Yo alucino con estas cosas y con la manera de relacionar el atentado y los afanes independentistas de una manera extemporánea e inoportuna. Eso de... aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid... tan clásico.
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Atentado terrorista en La Rambla de Barcelona y en Cambrils. 16 fallecidos.
- Autor_Marta
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Yo alucino con estas cosas y con la manera de relacionar el atentado y los afanes independentistas de una manera extemporánea e inoportuna. Eso de... aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid... tan clásico.
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Yo te aseguro que si la gente estuviera asustada se pediría en masa que fuera el Ejercito y hasta la cabra de La Legión .No entiendo esta quasi-obsesión de culpar a todo a los independentistas,que tienen todo el derecho a serlo,hay libertad de pensamiento. Esos prejucicios que se verbalizan aprovechando este atentado son solo prejuicios . La gente no quiere el ejército en la calle ni medidas de excepción, por lo menos la gente que yo conozco y mi familia en Barcelona.Tienen shock,tristeza,incluso rabia....pero la gente hoy ha salido a la calle y han ido a trabajar para demostrar que van a seguir adelante como siempre.Pedir alerta 5,ejército en la calle,vallas protectoras o todas estas medidas que se están exigiendo en el foro me parece excesivo. Si se ponen maceteros gigantes a la entrada de Las Ramblas el terrorista entraría más abajo...si se pone al ejército en Barcelona,atentarian en Salou, o donde pudieran.Aqui hay que poner más recursos en inteligencia y en evitar la radicalización.Yo no quiero una sociedad militarizada ni que se coarten libertades,gracias:no quiero que los terroristas ganenPues sí. El tema es que los controles de eventos ya están siendo extremos, sinceramente, el siguiente paso sería desconvocar actos. Este verano ha habido una alerta 5 ''encubierta'', a poco observador que se sea, se han notado diferencias en los dispositivos de seguridad con respecto a hace unos meses.
Si es necesario que las FAS salgan a la calle, habría que hacerlo, pero considerando el follón de postureo político que se organizó porque la Guardia Civil tuvo que ir a reforzar la seguridad a raíz de la huelga de El Prat, veo difícil que esto se haga en Barcelona.Y no va a hacerse en otros lados y no en Catalunya. En estos tiempos predomina el dichoso escenario político sobre cualquier dictado del sentido común. No obstante, reitero, en mi opinión la alerta 5 ya está implantada de manera oficiosa.
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Pues yo estoy de acuerdo Pirula,pero también lo veo al revés: aquí mismo se está culpando al Proces de todo cuando no debería haber ni mencionado.A quién se le ocurre???eran terroristas yihadistas!Yo alucino con estas cosas y con la manera de relacionar el atentado y los afanes independentistas de una manera extemporánea e inoportuna. Eso de... aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid... tan clásico.
Artículo de Pérez Reverte, de 2014. Para mí de total vigencia hoy. La negrita es mía.
Es la guerra santa, idiotas
XLSemanal - 31/8/2014
Pinchos morunos y cerveza. A la sombra de la antigua muralla de Melilla, mi interlocutor -treinta años de cómplice amistad- se recuesta en la silla y sonríe, amargo. «No se dan cuenta, esos idiotas -dice-. Es una guerra, y estamos metidos en ella. Es la tercera guerra mundial, y no se dan cuenta». Mi amigo sabe de qué habla, pues desde hace mucho es soldado en esa guerra. Soldado anónimo, sin uniforme. De los que a menudo tuvieron que dormir con una pistola debajo de la almohada. «Es una guerra -insiste metiendo el bigote en la espuma de la cerveza-. Y la estamos perdiendo por nuestra estupidez. Sonriendo al enemigo».
