Sábado 15 de octubre, Felipe y Letizia en Barcelona, entregan el Premio Planeta de Novela

[Nuria Tiburcio
Letizia recupera para los Planeta un top con el que creó un gran revuelo en Chile
La Reina volvió a confiar en el negro y recuperó un top con el que se le criticó su delgadezNuria
10.2016 – 05:00 H.
A pesar de que a Doña Letizia no le gusta mucho eso de trabajar durante los fines de semana, pues prefiere pasarlos descansando y pasando tiempo en familia, este sábado hacía una excepción para un evento muy especial. Los Reyes se desplazaban hasta Barcelona para asistir a la entrega de losPremios Planeta. Como ya imaginábamos, la esposa de Felipe VI se decantó por el negro como color de su estilismo. Y digo que ya lo esperábamos porque desde hace unos meses la Reina suele elegir total black looks para sus actos de noche.

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La Reina Letizia en Chile
Doña Letizia revolvió en su armario y rescató varias prendas para crear este atuendo que no está del todo mal. El top, con escote halter y lazada en el cuello, lo firma Felipe Varela y la primera vez que lo lució, en un viaje a Chile en noviembre de 2011, creó una gran polémica. Las críticas vinieron porque la prenda acentuaba la delgadez de la entonces Princesa de Asturias. En esta ocasión, el efecto no era tan exagerado, suponemos que porque habrá ganado un par de kilos que le sientan de maravilla. La esposa de Felipe VI combinó el top con una falda negra de vuelo de Hugo Boss que ha llevado con asiduidad.

Para completar su estilismo, la Reina se calzó las sandalias con tiras en diagonal de Magrit y llevó una cartera de mano a tono con un pedrusco brillante de la firma italiana Tod's. Esta vez las joyas tuvieron un gran protagonismo. Doña Letizia eligió los pendientes chandelier de diamantes de Yanes y la pulsera pulsera de Cartier, inspirada en las columnas griegas ya realizada en oro blanco y diamantes. Se dice que pertenece a la Reina Sofía.
 
El Rey y Puigdemont cenan juntos, irradian cordialidad y no sacan nada en limpio
El ambiente en la mesa, aseguran, era distendido. No se habló de política, al parecer. Y quizás por eso no hubo aspavientos ni malas caras
Antonio Fernandez Barcelona

16.10.2016 – 05:00 H.
Lo que la política no consigue, lo consiguen las letras. Solo así se pudieron sentar en una misma mesa el rey Felipe VI, acompañado de su esposa, la reina Letizia, junto al presidente de Cataluña, Carles Puigdemont. Fue en la cena de entrega del 65º Premio Planeta. Es el mayor galardón literario de España y ambos aparcaron diferencias para celebrarlo. 600.000 euros para el ganador y 150.000 euros para el finalista. O sea, para Dolores Redondo, la ‘madre’ de Amaia Salazar, que abandonó a su heroína para adentrarse en otros registros con la novela ‘Todo esto te daré’, y para Marcos Chicot Álvarez, segundo con ‘El asesinato de Sócrates’.

El premio (que repartirán con el Ministerio de Hacienda), hizo por fin justicia a unos autores que no es la primera vez que lo intentan. Tanto Dolores como Marcos ya habían enviado novelas. “Pero esto es un sueño. Uno siempre sueña estar aquí arriba”, decía una trémula ganadora desde el atril tras recibir el galardón. Y Chicot ya concurrió hace cuatro años con la novela ‘El asesinato de Pitágoras’, que quedó en cuarto lugar. O sea, ya es casi un asesino en serie. El que la persigue la consigue.







