CIUDADES

Los rascacielos matan entre cien y mil millones de pájaros al año en EE.UU.
Las aves, o bien confunden las ventanas reflectantes con el cielo abierto, o simplemente se sienten atraídas por las luces durante las migraciones
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Imagen del skyline de Nueva York (Johannes Eisele / AFP)


Si las cifras no yerran, es una auténtica masacre. Millones de pájaros mueren cada año en los Estados Unidos por chocar contra los rascacielos de las mayores urbes del país. En concreto, los científicos estiman que se producen entre cien y casi mil millones de víctimas anuales por estos accidentes, especialmente contra edificios cubiertos de cristal o iluminados por la noche. La razón es sencilla: las aves, o bien confunden las ventanas reflectantes con el cielo abierto, o simplemente se sienten atraídas por las luces.

Más noticias
Un nuevo informe, citado por el diario The Guardian, da más detalles de este fenómeno y señala a Chicago como la ciudad más peligrosa para los alados. La ciudad del medio oeste americano concentra una buena cantidad de rascacielos con cristales pero es que además está situada en un punto clave de la ruta migratoria. Más de cinco millones de pájaros de 250 especies distintas cruzan el downtown chicagüense dos veces al año: en primavera parten desde el sur del continente americano hasta Canadá pasando por la región de los grandes lagos, y en otoño regresan a los parajes más cálidos.


Las ciudades más ‘peligrosas’ son Chicago, Houston y Dallas, por estar situados en plena ruta migratoria


Las ciudades tejanas de Houston y Dallas ocupan el segundo y el tercer lugar en el ranking de las más peligrosas para las aves, según indica el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell. La razón es la misma que en el caso de Chicago: ambas se encuentran en medio de las rutas migratorias. Les siguen Nueva York, Los Ángeles, San Luis y Atlanta.

Los ornitólogos tienen bien estudiado el comportamiento de las aves durante los procesos migratorios. La mayoría de los pájaros emigran de noche, cuando el clima es más frío y tranquilo. Hace tiempo que es conocido que sienten atracción por la luz, por lo que resulta sencillo que durante la migración acaben sobrevolando las grandes ciudades iluminadas sin ser conscientes de los peligros que entraña.

Los expertos admiten que todas las cifras son aproximadas y que es muy difícil hacer estadísticas fiables. Sin embargo, en EE.UU y Canadá ha crecido la preocupación por este fenómeno, con lo que más personas tratan de ofrecer datos con el fin de “concienciar” a las ciudades. Por ejemplo, en Nueva York, la National Audubon Society, una entidad ecologista especializada en pájaros, envía anualmente docenas de voluntarios a las calles de la ciudad para contabilizar pájaros caídos. La organización estima que entre 90.000 y 200.000 pájaros mueren cada año en la ciudad que nunca duerme. Las estimaciones a escala nacional se sitúan entre los cien y los mil muertos al año.

Los ecologistas hace años que reclaman medidas bird-friendly y algunas ciudades, tanto en los EE.UU. como en Canadá, ya han hecho algunos pasos en las respectivas legislaciones. Estas propuestas pasan por fomentar pautas de diseño de los nuevos rascacielos que sean menos lesivas para las aves, introduciendo cristales y luces atenuados. También consideran que un primer paso en positivo sería simplemente apagar las luces, aunque sea pocas horas, durante los periodos migratorios.


Los ecologistas hace años que reclaman medidas bird-friendly’: apagar las luces en algunos periodos o diseñar los nuevos edificios con cristales y luces atenuados


https://www.lavanguardia.com/natura...matan-cien-mil-millones-pajaros-ano-eeuu.html
 
Casa y Jardín Samurai Nomura
Nomura Samurai House es una casa histórica y un jardín en Nagamachi, un distrito muy bien conservado al oeste del Castillo de Kanazawa. Nagamachi fue anteriormente el área donde los samurai de Kanazawa vivían con sus familias. Hoy en día, el área se ve más o menos igual que en la época de Edo, con canales y calles empedradas que corren entre paredes de azulejos de tierra. Nomura Samurai House es una de las principales atracciones de este distrito.

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La puerta lateral de la residencia y el muro exterior de tierra.

La casa pertenecía a los Nomuras, una familia samurai adinerada que sirvió a la familia Maeda gobernante desde el siglo XVI hasta el final del período Edo a mediados del siglo XIX. En ese momento, el antiguo sistema de clases sociales llegó a su fin, y muchas casas de samurai fueron destruidas. La familia Nomura también tuvo que vender gran parte de sus propiedades y esta casa comenzó a caer en ruinas. Un rico hombre de negocios llamado Kubo Hikobei compró esta propiedad a principios del siglo XX. El salón de la casa actual es uno que había trasladado aquí desde una casa antigua en una zona rural de la prefectura de Ishikawa. También añadió una sala de té al edificio. Hoy en día, la casa es propiedad de la ciudad y ha sido bellamente restaurada para que los visitantes puedan disfrutar de la vida en el hogar del samurai.

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La puerta principal de la residencia.

Una vez dentro de las paredes exteriores de la residencia, se pasa por grandes escalones a través de un jardín de entrada y luego a la casa.

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En su interior encontrará antigüedades y artefactos antiguos del pasado: un traje de armadura, puertas de pantalla de fusuma bellamente pintadas , armazones de ranma elegantemente tallados y un techo con paneles de madera de ciprés.

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Encontrarás un traje completo de armadura samurai en la entrada.

