Paula Mas y Marc Hernandez, jóvenes asesinados en el pantano Susqueda.

video (catalán): recomendable. sale el tema nudo (estrangulador), el tema piedra y.. algo un poco conmovedor: las posturas que habrían adoptado los cuerpos de los chicos cuando fueron transportados en kayak siguiendo las formas de las manchas detectadas con el reactivo (se ve azul porque son superposiciones de distintas imágenes / pasadas hechas con reactivo -algo así-)



si hay problemas para ir al video (según qué navegador) probar aquí

(voz en off) Mientras Jordi Magentí está en prisión..

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"Las pruebas
Entre las pruebas que pide Benet Salellas, al margen de las que tienen que ver con las raves, está la información de las cámaras ubicadas en el pantano y alrededores o las vías de acceso; de las antenas de telefonía móvil; la información sobre la llamada de voz que hace a Paula Mas a su buzón de voz el 26 de agosto a las seis y media de la tarde; los ordenadores y móviles de las víctimas."

Releyendo tantas cosas que se han quedado en el tintero.. una que Magentí estuvo el 24/25/26 y pueden demostrarlo, supongo que se sabe la información de esa llamada de Paula el 26 y se sabe desde dónde se llamó.. si llama desde la Rierica ya lo flipas... incluso el dia que sacaron el coche Magentí estaba ahí..
Que falta el arma para la munición que fue encontrada, y encadena con la plantación; una plantación a punto de cosechar se defiende con armas.. no te tiras tol p año regando, guardando, para que a última hora vengan y te las roben.. la busqueda de un arma en el historial de google...
..a ver si alguno va a salir cómplice de todo esto...
 
Hoy hay noticia de dos páginas en la vanguardia, voy a leer, ya de entrada pone en un titular que el escenario del crimen es la playa enfrente de la Rierica, asi que ellos mismos se fotografiaron el 25 en la escena del crimen..
 
https://www.lavanguardia.com/suceso...antano-susqueda-sospechoso-jordi-magenti.html

La policía ya tiene casi listo el informe sobre el comportamiento del móvil de Paula, que como el de Marc no aparece. El juez de Santa Coloma de Farners, Javier Burgos, firmó en agosto una comisión rogatoria a Colombia en la que solicita comprobar si los números de IMEI de esos dos terminales han sido activados en ese país. Los investigadores no descartan que Magentí escondiera los móviles en uno de los paquetes que envió a Colombia coincidiendo con el regreso de su mujer, Nancy Londoño, a su país.

La labor de reconstruir el comportamiento del teléfono de Paula ha permitido señalar el punto del pantano en el que la pareja estacionó su Opel Zafira al llegar a Susqueda. El trayecto coincide temporalmente con la hora del crimen y también responde a la incógnita de por qué nadie esa mañana, o al día siguiente, vio el vehículo en el embalse.
 
Fuente: https://www.telecinco.es/elprograma...a-Magenti-asegura-asesinato_2_2647605044.html
Fecha: 23/10/2018
Hora: 11:37

“ (...) Nancy, la mujer de Jordí Magentí, ha declarado sobre el presunto crimen de su marido. Asegura que el día que asesinaron a Marc y a Paula en Susqueda, Magentí tuvo un comportamiento normal y que no limpió ni el coche ni la ropa que había utilizado. Cuenta que se conocieron a través de una página de contactos y que le pareció buena persona. Nancy apoya a su marido pero su testimonio está lleno de contradicciones (...)”.
 
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*****FELICITATS ALS MOSSOS*****

Nuevas pruebas acorralan al presunto asesino de Susqueda

Los Mossos localizan el lugar del pantano al que llegaron Marc y Paula, una playa frente a la Rierica, escenario del doble crimen

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Un mosso frente a las imágenes de gente que estaba en el pantano, sus móviles y su ubicación en el mapa ç

MAYKA NAVARRO
24/10/18 00:05| Act. a 24/10/18 09:20

Una de las paredes del diáfano despacho de la Unidad Central de Desaparecidos de los Mossos d’Esquadra está prácticamente cubierta. Sobre un gran mapa del pantano de Susqueda los policías colocan pegatinas de colores que distribuyen los 427 números que quedaron registrados en los repetidores telefónicos, entre las 11 y las 11,45 de la mañana del [jueves] 24 de agosto del 2017, una fecha inolvidable. Ese jueves, entre las 11,20 y las 11,26 de la mañana, fueron asesinados Paula Mas y Marc Hernández. Tenían 21 y 23 años.

