Vidas para-lelas. Tema sobre Vega Royo-Villanova.

Para que veais lo cínica que es.

¿Un comentario jocoso e irónico en su IG...? :eek: ¡¡Pero si le has arreado una clasista y maleducada patada en el hígado!! :dead:

Lo que yo os digo... :whistle: Después dicen que se comenta que se rumorea que tiene fama de ir de happy y unicornia feliz, y le van más las coces que a la mula Francis! :cautious:

Esa es Vega del Carmen Royo-Villanova Urrestarazu de Berenstein y casi Laurenti.

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Habló la belleza tropical.
Amos no me jodas

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Cuanta mentirijilla y fabula acerca de su vida.

La unica verdad es que "se hace su propia opinion de lo que lee", pero como no tiene formacion, dice chorradas y expone su ignorancia.


está mujer está fatal de lo suyo.
Me meto a internete a ver a que colegio exclusivo de monjas ha ido y me encuentro con esto que a continuación cuelgo. Si estaís tomando un café, té o cocacola, cuidadito que os podeís atragantar.
que personaje
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lo que he puesto en negrita es nivel Madremiaquegilipollas es la Vaguis

https://www.revistavanityfair.es/so...er-moda-confesiones-imagen-gran-negocio/20324
CELEBRITIES
CONFESIONES DE UNA IT-GIRL: CÓMO VEGA ROYO-VILLANOVA HIZO DE SU IMAGEN UN GRAN NEGOCIO
TIEMPO DE LECTURA: 9 MINUTOS

Vive subida a un avión y asiste a fiestas de la alta sociedad en Londres, Mónaco, Nueva York o Punta del Este. ¿Cómo lo ha conseguido?
POR RAQUEL PELÁEZ
9 DE FEBRERO DE 2015 · 17:33
ENTREVISTAS
Desde pequeña siempre me he relacionado en el mismo ambiente. Creo que ese es uno de mis pluses como bloguera. Hay gente que tiene que cambiar su estilo de vida para serlo. Yo no he tenido que cambiar nada"

Su vida pública podría resumirse a través de los hashtags que ella misma usa constantemente: #gastronomy #lisfestyle #luxury #fashion. Vega Royo-Villanova pasa a una velocidad de vértigo del “¡Que viva España! Pinchos vascos” al “¡Best benedict eggs on Earth!”; de unas tapas de mediodía en una tasca tradicional vasca a un desayuno sofisticado en los salones del Wolseley, un hotel de lujo de Londres.

De hecho, el día de la sesión de fotos, la bloguera y socialite viene de estar unos días con su madre en Bilbao, la ciudad en la que pasó parte de su adolescencia, para esa misma tarde tomar un avión a Montecarlo: está invitada a un baile benéfico en el que compartirá velada con los cachorros de la jet set internacional (ya saben, los Casiraghi, los Santo Domingo...) . Un ritmo trepidante.


Pero no se confundan. Ninguno de estos viajes es absolutamente desinteresado —aunque algunos puedan calificarse “de placer”—. En todos hay una firma que promocionar, un producto que recomendar o una causa que apoyar. En todos, ella es la blogger: la voz autorizada, la prescriptora. Su imagen es su principal herramienta de trabajo. Su vida cosmopolita, el escaparate perfecto. Y el iPhone, que da acceso a las redes sociales, su mayor aliado.


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© PABLO ZAMORA
De hecho, antes de llegar a la localización he visto que ella ya ha contado a sus seguidores virtuales su encuentro con el equipo de Vanity Fair. Cuando por fin nos saludamos en persona, ahí está el teléfono móvil de nuevo. Lo saca de su bolso (ese carísimo bolso que había visto en su Twitter, en su Instagram) y me enseña fotos de su novio. “Lo conocí en los Hamptons, en una fiesta de polo. Es ejecutivo de banca. Estoy superenamorada, pero prefiero que no digas su nombre”.

Me doy cuenta de que no ha venido sola a la sesión: un chico más joven la acompaña. Cuando le pregunto su nombre se identifica como SneakPeak, un bloguero. “Le gusta que venga con ella y que le diga si está guapa en las fotos o no. Se siente más segura”, me confía él. Ambos se hacen un selfie y lo suben a una red social. Forman parte de una comunidad que no para de crecer y que en España ha comenzado a profesionalizarse recientemente.

“Empecé en esto en 2010, cuando ser bloguera no era considerado una profesión. Mis amigas siempre me preguntaban qué debían ponerse para las bodas, dónde podían ir a comer o a cenar, qué crema utilizar para tener buena cara. Una de ellas me insistía: ‘¡Tienes que juntar todos los mundos de Vega en uno!”, cuenta, pizpireta y con voz aflautada, Royo-Villanova.


Después de un viaje a Nueva York en Halloween decidió poner en marcha Daisy Vega, que así es como se llama su cuaderno de bitácora digital. “Me levanté por la mañana y escribí la primera entrada. Una guía de shopping por Manhattan”.