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https://www.kanazawastation.com/nomura-samurai-house-garden/
 
Ranma son travesaños de madera tallada sobre puertas correderas. Los espacios en el tallado permiten que el aire fluya hacia la habitación incluso cuando las puertas están cerradas

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Puertas de pantalla pintadas

Hay un jardín interior también con linternas de piedra, una pequeña cascada y un estanque lleno de coloridas carpas koi.

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Una primera vista del jardín.

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Viendo el jardín de cerca

A pesar de su tamaño relativamente pequeño, este exuberante jardín verde fue catalogado en 2003 por el Journal of Japanese Gardening como uno de los tres mejores jardines de Japón. Muchas de las habitaciones de la casa están dispuestas para que este jardín se pueda ver desde diferentes ángulos. Asegúrese de subir la vieja escalera de piedra en la parte posterior de la casa al salón de té del segundo piso. Allí podrá disfrutar de otra vista del jardín desde arriba y sentir la brisa fresca sobre los tejados.

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Una vista desde el salón de té.

Acceso
Nomura Samurai House se encuentra en el distrito de Nagamachi de Kanazawa. Para llegar allí desde la estación de Kanazawa, tome el Kanazawa Loop Busdesde la salida este de la estación y bájese en la parada de autobús de Korinbo. La tarifa es de 200 yenes y tarda 7 minutos. Desde Korinbo se encuentra a 5 minutos a pie de la Casa Nomura.






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La casa está construida para que pueda disfrutar del jardín desde diferentes habitaciones.

Horarios y tarifas de entrada
Abril - Septiembre: 8:30 - 17:30.
Octubre a marzo: 8:30 a 16:30 La
última entrada es 30 minutos antes de la hora de cierre.
Cerrado: 26 y 27 de diciembre.

Derechos de inscripción:
Adultos: 550 yenes
15 - 17 años: 400 yenes.
7 - 14 años: 250 yenes.

Artículo y fotos originales de Michael Lambe. Todos los derechos reservados.
Mas Informacion aqui en esta web
https://www.kanazawastation.com/nomura-samurai-house-garden/
 
Última edición:
La geopolítica de la ciencia y las ciudades
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Alexis Roig
@alexisroig
Director general de SciTech DiploHub, profesor de Políticas de Innovación y Emprendimiento de la University of Shanghai for Science and Technology y asesor gubernamental en Diplomacia Científica para ministerios de Asuntos Exteriores, Ciencia, Investigación y Educación de diversos países


En las últimas décadas ha emergido un nuevo orden global en torno a las ciudades y sus economías, en detrimento de los Estados nación y sus fronteras. Las grandes ciudades globales se han convertido en potencias políticas y grandes polos de generación de riqueza y conocimiento de modo tal, que han redibujado la escena internacional y se han convertido en actores geopolíticos influyentes. En 2025 las 600 mayores economías urbanas del mundo producirán el 65% del crecimiento económico global. En 2050, cerca del 70% de la población mundial será urbana. Las ciudades ya son los escenarios pioneros en el uso de tecnologías emergentes, laboratorios de los grandes cambios sociales de alcance global y actores diplomáticos independientes.

Los últimos siglos, las naciones han desplegado redes diplomáticas para tender puentes con otros estados, tener voz en organismos multilaterales, negociar tratados internacionales, informar a sus gobiernos, influir en sociedades extranjeras o evitar conflictos armados. Hoy, el escenario geopolítico lleva a las grandes ciudades a aplicar estrategias análogas. Como sucedió en el Renacimiento, con ciudades autónomas como Amberes, Brujas o Venecia -que redefinieron el marco jurídico internacional, las redes comerciales y las bases del crédito internacional- las ciudades globales pueden transformar su conocimiento, resiliencia y productividad en progreso global. En este siglo, el futuro del multilateralismo pasa indudablemente por las grandes metrópolis.

Salvaguardia de los valores
El mundo es cada vez más volátil y las democracias de los Estados westfalianos sucumben a pulsiones de corte iliberal y populista. En tal entorno, las ciudades se erigen en la salvaguardia de los valores que nos permitirán afrontar los grandes retos mundiales. En la medida que los gobiernos nacionales se desentienden de sus responsabilidades globales, las ciudades ganan más poder e influencia en la escena geopolítica.

En el contexto de renacimiento urbano global, Barcelona se ha posicionado para liderar este nuevo movimiento

Cuando el año pasado Trump retiró a los EEUU del Acuerdo de París sobre el cambio climático, más de cincuenta grandes ciudades de su país se comprometieron a mantener el apoyo al Acuerdo y contribuir a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. De manera parecida, el Reino Unido votó salir de la UE –principal bloque comercial del mundo y líder global en excelencia científica–, mientras que los ciudadanos de Londres votaban por quedarse.
Los últimos meses también hemos presenciado cómo algunos países europeos –Austria, Italia y Hungría– o los Estados Unidos no han apoyado el Pacto Mundial sobre Migración de las Naciones Unidas. Sin embargo, decenas de miles de ciudadanos se han manifestado el último año en grandes ciudades globales en apoyo de la migración y la acogida de refugiados.

La redefinición de los desafíos mundiales como el cambio climático, la salud global, el impacto de la inteligencia artificial en la democracia y los derechos humanos, la seguridad del ciberespacio o la regulación de la edición genética han hecho de la ciencia y la tecnología instrumentos estratégicos en el ámbito de los asuntos exteriores. Los valores científicos como la racionalidad, la transparencia y la universalidad contribuyen a mejorar la gobernanza global, así como a generar confianza entre naciones y sociedades. El poder blando de la ciencia estimula la participación y el libre intercambio de ideas, contribuyendo así al progreso, la innovación y la paz.

