Qué ascazo de fantoche. Es que ni pena da. Entre el "España es un país de traidores, por eso yo ya no vivo en él", dile que la perdono" y "yo siempre he sido partidario de la economía compartida", se ha retratado por enésima vez.
Traidores como tú, parásitos como tú, imbéciles como tú son el cáncer de este país. Lástima que la guillotina no se exportara a España.
Dice la autora del artículo que el fantoche entró en Blablacar con la cuenta de su actual pareja. Lo más probable es que él ni tan siquiera tenga coche (nada malo, por cierto) ni cuenta en Blablacar. Tampoco dinero para pagar el billete de autobús.
O que le pareciera demasiado plebeyo y en el coche con otros ciudadanos pudiera albergar la ilusión de que iba con el personal de servicio.
Es como aquel caballero para el que trabajó como criado Lázaro de Tormes: mataba de hambre al niño y él se echaba migas de pan en la barba y en el traje cuando salía a pasear.
Traidores como tú, parásitos como tú, imbéciles como tú son el cáncer de este país. Lástima que la guillotina no se exportara a España.
Dice la autora del artículo que el fantoche entró en Blablacar con la cuenta de su actual pareja. Lo más probable es que él ni tan siquiera tenga coche (nada malo, por cierto) ni cuenta en Blablacar. Tampoco dinero para pagar el billete de autobús.
O que le pareciera demasiado plebeyo y en el coche con otros ciudadanos pudiera albergar la ilusión de que iba con el personal de servicio.
Es como aquel caballero para el que trabajó como criado Lázaro de Tormes: mataba de hambre al niño y él se echaba migas de pan en la barba y en el traje cuando salía a pasear.