Gracias por compartir la historia de tu abuela. Es preciosa.Sie el pobre no se hubiera dado ese mal golpe ese sí que hubiera sido Dios y no PD. En casa teníamos un disco suyo de operetas de PolyGram, para las más jóvenes, ese era un sello que solía vender música clásica, mi madre y mi abuela lo escuchaban los domingos. Su voz la tengo grabada en el cerebro, voz luminosa es el adjetivo que me viene a la mente.
Hablando de abuelas, a la mía le encantaba la música y cantar. Como era de una familia demasiado humilde como para mandar a su hija al conservatorio y demasiado clásica como para dejarla dedicarse a la cantar, engatusó a unas monjas, les prometía que iba a ingresar como novicia y mientras tanto se dejó educar la voz allí, con el director del coro de la catedral.
En la posguerra un hijo enfermó, como no podía pagar al médico, en el patio de su casa daba " conciertos privados" para el médico, su mujer y amigos de ellos.