Diplomacia científica
Por eso la diplomacia científica importa. Entendida como el uso de la ciencia y la tecnología para potenciar objetivos diplomáticos, por una parte, y el uso de la acción diplomática para potenciar el progreso científico y tecnológico, por la otra, la diplomacia científica emerge de manera imparable por todo el mundo. Las ciudades son hoy el epicentro de los principales desarrollos científicos y tecnológicos y se han convertido en un actor primordial en la implementación de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Es la hora de la diplomacia científica liderada por las grandes ciudades.

En este contexto global de renacimiento urbano, Barcelona se ha posicionado como la ciudad llamada a liderar este nuevo movimiento. La capital catalana es la cuarta ciudad del mundo sin capitalidad estatal en cuanto a número de misiones consulares y alberga la sede de la Unión por el Mediterráneo y las oficinas regionales de varias organizaciones internacionales como el ONU-Habitat, la OMS o la Universidad de las Naciones Unidas, entre otros. Además, es una de las principales ciudades abanderadas del municipalismo global, por cuanto acoge las secretarías generales de las redes Ciudades Unidas y Gobiernos Locales (UCLG), Metropolis y MedCities.

Con instituciones de investigación de primer nivel, un ecosistema puntero de empresas emergentes tecnológicas, un sector biotecnológico y digital en plena ebullición y uno de los sistemas universitarios más internacionalizados de Europa, Barcelona es hoy uno de los principales hubs de innovación del mundo. Estas fortalezas han permitido que la ciudad se haya convertido en la primera capital global que despliega su diplomacia científica: un laboratorio para solucionar retos que responden a una lógica global, pero se manifiestan localmente, para poner el conocimiento científico y la innovación al servicio de las políticas –locales y exteriores– basadas en la evidencia.

Con una visión innovadora e inclusiva, y partiendo de la colaboración público-privada entre administraciones, centros de investigación, empresas emergentes, ONG, el cuerpo diplomático, el sector privado, la sociedad civil y nuestra diáspora científica en el exterior, Barcelona ha concebido SciTech DiploHub, esto es, una plataforma que impulsa una diplomacia preparada para contribuir a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, con el mandato global de posicionar la ciudad como un actor geopolítico influyente por medio de la ciencia y la tecnología. Es un proyecto pionero que persigue explorar los beneficios de la confluencia de la innovación y la acción exterior, del talento local y el talento global, del potencial científico de Barcelona y un mundo en el que los retos y las responsabilidades ya no tienen fronteras.

https://elmondedema.cat/es/la-geopolitica-de-la-ciencia-y-las-ciudades/
 
QUE VER EN AVILES, CONTINUACION.-
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Playa de Salinas
Aunque se encuentra en el concejo de Castrillón, es una visita interesante si te estás preguntando qué ver en Avilés en 2 días. Lo que es el pueblo en sí, no llamó especialmente nuestra atención. Lo verdaderamente destacable es el Museo de Anclas Philippe Cousteauhijo del mítico Jacques-Yves Cousteau -. Las anclas fueron donadas por diferentes navieras de barcos significativos. Está dedicado a Philippe Custau, el cual tiene un busto conmemorativo encima de la roca que se encuentra enfrente del puente colgante. Puente que fue de madera, pero sufrió un trágico accidente, lo que motivó la construcción del actual.

Otro de los puntos interesantes son las dunas del Espartal – marcadas en el mapa de más arriba – Se puede realizar el paseo por encima de unas pasarelas que llegan casi hasta la orilla del mar. Es declarado Monumento Natural y posee una gran variedad de especies.

Existen servicio de autobús entre Avilés y Salinas.

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Museo de Anclas Philippe Cousteau

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Museo de Anclas Philippe Cousteau

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Playa de Salinas

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Playa de Salinas

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Dunas del Espartal


 
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Playa de Salinas

Aunque se encuentra en el concejo de Castrillón, es una visita interesante si te estás preguntando qué ver en Avilés en 2 días. Lo que es el pueblo en sí, no llamó especialmente nuestra atención. Lo verdaderamente destacable es el Museo de Anclas Philippe Cousteauhijo del mítico Jacques-Yves Cousteau -. Las anclas fueron donadas por diferentes navieras de barcos significativos. Está dedicado a Philippe Custau, el cual tiene un busto conmemorativo encima de la roca que se encuentra enfrente del puente colgante. Puente que fue de madera, pero sufrió un trágico accidente, lo que motivó la construcción del actual.

Otro de los puntos interesantes son las dunas del Espartal – marcadas en el mapa de más arriba – Se puede realizar el paseo por encima de unas pasarelas que llegan casi hasta la orilla del mar. Es declarado Monumento Natural y posee una gran variedad de especies.

Existen servicio de autobús entre Avilés y Salinas.

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Museo de Anclas Philippe Cousteau

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Museo de Anclas Philippe Cousteau

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Playa de Salinas

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Playa de Salinas

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Dunas del Espartal


qué bellos lugares nos muestras @franfei gracias por compartir con todos nosotros tu bella Asturias!
 
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Parque de Ferrera
El parque de Ferrera es el parque más grande y utilizado de Avilés. Vino a sustituir en importancia al parque del Muelle. Es la zona verde más extensa de la ciudad con 81 mil metros cuadrados. Consta de una zona de pradería y arbolado de estilo inglés y otra zona de setos conocida como Jardín Francés, que es donde Woody Allen rodó escenas de su película Vicky Cristina Barcelona.

