se trata de una zona residencial, sino que es un área en la que solo están permitidas las estancias cortas (se pueden alquilar de abril a octubre y durante los fines de semana), ya que está destinada básicamente a disfrutar de un entorno natural y al pequeño cultivo. Así que las suelen alquilar y disfrutar los habitantes de localidades cercanas en las que el asfalto deja poco espacio para un huerto. La planificación urbanística de este lugar, proyectado en la década de 1960 por el arquitecto de paisajes Erik Mygind, responde a otros dos motivos, además del cultivo de la tierra: fomenta la interacción de sus usuarios y ofrece un espacio a modo refugio del bullicio de la ciudad.


Brasilia, construida en la década de 1960 para convertirse en la capital de Brasil.
Brasilia, construida en la década de 1960 para convertirse en la capital de Brasil. PLANET OBSERVER getty images

4. Brasilia (Brasil)

Como Canberrra, Brasilia fue fundada con el objetivo de convertirse en una ciudad digna de ser capital. Algo que Brasil hizo oficial en 1960. Al trasladar la administración pública al interior del país, alejándola de la costa atlántica y de otras grandes ciudades como São Paulo y Río de Janeiro, el Gobierno de Juscelino Kubitschek pretendía repoblar la zona. Se empezó a levantar en 1956, y fue construida en pocos años bajo la batuta del urbanista Lucio Costa, el arquitecto Oscar Niemeyer (quien firmó la mayoría de los edificios oficiales) y del paisajista Roberto Burle Marx. Desde el aire, su silueta parece la de un avión o un pájaro en vuelo. En tierra, los barrios residenciales, las zonas comerciales y su parte administrativa están divididas por islas conectadas entre sí por grandes avenidas. De hecho, el propósito de sus creadores fue que todo reflejara una concepto armonioso. Una ciudad planificada que nació directamente como megalópolis. En 1987, Brasilia fue reconocida como patrimonio mundial de la Unesco por ser un hito de la historia del urbanismo.


El Eixample barcelonés, con la Sagrada Familia en el centro de la imagen.
El Eixample barcelonés, con la Sagrada Familia en el centro de la imagen. ORBON ALIJA getty images

5. Barcelona (España)

El distrito del Eixample de Barcelona despliega toda su simetría desde el aire, que solo rompe la colosal figura de la Sagrada Familia. Con el plan urbanístico del ingeniero y urbanista Ildefons Cerdà, de mitades del siglo XIX, nació la Barcelona moderna. Cerdà diseñó una ciudad igualitaria, organizada en casas de tres alturas y calles perpendiculares, donde no se diferenciaran los barrios obreros de los de la clase burguesa y los servicios públicos (mercados, centros sociales e iglesias) se repartieran uniformemente por todos los rincones. Formado por seis barrios, hoy no solo es uno de los distritos más poblados de la capital catalana, sino que también es donde se concentran algunas de sus principales atracciones turísticas.


La ciudad fortificada de Palmanova, situada al noreste de Italia.
La ciudad fortificada de Palmanova, situada al noreste de Italia. DE AGOSTINI getty images

6. Palmanova (Italia)

Situada al noreste de Italila, esta ciudad sorprende desde las alturas pues su muralla tiene forma de estrella. Una estrella perfecta de nueve lados con sus nueve puntas con tres anillos fortificados concéntricos (el tercero fue levantado por orden de Napoleón tras invadir la villa) y una gran plaza hexagonal en el centro. Los trabajos de construcción de esta ciudad fortaleza se iniciaron en octubre de 1593, pues los venecianos buscaban con Palmanova detener las incursiones del Imperio otomano. Sus murallas escondidas entre vegetación la hacían casi invisible, y hoy son el motivo que lleva a los turistas hasta esta ciudad de la provincia de Udine. Desde 1960 es monumento nacional, y en julio de 2017 la Unesco la incluyó en su lista de patrimonio mundial como uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura militar de los siglos XVI y XVII.


Rascacielos junto a Times Square, en Nueva York, desde un helicóptero. Rascacielos junto a Times Square, en Nueva York, desde un helicóptero. PREDAG VUCKOVIC getty images

7. Manhattan (Nueva York, EE UU)

Las siluetas de sus rascacielos hacen de Manhattan uno de los perfiles urbanos más conocidos del mundo, probablemente también porque ha aparecido en centenares de series de televisión y películas. Y aunque en esta isla viven 1,6 millones de personas, orientarse en ella no es tan complicado como puede parecer. El racionalismo de su ordenamiento urbano, en calles y avenidas numeradas en la mayoría de los casos, a excepción de la zona de Downtown (algo más caótica), ayuda a que muchas veces no haga falta ni mirar un mapa para poder llegar a una dirección.
Las calles están numeradas de Sur a Norte y las avenidas de Este a Oeste (aunque algunas tienen nombre, como Lexington Avenue, Park Avenue, Madison Avenue y la famosa Broadway). En las calles, la numeración de los bloques de edificios comienza en la Quinta Avenida, por lo tanto, cuanto más alto sea el número más alejados estaremos de ella. El número irá acompañado de West si se encuentra al Oeste de la Quinta Avenida, y de East si está al Este. Y otra cuestión a tener en cuenta es que las vías que cortan la ciudad de Este a Oeste y sus números ascienden de Sur a Norte, es decir, si al pasear por una calle los números ascienden es que uno va en dirección Norte.


