CHISTES CORTOS

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Este era un día en que el señor presidente paseaba por la calle, cuando escucha una voz que dice:
¡Que se muera el presidente!
Este mira desconcertado para todos lados y cuando ve un loro en la ventana de una casa decide tocar la puerta de ésta, al abrir la dueña de la vivienda, el presidente disgustado le dice que él pasará mañana y el loro no deberá decir eso.
La señora preocupada, fue a casa del sacerdote y éste canjea con ella el loro, la señora se lleva el loro del sacerdote y el sacerdote se queda con el loro de ella. Al día siguiente pasa el presidente y observa que el loro no dice nada, éste enojado le dice al loro:
¿No vas a decir que se muera el presidente?
Y el loro contesta:
¡Que Dios te oiga hijo mío, que Dios te oiga!
 
Un hombre le dice a su mujer:
-Te apuesto mil pesos a que no eres capaz de decirme algo que me alegre y me enoje a la vez...
Y ella responde:
De tu grupo de amigos, el que la tiene mas grande eres tu.
 
Al Padre Pascual, le estaban haciendo su cena de despedida por 25 años de trabajo en una Parroquia.
Un político, miembro de la comunidad ,fue invitado para dar un breve discurso.
Como el político tardaba en llegar, el sacerdote decidió decir unas palabras él mismo, para llenar el tiempo:
-'Mi primera impresión de la Parroquia, la tuve con la primera confesión que me tocó escuchar.'
Pensé que me había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se confesó, me dijo que había robado un televisor, que les había robado dinero a sus padres, había robado también en la empresa donde trabajaba, además de tener aventuras sexuales con la esposa de su jefe. También en ocasiones se dedicaba al tráfico y a la venta de drogas. Y para finalizar, confesó que le había trasmitido una enfermedad venérea a su cuñada.


Me quedé asombrado y asustadísimo...
Pero cuando transcurrió un tiempo, fui conociendo más a la gente y vi que no eran todos así. Vi una parroquia llena de gente responsable, con valores, comprometida con su fe. Y así he vivido, los 25 años más maravillosos de mi sacerdocio'.

Justamente en este momento llegó el político, por lo que se le dio la palabra.
Por supuesto, pidió disculpas por llegar tarde, y empezó a hablar diciendo:
-'Nunca voy a olvidar el primer día que llegó el Padre a nuestra Parroquia... De hecho, tuve el honor de ser el primero que se confesó con él...'
MORALEJA:...NUNCA LLEGUES TARDE!...
 
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TERCERA EDAD

"Estaba yo entrenando en el gimnasio cuando vi a esta cosita dulce y hermosa entrar.


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Le pregunté al entrenador:

"¿Qué máquina debo usar para impresionar a esa señorita?"

El entrenador me observo de arriba a abajo y dijo:

"Yo le recomendaría el cajero automático que está en el lobby."
 
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