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Parque de Ferrera

Cementerio Municipal de La Carriona
Más que un cementerio, es un museo o galería de arte. También podríamos añadir que es la ciudad de los muertos, con las mismas diferencias sociales – o incluso diría que aquí son más notables –. Un entresijo de callejuelas que nacen en el centro del cementerio y van estrechándose, al mismo tiempo que perdiendo importancia, a medida que nos alejamos. La parte final es la zona donde yacen nichos de gente más humilde. Sin embargo, en el centro del cementerio se pueden contemplar auténticos mausoleos y obras de arte que tratan de glorificar al fallecido. Es un cementerio repleto de simbología.También es un ejemplo de ostentación social, de aquellos que hicieron fortuna en Cuba y querían seguir demostrándolo después de muertos.

Forma parte de la ruta de la asociación de cementerios significativos de Europa – ASCE -, – 52 concretamente -. Aquí se encuentran míticos personajes avilesinos como el músico Julián Orbón – autor de la música de Guantanamera -, el atleta Yago Lamela, el futbolista Quini…

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Cementerio Municipal de La Carriona

Hasta aquí todo lo que hay que ver en Avilés, que como habrás comprobado es mucho. Con esta ruta puedes dedicarle a Avilés y alrededores entre 1 y 3 días. Y recuerda… ¡Avilés sorprende!

Dónde comer en Avilés
No te voy a descubrir ningún secreto si te digo que en Asturias se come de maravilla, ¿verdad? Pues Avilés no iba a ser menos.


 
La Alberca, un pueblo salmantino suspendido en el tiempo
El núcleo es la base ideal para la exploración del valle de las Batuecas y la ascensión a la Peña de Francia
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La Alberca, Salamanca (Estellez / Getty Images)
Pepe Verdú
07/04/2019 07:00 Actualizado a 08/04/2019 08:52
Miro hacia el norte y veo el valle del río Duero; al sur se extiende la cuenca del Tajo. Transito por su divisoria de aguas, recorro la sierra de Francia, en el confín occidental del Sistema Central. Hasta el siglo XII no se estabilizó el dominio cristiano sobre esta región, dentro del desbarajuste de la Reconquista. El Reino de León impulsó entonces su repoblación. Muchos de los colonos llegaron del norte de los Pirineos con el séquito de Raimundo de Borgoña, cuando este se casó con la reina Urraca I. Aquel asentamiento galo explica el nombre de la sierra de Francia y otros topónimos menores.

Más noticias

El primer pueblo español declarado Conjunto Histórico Artístico


No es el caso de La Alberca , cuya sílaba inicial delata su origen árabe. Fue el primer pueblo español declarado Conjunto Histórico Artístico, en 1940. El hecho despierta mi curiosidad. También por qué sedujo a un pintor tan mediterráneo como Joaquín Sorolla, quien inspiró parcialmente aquí su enorme lienzo Castilla, la fiesta del pan, hoy expuesto en la Hispanic Society de Nueva York. La Alberca fascinó, además, a fotógrafos como José Ortiz Echagüe, y a intelectuales como Miguel de Unamuno.

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Puerta con grabados antiguos en el antiguo de La Alberca, Salamanca (Estellez / Getty Images)
La fisonomía del pueblo sorprende: de puertas afuera ha cambiado poco en los últimos siglos. Las calles son estrechas, sinuosas y empedradas, y las viviendas tienen muros de piedra o adobe con traviesas de madera que trazan dibujos geométricos. Muchas casas aún exponen la fecha de su construcción en el dintel, junto a inscripciones y símbolos que hacen hincapié en el cristianismo de los primeros propietarios. Remiten a épocas en que las desviaciones religiosas acarreaban complicaciones.

La mayoría de los edificios de La Alberca son de tres plantas, cada una de las cuales sobresale un poco de la inferior. Como consecuencia, las partes más altas se acercan hasta casi tocarse en algunos callejones angostos. Antiguamente, la planta baja servía de cuadra para guardar los animales, usándose a la vez como letrina. La primera planta reunía la cocina-comedor y la despensa, y la planta superior agrupaba los dormitorios familiares. Hoy, claro, es distinto, los animales ya no viven en la casa, y el espacio se aprovecha para otras necesidades. En cambio permanecen los balcones de forja que, en cuanto el frío lo tolera, se colorean con flores, sobre todo geranios, que transforman el pueblo en una vistosa algarabía cromática.

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Plaza Mayor de La Alberca, Salamanca (DoloresGiraldez / Getty Images/iStockphoto)
La Alberca no tiene grandes monumentos ni opulentos palacios. Su encanto procede de la arquitectura serrana tradicional, de las viviendas de agricultores, ganaderos o artesanos. Se nota en la plaza Mayor, el centro neurálgico, cuyas casas porticadas se sustentan sobre columnas de granito. Es un escenario popular, entre cervantino y goyesco. La abundancia de soportales señala su uso antiguo como escenario de mercado. Algunos de los bajos se han reconvertido hoy en restaurantes. En el centro de la plaza se alza un crucero del siglo XVIII con los símbolos de la Pasión de Cristo grabados.

La cercana iglesia parroquial está consagrada a Nuestra Señora de la Asunción y también es del siglo XVIII, neoclásica con algún detalle barroco. Se construyó sobre los restos de un templo anterior, del que solo permanece la torre con el escudo de armas del Ducado de Alba. La iglesia tiene un interesante púlpito en granito policromado del siglo XVI, y una imagen del Santísimo Cristo del Sudor.

