CIUDADES

La Orquesta del Teatro Colón despidió el año con un concierto ante una multitud en Mar del Plata
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Una semana después del concierto gratuito y al aire libre que el Teatro Colón brindó para más de 20 mil personas en el Rosedal de Palermo, su Orquesta y Coro estables volvió a repetir esa misma experiencia pero en Mar del Plata.

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La cita fue en Parque San Martín, ubicado en Playa Grande, donde interpretaron al aire libre fragmentos de reconocidas obras de Verdi, Strauss y Beethoven.

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(Christian Heit)

La Orquesta Estable del Teatro Colón se presentó bajo la batuta del maestro Enrique Arturo Diemecke, mientras que el Coro Estable está comandado por Miguel Martínez. Junto a ellos participarán destacados solistas nacionales con un repertorio clásico.

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Las voces inigualables de la soprano Daniela Tabernig, la mezzosoprano Alejandra Malvino, el tenor Fermín Prieto y el bajo Christian Peregrino desplegaron todo su talento en "La Feliz" para el deleite de las familias que disfrutaron del evento.

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La Orquesta Estable es una de las agrupaciones sinfónicas más antiguas de la Argentina. Fue dirigida por los más destacados maestros del siglo XX y es la columna vertebral de las temporadas líricas del Teatro Colón.

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(Christian Heit)

No solo realiza conciertos sinfónicos junto al Coro Estable sino que también acompaña las presentaciones del Ballet Estable alternándose con la Filarmónica de Buenos Aires.


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(Fotos: Christian Heit)

https://www.infobae.com/fotos/2018/...concierto-ante-una-multitud-en-mar-del-plata/
 
Cómo pasar Fin de Año en el rincón alpino de la jet set

Valentino Garavani, Ana Botín, los Casiraghi... La estación alberga las celebraciones de Nochevieja más chic

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En el cantón de Berna Panorámida de la estación de Gstaad, a más de mil metros de altitud y perteneciente a la comuna de Saanen - ABC

Comentan algunos, no sin ironía, que en Gstaad el deporte más extendido -y peligroso- no es el esquí, sino el «alpinismo social» que tanto se practica en este pintoresco rincón de los Alpes suizos, donde desfilan más abrigos de piel que plumíferos y donde se señala con el dedo a quienes pronuncian mal su nombre, diciendo «Guh-staad» en lugar de «Staad».

Esta estación del cantón de Berna ahora se encuentra en el período más bullicioso de la temporada. A 1.000 metros de altitud, ya está lista para recibir a una legión de estrellas del cine, modelos, cantantes, banqueros, aristócratas y demás miembros de la jet set internacional, reunidos en una superficie de 120 kilómetros cuadrados para celebrar San Silvestre.

En la mesa de Valentino
Acaso la fiesta de Nochevieja con mayor solera, y de las más concurridas, es la que desde hace décadas organiza el legendario hotel Gstaad Palace. Pero no es la única, ni la más exclusiva. Valentino Garavani (86 años), uno de los habituales del lugar, pasa por ser el anfitrión de unos saraos antológicos. El célebre modisto italiano, junto a su pareja Giancarlo Giammetti (80), recibe en su magnífico chalet de Gifferhorn y ha sentado a su mesa a Gwyneth Paltrow, Madonna, Anne Hathaway o su íntima Naty Abascal.

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Pero la estación de esquí más elegante del mundo no solo es punto de encuentro del show-biz: representantes del mundo de las finanzas instalan también aquí sus cuarteles generales por estas fechas, siendo uno de los tarjetones de invitación más cotizados el de la recepción que organizan la presidenta del Banco Santander Ana Botín y su marido, Guillermo Morenés, cada 31 de diciembre en el Yacht Club del Gran Hotel Bellevue. Personalidades como Carlos March, Juan Abelló, Borja Prado o el matrimonio Miriam Lapique y Alfonso Cortina se unen a Cristina Macaya, Juan Antonio Samarach Jr o el magnate español del acero José María Aristrain. Algunos de ellos también son propietarios de exclusivos refugios alpinos. Según el diario suizo «Le Matin», en su día el armador griego Peter Livanos levantó la residencia más cara de lugar: 65 millones de euros invertidos en un chalet de madera ubicado en un terreno que compró al hijo del editor alemán Axel Springer, y donde albergaba 30 automóviles de su colección privada.