Coincidiendo con el momento del crimen, esos 427 números estaban activos y conectados a uno de los dos repetidores que dan cobertura a la zona. Los investigadores han llamado a todos esos números. Los que corresponden a un móvil ubicado en el pantano han sido vinculados a la imagen de su propietario, grabada por alguna de las cámaras que controlan las entradas y salidas al embalse.

Los 427 teléfonos

No todos los números registrados en el momento del crimen corresponden a teléfonos, algunos son parte del sistema de emergencias de vehículos.

[BTampoco todos estaban en el embalse[/B]. Muchos eran asistentes al Festival Bioritme que se celebraba en el pantano de Sau. Las personas que pernoctaban en el campamento accedían por una pista en la que sus móviles se conectaban a uno de los repetidores de Susqueda. El trabajo de comprobar, uno por uno, cada teléfono fue una de las peticiones del fiscal Víctor Pillado, que ha tutelado una compleja y muy técnica investigación sobre el asesinato de la pareja que mantiene a Jordi Magentí en prisión desde el 26 de febrero, aunque el sospechoso siempre ha negado ser el autor.

Magentí insiste en su inocencia

El abogado defensor de Magentí, Benet Salellas, presentó recientemente un nuevo escrito solicitando su libertad en el que cuestionaba que “un hombre tan poca cosa, viejo y solo”, fuera capaz de asesinar a dos jóvenes “sin motivo aparente” y ocultar sus cuerpos. El letrado denuncia que los Mossos se han preocupado más de demostrar “que Magentí es un monstruo” que de encontrar nuevas pruebas. [serà HIPÓCRITA!!!]

La investigación del crimen de Susqueda no se puede entender valorando los elementos que la sustentan por separado. El trabajo, en el que participan todas las unidades especializadas de la policía catalana, sólo se comprende contextualizando cada indicio contra Magentí en el marco de toda la investigación. Tres elementos objetivos confirman que el Opel Zafira de la pareja accedió por la pista que conduce a la banda derecha del pantano, y que no volvió a salir. Una cámara grabó el vehículo a su paso a las 10.18 horas de ese 24 de agosto. Una pareja de senderistas de Montgat, Emili Coll y Pilar Montroy, no sólo escucharon los disparos y el grito de Paula, sino que declararon cómo minutos antes se cruzaron con el Opel Zafira en la entrada del pantano.

Recorrido del móvil de Paula

La policía ya tiene casi listo el informe sobre el comportamiento del móvil de Paula, que como el de Marc no aparece. El juez de Santa Coloma de Farners, Javier Burgos, firmó en agosto una comisión rogatoria a Colombia en la que solicita comprobar si los números de IMEI de esos dos terminales han sido activados en ese país. Los investigadores no descartan que Magentí escondiera los móviles en uno de los paquetes que envió a Colombia coincidiendo con el regreso de su mujer, Nancy Londoño, a su país.

La labor de reconstruir el comportamiento del teléfono de Paula ha permitido señalar el punto del pantano en el que la pareja estacionó su Opel Zafira al llegar a Susqueda. El trayecto coincide temporalmente con la hora del crimen y también responde a la incógnita de por qué nadie esa mañana, o al día siguiente, vio el vehículo en el embalse.

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Nudos. Un informe asegura que uno de los nudos que ataba los cuerpos sólo pudo ser hecho por un pescador deportivo (Mayka Navarro)

La pareja salió del Maresme el día 23 por la noche con la idea de hacer una excursión en el viejo kayak que los padres de Marc habían guardado más de una década en su garaje. Se decidieron en el último momento por Susqueda. Nunca habían navegado en kayak. Eran un par de novatos, pero entusiastas de la naturaleza. Iban bien equipados y con la intención, como hicieron, de dormir en el coche, preparado para colocar un palé en la parte trasera, un colchón y unos sacos.

Los investigadores han reconstruido con datos objetivos los siguientes pasos de la pareja. A las 1.32 de la madrugada del día 24, atravesaron el puente del Pasteral, llegaron al parking del bar La Parada y estacionaron. Cuatro minutos después, Paula envió un watsap a su mejor amigo, Pol Ricou: “Dema toca x aki ens veiem el finde bixu”. Y le envió la ubicación: el parking de La Parada. Tras despertarse deshicieron parte del camino en coche, entraron en la sucursal de la Caixa de la Cellera, donde Marc sacó 40 euros y Paula ingresó 70. Las cámaras del cajero grabaron sus rostros por última vez. Regresaron al coche y reemprendieron la marcha hacia el pantano.

Los Mossos descartan que la pareja se detuviera aquella mañana en el bar que regenta Simona Benkova. Y si lo hizo no son ellos los jóvenes a los que la mujer declaró haber vendido una botella de agua y refrescos y que le preguntaron por el camino para ir a Susqueda, a la hora de las comidas, cuando el doble crimen ya se había cometido.

