El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
29/07/2017
CHSSS...
LA HIJA EMBARAZADA DE BLESA...
CREÍ QUE ERA SU ABUELO...
Cuando un hombre se suicida siempre quedan, no sólo para la opinión pública sino para la propia familia, muchos signos de interrogación. Nada que ver cuando la muerte es de forma natural. Por enfermedad o consecuencia de la edad. En la de Miguel Blesa, muchos son los interrogantes. Algunos de ellos, los más importantes, familiares.
Los Blesa eran lo que se entiende una familia desestructurada. No por el divorcio de su primera esposa, María José Portela, una gran señora a quien no le funcionó el matrimonio, como a otras muchas mujeres, sino porque la segunda, Gema Gámez, no encajó nunca en la familia. No se hablaba con la ex de su marido, como es natural, pero tampoco con Cus, apelativo cariñoso de la única hija del banquero, adoptada ella, durante su matrimonio con María José. Se trata de una magnífica e inteligente muchacha, licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad San Pablo CEU. El 9 de abril de 2010 contrajo matrimonio con Miguel Vallterra, actuando su padre de orgulloso padrino.
Cus se encontraba, el día que su padre se quitó la vida, embarazada de ocho meses del hijo, una niña, que espera. Será el tercero. De este matrimonio han nacido ya otra niña y un varón. Ni esta circunstancia de convertirse, por tercera vez, en abuelo, le impidió quitarse la vida. El hecho de que se disparara directamente al corazón, roto por el desamor, pone mi atención en su vida sentimental, a la deriva desde hacía mucho tiempo. Pienso, a lo peor me equivoco, que el matrimonio estaba, presuntamente, roto. Esa simple y lacónica nota de “me voy a Córdoba, adiós” cuando ya había decidido quitarse la vida, es lo más cruel y desprovisto de la mínima humanidad que se ha visto nunca, jamás. Cierto es que la respuesta de la viuda, al ser informada por una llamada telefónica del empleado de la finca, Fermín Gallardo, a las ocho y pocos minutos, después del su***dio de su esposo, fue la que la nota se merecía. Se limitó a colgar. Que empezara a llorar es de suponer si no se conociera la situación del matrimonio. Pero que Gema esperara, nada menos que... ¡seis horas! para devolver la llamada, a las 14.30, al amigo Rafael Alcaide para preguntar: “¿Qué hago?”...
Otro ejemplo, muy elocuente, de la situación familiar se produjo en el propio tanatorio de Córdoba, cuando toda la familia Blesa “se volcaron en apoyar a la hija, dejando un poco más aparte a la viuda” (Marina Pina, dixit).
Me gustaría saber qué hizo Gema durante esas seis horas, cuando ya sabía que era viuda, en vez no de correr sino volar, para abrazar el cuerpo muerto de su marido. Otro ejemplo nada ejemplar de los sentimientos de Gema, se puso de manifiesto hace algunos meses, cuando el coche en el que Blesa regresaba a Madrid desde El Escorial, dicen, se estrelló (o lo estrelló) en un túnel, creo, cerca de ¿Las Rozas? No he encontrado referencia alguna del suceso. Pero quien me ha informado me merece toda la credibilidad del mundo. Como consecuencia de aquel accidente, Miguel tuvo que ser hospitalizado y Gema, su esposa, sólo le visitó en... una ocasión según mi garganta profunda...
Tener un apellido tan exclusivo y polémico como Queipo de Llanopuede conducir al error, a la equivocación o al ridículo, cuando piensas que todos los que así se apellidan pueden ser hijos, nietos o parientes. Son los riesgos de no llamarse Sánchez, Pérez o Rodríguez.
Tal me ha sucedido, esta mi semana, con la noticia de que el Ayuntamiento de Sevilla había decidido exhumar de la Iglesia de La Macarena, los restos mortales de un general golpista colaborador de Franco. Se da la coincidencia de que lleva el mismo apellido que el cabroncete de mi amigo Lorenzo Queipo de Llano, uno de los interioristas más importantes del mundo descubierto, en su día, nada menos que por Carolina Herrera. Esta mi semana, la revista Elle, considera el club El Trocadero de Sotogrande como lo mejor de Europa y donde Lorenzo puso todo el glamour y exquisitez de su interiorismo al estilo de aquella mítica película Memorias de África. Cuando le telefoneé para que me diera su opinión sobre quien yo creía era su abuelo, el cabreo fue tan grande, como el mío, cuando me dejó, debajo de la mesa de mi despacho, donde había acudido a negociar una exclusiva... un león. Pero esa es otra historia.
