La suprema aspiración de ese ideal estético es gustar a quien no le gustan las mujeres y les repugna las características físicas del s*x* femenino. Esos que dicen "una mujer nunca está lo suficientemente delgada".Todos queremos, de una manera u otra, gustar y ser queridos. Pero el caso de la anorexia constituye el extremo letal del miedo a no gustar, un miedo que en este punto se ha convertido en una trampa mortal.