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Madonnna junto a dos de sus hijos, David y Stelle


El lujo es, pues, la imagen de marca de Gstaad, un destino glamuroso que se sitúa en una espectacular zona montañosa con 220 kilométros de pistas, varios 3.000 metros -que culminan con el pico Oldenhorn-, y su glacial llamado Scex Rouge. Además, lleva a gala tener más vacas que vecinos: 8.000 bovinos por 7.500 habitantes censados. Este es el lugar donde hay que dejarse ver por estas fechas y uno de los más frecuentados por la aristocracia europea desde que en los años 60 la revista «Time» lo situó en el podio de los destinos más chic, atrayendo rápidamente la atención de numerosas estrellas de cine como Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Claudia Cardinale, Julie Andrews o Grace Kelly. Sus tranquilas calles peatonales, en las que no se ve ni un papel, están bordeadas por tiendas de lujo. La arteria central luce los escaparates de las marcas como Prada, Hermès, Cartier o Louis Vuitton.

Esquí de fondo
Mucho, mucho glamour, pero también deporte en el Oberland de Berna, que ofrece el único glaciar esquiable de la zona, el Glaciar 3000. Además, esta es una de las tres mejores zonas de esquí de fondo de Suiza, considerada como un auténtico paraíso para los amantes del trineo y del freeride.

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El playboy alemán Gunter Sachs y Mirja Larsson en 1969 - EFE
Tras las largas jornadas, el après ski del exclusivo club privado Eagle Ski Club, situado en lo alto del Wasserngrat, es otro de los atractivos mundanos de la localidad. El Gotha internacional se da cita en este lugar, a pesar de la cuota anual de 25.000 euros por persona. Allí acuden figuras como Carolina de Mónaco y su familia, muy apegados a Gstaad. En febrero de 2014, aquí celebraron su boda religiosa Pierre Casiraghi y Tatiana Santo Domingo.

Pero en Gstaad no solo hay pieles y bolsos de Hermés. También pueden encontrarse alojamientos más asequibles que los 800 euros por noche del Gstaad Palace. Hoteles de dos o tres estrellas donde dormir por unos 100 euros y donde se pueden degustar las especialidades de queso, mientras se admira el idílico paisaje alpino.

https://www.abc.es/estilo/gente/abci-como-pasar-rincon-alpino-201812300110_noticia.html
 
Bueno, pues para el próximo año ya se donde pasar el fin de año , claro necesito que me salga la primitiva , pero me da que me encontraría fuera de lugar.
 
¿Cómo se celebra la Nochevieja alrededor del mundo?
La noche del 31 de diciembre no se festeja de la misma manera en todos los países

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La noche del 31 de diciembre es un día de celebración y magia en gran parte del mundo. Hay muchas tradiciones ligadas a esta festividad, pero se celebran de diferente manera para atraer suerte, prosperidad o pedir deseos para el año que viene. En España, lo celebramos comiendo las tradicionales uvas, y también tenemos la extendida creencia al igual que en Turquía, de usar ropa interior roja porque se cree que da buena suerte.

Según la comunidad Student.com estas son las tradiciones más curiosas para celebrar la Nochevieja.

Perú
Como en todos los países latinoamericanos, la influencia de las tradiciones españolas es muy relevante. Por ejemplo, los peruanos generalmente también toman las uvas a media noche, pero lo hacen debajo de una mesa.

Otra curiosa tradición que tienen para esta noche está relacionada con las patatas. Se trata de esconder debajo de la cama en la víspera de año nuevo tres patatas: una sin pelar, una pelada hasta la mitad y otra completamente pelada. Sin mirar, deben meterse debajo de la cama y coger la primera patata que se encuentren. Si han cogido la patata que está completamente pelada, significa que atravesarán dificultades financieras en el nuevo año, es decir, estarás pelado. Una patata medio pelada significará que se experimentarán algunos problemas económicos pero que podrán solventarse, mientras que una patata que no está pelada significa que el año que entra será próspero en términos de dinero.

Dinamarca
Cuando llega la medianoche del 31 de diciembre en Dinamarca, es tradición tirar platos contra la puerta de la vivienda de tus amigos en señal de afecto. De hecho, de acuerdo con esta práctica, esto trae buena suerte, por lo tanto, cuantos más platos rotos, ¡más suerte tendrás el año que viene!

