AMPARO MUÑOZ, la gran olvidada

Sí, dos.
De cuántas?
Cuántas chicas ahora desconocidas, salieron desnudas en películas hoy infumables, y ahora son desconocidas, o peor, juguetes rotos?
Cuántas acabaron mal?
 
No quiero defender a Andion, pero sabiendo lo que sé del cine español de los setenta, yo también creo que a determinados directores les importaba un bledo que Amparo fuera buena actriz, lo que querían era que saliese desnuda en sus películas para hacer caja.

Así que no debemos hablar del machismo de Andion, sino del machismo de determinados directores, cuyo cine les situaba en zona de proxenetas: hacían caja comerciando con el cuerpo de muchachas con la excusa de hacerlas creer «actrices».
Qué fue de ellas?
Muñecas rotas, salvo dos o tres que ya para entonces tenían espolones.

Acaso le ofrecieron alguna vez un papel en una obra de teatro?

Ahí es donde se conoce a los verdaderos actores. Por los papeles que les ofrecen.
En esa época, al mismo tiempo, había actrices de cine y de teatro muy bien formadas que verían a las otras como advenedizas que, sin haberse preparado, ganaban más. A cada cual lo suyo.
 
Una belleza ultrajada
  • Tuvo la desgracia de nacer hermosa; el cuento de hadas de ser la única española Miss Universo se convirtió en pesadilla, en una vida turbulenta

JAVIER VILLÁN
Actualizado: 14/08/2014 06:16 horas

Esta es la historia de un cuento de hadas que acabó mal. No se pasa impunemente de tendera en el mostrador de una boutique de Málaga a la alfombra roja de los salones del poder y la lujuria. Amparo Muñoz pronto se dio cuenta de que había tenido la desgracia de nacer hermosa. La única española que alcanzó el galardón de Miss Universo, cumplidos apenas los 20 años y rodadas ya tres películas: un cuerpazo con posibilidades. Su elección debió de ser como una bofetada de fuego en las encarnadas mejillas de la inocencia.

Siempre tuve la duda de si Amparo Muñoz era diosa o mujer. El año 2000, en su ajada madurez, me resistía a verla cuando debutó en teatro con una obra de José Luis Miranda. De no ser por la insistencia de Miranda, me hubiera negado a ver el crepúsculo triste de algo que había sido tan hermoso. Aunque conservara cenizas de su esplendor. La más bella hembra de la Costa del Sol, la más bella de España y por último la mujer más fascinante del Mundo, Miss Universo. Lo suyo había sido el cine y el año 2000, en el teatro Arlequín, dirigida por Manuel Galiana, trataba de hallar una redención imposible. Agotada física y mentalmente, Amparo Muñoz había tenido hacía años la honestidad de renunciar a la corona de Miss Universo, sin concluir su reinado de un año. Abdicó al descubrir que ese imperio de oro encubría sofisticadas formas de prostit*ción; manos sucias ultrajando cuerpos más o menos inocentes, que pronto perdían su libertad.

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Acceder por la hermosura al cine es práctica común en la mujer. Lucía Bosé, Ingrid Bergman, Sofía Loren, Brigitte Bardot, fueron muy bellas, reinas coronadas alguna de ellas. Y muy actrices. Puede que la universal malagueña no fuera tan actriz como ellas o no encontró a un Vadin, un Carlo Ponti o un Rosellini que hiciera del sueño erótico de un cuerpo una leyenda intelectual. Muñoz quiso ser Marilyn, mas reconocía que carecía de su sensualidad. Tampoco hubiera sido feliz con los hermanos Kennedy que, como preámbulo amatorio, le recomendaban a la Monroe antes de ir a su apartamento; "Ve preparando el martini y bajándote las bragas"; y ya era una estrella de primera magnitud. Antes había sido peor. Cuando firmó el primer contrato con una gran productora Marilyn le dijo a su mejor amiga: "Se acabó chupar poll*s debajo de las mesas en los banquetes".

