Lo que escondian sus ojos ( Marquesa de Llanzol y Ramón Serrano Suñer)

@emma_1971
Muchas gracias. Serrano Súñer es un personaje apasionante, el cuñadísimo, sólo por detrás de Franco. Sufrirle, como les tocó a nuestros mayores, debió de ser un infierno en vida.
 
En las revistas de moda ponen a la señora Marquesa por las nubes, pero era, básicamente, una prost*t*ta de lujo... Para que nos fiemos de las revistas de moda.

A mí no me parece tan guapa. Era elegante y con pasta suficiente para vestirse en Balenciaga, pero no guapa.

¿ Y qué son muchas de las que salen hoy día en las revistas de mucho glamour ? Casadas con X, separadas de Y, negocietes con Z, todos en cuchipandi internacional.

¿De qué os sorprendéis?
 
Yo lo que he leído es que el cura que "trató los cuernos" de Carrero Blanco fue el mismo que le dijo a Carmen Diéz de Rivera junto a su tía Carmen que el "tío Ramón" era su padre, ergo su novio, su hermano.
 
Más que un escort, era una consiguedora. No era la única, otra señora de aquella época hizo que su marido fuera escalando posiciones destacables hasta cargos internacionales con sus escarceos.

yo también lo pienso así....
quizás su soberbia le impedía aceptar que para Serrano Suñer era un capricho de usar y tirar, porque no paraba de hacerle hijos a la Ramona... cuanta energía para estar todo el dia de faldas....

esta Sonsoles era hija de diplomático, por tanto señorita educada para bien casar... en un plano lejano me recuerda a Marta chavarri, también hija de diplomático, y educada para bien casar, solo que Marta fue inteligente, y se casó con un aristócrata millonario al que dejó por un multimillonario financiero... y consiguió el divorcio más caro de España, que le dio para vivir a cuerpo de cleopatra el resto de sus días...

no sabemos qué consiguió Sonsoles con el cuñadísimo...
 
Cuentan que la mujer de Carrero Blanco le ponía los cuernos, unos dicen que con varios, otros que sólo con un Teniente Coronel. Por lo visto, Carrero llegaba al Ministerio a moco tendido, (dicen que se lo contó a Franco y éste le recomendó paciencia, pero ni ruptura del "hogar" y mucho menos escándalos) y López Rodó le recomendó a un par de curas del Opus. Fuera lo que fuera, la mujer se volvió sumisa, y de misa diaria, y Carrero, se hizo numerario. Y la santa (por lo visto guapetona, rica y muy divertida) se volvió una mujer triste, triste pá los restos. Desde ese momento, los del Opus subieron como la espuma en el Gobierno, colocando a muchos Mini9stros, y a partir de 1957-1959 la "tecnocracia" tomó las riendas de dónde se partía el bacalao en el Régimen.
 

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