El Arco de Triunfo, punto de partida de las grandes avenidas parisienses.
El Arco de Triunfo, punto de partida de las grandes avenidas parisienses. YANN ARTHUS-BERTRAND getty images

8. París (Francia)

El Arco de Triunfo es el punto de partida de 12 de las grandes avenidas parisienses, como la avenida de la Gran Armada o la de los Campos Elíseos. El plan urbanístico de Georges-Eugène Haussmann para París, encargado por Napoleón III a mitades del siglo XIX, tenía como objetivo hacer la ciudad más salubre y moderna. Haussmann eliminó muchas calles antiguas y serpenteantes y derribó casas de apartamentos, siendo reemplazadas por grandes avenidas flanqueadas por árboles, creando grandes plazas y parques e incluyendo puntos de referencia como el Gran Palacio de la Ópera y el Arco del Triunfo. Eso sí, el plan fue criticado porque de paso echó del centro de la capital francesa a la clase obrera e hizo que las revueltas callejeras y las barricadas fueran más fáciles de controlar por las fuerzas del orden. Hoy las famosas avenidas del centro de la ciudad se conservan con el mismo trazado original con el que las proyectó proyectó Haussmann.


Viviendas residenciales en el desierto de Arizona (Estados Unidos). Viviendas residenciales en el desierto de Arizona (Estados Unidos). CAMERON DAVIDSON getty images

9. Arizona (Estados Unidos)

Son muchas las zonas residenciales situadas a las afueras de las grandes ciudades estadounidenses que siguen el mismo patrón que estas viviendas situadas en el desierto de Arizona. Urbanizaciones de casas unifamiliares, con jardín en su parte delantera o trasera (o en ambos lados), y calles prácticamente idénticas. Puede que representen uno de los modelos más perfectos de planificación urbana, pero la mayoría de las veces hacen que sus inquilinos sean completamente dependientes del coche y se complica para el visitante orientarse en sus calles en busca de una casa en concreto.

 
La desconocida belleza de las paradas de autobús soviéticas, retratada en estas 23 fotos

La desconocida belleza de las paradas de autobús soviéticas, retratada en estas 23 fotos



Sabíamos que los artistas soviéticos tenían una especial predilección por lo futurista y lo fantástico, pero tal vez en lo que no habíamos pensado es que esos temas pueden aparecer en una variedad de expresiones tan amplia e imaginativa.

Una parada de autobús, el punto de encuentro de los proletarios que en grupo se unirán para compartir transporte, un espacio con una eminente carga simbólica socialista. Esos fueron los rincones que el régimen soviético ofreció a sus arquitectos para que se lucieran en sus diseños y así amenizaran el día a día de los compatriotas que deberían refugiarse en sus esqueletos de hormigón, piedra o metal.


¿El resultado? Una Unión Soviética poblada por obras civiles de infinidad de estilos, donde cada individuo pudo experimentar dejando su marca personal al servicio del pueblo. Una infinita variedad de formas y colores que rompe de frente con nuestro concepto de frialdad y uniformidad soviética. Eso es lo que ha descubierto el fotógrafo canadiense Chris Herwig en sus últimos 12 años, que ha viajado por, según cuenta, las carreteras de más de 30.000 kilómetros cazando instantáneas de estos recuerdos del sistema extinto.

Según Herwig ha descubierto en sus investigaciones esas paradas se construían prácticamente sin restricciones arquitectónicas o limitaciones presupuestarias, con lo que la variedad de estilos es total, llegando a crear obras que van desde el brutalismo más estricto a la geometría á la Gaudí.


Las maravillas podían aparecer en las calles de pueblos georgianos o estonios de la misma forma que en las inmediaciones de las ciudades de Kazajistán, Turkmenistán o Uzbekistán. Aunque la zona y el momento de mayor explosión artística se ha encontrado en las estructuras construidas cerca de Pitsunda, una ciudad a las orillas del Mar Negro donde Khrushchev, el secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética de 1953 a 1964, tenía su dacha de verano.

Por suerte para nosotros no será necesario viajar hasta todos estos espacios, Herwig ha recopilado sus mejores descubrimientos en un libro fotográfico que ya ha conquistado a muchos lectores (puedes encontrarlo aquí). Una gran oportunidad de celebrar la audacia de estos cientos de artistas que, por la naturaleza del sistema, permanecen en muchos casos desconocidos.

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