Testigos no fiables

Los investigadores no incluyeron el relato de esta mujer en el sumario porque no le dieron credibilidad. La testigo sostuvo que el kayak iba sobre el coche, cuando estaba en el interior y lo inflaron al llegar. También declaró que iban con un perro, cuando los investigadores ya sabían que el perro de Paula se había quedado en casa. Los Mossos siempre han sospechado que Simona Benkova, con buena intención, confundió a la pareja asesinada con Pol Ricou y una amiga que, con el perro de Paula, fueron al pantano a buscarlos el día 26 y preguntaron a la mujer, compraron un agua y bebieron unos refrescos.

Los Mossos han reconstruido el itinerario que hizo esa mañana el teléfono de Paula. Lo han hecho a partir de su comportamiento, que quedó reflejado en las dos antenas que la compañía Orange tenía en esa zona, una 2G y otra 3G, a las que se fue conectando el teléfono, incluso con momentos sin cobertura, a pesar de haber estado quieto durante muchas horas. El teléfono no se movió desde que la joven lo dejó en el coche, porque el móvil de Marc, a diferencia del de Paula, era un modelo preparado para mojarse.

El teléfono de Paula estuvo conectado a una y otra antena de Orange, con momentos sin cobertura, hasta la una y media de la madrugada del día 25. Los investigadores sostienen que la señal murió cuando el teléfono se quedó sin batería. Para lograr reproducir un comportamiento idéntico, los policías utilizaron un teléfono igual y se detuvieron las mismas horas en los distintos puntos en los que la pareja podría haber detenido su coche para ir a navegar. Ese comportamiento idéntico sólo se consigue cuando se estaciona en una de las dos playas que hay justo delante de la Rierica, el que para los investigadores es el escenario del crimen.

Estacionados frente a La Rierica

Esas dos playas son los dos puntos de la pista desde los que es más visible y accesible el agua. Los investigadores sostienen que la pareja tardó 35 minutos en llegar desde la entrada del pantano a esa primera playa, hincharon el kayak, cerraron el coche y se metieron en el agua a navegar.

Justo enfrente, y a esa misma hora, Jordi Magentí ya estaba en la Rierica pescando, como otras tantas veces, alejado de miradas indiscretas. Esa mañana, el hombre se despertó temprano, como era habitual. Visitó la plantación de marihuana de su hijo, que debía vigilar, y por eso, a criterio de los Mossos, iba armado. Después se acercó al pantano a pescar.

¿Por qué presuntamente los habría asesinado?

Los investigadores siempre han sostenido que fue un encuentro casual y que, tal y como eran Marc y Paula, comprometidos con los animales y el medio ambiente, es probable que recriminaran a Magentí si éste, como era habitual, pescaba con artes ilegales. Eso pudo provocar una discusión, una pelea que subiera de tono y que Magentí les acabara disparando. Primero a él y después a ella de un tiro a bocajarro y que silenció el escalofriante grito que escucharon varios testigos.

Los cuerpos atados juntos

La secuencia posterior es difícil de concretar, pero el resultado es que los dos cuerpos fueron lastrados con sus mochilas, en las que el sospechoso guardó los enseres principales y una piedra, al menos en la de Marc. El asesino cortó la cuerda del kayak y justo con el trozo que falta unió los dos cuerpos, a los que desnudó, y trasladó en el kayak hasta ese punto del pantano en el que sólo los que conocen bien el paraje saben que hay una gran fosa.

Los investigadores aseguran que los cuerpos fueron atados juntos y sólo así se entiende que emergieran el mismo día y en el mismo punto, pese a ser de constituciones diferentes. El cuerpo de Marc, al seguir lastrado por su mochila, se quedó flotando casi en el mismo punto en el que fue arrojado, mientras que el de Paula flotó hasta quedar varado junto a la pared del embalse. Ambos a escasos metros de distancia.

La piedra

Los Mossos mantienen que el doble crimen sucedió en la Rierica. Una afirmación que ratifica el informe de los geólogos de la Universitat de Barcelona, que asegura que la piedra de la mochila de Marc forma parte de la construcción del edificio que en su día quedó sepultado bajo las aguas del pantano. Una piedra que se trajo en su momento de otra zona para construir esas casas. En cuanto a la tierra y las hierbas que aparecieron entre la ropa arrugada que el asesino metió de manera precipitada en la mochila de Marc, corresponden a la playa a la que llegó la pareja, estacionó y desde la que entró en el embalse para navegar. Se trata de la playa que está justo al lado del lugar en el que al día siguiente del crimen, el 25, Magentí llevó a su mujer para que le acompañara a pescar.

No era la primera vez que Nancy Londoño iba al pantano, pero sí que su marido la llevaba a ese lugar, precisamente frente a la Rierica. Pese a que ella declaró en el juzgado que esa mañana nunca perdió de vista a su marido y, por tanto, que resultó imposible que se escapara para deshacerse del coche de las víctimas, los investigadores insisten en que en sus primeras conversaciones con la mujer ésta les aseguró que estuvo sola varias horas.

¿Por qué nadie vio a Marc y Paula en el pantano?

A esa hora, cuando el Opel Zafira atravesó el Llomà, el campamento de los belgas, Laurent y Giwon dormían, mientras que Oliver y Víctor se habían trasladado a otro punto alejado de la pista forestal para arreglar un tubo. Por eso no les vieron, ni ellos ni ninguno de los testigos entrevistados hasta ahora por los investigadores. Sus ubicaciones no coinciden con el trayecto que hizo la pareja.

Tampoco son casuales los dos nudos que el asesinó trabó para sujetar la mochila de Marc y otro más que aparecía desprendido y que era con el que, según los Mossos, se mantenían unidos los dos cuerpos. Ese segundo es un nudo muy particular que se utiliza en pesca deportiva, se conoce como rejón, y ata utensilios de peso o pescados grandes, como el siluro.

Las conclusiones forman parte de un informe elaborado por especialistas de la Federació Catalana de Pesca Esportiva. Una de las primeras imágenes que se difundieron de Magentí tras conocerse su detención fue precisamente mostrando un siluro de grandes di mensiones que él mismo había pescado en el pantano de Susqueda.

El Land Rover llevó a Magentí

Los Mossos insisten en que fue la investigación la que les condujo hasta Magentí. Basta releer el sumario para comprobar cómo en los primeros meses las sospechas se encaminaron hacia los belgas o incluso hacía Bartomeu, el hombre que vive en el pantano y que desde el lugar en el que se encontraba esa mañana pescando no pudo ver ni oír nada. También sostienen que fue el análisis de las imágenes de las cámaras el que permitió descubrir un Land Rover Defender blanco que entró y salió del pantano los días 24 y 25, y con horarios que coincidían con la presencia de los jóvenes. Tras censar todos los vehículos de ese modelo que había en la zona y entrevistar y corroborar la coartada de cada uno de sus propietarios, se descubrió que uno en concreto pertenecía a un señor muy mayor que ya advirtió a los Mossos de que el coche lo usaba su sobrino. En una primera entrevista de los policías con el hijo del dueño del coche, Pere Gamell, primo de Magentí, el hombre advirtió a un policía: “Veus si al final el Jordi no tindrà alguna cosa a veure amb el crim”. Después comprobaron que aquel Jordi había cumplido una condena por asesinar a sangre fría a su mujer, lo que demostraba que tenía capacidad criminal.

Las mentiras del sospechoso

Después se produjeron sus mentiras en los primeros encuentros con los Mossos, a los que negó haber estado en el pantano el día del crimen y aseguró que se había enterado de la desaparición de la pareja por la prensa, cuando los policías ya tenían certificado que sí había estado. Ya detenido, reconoció en la reconstrucción del crimen que estuvo ese día en la Rierica pescando pero que los tiros los escuchó por encima, pero no señaló la cantera, sino debajo del faro. Dos días después, en su primera noche en prisión, acabó contando a su compañero de celda que quien había matado a la pareja había sido su hijo y que él se tenía que “comer el marrón” porque en su momento había matado a su madre y “se lo debía”.

Todos esos indicios juntos y contextualizados en ese paraje inhóspito son los que constituyen la investigación de los Mossos. Un trabajo que aún no ha acabado porque quedan numerosas pruebas por hacer. Entre otras, una reconstrucción en 4D del doble crimen y la grabación de todos los recorridos, ante la posibilidad de que el día del juicio, con tribunal popular, el escenario siga anegado bajo las aguas como ahora y los miembros del jurado no puedan visitarlo.

¿Por qué Nacho Abad ya lo sabía en el mes de abril esto?
 
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Nuevas pruebas acorralan al presunto asesino de Susqueda

Los Mossos localizan el lugar del pantano al que llegaron Marc y Paula, una playa frente a la Rierica, escenario del doble crimen

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Un mosso frente a las imágenes de gente que estaba en el pantano, sus móviles y su ubicación en el mapa ç

MAYKA NAVARRO
24/10/18 00:05| Act. a 24/10/18 09:20

Una de las paredes del diáfano despacho de la Unidad Central de Desaparecidos de los Mossos d’Esquadra está prácticamente cubierta. Sobre un gran mapa del pantano de Susqueda los policías colocan pegatinas de colores que distribuyen los 427 números que quedaron registrados en los repetidores telefónicos, entre las 11 y las 11,45 de la mañana del [jueves] 24 de agosto del 2017, una fecha inolvidable. Ese jueves, entre las 11,20 y las 11,26 de la mañana, fueron asesinados Paula Mas y Marc Hernández. Tenían 21 y 23 años.