Otra forma curiosa de celebrar la Nochevieja es saltar encima de una silla a las 12 en punto, este hecho también trae buena suerte a quienes lo hacen.

Italia
Durante la última cena del año, los italianos suelen servir lentejas ya que se considera que esta comida trae suerte y propiedades en el nuevo año. Esta tradición tiene origen en la costumbre romana de dar una «scarsella», o una bolsa de cuero, llena de lentejas que tradicionalmente estaban atadas al cinturón. En estos tiempos antiguos, se esperaba que las lentejas se transformaran en monedas de oro, trayendo riqueza al portador de la scarsella. En el pasado, las lentejas eran entregadas como regalo el 31 de diciembre, pero hoy en día las lentejas se han convertido en un símbolo de prosperidad en Italia.

Puerto Rico
En este país, se cree que tirar un cubo de agua por la ventana en la noche del 31 de diciembre, ahuyenta a los espíritus malignos. Además, si esparces azúcar fuera de casa llamarás a la buena suerte para el próximo año. Por último, si la celebración se hace en una playa, la gente se deja caer hacia atrás en el mar mientras el reloj marca las 12 para mantener a raya a los malos espíritus.

Filipinas
La Nochevieja en Filipinas se celebra animando a los niños a que salten durante la medianoche para que crezcan altos. También adoptaron la tradición de comer las doce uvas y usan ropa con lunares para atraer la riqueza. Otra práctica popular es abrir todas las puertas y ventanas a medianoche para dejar entrar la buena suerte.

Méjico
En este país, hay muchas tradiciones relacionadas con tener buena suerte y que los deseos se cumplan. Por ejemplo, si viajar es lo que estás buscando en el nuevo año, los mejicanos hacen una maleta con artículos que representan el tipo de viaje que les gustaría hacer y después, corren alrededor de su vecindario con el equipaje en la mano.

Otra tradición ligada a dejar atrás todo lo malo que el año les ha traído, es escribir todo lo que les gustaría olvidar de los 12 meses anteriores y seguidamente se le prende fuego. Una vez que hayan dejado los malos recuerdos en cenizas, estarán listos para comenzar el nuevo año.

Incluso, una versión de la misma tradición es fabricar un gran muñeco de trapo de tamaño natural que represente el año pasado y quemarlo. La tradición dicta que estas muñecas se quemen en el año nuevo para purificar simbólicamente al creador y ayudarles a eliminar cualquier energía negativa que aún permanezca del año anterior.

República Checa
El año nuevo se celebra en la República Checa de manera similar a tantas otras celebraciones que vemos en todo el mundo: con amigos, familiares, en fiestas, pubs, conciertos... Pero hay una cosa que las mujeres solteras hacen esa noche. Se supone que las chicas solteras deben tirar un zapato sobre su hombro y en dirección hacia la puerta para salir de casa. Si el zapato cae con la puntera apuntando hacia la puerta, la soltera se casará en el año próximo.

Grecia
Los griegos no celebran Papá Noel, o como lo llaman ellos, «Agios Vassilis». De hecho, Agios Vassilis llega el 31 de diciembre y no el 24 por la noche. Además, celebran la víspera de año nuevo con un «Vassilopita», la torta de San Basilio, que se corta justo después de la entrada al nuevo año, o en la comida del día 1. Lo especial de Vassilopita es que se cuece con una moneda dentro, como nuestro roscón de reyes. El que encuentre la moneda, tendrá mucha suerte durante el próximo año.

Además, en Grecia tradicionalmente decoran un barco y no un árbol por Navidades.

Reino Unido
En este país, cuando el reloj marca la medianoche, la gente suele salir a la calle y darse las manos en círculopara cantar la canción de Auld Lang Syne. Se considera una canción de reunión y reconciliación, para alentar a las personas a reflexionar sobre los tiempos pasados y avanzar juntos hacia el nuevo año.

En Escocia e Irlanda del Norte, creen que la primera persona en pasar a la casa el día de año nuevo será la que traiga buena suerte para el próximo año. De hecho, se dice que los hombres altos y de pelo oscuro son los que más fortuna dan, mientras que las mujeres y los hombres de pelo rubio se consideran desafortunados en algunas áreas del Reino Unido. Además, se espera que la persona que pasa por primera vez traiga un regalo, como una moneda para la prosperidad financiera, pan para la comida, sal para el sabor, carbón para el calor o una bebida para animar la fiesta.

https://www.abc.es/familia/activida...eja-alrededor-mundo-201812310208_noticia.html


 
Agua por la ventana y una guerra de sidra: el tradicional festejo de fin de año en Montevideo
En la Ciudad Vieja de la capital de Uruguay comenzaron los festejos para despedir el 2018 y dar la bienvenida al 2019 mediante una serie de costumbres únicas


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Una clásica escena de la víspera de año nuevo en la Ciudad Vieja de Montevideo: agua cayendo desde los balcones (EFE)

La Ciudad Vieja, histórico barrio de Montevideo, despidió este lunes el 2018 tirando agua a baldazos y calendarios desde las ventanas de las oficinas hacia las calles y realizó su tradicional batalla de sidra en el Mercado del Puerto.

El caluroso y soleado día fue el marco ideal para que los uruguayos comenzaran a puro festejo los últimos momentos del año y realizaran, una vez más, todas las típicas actividades que no dejan de divertir a propios y extraños.

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La mayoría de las personas conocen la tradición y la esperan con alegría (EFE)
La mañana comenzó en las angostas calles del casco antiguo de Montevideo donde todas las oficinas, públicas y privadas, dejaron a un lado sus tareas para asomarse a las ventanas y comenzar la cacería para mojar a todo aquel que pasara por su acera.


Baldes, pistolas de agua, globos de agua e incluso jarras fueron algunos de los elementos con los que se empapaba a todos los que se acercaban a las ventanas.

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Baldes, pistolas de agua, jarras, todo sirve para lanzar el líquido por la ventana (EFE)
Si bien habían algunos pocos que no sabían lo que les deparaba al pasar por allí y se molestaban al ser mojados, la mayoría ya pasaba a propósito, con una sonrisa en sus rostros y listos para reírse si el agua no alcanzaba a tocarlos.

Además, unos pocos llevaban paraguas para evitar ser mojados.

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El otro costado de la celebración: la guerra de sidra (EFE)
Los turistas, en su mayoría brasileños, pero también había colombianos, venezolanos y argentinos, miraban sorprendidos este ritual típico que cada año se realiza en Montevideo.

Personas a pie, en bicicleta, motos y autos fueron víctimas del agua que no perdonaba a nadie y no le importaba la edad o vestimenta para mojar.

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La tradicional guerra de sidra para despedir el año se suele organizar en torno al Mercado del Puerto de Montevideo (EFE)
Más adelante tocó el turno de la guerra de sidra, donde cientos de personas de todas las edades y nacionalidades se reunieron en elMercado del Puerto para tirarse sidra al ritmo de la música que provenía de unos parlantes como también de una comparsa que acompañó tocando samba y candombe.

La sidra era vendida en unos puestos ambulantes donde se diferenciaba la sidra a temperatura natural, lista para ser arrojada, y la que estaba guardada en unos tanques con hielo para ser bebida.

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La sidra al natural se usa para la “guerra”, la fría para beber (EFE)
Si bien esta bebida es el principal atractivo de la guerra, no faltaba quienes se sumaran tirando cerveza, gaseosas, espuma o incluso participara con bombas de humo que generaban que las personas alentaran y saltaran aún más.

Una turista brasileña dijo a EFE que esta fiesta del Mercado del Puerto parecía "el Carnaval de Río (de Janeiro)" ya que era algo "maravilloso y espirituoso" para dar alegría.

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Muchos turistas se sumaron también a los festejos (EFE)
Cada vez que parecía que la fiesta se apagaba, algo ocurría que volvía a incentivar al público que estaba deseoso de festejar el cierre de este año.

Ya sea una foto en grupo, canciones a la selección uruguaya, o el ritmo del candombe, cualquier excusa servía para que los gritos, el canto y la alegría acompañaran a la sidra que volaba por los aires y mojaba a todos los presentes para despedir este año y recibir festejando el 2019.

Con información de EFE

https://www.infobae.com/america/ame...dicional-festejo-de-fin-de-ano-en-montevideo/



 
Así es dormir en un hotel “cápsula” en Japón
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Se podría decir que simplemente visitar Japón es una experiencia en sí, por el choque cultural. Pero si encima la primera noche, con el cansancio de un viaje largo en avión, el sueño de un viaje al Este (se llega por la mañana) y con el jet lag, haces una inmersión cultural extrema, como es dormir en un hotel “cápsula” en Tokyo, la experiencia es increíble.

¿Qué son los hoteles “cápsula”? Básicamente son hoteles donde en lugar de alquilar una habitación alquilas una especie de litera, pero cerrada por todos los lados excepto por los pies. Y en cada cápsula tienes una televisión, radio, y un metro de altura para acomodarte. El motivo de estos hoteles es tener una alternativa barata de alojamiento para cuando pierdes el último tren o cuando quieres quedarte de juerga en la ciudad, ya que las grandes ciudades de Japón son muy extensas. Pero para los turistas también pueden ser una experiencia inolvidable.-

La llegada al hotel
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Fue en 2006 cuando hice con unos amigos el viaje a Japón, y la verdad es que al rememorar la parte de la primera noche, cuando nos alojamos en el hotel de “cápsula”, me ha dado algo de pena enterarme que el hotel en el que estuve ya no existe. En el barrio de Akihabara, encontrar el hotel fue algo complicado, no sólo porque en Japón las calles no tienen nombre, sino porque el edificio era bastante estrecho. De hecho, desde fuera cuesta imaginar que haya un hotel en dicho edificio.

Claro que esa es una de sus gracias. En un espacio estrecho, pero alto (eran seis alturas) se puede alojar a mucha gente debido a las cápsulas. Al entrar tuvimos que quitarnos los zapatos. Luego en recepción nos dieron una llave a cada uno para la taquilla, ya que en la cápsula no hay espacio para tener la maleta. En la taquilla, además, pudimos encontrar un yukata (una bata japonesa) y unas zapatillas. Normalmente la gente se quita la ropa, la guarda en la taquilla, y ya con el yukata se pasean por los escasos espacios públicos y duerme con ella. Nosotros, para tener una inmersión plena, así lo hicimos.

En el Capsule hotel Akihabara había seis pisos. La planta baja era la recepción, bastante pequeña. En el segundo estaban las taquillas. En los pisos 3 a 5 estaban alojados los hombres, y en el piso 6 las mujeres. Sí, hombres y mujeres separados, debido a que realmente hay poca intimidad y también a cierto machismo de la sociedad japonesa. Además, el piso de las mujeres tenía llave para entrar, mientras que el resto de pisos no.

Las cápsulas
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Una vez en el piso que nos correspondía, tuvimos que buscar la cápsula que nos habían asignado. En la habitación había dos filas de cápsulas, cada fila en dos alturas. Una vez dentro lo más sorprendente es que, a pesar de estar bastante encajonado, el metro de altura es suficiente para estar sentado y no hay sensación de agobio. La televisión era sólo en japonés y con la radio tampoco hubo más éxito.

Para ir al baño había que salir a la zona de los ascensores. Allí estaban los baños comunes, donde además se podía tomar un baño caliente (tradicional en Japón) después de ducharte (el agua se reutiliza entre clientes). Por supuesto lo hicimos, la inmersión cultural debe ser plena.

Lo más curioso de toda la experiencia fue la falta de intimidad. A pesar de lo cansados que estábamos, nos despertamos varias veces durante la noche porque iba llegando gente (era fin de semana y hubo un goteo de personas que venían de fiesta), y sobre todo ¡¡los ronquidos!!. A fin de cuentas es como estar en un albergue.

Despedida
A la mañana siguiente sólo había que bajar, recoger las cosas de la taquilla y marcharse. Todo estaba pagado de antemano, aunque en recepción hay servicio las 24 horas. Siempre es posible comprar una camisa, una corbata o unos calcetines, ya que muchos de los usuarios de estos hoteles son ejecutivos que después de trabajar se quedan a tomar una cerveza con los compañeros de trabajo y pierden el último tren.

Desde luego una cosa está clara: es imposible pasar una noche en el centro de Tokyo más barato. Nos costó unos 30 euros por persona, cosa bastante difícil de superar. Y también la experiencia, 100% japonesa, deja huella. Siempre lo recordaré con cariño, a pesar de la incomodidad de haber tenido que separarnos hombres y mujeres y de los ronquidos del resto de compañeros de habitación.-
 
El artista sanador de ciudades

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'Olmestd's Eye', obra de la serie sobre Nueva York (2017). DIONISIO GONZÁLEZ

Dionisio González (Gijón, 1965) se ha convertido en una especie de sanador de ciudades, arquitecto de los deseos o mago de la habitabilidad. Sus propuestas han mejorado arrabales, favelas y poblaciones expuestas a huracanes y tifones en países tan distintos como Brasil, Vietnam, Corea del Sur, Italia, Estados Unidos, Holanda, Cuba... Todo sin tocar un ladrillo, porque González no es arquitecto, aunque le hubiese gustado, sino un artista plástico empeñado en mejorar su entorno. De momento, con ideas, porque aunque ha recibido ofertas para hacer realidad algunos de sus proyectos —en Busan (Corea del Sur) estuvo a punto pero se truncó por problemas políticos— aún no ha materializado ninguno.

El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga reúne, hasta el 17 de marzo, la exposición más ambiciosa de cuantas ha realizado el artista: Parresia y lugar, un repaso por su trabajo entre 2006 y 2017 plasmado en casi 90 obras, entre fotografías manipuladas, vídeos, foto-esculturas, prismas holográficos y maquetas. “El título adelanta lo que es la muestra. Parresia significa el decir veraz y lo contrapongo a existimar: dar por cierto algo que no lo es”, explica el artista preocupado con el efecto que las fake news tienen sobre la sociedad.

En Instalación: construir, habitar, existimar (2015) parte de Umberto Eco, cuando decía que la sobreinformación es desinformación, para crear un falso —pero totalmente creíble y bien documentado— proyecto sobre dos casas realizadas por Breuer (1954) y Mendelsohn (1953). “Internet empieza a ser una especie de vertedero donde arraigan todo tipo de bulos y eso hace que aún cuando sabemos que algo es falso nos resulta dificil cambiar de opinión”, precisa el artista.

El gran espacio del CAC —que ocupa el antiguo mercado de mayoristas obra del arquitecto racionalista Luis Gutiérrez Soto de 1944— es ideal para albergar las enormes composiciones fotográficas (cinco de sus obras expuestas tienen 9 x 2 metros cada una) sobre las favelas de Brasil de la serie Cartografías para a remoçao. Y también para sus sorprendentes fotografías de ciudades plegadas, en las que continúa manipulando la realidad para mejorarla con sus propuestas.

Dionisio González, que reside en Sevilla y cuya obra forma parte de las colecciones de grandes museos como el Pompidou de París, el Reina Sofía de Madrid o el Contemporary Photography de Chicago, estudia a fondo los lugares sobre los que trabaja antes de visitarlos y se apoya en urbanistas, filósofos y arquitectos para realizar sus propuestas que siempre son viables, aunque no sean reales.

“Heidegger decía: ‘Todo proyecto no construido es una ruina’ y toda ruina es fruto del abandono; por lo tanto, la no construcción implica destrucción”, reflexiona el artista que en su serie Las horas claras desarrolla los proyectos que grandes arquitectos, como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright o Aldo Rossi hicieron para Venecia pero nunca se construyeron.

“La ciudad como la entendieron Aristóteles o Platón ha muerto. Los urbanistas Lewis Mumford y Jane Jacobs o, incluso antes, el sociólogo y botánico Patrick Geddes, hablaban de cacotopía —el mal lugar— frente a eutopía —el buen lugar— refiriéndose a las ciudades. La primera tiene un fin lucrativo; mientras que la segunda es más social y colaborativa. Nuestras coordenadas territoriales se han modificado radicalmente. En las ciudades ya no se habla de ejes axiales, centro-periferia, sino de un eje temporal. No decimos a cuántos kilómetros está un sitio de otro, sino cuánto tiempo tardamos en llegar”, precisa González; quien desde el cambio de siglo empezó a investigar los problemas de habitabilidad en lugares especialmente precarios por estar expuestos a fenónemos naturales, como en Dauphin Island, o por el efecto antrópico, en Halong Series.

“Actualmente vivimos una exópolis —término acuñado por el geógrafo y urbanista Edward Soja y que supone la deconstrucción del orden centro-periferia—, una enormidad de elementos externos que interfieren en la propia lógica de la ciudad, entre ellas la globalización que hace que tengamos que enfrentarnos a problemas mundiales con infraestructuras locales”, afirma el artista quien, desde hace una década colabora con un arquitecto y un geógrafo para desarrollar sus proyectos.
https://elpais.com/cultura/2018/12/29/actualidad/1546088381_428258.html

 
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