Mi amigo nació en una casa de tradición liberal. Nada que ver con la ideología del Queipo de Llano sevillano, porque Lorenzo desciende de otro Queipo, del conde de Toreno, quien tiene en su haber la redacción de la Constitución de 1812, la famosa Pepa, y abolir la esclavitud. Fue, además, presidente del Congreso, ministro de Hacienda y jefe de Gobierno. Pero lo que más me gusta del familiar de Lorenzo fue que definió que los españoles no serían, nunca más, ni súbditos ni vasallos del rey. Se llamarían, miren usted por donde... ciudadanos.
Por más que lo intenten, la Justicia no es igual para todos. No se está ocupando igual de la desaparición hace 28 meses de Carolina, de 14 años y humilde familia, que de Diana, de padres en buena posición económica. (...) Qué pesadez de famosísimo. ¿A quién puede importar el... 11 aniversario de su boda y que lo ha pasado con sus padres en Cádiz y el marido con sus amigos en Madrid? ¡Por algo será, guapa! (...) Picasso, tan comunista él, se estará revolviendo en su tumba con la ley balear antitaurina que no sólo pretende desvirtuar la Fiesta sino acabar con los toros. (...) Al parecer, el secreto del éxito del magnífico fotógrafo peruano con la realeza, parece que lo consigue con su “mariconamiento”, según mi amigo Boris, otro con mucha pluma. (...) En esta ocasión sí que ha estado más que justificada la entrada de la Guardia Civil a un yate de un multimillonario español que pretendía exportar un valiosísimo cuadro de Picasso para subastarlo en el extranjero. (...) Ha declarado que se conocieron hace tres años y que la conquistó por su personalidad y... pienso que también por su dinero ya que, al parecer, es inmensamente rico. (...) Me llama la atención la visible expresión de tristeza de los cuatro hijos. No es para menos. Se encuentran en vísperas de que papá ingrese en prisión.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
29/07/2017
CHSSS...
LA HIJA EMBARAZADA DE BLESA...
CREÍ QUE ERA SU ABUELO...
Cuando un hombre se suicida siempre quedan, no sólo para la opinión pública sino para la propia familia, muchos signos de interrogación. Nada que ver cuando la muerte es de forma natural. Por enfermedad o consecuencia de la edad. En la de Miguel Blesa, muchos son los interrogantes. Algunos de ellos, los más importantes, familiares.
Los Blesa eran lo que se entiende una familia desestructurada. No por el divorcio de su primera esposa, María José Portela, una gran señora a quien no le funcionó el matrimonio, como a otras muchas mujeres, sino porque la segunda, Gema Gámez, no encajó nunca en la familia. No se hablaba con la ex de su marido, como es natural, pero tampoco con Cus, apelativo cariñoso de la única hija del banquero, adoptada ella, durante su matrimonio con María José. Se trata de una magnífica e inteligente muchacha, licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad San Pablo CEU. El 9 de abril de 2010 contrajo matrimonio con Miguel Vallterra, actuando su padre de orgulloso padrino.
Cus se encontraba, el día que su padre se quitó la vida, embarazada de ocho meses del hijo, una niña, que espera. Será el tercero. De este matrimonio han nacido ya otra niña y un varón. Ni esta circunstancia de convertirse, por tercera vez, en abuelo, le impidió quitarse la vida. El hecho de que se disparara directamente al corazón, roto por el desamor, pone mi atención en su vida sentimental, a la deriva desde hacía mucho tiempo. Pienso, a lo peor me equivoco, que el matrimonio estaba, presuntamente, roto. Esa simple y lacónica nota de “me voy a Córdoba, adiós” cuando ya había decidido quitarse la vida, es lo más cruel y desprovisto de la mínima humanidad que se ha visto nunca, jamás. Cierto es que la respuesta de la viuda, al ser informada por una llamada telefónica del empleado de la finca, Fermín Gallardo, a las ocho y pocos minutos, después del su***dio de su esposo, fue la que la nota se merecía. Se limitó a colgar. Que empezara a llorar es de suponer si no se conociera la situación del matrimonio. Pero que Gema esperara, nada menos que... ¡seis horas! para devolver la llamada, a las 14.30, al amigo Rafael Alcaide para preguntar: “¿Qué hago?”...