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Iglesia parroquial está consagrada a Nuestra Señora de la Asunción de La Alberca, Salamanca (DoloresGiraldez / Getty Images/iStockphoto)
Paseo por La Alberca sin un plan preestablecido, me dejo llevar por la luz y por el estado de ánimo. Es un núcleo pequeño, apenas tiene 1.100 habitantes, no hace falta un plano para su exploración. Camino al buen tuntún y así descubro la antigua cárcel, reconvertida en oficina de información turística. También veo los escudos de la Inquisición y de la Orden de Santiago, que señalan la pasada presencia de esas instituciones.

Unas señoras mayores me dan un susto morrocotudo al doblar una esquina. Tañen una campana a la vez que salmodian el rosario y rezan: ‘Fieles cristianos, acordémonos de las benditas almas del purgatorio con un padrenuestro y un avemaría, por el amor de Dios’. Lo hacen todos los días, a lo largo y ancho del pueblo, insensibles a la meteorología y al desaliento. Perpetúan así una tradición local muy antigua: ‘La moza de ánimas’. Por cierto que el tema de la campanita ambulante tiene aceptación en La Alberca: también la suena un marrano que vaga libremente por el núcleo entre el 13 de junio (san Antonio de Padua) y el 17 de enero (san Antón), mantenido por los vecinos. Cuando llega la segunda fecha, el animal se sortea entre los mismos lugareños que lo cebaron durante esos meses de vida bohemia.

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Ermita del Cristo del Humilladero, la más antigua, en La Alberca (De Cruccone vía Wikimedia Commons)
A lo largo de mi paseo (sin campana) encuentro varias ermitas interesantes, como la del Cristo del Humilladero, la más antigua, o las de San Blas y San Antonio. Algo más apartadas del núcleo están Nuestra Señora de Majadas Viejas y San Marcos, que tiene unas maravillosas vistas de la Peña de Francia.


Parque natural de Las Batuecas
En esa montaña sucedió un hecho memorable en 1434: se encontró la talla de una virgen negra, la Virgen de la Peña de Francia, muy milagrera e inspiradora de una ferviente devoción. Decidido a presentarle mis respetos, emprendo una caminata de 10 km que remonta desde los 1.056 m de altitud de La Alberca hasta los 1.728 m del santuario mariano.

Atravesaré Las Batuecas, un valle supuestamente mágico: durante el siglo XVI se consideró un lugar escondido de la civilización y se identificó como ‘un nuevo Paraíso Terrenal, donde gentes ingenuas y semisalvajes andaban desnudas y vivían bucólicamente una ignorancia feliz en el corazón mismo de Castilla y Extremadura’. La descripción es un poco exagerada, pero no pierdo de vista que la Unesco declaró estas comarcas Reserva de la Biosfera en 2006 por su éxito al “armonizar la conservación del medio ambiente y el bienestar de las personas”. ¿Hablamos de una versión actualizada de lo mismo?

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Parque Nacional de Las Batuecas, Salamanca (jalvarezg / Getty Images/iStockphoto)
Empiezo la caminata en la casa del parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia , muy cerca de La Alberca. Sus responsables me orientan hacia las marcas horizontales rojas y blancas del sendero de gran recorrido GR-10, que me conducirán hasta la Peña de Francia. La senda arranca llaneando a través de un pinar. Después de atravesar el arroyo de Arrohuevos, empiezo una ascensión aún suave entre bosques y huertos.

Una vez cruzados los ríos Lera y Francia, la marcha hilvana sucesivas pistas forestales hasta la confluencia con el sendero PR-9, a partir de donde la pendiente se intensifica. Ya reducido a la condición de ‘senda’, el camino atraviesa tres veces la carretera, mientras los canchales ganan terreno a la arboleda. El último tramo de la marcha lo jalonan cruces de piedra hasta un mirador desde donde se ven Las Hurdes y la sierra de Candelario, confín del macizo de Gredos. Poco más arriba están la gruta de la virgen y el monasterio de la Peña de Francia.


Historia de la Virgen de la Peña
La historia de la Virgen de la Peña de Francia empieza muy lejos de aquí, en París. La Madre de Dios se le apareció allí a un joven llamado Simón Rolan y le ordenó: “Simón, vela y no duermas. Partirás a la Peña de Francia, en tierras de occidente, y buscarás una imagen semejante a mí. La encontrarás en una gruta, donde se te dirá qué has de hacer”. Con más entusiasmo que indicaciones geográficas, el pobre Simón recorrió Bretaña y la costa atlántica de su país durante cinco años sin dar con la esquiva Peña de Francia. Cada vez que se desanimaba, una Voz lo reprendía: “Simón, vela, no renuncies, tus trabajos tendrán recompensa”.


La noche del 19 de mayo de 1434 se encontró la talla de la Virgen


Las pesquisas lo llevaron a peregrinar a Santiago de Compostela. Durante el regreso se desvió a Salamanca, en cuyo mercado oyó ofrecer ‘carbón vegetal hecho al pie de la Peña de Francia’. Así llegó a la montaña, donde buscó tres días inútilmente. “Simón, vela y no duermas”, lo asediaba la Voz. Hasta que, la noche del 19 de mayo de 1434, la Virgen le señaló dónde estaba la talla: oculta en una gruta. El resto de sus días, el perseverante Simón Rolan fue conocido como Simón Vela como recordatorio de los mensajes marianos. Dos años más tarde, en 1436, una comunidad de monjes dominicos se instaló en la Peña de Francia, donde edificaron un convento y una iglesia gótica, urbanizaron la plaza, construyeron los miradores... El templo permanece en pie, aunque con una fachada posterior, neoclásica.