Mientras escucho, pienso en el enemigo. Y no necesito forzar la imaginación, pues durante parte de mi vida habité ese territorio. Costumbres, métodos, manera de ejercer la violencia. Todo me es familiar. Todo se repite, como se repite la Historia desde los tiempos de los turcos, Constantinopla y las Cruzadas. Incluso desde las Termópilas. Como se repitió en aquel Irán, donde los incautos de allí y los imbéciles de aquí aplaudían la caída del Sha y la llegada del libertador Jomeini y sus ayatollás. Como se repitió en el babeo indiscriminado ante las diversas primaveras árabes, que al final -sorpresa para los idiotas profesionales- resultaron ser preludios de muy negros inviernos. Inviernos que son de esperar, por otra parte, cuando las palabras libertad y democracia, conceptos occidentales que nuestra ignorancia nos hace creer exportables en frío, por las buenas, fiadas a la bondad del corazón humano, acaban siendo administradas por curas, imanes, sacerdotes o como queramos llamarlos, fanáticos con turbante o sin él, que tarde o temprano hacen verdad de nuevo, entre sus también fanáticos feligreses, lo que escribió el barón Holbach en el siglo XVIII: «Cuando los hombres creen no temer más que a su dios, no se detienen en general ante nada».
Porque es la Yihad, idiotas. Es la guerra santa. Lo sabe mi amigo en Melilla, lo sé yo en mi pequeña parcela de experiencia personal, lo sabe el que haya estado allí. Lo sabe quien haya leído Historia, o sea capaz de encarar los periódicos y la tele con lucidez. Lo sabe quien busque en Internet los miles de vídeos y fotografías de ejecuciones, de cabezas cortadas, de críos mostrando sonrientes a los degollados por sus padres, de mujeres y niños violados por infieles al Islam, de adúlteras lapidadas -cómo callan en eso las ultrafeministas, tan sensibles para otras chorradas-, de criminales cortando cuellos en vivo mientras gritan «Alá Ajbar» y docenas de espectadores lo graban con sus putos teléfonos móviles. Lo sabe quien lea las pancartas que un niño musulmán -no en Iraq, sino en Australia- exhibe con el texto: «Degollad a quien insulte al Profeta». Lo sabe quien vea la pancarta exhibida por un joven estudiante musulmán -no en Damasco, sino en Londres- donde advierte: «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia».
A Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que hoy goza. Poder ser adúltera sin que te lapiden, o blasfemar sin que te quemen o que te cuelguen de una grúa. Ponerte falda corta sin que te llamen put*. Gozamos las ventajas de esa lucha, ganada tras muchos combates contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida: combates que Occidente libró cuando era joven y aún tenía fe. Pero ahora los jóvenes son otros: el niño de la pancarta, el cortador de cabezas, el fanático dispuesto a llevarse por delante a treinta infieles e ir al Paraíso. En términos históricos, ellos son los nuevos bárbaros. Europa, donde nació la libertad, es vieja, demagoga y cobarde; mientras que el Islam radical es joven, valiente, y tiene hambre, desesperación, y los coj*nes, ellos y ellas, muy puestos en su sitio. Dar mala imagen en Youtube les importa un rábano: al contrario, es otra arma en su guerra. Trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra, para su propia clientela. Para un Islam que podría ser pacífico y liberal, que a menudo lo desea, pero que nunca puede lograrlo del todo, atrapado en sus propias contradicciones socioteológicas. Creer que eso se soluciona negociando o mirando a otra parte, es mucho más que una inmensa gilipollez. Es un su***dio. Vean Internet, insisto, y díganme qué diablos vamos a negociar. Y con quién. Es una guerra, y no hay otra que afrontarla. Asumirla sin complejos. Porque el frente de combate no está sólo allí, al otro lado del televisor, sino también aquí. En el corazón mismo de Roma. Porque -creo que lo escribí hace tiempo, aunque igual no fui yo- es contradictorio, peligroso, y hasta imposible, disfrutar de las ventajas de ser romano y al mismo tiempo aplaudir a los bárbaros.