Otro ejemplo, muy elocuente, de la situación familiar se produjo en el propio tanatorio de Córdoba, cuando toda la familia Blesa “se volcaron en apoyar a la hija, dejando un poco más aparte a la viuda” (Marina Pina, dixit).
Me gustaría saber qué hizo Gema durante esas seis horas, cuando ya sabía que era viuda, en vez no de correr sino volar, para abrazar el cuerpo muerto de su marido. Otro ejemplo nada ejemplar de los sentimientos de Gema, se puso de manifiesto hace algunos meses, cuando el coche en el que Blesa regresaba a Madrid desde El Escorial, dicen, se estrelló (o lo estrelló) en un túnel, creo, cerca de ¿Las Rozas? No he encontrado referencia alguna del suceso. Pero quien me ha informado me merece toda la credibilidad del mundo. Como consecuencia de aquel accidente, Miguel tuvo que ser hospitalizado y Gema, su esposa, sólo le visitó en... una ocasión según mi garganta profunda...
Tener un apellido tan exclusivo y polémico como Queipo de Llanopuede conducir al error, a la equivocación o al ridículo, cuando piensas que todos los que así se apellidan pueden ser hijos, nietos o parientes. Son los riesgos de no llamarse Sánchez, Pérez o Rodríguez.
Tal me ha sucedido, esta mi semana, con la noticia de que el Ayuntamiento de Sevilla había decidido exhumar de la Iglesia de La Macarena, los restos mortales de un general golpista colaborador de Franco. Se da la coincidencia de que lleva el mismo apellido que el cabroncete de mi amigo Lorenzo Queipo de Llano, uno de los interioristas más importantes del mundo descubierto, en su día, nada menos que por Carolina Herrera. Esta mi semana, la revista Elle, considera el club El Trocadero de Sotogrande como lo mejor de Europa y donde Lorenzo puso todo el glamour y exquisitez de su interiorismo al estilo de aquella mítica película Memorias de África. Cuando le telefoneé para que me diera su opinión sobre quien yo creía era su abuelo, el cabreo fue tan grande, como el mío, cuando me dejó, debajo de la mesa de mi despacho, donde había acudido a negociar una exclusiva... un león. Pero esa es otra historia.
Mi amigo nació en una casa de tradición liberal. Nada que ver con la ideología del Queipo de Llano sevillano, porque Lorenzo desciende de otro Queipo, del conde de Toreno, quien tiene en su haber la redacción de la Constitución de 1812, la famosa Pepa, y abolir la esclavitud. Fue, además, presidente del Congreso, ministro de Hacienda y jefe de Gobierno. Pero lo que más me gusta del familiar de Lorenzo fue que definió que los españoles no serían, nunca más, ni súbditos ni vasallos del rey. Se llamarían, miren usted por donde... ciudadanos.
Por más que lo intenten, la Justicia no es igual para todos. No se está ocupando igual de la desaparición hace 28 meses de Carolina, de 14 años y humilde familia, que de Diana, de padres en buena posición económica. (...) Qué pesadez de famosísimo. ¿A quién puede importar el... 11 aniversario de su boda y que lo ha pasado con sus padres en Cádiz y el marido con sus amigos en Madrid? ¡Por algo será, guapa! (...) Picasso, tan comunista él, se estará revolviendo en su tumba con la ley balear antitaurina que no sólo pretende desvirtuar la Fiesta sino acabar con los toros. (...) Al parecer, el secreto del éxito del magnífico fotógrafo peruano con la realeza, parece que lo consigue con su “mariconamiento”, según mi amigo Boris, otro con mucha pluma. (...) En esta ocasión sí que ha estado más que justificada la entrada de la Guardia Civil a un yate de un multimillonario español que pretendía exportar un valiosísimo cuadro de Picasso para subastarlo en el extranjero. (...) Ha declarado que se conocieron hace tres años y que la conquistó por su personalidad y... pienso que también por su dinero ya que, al parecer, es inmensamente rico. (...) Me llama la atención la visible expresión de tristeza de los cuatro hijos. No es para menos. Se encuentran en vísperas de que papá ingrese en prisión.
Última edición por un moderador: