Por desgracia, a lo largo de los últimos treinta años, no he conocido a esos inmigrantes privilegiados, sino a los que trabajan sin horario y con un salario muy por debajo del que estipula la ley, a los que les alquilan las viviendas insalubres por un precio de vivienda de lujo, sin ser dados de alta en la seguridad social, etc.No Connie, siento contradecirte pero es una realidad innegable. Tienen unos privilegios vergonzosos en detrimento de los españoles.
Y las únicas ayudas que tienen, como millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza, son las de Caritas, el Banco de Alimentos, y otras organizaciones de beneficencia por el estilo.
Cuando una familia en situación extrema, sea inmigrante o española, pide ayuda al Ayuntamiento, puede morirse de hambre mientras los servicios sociales resuelven que tiene derecho al salario de subsistencia familiar, que son 300 euros.
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