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© PABLO ZAMORA
Cuatro años después, Vega recibe en su blog 10.000 visitas diarias (según datos aportados por ella misma; ninguna fuente los confirma) y es, junto con Gala González o Brianda Fitz-James Stuart, uno de los fichajes de la primera agencia española que representa a autores de blogs de tendencias, chicas que empezaron haciéndose fotos con sus propios estilismos en la calle o escribiendo sus comentarios sobre prendas y productos cosméticos en sus páginas web personales y que ahora se denominan it girls.

Sus voces han acabado interesando a las marcas, que empezaron regalándoles sus productos para que los mostrasen desde sus plataformas y que ahora, directamente, pagan para conseguir su respaldo en fiestas, eventos y viajes. “Por supuesto que a todos nos hace ilusión que de vez en cuando nos regalen algo pero, gracias a Dios, yo puedo comprarme unos zapatos y no necesito que me los regalen. Lo importante y serio es mantener un acuerdo profesional bilateral de implicación y fusión con las firmas”.

El “acuerdo bilateral profesional” es lo que en la era pre-internet se llamaba caché. Desde su agencia se niegan a aclarar cuánto cobra ella por tuit, pero sí conceden que tener blog se ha convertido en un negocio. Y sobre iniciativa y negocios, la familia de Vega sabe una cosa o dos: su bisabuelo, Antonio Royo-Villanova, diputado en las Cortes y ministro durante la Segunda República, fue el fundador de El Norte de Castilla. Su abuelo, Segismundo, era catedrático de Derecho Administrativo y fue rector de la Complutense. Su padre, Jaime, ejerció como Gobernador Civil de Salamanca con el gabinete de Adolfo Suárez para después pasarse a la banca, donde ha ocupado puestos directivos en Citibank.

Su madre, Carmen Arrestarazu, es la cabeza visible de la confitería más famosa de Bilbao, Arrese. “De mi madre he aprendido cosas más útiles en el día a día: el saber estar, el saber comer, el saber cocinar, la educación, el protocolo en el vestir. Mi padre tiene el diccionario de la RAE en su biblioteca y cada día mira una palabra nueva. Es un erudito de la literatura y la historia. Mis pasiones por aprender y buscar más allá vienen de el”.

Ella, que nació en Madrid, pasó su infancia en la colonia de El Viso. Su niñez transcurrió sin sobresaltos entre las clases del colegio católico Las Irlandesas —“Yo no era la mejor estudiante, pero sí la más relaciones públicas”— y la finca de su abuela en Ávila —“Un sitio alucinante, parece un rancho de Texas”—, donde aprendió a montar a caballo, a usar motos de trial y a odiar la caza, una de las grandes tradiciones familiares.

La primera vez que disparé una escopeta fue para matar una paloma”, dice con cara de horror, moviendo su manicura recién hecha en el aire. “Me dio tantísima pena que no pude volver a hacerlo”. Después explica que no tiene nada en contra de la práctica cinegética. Aunque aclara: “Mi padre no mataría jamás a un elefante”.

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© PABLO ZAMORA
Cuando sus padres se separaron ella aún estaba en la adolescencia. “Yo no noté absolutamente nada. No vi sufrimiento”. Era la pequeña de cuatro hermanos (Guillermina, Carla y Jaime) . “Mi padre siempre me había mimado mucho, pero pasó a hacerlo muchísimo más”. Aún así, tocó mudanza junto a su madre. Y el bachillerato lo estudió en las Esclavas del Sagrado Corazón de Bilbao.

"Cómo me he reído! Ver esta película en Vascongadas no tiene precio”. Habla de Ocho apellidos vascos, el fenómeno taquillero español de la temporada, que le ha encantado. Lo dice a través de Twitter, justo después de otra actualización en la que el registro es totalmente distinto: “Being in the right place at the right time. Que viva España”. #jamon #gastronomía #lifestyle #spainisdifferent.

La bloguera presume de ser una persona feliz. “La gente feliz no tiene tiempo de hablar mal de otros. ¡Lo he comprobado!”. Y se esfuerza en todo momento por parecerlo y eso hace que una sonrisa invariable y estática no desaparezca de su rostro. “Es tan importante reírse de uno mismo... No solo en el mundo de la moda. La gente que más respeto por su humildad y legado de vida, el Dalai Lama y la madre Teresa de Calcuta, tiene y tenía un sentido del humor superagudo”.

Vega Royo-Villanova ha vivido largas temporadas fuera de España. Tras su puesta de largo en el Club de Puerta de Hierro de Madrid, decidió matricularse en el Instituto de Estudios Bursátiles. Pero las cuentas no eran lo suyo: ella quería ver el mundo y contarlo. Abandonó los estudios para integrarse en una empresa, Nao, que la llevó de viaje como reportera a Kuala Lumpur, Panamá, Atenas, Lisboa y Bangkok.

Más tarde se mudó a Berlín, donde trabajó como agente inmobiliaria: “La ciudad en esos años estaba booming”. Hasta que regresó a Madrid. Se estrenó en una agencia de contratación de personajes y después fue asistente de Béatrice d’Orléans, en Dior.

