Asesinado en Málaga el cuidador de un hombre descapacitado

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«Escuché a mi cuidador gritar '¡que me mata!', y no dijo nada más; cómo iba a hacerlo... estaba muriéndose»
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El dueño del piso, en la cama donde está postrado, junto a la silla del cuidador, que ocupaba Javier. / SUR
El dueño del piso de Huelin donde un encapuchado mató a puñaladas a un joven este viernes relata a SUR cómo sucedieron los hechos
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JUAN CANOMálagaSábado, 27 julio 2019, 00:38

Un encapuchado mata a puñaladas al cuidador de un discapacitado al asaltar su casa en Huelin
JUAN CANO


A David lo despertaron los gritos de Javier, sobre las tres y media de la madrugada de ayer. «Socorro, auxilio, que me mata», asegura que le escuchó decir, justo antes del silencio. «Yo le pregunté una y otra vez qué le pasaba. Insistí y, como no me puedo levantar, lo llamé por teléfono. No me cogió. Cómo me iba a coger... estaba muriéndose», relata el dueño de la vivienda, situada en el número 9 de la calle Carpio, en la barriada de Huelin. Desde su cuarto, que está al fondo del piso, no pudo ver lo que pasaba, ni adivinar que a Javier acababa de apuñalarlo un encapuchado. De todo eso, dice, se enteró después, cuando llegó la policía.

En esos momentos, en la calle se estaba desarrollando otra escena que resultó ser clave para esclarecer el suceso. Casualmente, en la puerta del edificio había dos hombres y una mujer que escucharon los gritos desesperados de Javier, que se asomó al balcón de la tercera planta, ensagrentado, con varias puñaladas repartidas entre el pecho y el abdomen. Segundos después, cuando se acercaron al portal, vieron bajar a la carrera a un encapuchado con un cuchillo en la mano. Además de bloquearle la salida, estos tres ciudadanos alertaron a una patrulla de la Policía Local que –otra casualidad más– pasaba a esa hora, anteanoche, por la calle Carpio de Huelin.

Los agentes acudieron raudos al aviso y entraron en el edificio en busca del encapuchado descrito por los testigos, que había desandado sus pasos, escalera arriba, para intentar escapar. Le dieron alcance en el rellano de la segunda planta, lo redujeron y lo engrilletaron.

La Policía Científica inspeccionó la puerta de la vivienda en busca de huellas. Abajo, estado en el que quedó el salón tras la agresión y portal del edificio donde ocurrió el suceso.. / SUR


Bajo el pasamontañas y las gafas de sol identificaron a un joven hondureño de 21 años mientras que Javier, de 28, también era centroamericano, concretamente nicaragüense. «Tenía pensado casarse el año que viene con su novia, que está en su país. La idea era que ella se viniera a España y me cuidaran entre los dos», comenta David.

Tras reducir al sospechoso, los agentes acudieron al piso de arriba a socorrer a Javier, que había ido del balcón al rellano de la escalera buscando ayuda. Los policías locales trataron de taponarle las heridas mientras llegaban los servicios de emergencias sanitarias, que ya no pudieron hacer nada por su vida, ya que la víctima tenía cinco puñaladas, tres en cuello y dos en el abdomen. «Los agentes me dijeron que saliera, que dos personas se habían apuñalado en el piso. Yo les dije desde el cuarto que no me podía mover y que mi amigo no había apuñalado a nadie. Ellos insistieron en quién había abierto la puerta. ¿Y yo qué sé quién la ha abierto?», responde David, que dio llaves a sus anteriores cuidadores, y no siempre cambió la cerradura cuando dejaron de trabajar allí.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional investiga si el agresor trabajó también como cuidador para David en el pasado, o bien tiene relación con algún exempleado de éste, ya que, al parecer, usó una llave para entrar, como sugiere el hecho de que la cerradura no haya sido forzada. Las pesquisas siguen abiertas y, aunque inicialmente se barajó el robo como el móvil del asalto, no se descarta ninguna hipótesis.
 
Y si se conocían víctima y verdugo? Y le abrió la puerta.
Yo si cierro la puerta por dentro y dejó llaves o pongo pestillo tienen que forzar la puerta.
Hay muchos casos de cuidadores hombres o mujeres que se aprovechan de su condición para robarles o estafarles.
 
Y si se conocían víctima y verdugo? Y le abrió la puerta.
Yo si cierro la puerta por dentro y dejó llaves o pongo pestillo tienen que forzar la puerta.
Hay muchos casos de cuidadores hombres o mujeres que se aprovechan de su condición para robarles o estafarles.

Algo así sospecho yo. Por robo lo dudo mucho, no tardaremos en saberlo.
Menos mal que gracias a los vecinos y la rápida actuación de la policía no ha huido.
 
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