Pero lo importante no solo estaba sobre la tarima donde se plantó el jurado y los Reyes para recibir a los ganadores. Estaba abajo. Para empezar, a la tarima solo subieron los monarcas, mientras que Puigdemont se había de contentar con quedarse en la mesa, sin chupar cámara. “Podían haber hecho un gesto y dejarlo subir”, rezongaba un nacionalista descontento con lo que consideraba un ‘feo’ al ‘president’. Pero no era menosprecio, sino solo protocolo y advertencia: donde hay patrón no manda marinero. Un toque en toda regla dado con el protocolo para que no pueda utilizarse como nuevo agravio comparativo contra Cataluña. Y en eso, el protocolo es muy claro y tajante
En la mesa presidencial, sin embargo, no se encontraban solos. Para empezar, era una mesa de enemigos íntimos. El Rey acudió a Barcelona a meterse en la boca del lobo, pero iba bien flanqueado, con una defensa potente: allí estaban la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el ministro de Justicia,Rafael Català; el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna. Puigdemont, el hombre que quiere desterrar la Monarquía y proclamar una República Catalana, se quedaba, así, en minoría en su propia tierra. Felipe VI tuvo también agallas porque se plantó en Barcelona, la ciudad cuya alcaldesa, Ada Colau, pretende borrar del callejero todos los nombres con reminiscencias a la familia Borbón. Hubiera sido interesante verles frente a frente en un momento como el presente, con la polémica de los nombres en la calle. Pero Colau no estaba: se encuentra de macroviaje en Sudamérica con un selecto séquito de amigos del Ayuntamiento. Sin embargo, la representaba la teniente de alcalde (y alcaldesa accidental) Laia Ortiz.

La damnificada de Colau
Muy pocos saben es que Ortiz es también una damnificada por Colau. La alcaldesa barcelonesa se empeñó en retirar una estatua de Juan Antonio Samaranch del Ayuntamiento. Sin embargo, se enteró de que la estatua no era una efigie del expresidente del COI, sino una escultura que él había donado a la ciudad y que consistía en una bolsa de deportes con una antorcha y los aros olímpicos. Ante tamaña confusión, se contentó con retirar la placa que llevaba la escultura y que nombraba a Samaranch. Un agravio al hombre que fue el artífice de que se concediesen los JJOO del 92 a Barcelona. ¿Y por qué? Porque eliminando el nombre de un ‘franquista’ puede blindar una porción de votos. Pero la cruda realidad quiso que precisamente la teniente de alcalde que este sábado sustituía a Colau tenga estrechos lazos con el agraviado: Ortiz es nuera de Francisco Samaranch, hermano de Juan Antonio Samaranch.
Pero el ambiente en la mesa, aseguran (así parecía también desde cierta distancia) era distendido. No se habló de política, al parecer. Y quizás por eso no hubo aspavientos ni malas caras. “Parece como que comienza la distensión”, aventuraba alguno de los invitados. Incluso el exnúmero dos de UDC, Josep Sánchez Llibre dejaba ir más allá su optimismo: “Creo que éste es el comienzo del deshielo y que todo acabará pronto y acabará bien”. Bendito optimismo. El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, también invitado, era más pesimista. “He presentido que hubo cortesía, nada más”, razonaba al final de la cena. En fin, mucha cordialidad pero pocas nueces. Estamos como estábamos. Ni distensión ni deshielo. En determinadas circunstancias, el roce no hace el cariño.

La cena fue solo un escaparate de la situación. El Rey acudió a territorio comanche, a la ciudad que le quiere echar de sus calles, y salió airoso. Horas antes, el ministro Català dejaba ir en una comida con empresarios que participaban en el Salón Náutico que le asustaba el ambiente en Cataluña. “Ministro, aquí nadie muerde. Lo que tenéis que hacer los de Madrid es dejaros ver más, hacer más visitas, tocar a la gente de aquí”, le vinieron a decir. O sea, que el Gobierno español deje de hacerse el autista político con Cataluña.

Otra mesa de ‘enemigos íntimos’
Sobre estas cuestiones –y otras más baladíes, por supuesto- se conversaba en las mesas, trufadas de empresarios, políticos, famosos y escritores. Cerca de la mesa presidencial, se juntaban el consejero de Cultura de la Generalitat, Santi Vila, el delegado del Gobierno catalán en Madrid, Ferran Mascarell (y también exconsejero de Cultura) y el líder del PSC en la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni. Otra mesa de enemigos íntimos. Codo con codo estaban (tenían sillas contiguas) Collboni y Mascarell, uno de los desertores del PSC que se pasó con armas y bagajes a las huestes de Artur Mas.

"He presentido que hubo cortesía, nada más", afirmó Albert Rivera -también invitado- al finalizar la cena

El ‘expresident’ Mas, por cierto, también se dejó ver, acompañado por su esposa. Helena Rakosnik. Ambos no ahorraron en carantoñas y saludos a diestro y siniestro. Y también estaba su antecesor, José Montilla, mucho más discreto por naturaleza. Y el exalcalde de Barcelona Xavier Trias. “Mejor que nunca estoy”, afirmaba. Ciertamente, parece haberse sacado de encima algunos años. Pululaba por el amplio salón la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que llegó acompañada del líder popular en Cataluña, Xavier García Albiol. Y el dirigente del partido y presidente del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, Jordi Cornet.

El evento contó con hombres de peso de la economía. El presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà; el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls; el Conde de Godó;Josep Maria Xercavins; Pedro Fontana; Miquel Roca; Carles Tusquets…

El 'expresident' Artur Mas también se dejó ver, acompañado por su esposa. De igual forma, asistió su antecesor en el cargo, José Montilla

Y luego, un universo de caras conocidas: Carlos Arguiñano, Pau Donés,Manel Fuentes, Lucía Etxebarría, Jordi Hurtado (uno de los más saludados), Leopoldo Abadía, Alicia Giménez Bartlett, Ángeles González-Sinde, Pilar Eyre, Màxim Huerta y Risto Mejide son solo algunos. El juezFernando Grande-Marlaska llegó acompañado por Nativel Preciado. Y mientras todos buscaban conversación a la espera de los reyes, alejado del mundanal bullicio, el ‘exhermano mayor’ Pedro García Aguado lo miraba todo con ojos de experto. Solo como la una. Quizá hubiese sido conveniente poner en sus manos a la élite política y solucionar de una vez por todas el problema catalán.

Por eso no deja de ser premonitoria la explicación que Marcos Chicot dio de su novela: “Narra los entresijos de la primera democracia del mundo, en la que ya entonces había demagogos ambiciosos y desastrosos… lo mismo que en la actualidad”. Que cada cual entienda lo que quiera.
 
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Ese recogido con las trenzas laterales que pretende ser tan fresco y pastoral y tal y tal........alguien debería decirle que queda patético con una cara tan obviamente retocad, operada y requetemaquillada....FA TAL.
 
El Rey y Puigdemont cenan juntos, irradian cordialidad y no sacan nada en limpio
El ambiente en la mesa, aseguran, era distendido. No se habló de política, al parecer. Y quizás por eso no hubo aspavientos ni malas caras
Antonio Fernandez Barcelona

16.10.2016 – 05:00 H.
Lo que la política no consigue, lo consiguen las letras. Solo así se pudieron sentar en una misma mesa el rey Felipe VI, acompañado de su esposa, la reina Letizia, junto al presidente de Cataluña, Carles Puigdemont. Fue en la cena de entrega del 65º Premio Planeta. Es el mayor galardón literario de España y ambos aparcaron diferencias para celebrarlo. 600.000 euros para el ganador y 150.000 euros para el finalista. O sea, para Dolores Redondo, la ‘madre’ de Amaia Salazar, que abandonó a su heroína para adentrarse en otros registros con la novela ‘Todo esto te daré’, y para Marcos Chicot Álvarez, segundo con ‘El asesinato de Sócrates’.

El premio (que repartirán con el Ministerio de Hacienda), hizo por fin justicia a unos autores que no es la primera vez que lo intentan. Tanto Dolores como Marcos ya habían enviado novelas. “Pero esto es un sueño. Uno siempre sueña estar aquí arriba”, decía una trémula ganadora desde el atril tras recibir el galardón. Y Chicot ya concurrió hace cuatro años con la novela ‘El asesinato de Pitágoras’, que quedó en cuarto lugar. O sea, ya es casi un asesino en serie. El que la persigue la consigue.