Cuando se enamoró de un suizo dio con sus huesos en Zúrich. “Yo nunca llegué a comprender del todo ese país. En una ocasión fuimos al cine y me dejé un casco nuevo que me había comprado, con la bandera de España, apoyado en el asiento de atrás de la moto. ¡A nadie se le ocurrió robarlo!”. Estuvieron a punto de casarse, pero rompieron el compromiso. Cuando ella regresó a España la prensa rosa enseguida la etiquetó como soltera de oro. “Ese tipo de cosas no me importan lo más mínimo. Soy selectiva con la información. El único medio que leo semanalmente es The Economist. Me informa desde un punto de vista neutral y soy yo quien creo mi propia opinión tras leer una noticia”.
Ahora reside la mayor parte de su tiempo en Nueva York, donde encontró de nuevo el amor: “Soy una Uptown girl. Allí me dedico a organizar la casa y sobre todo, a mi pareja”. Confiesa que lo que peor lleva de la vida de bloguera son los saraos: “Debe de ser la edad. Tengo 33 años. Acudo a desfiles y fiestas desde que tenía 15 y ya pocos me llenan”.

¿Cómo ha conseguido formar parte de los círculos sociales más selectos? “Desde pequeña siempre me he relacionado en el mismo ambiente. Creo que ese es uno de mis pluses como bloguera. Hay gente que tiene que cambiar su estilo de vida para serlo. Yo no he tenido que cambiar nada”.

Pero, ¿vive Vega Royo Villanova de su blog? No solo. Es community manager de una clínica de belleza, de otra dental, es embajadora de una casa de moda nupcial y colabora con otras dos firmas. Quizá por eso es difícil saber, cuando se le pregunta por los diseñadores que admira, si uno no está siendo objeto de un ardid publicitario. Aunque ella tiene claro cómo se distingue a una buena bloguera. “Si has tenido una formación, como Gala, que estudió en Saint Martins, o si tu vida ha estado desde siempre vinculada a la moda. Si has visto tu primer desfile con 32 años… pues no. Cada una estamos en el campo que estamos y si mezclamos campos, nos perdemos”.

En los días posteriores a nuestro encuentro intercambiaremos correos. Como dan fe su Twitter, su Instagram y sus hashtags (#london #caviarhouse #caviar #gastronomy) está en Londres. “He venido para una acción”, escribe desde el iPhone. Siempre el iPhone. ¿Qué le hubiese gustado ser si no se hubiese dedicado a esto? “Quizás reportera de guerra en la ONU. Creo que es clave que todos nos involucremos con las barbaridades que continúan ocurriendo desgraciadamente en el mundo y más aún cuando tienes cierto peso mediático”.

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© PABLO ZAMORA
 
Exacto! Eva H es una impresentable, pero al menos tiene una carrera universitaria en su haber, no como la protagonista de este hilo...así que no le hablará del colegio de monjas, sino que podría darle un "zas, en toda la boca", habiendo pasado por la universidad. Clasista e ignorante, como bien has dicho. Edito: Eva H al menos no vive de su marido y tiene una carrera independiente.
En sus últimos años de estudios iba a uno concertado no privado que yo sepa, iba a Las Esclavas en Bilbao. Que vamos eso ni quita ni suma puntos, es un colegio.
 
ayyy sneakpeak, snikipig qué ha sido de el??? dios lo que nos reíamos con los pantalones que le amorcillaban las piernas, amén de dejárselas sin circulación

Off topic: Es verdad, que habra sido de Mr. Magdaleno? Desde que fundo su web de bolsos imposibles nunca mas se supo de el y sus looks. Por lo que veo sigue con la Ordovas:

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Lo han tenido que redecorar virtualmente porque nadie muerde con ese precio y aunque NY es muy caro esa media habitación (aka solarium para tomar un tecito y leerse un libro) no se puede vender como una segunda habitación... y la gente lo sabe... por eso lleva mas de un año, casi 800 días, listado, lo cual luce fatal...Ya se sabe que no todo el mundo se puede comprar un piso de mas de un millón (y el loft esta muy bien pero con otra decoración) pero hay que lanzar una estrategia: o paras la venta y redecoras de verdad o bajas el precio o lo sacas del mercado a ver si en dos años esta mejor valorado. Hay un comparable en el edificio por 2.8 M, foto de abajo, mucho mas chic y listado por lo que es, un loft de una habitación y una oficina.

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VegaLito Loft... Before and after

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Gracias por las fotos. Yo ya pregunte por aqui si habia algun otro apartamento a la venta en el mismo edificiopara poder comparar y asi hemos visto que cualquier otro siempre es mas bonito que el suyo. Es que la decoracion original deja bastante que desear, maniqui aparte.
El zulo de Noah me sigue pareciendo un pegote en el comedor y para nada le veo yo espacio para una cama grande y que todavia le queden anchuras. La Salus dormia en un sofa cama pegado a la cuna y se veia bien que no habia mucho donde moverse.
 
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