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Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, Salamanca (De Rodelar vía Wikimedia Commons)
A la talla sagrada aún le esperaban algunas aventuras: el 17 de agosto de 1872 fue robada, desapareció ante la consternación de una comarca que auguró todo tipo de calamidades. Diecisiete años después, alguien la restituyó. Lo hizo bajo secreto de confesión, por eso no se sabe quién la sustrajo ni por qué. Pero el estado de la talla era muy deficiente, estaba tan deteriorada que el artista Jacinto Bustos Vasallo creó una nueva, hueca. Los restos de la talla original se conservan en el interior de la nueva; una rejilla en el pecho permite contemplarlos.


Cómo ir
El pueblo de La Alberca está a 76,5 km de Salamanca, desde donde se llega por las carreteras CL-512, que más tarde se transforma en la SA-210 y finalmente en la SA-201. La empresa Autocares V. Cosme (Tel. 923 120 800) comunica ambos núcleos de forma regular. Ofrece dos servicios diarios en ambos sentidos de lunes a viernes, y uno los fines de semana.

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Casas típicas de La Alberca, Salamanca (curtoicurto / Getty Images/iStockphoto)
https://www.lavanguardia.com/ocio/v...4/la-alberca-salamanca-suspendido-tiempo.html
 
La Alberca, un pueblo salmantino suspendido en el tiempo
El núcleo es la base ideal para la exploración del valle de las Batuecas y la ascensión a la Peña de Francia
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La Alberca, Salamanca (Estellez / Getty Images)
Pepe Verdú
07/04/2019 07:00 Actualizado a 08/04/2019 08:52
Miro hacia el norte y veo el valle del río Duero; al sur se extiende la cuenca del Tajo. Transito por su divisoria de aguas, recorro la sierra de Francia, en el confín occidental del Sistema Central. Hasta el siglo XII no se estabilizó el dominio cristiano sobre esta región, dentro del desbarajuste de la Reconquista. El Reino de León impulsó entonces su repoblación. Muchos de los colonos llegaron del norte de los Pirineos con el séquito de Raimundo de Borgoña, cuando este se casó con la reina Urraca I. Aquel asentamiento galo explica el nombre de la sierra de Francia y otros topónimos menores.

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El primer pueblo español declarado Conjunto Histórico Artístico


No es el caso de La Alberca , cuya sílaba inicial delata su origen árabe. Fue el primer pueblo español declarado Conjunto Histórico Artístico, en 1940. El hecho despierta mi curiosidad. También por qué sedujo a un pintor tan mediterráneo como Joaquín Sorolla, quien inspiró parcialmente aquí su enorme lienzo Castilla, la fiesta del pan, hoy expuesto en la Hispanic Society de Nueva York. La Alberca fascinó, además, a fotógrafos como José Ortiz Echagüe, y a intelectuales como Miguel de Unamuno.

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Puerta con grabados antiguos en el antiguo de La Alberca, Salamanca (Estellez / Getty Images)
La fisonomía del pueblo sorprende: de puertas afuera ha cambiado poco en los últimos siglos. Las calles son estrechas, sinuosas y empedradas, y las viviendas tienen muros de piedra o adobe con traviesas de madera que trazan dibujos geométricos. Muchas casas aún exponen la fecha de su construcción en el dintel, junto a inscripciones y símbolos que hacen hincapié en el cristianismo de los primeros propietarios. Remiten a épocas en que las desviaciones religiosas acarreaban complicaciones.

La mayoría de los edificios de La Alberca son de tres plantas, cada una de las cuales sobresale un poco de la inferior. Como consecuencia, las partes más altas se acercan hasta casi tocarse en algunos callejones angostos. Antiguamente, la planta baja servía de cuadra para guardar los animales, usándose a la vez como letrina. La primera planta reunía la cocina-comedor y la despensa, y la planta superior agrupaba los dormitorios familiares. Hoy, claro, es distinto, los animales ya no viven en la casa, y el espacio se aprovecha para otras necesidades. En cambio permanecen los balcones de forja que, en cuanto el frío lo tolera, se colorean con flores, sobre todo geranios, que transforman el pueblo en una vistosa algarabía cromática.

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Plaza Mayor de La Alberca, Salamanca (DoloresGiraldez / Getty Images/iStockphoto)
La Alberca no tiene grandes monumentos ni opulentos palacios. Su encanto procede de la arquitectura serrana tradicional, de las viviendas de agricultores, ganaderos o artesanos. Se nota en la plaza Mayor, el centro neurálgico, cuyas casas porticadas se sustentan sobre columnas de granito. Es un escenario popular, entre cervantino y goyesco. La abundancia de soportales señala su uso antiguo como escenario de mercado. Algunos de los bajos se han reconvertido hoy en restaurantes. En el centro de la plaza se alza un crucero del siglo XVIII con los símbolos de la Pasión de Cristo grabados.

La cercana iglesia parroquial está consagrada a Nuestra Señora de la Asunción y también es del siglo XVIII, neoclásica con algún detalle barroco. Se construyó sobre los restos de un templo anterior, del que solo permanece la torre con el escudo de armas del Ducado de Alba. La iglesia tiene un interesante púlpito en granito policromado del siglo XVI, y una imagen del Santísimo Cristo del Sudor.

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Iglesia parroquial está consagrada a Nuestra Señora de la Asunción de La Alberca, Salamanca (DoloresGiraldez / Getty Images/iStockphoto)
Paseo por La Alberca sin un plan preestablecido, me dejo llevar por la luz y por el estado de ánimo. Es un núcleo pequeño, apenas tiene 1.100 habitantes, no hace falta un plano para su exploración. Camino al buen tuntún y así descubro la antigua cárcel, reconvertida en oficina de información turística. También veo los escudos de la Inquisición y de la Orden de Santiago, que señalan la pasada presencia de esas instituciones.

Unas señoras mayores me dan un susto morrocotudo al doblar una esquina. Tañen una campana a la vez que salmodian el rosario y rezan: ‘Fieles cristianos, acordémonos de las benditas almas del purgatorio con un padrenuestro y un avemaría, por el amor de Dios’. Lo hacen todos los días, a lo largo y ancho del pueblo, insensibles a la meteorología y al desaliento. Perpetúan así una tradición local muy antigua: ‘La moza de ánimas’. Por cierto que el tema de la campanita ambulante tiene aceptación en La Alberca: también la suena un marrano que vaga libremente por el núcleo entre el 13 de junio (san Antonio de Padua) y el 17 de enero (san Antón), mantenido por los vecinos. Cuando llega la segunda fecha, el animal se sortea entre los mismos lugareños que lo cebaron durante esos meses de vida bohemia.

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Ermita del Cristo del Humilladero, la más antigua, en La Alberca (De Cruccone vía Wikimedia Commons)
A lo largo de mi paseo (sin campana) encuentro varias ermitas interesantes, como la del Cristo del Humilladero, la más antigua, o las de San Blas y San Antonio. Algo más apartadas del núcleo están Nuestra Señora de Majadas Viejas y San Marcos, que tiene unas maravillosas vistas de la Peña de Francia.


Parque natural de Las Batuecas
En esa montaña sucedió un hecho memorable en 1434: se encontró la talla de una virgen negra, la Virgen de la Peña de Francia, muy milagrera e inspiradora de una ferviente devoción. Decidido a presentarle mis respetos, emprendo una caminata de 10 km que remonta desde los 1.056 m de altitud de La Alberca hasta los 1.728 m del santuario mariano.

Atravesaré Las Batuecas, un valle supuestamente mágico: durante el siglo XVI se consideró un lugar escondido de la civilización y se identificó como ‘un nuevo Paraíso Terrenal, donde gentes ingenuas y semisalvajes andaban desnudas y vivían bucólicamente una ignorancia feliz en el corazón mismo de Castilla y Extremadura’. La descripción es un poco exagerada, pero no pierdo de vista que la Unesco declaró estas comarcas Reserva de la Biosfera en 2006 por su éxito al “armonizar la conservación del medio ambiente y el bienestar de las personas”. ¿Hablamos de una versión actualizada de lo mismo?

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Parque Nacional de Las Batuecas, Salamanca (jalvarezg / Getty Images/iStockphoto)
Empiezo la caminata en la casa del parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia , muy cerca de La Alberca. Sus responsables me orientan hacia las marcas horizontales rojas y blancas del sendero de gran recorrido GR-10, que me conducirán hasta la Peña de Francia. La senda arranca llaneando a través de un pinar. Después de atravesar el arroyo de Arrohuevos, empiezo una ascensión aún suave entre bosques y huertos.

Una vez cruzados los ríos Lera y Francia, la marcha hilvana sucesivas pistas forestales hasta la confluencia con el sendero PR-9, a partir de donde la pendiente se intensifica. Ya reducido a la condición de ‘senda’, el camino atraviesa tres veces la carretera, mientras los canchales ganan terreno a la arboleda. El último tramo de la marcha lo jalonan cruces de piedra hasta un mirador desde donde se ven Las Hurdes y la sierra de Candelario, confín del macizo de Gredos. Poco más arriba están la gruta de la virgen y el monasterio de la Peña de Francia.


Historia de la Virgen de la Peña
La historia de la Virgen de la Peña de Francia empieza muy lejos de aquí, en París. La Madre de Dios se le apareció allí a un joven llamado Simón Rolan y le ordenó: “Simón, vela y no duermas. Partirás a la Peña de Francia, en tierras de occidente, y buscarás una imagen semejante a mí. La encontrarás en una gruta, donde se te dirá qué has de hacer”. Con más entusiasmo que indicaciones geográficas, el pobre Simón recorrió Bretaña y la costa atlántica de su país durante cinco años sin dar con la esquiva Peña de Francia. Cada vez que se desanimaba, una Voz lo reprendía: “Simón, vela, no renuncies, tus trabajos tendrán recompensa”.


La noche del 19 de mayo de 1434 se encontró la talla de la Virgen


Las pesquisas lo llevaron a peregrinar a Santiago de Compostela. Durante el regreso se desvió a Salamanca, en cuyo mercado oyó ofrecer ‘carbón vegetal hecho al pie de la Peña de Francia’. Así llegó a la montaña, donde buscó tres días inútilmente. “Simón, vela y no duermas”, lo asediaba la Voz. Hasta que, la noche del 19 de mayo de 1434, la Virgen le señaló dónde estaba la talla: oculta en una gruta. El resto de sus días, el perseverante Simón Rolan fue conocido como Simón Vela como recordatorio de los mensajes marianos. Dos años más tarde, en 1436, una comunidad de monjes dominicos se instaló en la Peña de Francia, donde edificaron un convento y una iglesia gótica, urbanizaron la plaza, construyeron los miradores... El templo permanece en pie, aunque con una fachada posterior, neoclásica.

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Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, Salamanca (De Rodelar vía Wikimedia Commons)
A la talla sagrada aún le esperaban algunas aventuras: el 17 de agosto de 1872 fue robada, desapareció ante la consternación de una comarca que auguró todo tipo de calamidades. Diecisiete años después, alguien la restituyó. Lo hizo bajo secreto de confesión, por eso no se sabe quién la sustrajo ni por qué. Pero el estado de la talla era muy deficiente, estaba tan deteriorada que el artista Jacinto Bustos Vasallo creó una nueva, hueca. Los restos de la talla original se conservan en el interior de la nueva; una rejilla en el pecho permite contemplarlos.