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/938/es-la-guerra-santa-i
Es la guerra santa, idiotas
XLSemanal - 31/8/2014
Pinchos morunos y cerveza. A la sombra de la antigua muralla de Melilla, mi interlocutor -treinta años de cómplice amistad- se recuesta en la silla y sonríe, amargo. «No se dan cuenta, esos idiotas -dice-. Es una guerra, y estamos metidos en ella. Es la tercera guerra mundial, y no se dan cuenta». Mi amigo sabe de qué habla, pues desde hace mucho es soldado en esa guerra. Soldado anónimo, sin uniforme. De los que a menudo tuvieron que dormir con una pistola debajo de la almohada. «Es una guerra -insiste metiendo el bigote en la espuma de la cerveza-. Y la estamos perdiendo por nuestra estupidez. Sonriendo al enemigo».
Mientras escucho, pienso en el enemigo. Y no necesito forzar la imaginación, pues durante parte de mi vida habité ese territorio. Costumbres, métodos, manera de ejercer la violencia. Todo me es familiar. Todo se repite, como se repite la Historia desde los tiempos de los turcos, Constantinopla y las Cruzadas. Incluso desde las Termópilas. Como se repitió en aquel Irán, donde los incautos de allí y los imbéciles de aquí aplaudían la caída del Sha y la llegada del libertador Jomeini y sus ayatollás. Como se repitió en el babeo indiscriminado ante las diversas primaveras árabes, que al final -sorpresa para los idiotas profesionales- resultaron ser preludios de muy negros inviernos. Inviernos que son de esperar, por otra parte, cuando las palabras libertad y democracia, conceptos occidentales que nuestra ignorancia nos hace creer exportables en frío, por las buenas, fiadas a la bondad del corazón humano, acaban siendo administradas por curas, imanes, sacerdotes o como queramos llamarlos, fanáticos con turbante o sin él, que tarde o temprano hacen verdad de nuevo, entre sus también fanáticos feligreses, lo que escribió el barón Holbach en el siglo XVIII: «Cuando los hombres creen no temer más que a su dios, no se detienen en general ante nada».
Porque es la Yihad, idiotas. Es la guerra santa. Lo sabe mi amigo en Melilla, lo sé yo en mi pequeña parcela de experiencia personal, lo sabe el que haya estado allí. Lo sabe quien haya leído Historia, o sea capaz de encarar los periódicos y la tele con lucidez. Lo sabe quien busque en Internet los miles de vídeos y fotografías de ejecuciones, de cabezas cortadas, de críos mostrando sonrientes a los degollados por sus padres, de mujeres y niños violados por infieles al Islam, de adúlteras lapidadas -cómo callan en eso las ultrafeministas, tan sensibles para otras chorradas-, de criminales cortando cuellos en vivo mientras gritan «Alá Ajbar» y docenas de espectadores lo graban con sus putos teléfonos móviles. Lo sabe quien lea las pancartas que un niño musulmán -no en Iraq, sino en Australia- exhibe con el texto: «Degollad a quien insulte al Profeta». Lo sabe quien vea la pancarta exhibida por un joven estudiante musulmán -no en Damasco, sino en Londres- donde advierte: «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia».
A Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que hoy goza. Poder ser adúltera sin que te lapiden, o blasfemar sin que te quemen o que te cuelguen de una grúa. Ponerte falda corta sin que te llamen put*. Gozamos las ventajas de esa lucha, ganada tras muchos combates contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida: combates que Occidente libró cuando era joven y aún tenía fe. Pero ahora los jóvenes son otros: el niño de la pancarta, el cortador de cabezas, el fanático dispuesto a llevarse por delante a treinta infieles e ir al Paraíso. En términos históricos, ellos son los nuevos bárbaros. Europa, donde nació la libertad, es vieja, demagoga y cobarde; mientras que el Islam radical es joven, valiente, y tiene hambre, desesperación, y los coj*nes, ellos y ellas, muy puestos en su sitio. Dar mala imagen en Youtube les importa un rábano: al contrario, es otra arma en su guerra. Trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra, para su propia clientela. Para un Islam que podría ser pacífico y liberal, que a menudo lo desea, pero que nunca puede lograrlo del todo, atrapado en sus propias contradicciones socioteológicas. Creer que eso se soluciona negociando o mirando a otra parte, es mucho más que una inmensa gilipollez. Es un su***dio. Vean Internet, insisto, y díganme qué diablos vamos a negociar. Y con quién. Es una guerra, y no hay otra que afrontarla. Asumirla sin complejos. Porque el frente de combate no está sólo allí, al otro lado del televisor, sino también aquí. En el corazón mismo de Roma. Porque -creo que lo escribí hace tiempo, aunque igual no fui yo- es contradictorio, peligroso, y hasta imposible, disfrutar de las ventajas de ser romano y al mismo tiempo aplaudir a los bárbaros.
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/938/es-la-guerra-santa-i
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No sé por qué dices eso, el presidente Puigdemont ha hablado en el ideoma de sus conciudadanos y luego en castellano. En las ruedas de prensa de la Generalitat de Catalunya habitualmente se habla primero en catalán, luego en castellano y después en inglés y francés. En las ruedas de prensa de Rajoy y la Soraya lo mismo, no? El president habla cuatro ideomas, el individuo Rajoy creo que no habla ni gallego cosa que me parece de lo mas triste. Así que creo que te has confundido de bobo.Se estaba dirigiendo al Mundo.
Un bobo, por decirlo suave, de exposición.
No se me va la cabeza ni voy a entrar al trapo del discurso que pretendes. LA SEGURIDAD es responsabilidad de todos. Tanto del gobierno CENTRAL (que no de Madrid) así como de la Generalitat te guste o no...
También se juega a insinuar que la Generalitat se negó al uso de bolardos y otrad medidas preventivas por ser recomendaciones que venían del gobierno CENTRAL (que no de Madrid, repito). Insinuar esto es basura y prefiero no creer que exista una posibilidad de que sea real...
Se dice que Cataluña prefirió tomar otras medidas. Como Poner más seguridad en las calles: esto abarca a los Mossos (que parece que sólo existe este cuerpo de seguridad), así como Policia Nacional o Guardia Civil (que también andan allí). Yo no pienso jugar con politicas ni historias pero no voy a entrar al trapo pues insisto que la seguridad y sus exitos o errores, es responsabilidad de todos no de unos una cosa y de otros, otra.
Dicen dicen dicen, dicen demasiadas cosas y muy pocas, poquísimas ciertas.
Rectifico para que quede claro, no es propiamente un cadaver, son restos humanos , hay que mirar el ADN para averiguar quien es o quien puede ser si no se aclara quien es.Los mossos acaban de encontrar otro cadaver debajo los escombros de la casa de Alcanar que explosiono el pasado miercoles poco antes de las 24 horas de la noche.
es cierto...Artículo de Pérez Reverte, de 2014. Para mí de total vigencia hoy. La negrita es mía.
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Pinchos morunos y cerveza. A la sombra de la antigua muralla de Melilla, mi interlocutor -treinta años de cómplice amistad- se recuesta en la silla y sonríe, amargo. «No se dan cuenta, esos idiotas -dice-. Es una guerra, y estamos metidos en ella. Es la tercera guerra mundial, y no se dan cuenta». Mi amigo sabe de qué habla, pues desde hace mucho es soldado en esa guerra. Soldado anónimo, sin uniforme. De los que a menudo tuvieron que dormir con una pistola debajo de la almohada. «Es una guerra -insiste metiendo el bigote en la espuma de la cerveza-. Y la estamos perdiendo por nuestra estupidez. Sonriendo al enemigo».