Lo más aproximado a un Pigmalión amoroso que encontró la malagueña infeliz fue Elías Querejeta, que la llevó a películas memorables como 'Mamá cumple cien años'. Pero todos sus hombres acabaron haciéndole luz de gas. Patxi Andión, actor y cantautor, la voz telúrica del subsuelo, la hizo muy infeliz según cuenta ella en 'La vida es el precio'. Más tarde se unció a Flavio Labarca, un narcotraficante que se casó con ella en Bali. Aquello debió de ser no sólo un rito exótico: la ceremonia de iniciación a las drogas. A partir de ahí Amparo Muñoz se metió de todo y se difuminó la difícil frontera entre el placer, la fiesta orgiástica y el dolor de la degradación. Amparo Muñoz era un ser desgraciado, incluso cuando ceñía la corona universal y todos le ofrecían el mirto y el acanto y le hacían ofrendas menos inocentes: canibalismo de cuerpo de mujer.

Máximo Valverde fue el hombre al que guardó siempre una lealtad sin límites

Llegó al teatro muy tarde, convaleciente de algunas crueles enfermedades, intoxicada y desintoxicada y con unos restos de belleza cautelosa y frágil y conmovedora que el tiempo y sus insidias no habían logrado destruir: una mujer con huellas, surcos canallas que habían devastado su cuerpo y su inocencia. Su filosofía más profunda y cotidiana la relacionaba con la pérdida de la belleza: "cuando te miras al espejo y ya no te ves bella sabes que, pese a la maldición, nada hubiera sido sin mi físico".

En tiempos pensé que esa vida prematuramente enferma y sin brújula era consecuencia de un triunfo mal asimilado. Luego descubrí que había sido como una misa negra oficiada por un agente del mal. El libro de memorias que escribió en colaboración con el periodista Miguel Fernández es uno de los títulos más exactos de la habitualmente prescindible biblioteca de memorias. Se llama 'La vida es el precio' y es una confesión que no busca absoluciones; el 'mea culpa' de una mujer herida en la que la gente ha ido dejando su gramo de sol y de escozor después de gozar su cuerpo. Máximo Valverde, bello como una estatua griega y actor tan expresivo como un trozo de mármol en bruto, fue el hombre al que guardó siempre una lealtad sin límites. De ello se deduce que Máximo Valverde era tan buena persona y tan buen amante como mal actor.

Cuando José Luis Miranda andaba en trance de pasar a comedia de varios personajes el monólogo 'En el hoyo de las agujas', pensó en Amparo Muñoz como Rosario, la ayuda de María de Utrera, la hija de Ramírez, el torero sin suerte antes encarnado por Galiana. José Luis Miranda retituló su obra: 'Una habitación de hotel'. Amparo Muñoz no defraudó, aunque su vida tenía ya difícil arreglo. En un país con una memoria menos rencorosa, aquella mujer hermosísima de los tiempos del destape podía haber encontrado su otoño de oro en el teatro. Murió de un derrame cerebral sin que nadie pudiera echar sobre su tumba sospecha de sida o enfermedad maldita. Un cadáver limpio tras una vida turbulenta.

 
Coleccionismo de Revistas y Periódicos: AMPARO MUÑOZ MISS ESPAÑA UNIVERSO - Foto 2 - 152842270

Coleccionismo de Revistas y Periódicos: AMPARO MUÑOZ MISS ESPAÑA UNIVERSO - Foto 3 - 152842270


 
Acaso le ofrecieron alguna vez un papel en una obra de teatro?

Ahí es donde se conoce a los verdaderos actores. Por los papeles que les ofrecen.

Amparo si que hizo teatro. La dirigió Galiana en La habitación del hotel de Miranda junto a Blanca Marsillach, con muy buenas críticas.