Coincidiendo con el momento del crimen, esos 427 números estaban activos y conectados a uno de los dos repetidores que dan cobertura a la zona. Los investigadores han llamado a todos esos números. Los que corresponden a un móvil ubicado en el pantano han sido vinculados a la imagen de su propietario, grabada por alguna de las cámaras que controlan las entradas y salidas al embalse.

Los 427 teléfonos

No todos los números registrados en el momento del crimen corresponden a teléfonos, algunos son parte del sistema de emergencias de vehículos.

[BTampoco todos estaban en el embalse[/B]. Muchos eran asistentes al Festival Bioritme que se celebraba en el pantano de Sau. Las personas que pernoctaban en el campamento accedían por una pista en la que sus móviles se conectaban a uno de los repetidores de Susqueda. El trabajo de comprobar, uno por uno, cada teléfono fue una de las peticiones del fiscal Víctor Pillado, que ha tutelado una compleja y muy técnica investigación sobre el asesinato de la pareja que mantiene a Jordi Magentí en prisión desde el 26 de febrero, aunque el sospechoso siempre ha negado ser el autor.

Magentí insiste en su inocencia

El abogado defensor de Magentí, Benet Salellas, presentó recientemente un nuevo escrito solicitando su libertad en el que cuestionaba que “un hombre tan poca cosa, viejo y solo”, fuera capaz de asesinar a dos jóvenes “sin motivo aparente” y ocultar sus cuerpos. El letrado denuncia que los Mossos se han preocupado más de demostrar “que Magentí es un monstruo” que de encontrar nuevas pruebas. [serà HIPÓCRITA!!!]

La investigación del crimen de Susqueda no se puede entender valorando los elementos que la sustentan por separado. El trabajo, en el que participan todas las unidades especializadas de la policía catalana, sólo se comprende contextualizando cada indicio contra Magentí en el marco de toda la investigación. Tres elementos objetivos confirman que el Opel Zafira de la pareja accedió por la pista que conduce a la banda derecha del pantano, y que no volvió a salir. Una cámara grabó el vehículo a su paso a las 10.18 horas de ese 24 de agosto. Una pareja de senderistas de Montgat, Emili Coll y Pilar Montroy, no sólo escucharon los disparos y el grito de Paula, sino que declararon cómo minutos antes se cruzaron con el Opel Zafira en la entrada del pantano.

Recorrido del móvil de Paula

La policía ya tiene casi listo el informe sobre el comportamiento del móvil de Paula, que como el de Marc no aparece. El juez de Santa Coloma de Farners, Javier Burgos, firmó en agosto una comisión rogatoria a Colombia en la que solicita comprobar si los números de IMEI de esos dos terminales han sido activados en ese país. Los investigadores no descartan que Magentí escondiera los móviles en uno de los paquetes que envió a Colombia coincidiendo con el regreso de su mujer, Nancy Londoño, a su país.

La labor de reconstruir el comportamiento del teléfono de Paula ha permitido señalar el punto del pantano en el que la pareja estacionó su Opel Zafira al llegar a Susqueda. El trayecto coincide temporalmente con la hora del crimen y también responde a la incógnita de por qué nadie esa mañana, o al día siguiente, vio el vehículo en el embalse.

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Nudos. Un informe asegura que uno de los nudos que ataba los cuerpos sólo pudo ser hecho por un pescador deportivo (Mayka Navarro)

La pareja salió del Maresme el día 23 por la noche con la idea de hacer una excursión en el viejo kayak que los padres de Marc habían guardado más de una década en su garaje. Se decidieron en el último momento por Susqueda. Nunca habían navegado en kayak. Eran un par de novatos, pero entusiastas de la naturaleza. Iban bien equipados y con la intención, como hicieron, de dormir en el coche, preparado para colocar un palé en la parte trasera, un colchón y unos sacos.

Los investigadores han reconstruido con datos objetivos los siguientes pasos de la pareja. A las 1.32 de la madrugada del día 24, atravesaron el puente del Pasteral, llegaron al parking del bar La Parada y estacionaron. Cuatro minutos después, Paula envió un watsap a su mejor amigo, Pol Ricou: “Dema toca x aki ens veiem el finde bixu”. Y le envió la ubicación: el parking de La Parada. Tras despertarse deshicieron parte del camino en coche, entraron en la sucursal de la Caixa de la Cellera, donde Marc sacó 40 euros y Paula ingresó 70. Las cámaras del cajero grabaron sus rostros por última vez. Regresaron al coche y reemprendieron la marcha hacia el pantano.