Mientras escucho, pienso en el enemigo. Y no necesito forzar la imaginación, pues durante parte de mi vida habité ese territorio. Costumbres, métodos, manera de ejercer la violencia. Todo me es familiar. Todo se repite, como se repite la Historia desde los tiempos de los turcos, Constantinopla y las Cruzadas. Incluso desde las Termópilas. Como se repitió en aquel Irán, donde los incautos de allí y los imbéciles de aquí aplaudían la caída del Sha y la llegada del libertador Jomeini y sus ayatollás. Como se repitió en el babeo indiscriminado ante las diversas primaveras árabes, que al final -sorpresa para los idiotas profesionales- resultaron ser preludios de muy negros inviernos. Inviernos que son de esperar, por otra parte, cuando las palabras libertad y democracia, conceptos occidentales que nuestra ignorancia nos hace creer exportables en frío, por las buenas, fiadas a la bondad del corazón humano, acaban siendo administradas por curas, imanes, sacerdotes o como queramos llamarlos, fanáticos con turbante o sin él, que tarde o temprano hacen verdad de nuevo, entre sus también fanáticos feligreses, lo que escribió el barón Holbach en el siglo XVIII: «Cuando los hombres creen no temer más que a su dios, no se detienen en general ante nada».
Porque es la Yihad, idiotas. Es la guerra santa. Lo sabe mi amigo en Melilla, lo sé yo en mi pequeña parcela de experiencia personal, lo sabe el que haya estado allí. Lo sabe quien haya leído Historia, o sea capaz de encarar los periódicos y la tele con lucidez. Lo sabe quien busque en Internet los miles de vídeos y fotografías de ejecuciones, de cabezas cortadas, de críos mostrando sonrientes a los degollados por sus padres, de mujeres y niños violados por infieles al Islam, de adúlteras lapidadas -cómo callan en eso las ultrafeministas, tan sensibles para otras chorradas-, de criminales cortando cuellos en vivo mientras gritan «Alá Ajbar» y docenas de espectadores lo graban con sus putos teléfonos móviles. Lo sabe quien lea las pancartas que un niño musulmán -no en Iraq, sino en Australia- exhibe con el texto: «Degollad a quien insulte al Profeta». Lo sabe quien vea la pancarta exhibida por un joven estudiante musulmán -no en Damasco, sino en Londres- donde advierte: «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia».
A Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que hoy goza. Poder ser adúltera sin que te lapiden, o blasfemar sin que te quemen o que te cuelguen de una grúa. Ponerte falda corta sin que te llamen put*. Gozamos las ventajas de esa lucha, ganada tras muchos combates contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida: combates que Occidente libró cuando era joven y aún tenía fe. Pero ahora los jóvenes son otros: el niño de la pancarta, el cortador de cabezas, el fanático dispuesto a llevarse por delante a treinta infieles e ir al Paraíso. En términos históricos, ellos son los nuevos bárbaros. Europa, donde nació la libertad, es vieja, demagoga y cobarde; mientras que el Islam radical es joven, valiente, y tiene hambre, desesperación, y los coj*nes, ellos y ellas, muy puestos en su sitio. Dar mala imagen en Youtube les importa un rábano: al contrario, es otra arma en su guerra. Trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra, para su propia clientela. Para un Islam que podría ser pacífico y liberal, que a menudo lo desea, pero que nunca puede lograrlo del todo, atrapado en sus propias contradicciones socioteológicas. Creer que eso se soluciona negociando o mirando a otra parte, es mucho más que una inmensa gilipollez. Es un su***dio. Vean Internet, insisto, y díganme qué diablos vamos a negociar. Y con quién. Es una guerra, y no hay otra que afrontarla. Asumirla sin complejos. Porque el frente de combate no está sólo allí, al otro lado del televisor, sino también aquí. En el corazón mismo de Roma. Porque -creo que lo escribí hace tiempo, aunque igual no fui yo- es contradictorio, peligroso, y hasta imposible, disfrutar de las ventajas de ser romano y al mismo tiempo aplaudir a los bárbaros.