Cómo ir
El pueblo de La Alberca está a 76,5 km de Salamanca, desde donde se llega por las carreteras CL-512, que más tarde se transforma en la SA-210 y finalmente en la SA-201. La empresa Autocares V. Cosme (Tel. 923 120 800) comunica ambos núcleos de forma regular. Ofrece dos servicios diarios en ambos sentidos de lunes a viernes, y uno los fines de semana.

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Casas típicas de La Alberca, Salamanca (curtoicurto / Getty Images/iStockphoto)
https://www.lavanguardia.com/ocio/v...4/la-alberca-salamanca-suspendido-tiempo.html
ESTE POST TUYO, ENVUELTO ADEMAS EN EL MISTERIO QUE ARROPA LA COMARCA DE LA ALBERCA AÚN POR DESCUBRIR Y ESTUDIAR ME HA ENCANTADO AMIGA @Coti7495 , GRACIAS POR TAN INTERESANTE NOTICIA.- SALUDOS CORDIALES.-
 
QUE VER EN AVILES Y ALRREDEDORES.-
UNA VISITA A ASTURIAS.-
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Eran varias las ocasiones en las que habíamos estado en Asturias, pero nunca antes en los concejos de Belmonte de Miranda y el Parque Natural de Somiedo, situados en la parte interior de la comunidad asturiana. Los dos autores de este blog coincidimos en el mismo punto: Asturias es una de las zonas más bellas de España.

Eran varias las ocasiones en las que habíamos estado en Asturias, pero nunca antes en los concejos de Belmonte de Miranda y el Parque Natural de Somiedo, situados en la parte interior de la comunidad asturiana. Los dos autores de este blog coincidimos en el mismo punto: Asturias es una de las zonas más bellas de España.

Parque Natural de Somiedo
Sopesando entre la infinidad de oferta que ofrece esta comunidad: costa, montaña, parques naturales… Finalmente nos decidimos por el Parque Natural de Somiedo y por la ruta de los lagos de Saliencia. El Parque Natural de Somiedo fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en el año 2000. Es considerado uno de los parajes más bellos de la zona interior del principado. Además del conjunto de lagos de origen glacial: el lago de la Cueva, la Mina, Cerveriz, Calabazosa o Negro y el lago del Valle; destacan lasbrañas: casetas de piedra y techo de escoba negra que han servido desde tiempos ancestrales como almacén y cobijo para el pastoreo.

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Primeros de diciembre no era la mejor época para visitar los lagos de Saliencia, pero aún cabía la posibilidad de disfrutar de los últimos coletazos del otoño. No entraba en nuestros planes que una semana antes cayera la primera gran nevada del año, imposibilitando el acceso al parking del Alto de la Farrapona – situado a 1709 metros – lugar desde donde comienza una de las variantes de la ruta de los lagos.

Rutas
Ruta completa de los Lagos de Saliencia: Alto de la Farrapona –> lago de la Cueva –> la Mina –> Cerveriz –> Calabazosa o Negro y el Lago del Valle.

Distancia: 17 km

Duración: 6 horas

Ruta corta de los lagos de Saliencia: Alto de la Farrapona –> lago de la Cueva –> la Mina –> Cerveriz –> Calabazosa o Negro

Distancia: 8 km

Duración: 3 horas

Ruta del lago del Valle desde el pueblo de Valle del Lago: Valle del Lago –> Lago del Valle.

Distancia: 12 km

Duración: 4 h 30 m

A pesar de la nevada de la semana anterior, no perdimos la esperanza. Teníamos nuestras dudas acerca de qué ruta realizar. Un golpe de fortuna hizo que el mismo día que nos disponíamos a intentar subir, se abriera la carretera hasta el Alto de la Farrapona. El único “pero” era la cantidad de nieve que impedía llegar hasta el Lago del Valle. Nos teníamos que conformar con el resto de lagos, que no es poco.



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Ruta de los Lagos de Saliencia

El camino en coche hasta el Alto de la Farrapona fue una delicia para la vista. Los colores del otoño reflejados en las hojas caducas se mezclaban con el color blanco del frío invierno. Era tarde ya, no habíamos madrugado en exceso. Había mucha nieve a medida que nos acercábamos al Alto de la Farrapona y muy pocos los coches que se encontraban aparcados en el parking.

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La única información que disponíamos de la ruta de los lagos era un mapa que nos dieron en la oficina de turismo de Belmonte de Miranda. Desconocíamos la distancia desde el parking hasta el primer lago, el lago de la Cueva, y de éste al resto. Incluso dudábamos acerca del número exacto de lagos que podríamos ver. El camino hasta el primer lago fue el más angosto, debido a la gran cantidad de nieve y hielo. Mereció la pena. Al llegar al primer lago, tan solo 1 kilometro después, nos dio la bienvenida una característica y fotogénica braña. Parecía parte de un decorado listo para una sesión fotográfica, pero no, era real y muy común en la zona.


 
aviles y alrrededores, continuacion.-
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De camino al Parque Natural de Somiedo, además del propio pueblo de Belmonte, se puede visitar la pequeña aldea de Agüera y el Palacio del Cardenal Cienfuegos que se encuentra a pie de carretera, en el pueblo de Agüerina. Visitas rápidas que ayudan a apreciar el tipo de arquitectura de la zona.

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Pueblo de Belmonte
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Palacio del Cardenal Cienfuegos
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Pueblo de Agüerina
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Pueblo de Agüera

Más sobre Asturias










 
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