Ganó el premio a mejor actriz secundaria en el VII Festival de Cine de Bruselas por su trabajo en la película de Carlos Saura Mamá cumple cien años, película que fue nominada al Oscar a mejor película no extranjera
 
Amparo si que hizo teatro. La dirigió Galiana en La habitación del hotel de Miranda junto a Blanca Marsillach, con muy buenas críticas.

Ganó el premio a mejor actriz secundaria en el VII Festival de Cine de Bruselas por su trabajo en la película de Carlos Saura Mamá cumple cien años, película que fue nominada al Oscar a mejor película no extranjera

Si era buena actriz, no tenía sentido que le ofreciesen papeles de desnudo.
También se hizo buen cine en los 70 y 80, y no precisamente con escenas de desnudo.

Los papeles que le ofrecían ya dejaban ver lo que los directores pensaban de ella: carne para hacer caja $$$. Proxenetas !!!
 
No quiero defender a Andion, pero sabiendo lo que sé del cine español de los setenta, yo también creo que a determinados directores les importaba un bledo que Amparo fuera buena actriz, lo que querían era que saliese desnuda en sus películas para hacer caja.

Así que no debemos hablar del machismo de Andion, sino del machismo de determinados directores, cuyo cine les situaba en zona de proxenetas: hacían caja comerciando con el cuerpo de muchachas con la excusa de hacerlas creer «actrices».
Qué fue de ellas?
Muñecas rotas, salvo dos o tres que ya para entonces tenían espolones.

Acaso le ofrecieron alguna vez un papel en una obra de teatro?

Ahí es donde se conoce a los verdaderos actores. Por los papeles que les ofrecen.

El no era nadie para prohibirle hacer cine a su mujer. Ademas le mintio: durante el noviazgo le prometio que podria seguir trabajando despues de la boda y al pasar por el altar le salio la vena machista y no cumplio su palabra. Y para rematarlo tenia celos enfermizos. Por algo Amparo llamaba moro al progre de salon ese con el que desgraciadamente se caso.
 
Vaya papeleta que le tocó a la pobre entre unos y otros. El Patxi Andión da un mal rollo que te cagas.
Por otro lado....pienso que era muy auténtica y sencilla pero que no estaba hecha para el show business. Otra habría aguantado carros y carretas los 6 meses que le faltaban de reinado y hubiera intentado una carrera internacional. Claro que visto lo que sale ahora, a saber cuáles hubieran sido los requisitos...Físicamente me parecía guapísima, eso a pesar del pedazo de DESTROZO que llevaba en las cejas en su primera época, qué horror de modas, quitaban la mitad de la expresividad al rostro.
 
Siempre le he encontrado a Amparo Muñoz un aire con Elena Rivero (Karina de Cuéntame como pasó) pero ya en su vida personal (incluso en ciertos rasgos físicos también) con los excesos de Carmina Ordoñez

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Estimad@ @Forovoguecerró

Parece echar la culpa a Patxi Andion, su fugaz marido durante 14 meses, de toda la vida de desgracias de Amparo, quien se separó de él con solo 23 años y dispuso del resto de su vida hasta los 55 a su libre albedrío, tomando muy malas decisiones, siempre luchando contra un entorno de cine que la contrataban tan solo por su belleza - tal y como ella misma reconoció - y su empeño en que se desnudase, como en la sentimental, sin lograr la estabilidad sentimental con ningún hombre, tanto honestos como Elias Querejeta, que la ayudó toda la vida, como los dos maridos que la metieron en la heroina uno y la cocaina el otro. Incluso Máximo Valverde, su anterior pareja a Patxi:




El machismo era algo inherente en aquella época crepuscular del franquismo machista:




Visto el papel que tuvieron Patxi y ella en la película que se conocieron, no es de extrañar que Patxi no quisiese que su mujercita hiciese lo mismo con otros hombres en el cine




¡Feliz Nochebuena y Navidad!
 
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