Siiii, Simo con la zarpa y ella zafándose en la segunda imagen. Tiene cara de pensar: “aparta bichooooo”Exacto prima. A Mariam se le ve con ganas de huir y cara de situación forzada. El soborno que estará pagando la toña por estas visitas de su hija además de salirle bien caro, no deja de ser un chantaje y se nota que ese amor del que presume es totalmente fingido.