Los Mossos descartan que la pareja se detuviera aquella mañana en el bar que regenta Simona Benkova. Y si lo hizo no son ellos los jóvenes a los que la mujer declaró haber vendido una botella de agua y refrescos y que le preguntaron por el camino para ir a Susqueda, a la hora de las comidas, cuando el doble crimen ya se había cometido.

Testigos no fiables

Los investigadores no incluyeron el relato de esta mujer en el sumario porque no le dieron credibilidad. La testigo sostuvo que el kayak iba sobre el coche, cuando estaba en el interior y lo inflaron al llegar. También declaró que iban con un perro, cuando los investigadores ya sabían que el perro de Paula se había quedado en casa. Los Mossos siempre han sospechado que Simona Benkova, con buena intención, confundió a la pareja asesinada con Pol Ricou y una amiga que, con el perro de Paula, fueron al pantano a buscarlos el día 26 y preguntaron a la mujer, compraron un agua y bebieron unos refrescos.

Los Mossos han reconstruido el itinerario que hizo esa mañana el teléfono de Paula. Lo han hecho a partir de su comportamiento, que quedó reflejado en las dos antenas que la compañía Orange tenía en esa zona, una 2G y otra 3G, a las que se fue conectando el teléfono, incluso con momentos sin cobertura, a pesar de haber estado quieto durante muchas horas. El teléfono no se movió desde que la joven lo dejó en el coche, porque el móvil de Marc, a diferencia del de Paula, era un modelo preparado para mojarse.

El teléfono de Paula estuvo conectado a una y otra antena de Orange, con momentos sin cobertura, hasta la una y media de la madrugada del día 25. Los investigadores sostienen que la señal murió cuando el teléfono se quedó sin batería. Para lograr reproducir un comportamiento idéntico, los policías utilizaron un teléfono igual y se detuvieron las mismas horas en los distintos puntos en los que la pareja podría haber detenido su coche para ir a navegar. Ese comportamiento idéntico sólo se consigue cuando se estaciona en una de las dos playas que hay justo delante de la Rierica, el que para los investigadores es el escenario del crimen.

Estacionados frente a La Rierica

Esas dos playas son los dos puntos de la pista desde los que es más visible y accesible el agua. Los investigadores sostienen que la pareja tardó 35 minutos en llegar desde la entrada del pantano a esa primera playa, hincharon el kayak, cerraron el coche y se metieron en el agua a navegar.

Justo enfrente, y a esa misma hora, Jordi Magentí ya estaba en la Rierica pescando, como otras tantas veces, alejado de miradas indiscretas. Esa mañana, el hombre se despertó temprano, como era habitual. Visitó la plantación de marihuana de su hijo, que debía vigilar, y por eso, a criterio de los Mossos, iba armado. Después se acercó al pantano a pescar.

¿Por qué presuntamente los habría asesinado?

Los investigadores siempre han sostenido que fue un encuentro casual y que, tal y como eran Marc y Paula, comprometidos con los animales y el medio ambiente, es probable que recriminaran a Magentí si éste, como era habitual, pescaba con artes ilegales. Eso pudo provocar una discusión, una pelea que subiera de tono y que Magentí les acabara disparando. Primero a él y después a ella de un tiro a bocajarro y que silenció el escalofriante grito que escucharon varios testigos.

Los cuerpos atados juntos

La secuencia posterior es difícil de concretar, pero el resultado es que los dos cuerpos fueron lastrados con sus mochilas, en las que el sospechoso guardó los enseres principales y una piedra, al menos en la de Marc. El asesino cortó la cuerda del kayak y justo con el trozo que falta unió los dos cuerpos, a los que desnudó, y trasladó en el kayak hasta ese punto del pantano en el que sólo los que conocen bien el paraje saben que hay una gran fosa.

Los investigadores aseguran que los cuerpos fueron atados juntos y sólo así se entiende que emergieran el mismo día y en el mismo punto, pese a ser de constituciones diferentes. El cuerpo de Marc, al seguir lastrado por su mochila, se quedó flotando casi en el mismo punto en el que fue arrojado, mientras que el de Paula flotó hasta quedar varado junto a la pared del embalse. Ambos a escasos metros de distancia.

