Me recuerda episodio de agresividad extrema de Loquizia antes del Almudenazo, cuando intentó agredir a un ligue del Prepa.Pero es muy temperamental. Cuando las cosas se tuercen pierde fácilmente los nervios. Se siente atacado con facilidad. No suele dar su brazo a torcer y es bastante obsesivo. Una vez, en plena discusión con su suegro, se rompió la mano al dar un puñetazo contra la pared”, nos cuenta alguien que conoce bien a Javier López-Madrid.
Este pájaro y Trepi, con esos arrebatos, son tal para cual. A calzonazos, que al escogido a uno como mejor amigo y a la otra como parienta, está claro que el perfil le gusta.