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/938/es-la-guerra-santa-i
desde el 11 S...
esto es una guerra encubierta donde las víctimas son los civiles de los países occidentales...
y cada vez va a más.. .y pasa menos de un atentado a otro....
desarticulan una célula y nacen tres...se extiende por toda Europa.. ..y utilizan métodos nada elaborados para extender el terror y hacer daño..
es una verdadera guerra...evidentemente diferente de las anteriores...pero esta aqui...
Para que vean que la gente dice cualquier cosa. Por Fb una conocida acaba de postear que si vamos al caso Al Andalus era de los árabes que lo habían conquistado y que la figura del Cid estaba "inflada", que era un terrorista para los moros.
Me voy a dar un baño de sales del Mar Negro y a tomar una infusión de muñamuña.
Me voy a dar un baño de sales del Mar Negro y a tomar una infusión de muñamuña.
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Toda la prensa internacional esta felicitando a los Mossos d'Escuadra por el gran trabajo y profesionalidad con el que han llevado todo este terrible asunto a pesar de de todas las trabas que han tenido y la falta de recursos para poder hacerlo correctamente.
Cuando europol alerto claro que se alerto, es mas no recuerdo donde pero los mossos digeron que no habia peligro porque corrio por fa ce e internet.
Los mossos tranquilizaron.
Interior recomienda las vallas, maceteros etc.
El ayuntamiento que no hace falta....(ojo no solo este bastantes ayuntamientos que hoy estan poniendo todos vallas y macetas........)
Hace dos meses alguien alerto ese alguien no fue europol como dices , las noticias dice que la cia o sea USA.....o interior por mensaje de la cia a saber, no entiendo la cia alerte directamente...pero a saber.
Los mossos no deben encontrar nada que confirme eso...
y dos meses despues el atentado.
De todas si tu reconoces que los mossos lo sabian hace dos meses....pues paso porque no se pudo detectar.......la celula esta......porque de hecho los mossos lo sabian, y seguro lo han investigado.
De hecho estan siempre investigando
a estos grupos..pasa que parece era muy discreto no tenia antecedentes......paso invisible.
Asi que el unico culpable aqui es el IS.
PD.Falta recursos en los Mossos y en la Guardia civil. eso es verdad.
Los mossos tranquilizaron.
Interior recomienda las vallas, maceteros etc.
El ayuntamiento que no hace falta....(ojo no solo este bastantes ayuntamientos que hoy estan poniendo todos vallas y macetas........)
Hace dos meses alguien alerto ese alguien no fue europol como dices , las noticias dice que la cia o sea USA.....o interior por mensaje de la cia a saber, no entiendo la cia alerte directamente...pero a saber.
Los mossos no deben encontrar nada que confirme eso...
y dos meses despues el atentado.
De todas si tu reconoces que los mossos lo sabian hace dos meses....pues paso porque no se pudo detectar.......la celula esta......porque de hecho los mossos lo sabian, y seguro lo han investigado.
De hecho estan siempre investigando
a estos grupos..pasa que parece era muy discreto no tenia antecedentes......paso invisible.
Asi que el unico culpable aqui es el IS.
PD.Falta recursos en los Mossos y en la Guardia civil. eso es verdad.
Creo que los catalanes están ya muy mosqueados por todo lo que les está pasando anteriormente y el atentado lo ha rematado,con razón se sienten ninguneados.Nadie es quien para decir al otro lo que debe decir y hacer según su libre libertad de expresión, aunque no guste,imponer a otros ùn punto de vista personal,no me parece bien,te he citado por que estoy de acuerdo con lo que has expuesto,las buenas formas son de agradecer.Desgraciadamente hay mucha catalanafobia.Yo no he criticado el fondo de tu mensaje sino la forma que me pareciò un poco abrupta dado que los catalanes estarán lógicamente muy afectados y en esas situaciones un poco de amabilidad y buenas formas son de agradecer.
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