La piedra

Los Mossos mantienen que el doble crimen sucedió en la Rierica. Una afirmación que ratifica el informe de los geólogos de la Universitat de Barcelona, que asegura que la piedra de la mochila de Marc forma parte de la construcción del edificio que en su día quedó sepultado bajo las aguas del pantano. Una piedra que se trajo en su momento de otra zona para construir esas casas. En cuanto a la tierra y las hierbas que aparecieron entre la ropa arrugada que el asesino metió de manera precipitada en la mochila de Marc, corresponden a la playa a la que llegó la pareja, estacionó y desde la que entró en el embalse para navegar. Se trata de la playa que está justo al lado del lugar en el que al día siguiente del crimen, el 25, Magentí llevó a su mujer para que le acompañara a pescar.

No era la primera vez que Nancy Londoño iba al pantano, pero sí que su marido la llevaba a ese lugar, precisamente frente a la Rierica. Pese a que ella declaró en el juzgado que esa mañana nunca perdió de vista a su marido y, por tanto, que resultó imposible que se escapara para deshacerse del coche de las víctimas, los investigadores insisten en que en sus primeras conversaciones con la mujer ésta les aseguró que estuvo sola varias horas.

¿Por qué nadie vio a Marc y Paula en el pantano?

A esa hora, cuando el Opel Zafira atravesó el Llomà, el campamento de los belgas, Laurent y Giwon dormían, mientras que Oliver y Víctor se habían trasladado a otro punto alejado de la pista forestal para arreglar un tubo. Por eso no les vieron, ni ellos ni ninguno de los testigos entrevistados hasta ahora por los investigadores. Sus ubicaciones no coinciden con el trayecto que hizo la pareja.

Tampoco son casuales los dos nudos que el asesinó trabó para sujetar la mochila de Marc y otro más que aparecía desprendido y que era con el que, según los Mossos, se mantenían unidos los dos cuerpos. Ese segundo es un nudo muy particular que se utiliza en pesca deportiva, se conoce como rejón, y ata utensilios de peso o pescados grandes, como el siluro.

Las conclusiones forman parte de un informe elaborado por especialistas de la Federació Catalana de Pesca Esportiva. Una de las primeras imágenes que se difundieron de Magentí tras conocerse su detención fue precisamente mostrando un siluro de grandes di mensiones que él mismo había pescado en el pantano de Susqueda.

El Land Rover llevó a Magentí

Los Mossos insisten en que fue la investigación la que les condujo hasta Magentí. Basta releer el sumario para comprobar cómo en los primeros meses las sospechas se encaminaron hacia los belgas o incluso hacía Bartomeu, el hombre que vive en el pantano y que desde el lugar en el que se encontraba esa mañana pescando no pudo ver ni oír nada. También sostienen que fue el análisis de las imágenes de las cámaras el que permitió descubrir un Land Rover Defender blanco que entró y salió del pantano los días 24 y 25, y con horarios que coincidían con la presencia de los jóvenes. Tras censar todos los vehículos de ese modelo que había en la zona y entrevistar y corroborar la coartada de cada uno de sus propietarios, se descubrió que uno en concreto pertenecía a un señor muy mayor que ya advirtió a los Mossos de que el coche lo usaba su sobrino. En una primera entrevista de los policías con el hijo del dueño del coche, Pere Gamell, primo de Magentí, el hombre advirtió a un policía: “Veus si al final el Jordi no tindrà alguna cosa a veure amb el crim”. Después comprobaron que aquel Jordi había cumplido una condena por asesinar a sangre fría a su mujer, lo que demostraba que tenía capacidad criminal.

Las mentiras del sospechoso

Después se produjeron sus mentiras en los primeros encuentros con los Mossos, a los que negó haber estado en el pantano el día del crimen y aseguró que se había enterado de la desaparición de la pareja por la prensa, cuando los policías ya tenían certificado que sí había estado. Ya detenido, reconoció en la reconstrucción del crimen que estuvo ese día en la Rierica pescando pero que los tiros los escuchó por encima, pero no señaló la cantera, sino debajo del faro. Dos días después, en su primera noche en prisión, acabó contando a su compañero de celda que quien había matado a la pareja había sido su hijo y que él se tenía que “comer el marrón” porque en su momento había matado a su madre y “se lo debía”.

Todos esos indicios juntos y contextualizados en ese paraje inhóspito son los que constituyen la investigación de los Mossos. Un trabajo que aún no ha acabado porque quedan numerosas pruebas por hacer. Entre otras, una reconstrucción en 4D del doble crimen y la grabación de todos los recorridos, ante la posibilidad de que el día del juicio, con tribunal popular, el escenario siga anegado bajo las aguas como ahora y los miembros del jurado no puedan visitarlo.

