Pues no hacía falta escarbar mucho. Menudo historial tiene la tiparraca.
hemos visto a los vecinos burgaleses conmovidos. La conocían desde años. Han hablado dos señoras por separado que explicaban que durante años le habían tenido las puertas abiertas, sus niños habían jugado en su casa y viceversa. Se veían dos mujeres de bien. Una decía que naturalmente dejaba a su niña a casa de Ana si la invitaban o quería ir. Lo que se sabía es que había tenido relaciones antes. Normal en una mujer de 44 divorciada. lo del negocio del bar con el tal Sergio sería eso, negocio y peleas de negocios que cuando se cancelan nunca suele acabar bien con el socio.