¿Por qué Nacho Abad ya lo sabía en el mes de abril esto?
Por el sumario... todo esto ya aparecía en él
 
pos vaya tela miramifoto

pero lo del móvil que ubican a los chicos allí esto ya estaba¿?

anda que no me rompí la cabeza inútilmente

bueno igual es que fue culpa mía y mi testarudez en que no había tiempo. no me lo creía

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bueno, desde luego eso sirve para descartar un poco más el movil sexual; que esos chicos pasaron por delante de El Llomá y no fueron vistos; para asegurar con casi total seguridad q quien los desvistió fue Magentí (quien puso sus manos sucias encima; q asco) tal y cómo él explicó al preso sombra; que quizás no hay mochila blava que buscar allí.. y.. Nancy no escuchó cómo arrancaba el Zafira acaso (cuando estaba en la colina esperando a su marido) o es que ella lo acompañó conduciendo el Land tras el Zafira conducido por él¿?

sabe conducir Nancy¿?

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es muy fuerte eso (y todo lo que vienen apuntando se acaba cumpliendo..):

Los investigadores no descartan que Magentí escondiera los móviles en uno de los paquetes que envió a Colombia coincidiendo con el regreso de su mujer, Nancy Londoño, a su país.

aaah perdón que envió paquetes !! (y cuándo¿?)

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no puede ser que eso fuera mentira¿? para cubrirse sus propias espaladas¿?:

los investigadores insisten en que en sus primeras conversaciones con la mujer ésta les aseguró que estuvo sola varias horas.

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Los Mossos descartan que la pareja se detuviera aquella mañana en el bar que regenta Simona Benkova

ho haveu vist??!?! uaaaaala

mira Maya64 no se pararon!!
es que era imposible!! no había tiempo para ello.

por qué mintió!
vale ya veo.. los confundio con ricou

no es mala persona eso es verdad pero vaya tela!

y los otros debieron ver a esa pareja tbn

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brutal, vale.. pues lo que yo calculé de unos 40 minutos mínimo [yo creo q apostaba por más incluso] pues lo hicieron en 35..

«Los investigadores sostienen que la pareja tardó 35 minutos en llegar desde la entrada del pantano a esa primera playa, hincharon el kayak, cerraron el coche y se metieron en el agua a navegar.

Justo enfrente, y a esa misma hora, Jordi Magentí ya estaba en la Rierica pescando, como otras tantas veces, alejado de miradas indiscretas.»

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pos vaya tela miramifoto

pero lo del móvil que ubican a los chicos allí esto ya estaba¿?

anda que no me rompí la cabeza inútilmente

bueno igual es que fue culpa mía y mi testarudez en que no había tiempo. no me lo creía

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bueno, desde luego eso sirve para descartar un poco más el movil sexual; que esos chicos pasaron por delante de El Llomá y no fueron vistos; para asegurar con casi total seguridad q quien los desvistió fue Magentí (quien puso sus manos sucias encima; q asco) tal y cómo él explicó al preso sombra; que quizás no hay mochila blava que buscar allí.. y.. Nancy no escuchó cómo arrancaba el Zafira acaso (cuando estaba en la colina esperando a su marido) o es que ella lo acompañó conduciendo el Land tras el Zafira conducido por él¿?

sabe conducir Nancy¿?

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es muy fuerte eso (y todo lo que vienen aputnando se acaba cumpliendo..):



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no puede ser que eso fuera mentira¿? para cubrirse sus propias espaladas¿?:
Una de las primeras cosas que hace la policía cuando una desaparición se convierte en un presunto homicidio con posterior ocultación del cadáver es estudiar la telefonía. Si te repasas mis mensajes de meses atrás verás que posteé un pdf escrito por Pere Sánchez sobre un caso real similar a éste en cuanto a la ocultación. Un estudio muy profundo sobre la telefonía del caso se puede leer en él, te lo recomiendo encarecidamente.

La policía sospecha y esboza una hipótesis, pero luego quedan meses de arduo trabajo estadístico y científico para que todo cuadre. También recomendé Sin Cadáver, de Fátima Llambrich, la corresponsal de TV3 para estas cosas y autora del minireportaje de este pasado domingo. En ese libro se desgrana toda la investigación sobre el caso Pallaresos por la misma UCPD que ahora lleva el caso Susqueda.

Un saludo y vuelvo a la fila de atrás :)
 
Muy interesante Virgo, ¿sabe conducir Nancy? Si declara él que se ausentó 2 horas, que hizo esas dos horas, ¿se puede ir a hundir el coche y volver a pata en 2 horas? y la otra? si dice que estaban a 20 metros, estaba con él?
ay ay ...
 
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