Pero lo importante no solo estaba sobre la tarima donde se plantó el jurado y los Reyes para recibir a los ganadores. Estaba abajo. Para empezar, a la tarima solo subieron los monarcas, mientras que Puigdemont se había de contentar con quedarse en la mesa, sin chupar cámara. “Podían haber hecho un gesto y dejarlo subir”, rezongaba un nacionalista descontento con lo que consideraba un ‘feo’ al ‘president’. Pero no era menosprecio, sino solo protocolo y advertencia: donde hay patrón no manda marinero. Un toque en toda regla dado con el protocolo para que no pueda utilizarse como nuevo agravio comparativo contra Cataluña. Y en eso, el protocolo es muy claro y tajante
En la mesa presidencial, sin embargo, no se encontraban solos. Para empezar, era una mesa de enemigos íntimos. El Rey acudió a Barcelona a meterse en la boca del lobo, pero iba bien flanqueado, con una defensa potente: allí estaban la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el ministro de Justicia,Rafael Català; el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna. Puigdemont, el hombre que quiere desterrar la Monarquía y proclamar una República Catalana, se quedaba, así, en minoría en su propia tierra. Felipe VI tuvo también agallas porque se plantó en Barcelona, la ciudad cuya alcaldesa, Ada Colau, pretende borrar del callejero todos los nombres con reminiscencias a la familia Borbón. Hubiera sido interesante verles frente a frente en un momento como el presente, con la polémica de los nombres en la calle. Pero Colau no estaba: se encuentra de macroviaje en Sudamérica con un selecto séquito de amigos del Ayuntamiento. Sin embargo, la representaba la teniente de alcalde (y alcaldesa accidental) Laia Ortiz.

La damnificada de Colau
Muy pocos saben es que Ortiz es también una damnificada por Colau. La alcaldesa barcelonesa se empeñó en retirar una estatua de Juan Antonio Samaranch del Ayuntamiento. Sin embargo, se enteró de que la estatua no era una efigie del expresidente del COI, sino una escultura que él había donado a la ciudad y que consistía en una bolsa de deportes con una antorcha y los aros olímpicos. Ante tamaña confusión, se contentó con retirar la placa que llevaba la escultura y que nombraba a Samaranch. Un agravio al hombre que fue el artífice de que se concediesen los JJOO del 92 a Barcelona. ¿Y por qué? Porque eliminando el nombre de un ‘franquista’ puede blindar una porción de votos. Pero la cruda realidad quiso que precisamente la teniente de alcalde que este sábado sustituía a Colau tenga estrechos lazos con el agraviado: Ortiz es nuera de Francisco Samaranch, hermano de Juan Antonio Samaranch.
Pero el ambiente en la mesa, aseguran (así parecía también desde cierta distancia) era distendido. No se habló de política, al parecer. Y quizás por eso no hubo aspavientos ni malas caras. “Parece como que comienza la distensión”, aventuraba alguno de los invitados. Incluso el exnúmero dos de UDC, Josep Sánchez Llibre dejaba ir más allá su optimismo: “Creo que éste es el comienzo del deshielo y que todo acabará pronto y acabará bien”. Bendito optimismo. El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, también invitado, era más pesimista. “He presentido que hubo cortesía, nada más”, razonaba al final de la cena. En fin, mucha cordialidad pero pocas nueces. Estamos como estábamos. Ni distensión ni deshielo. En determinadas circunstancias, el roce no hace el cariño.

La cena fue solo un escaparate de la situación. El Rey acudió a territorio comanche, a la ciudad que le quiere echar de sus calles, y salió airoso. Horas antes, el ministro Català dejaba ir en una comida con empresarios que participaban en el Salón Náutico que le asustaba el ambiente en Cataluña. “Ministro, aquí nadie muerde. Lo que tenéis que hacer los de Madrid es dejaros ver más, hacer más visitas, tocar a la gente de aquí”, le vinieron a decir. O sea, que el Gobierno español deje de hacerse el autista político con Cataluña.

Otra mesa de ‘enemigos íntimos’
Sobre estas cuestiones –y otras más baladíes, por supuesto- se conversaba en las mesas, trufadas de empresarios, políticos, famosos y escritores. Cerca de la mesa presidencial, se juntaban el consejero de Cultura de la Generalitat, Santi Vila, el delegado del Gobierno catalán en Madrid, Ferran Mascarell (y también exconsejero de Cultura) y el líder del PSC en la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni. Otra mesa de enemigos íntimos. Codo con codo estaban (tenían sillas contiguas) Collboni y Mascarell, uno de los desertores del PSC que se pasó con armas y bagajes a las huestes de Artur Mas.

"He presentido que hubo cortesía, nada más", afirmó Albert Rivera -también invitado- al finalizar la cena

El ‘expresident’ Mas, por cierto, también se dejó ver, acompañado por su esposa. Helena Rakosnik. Ambos no ahorraron en carantoñas y saludos a diestro y siniestro. Y también estaba su antecesor, José Montilla, mucho más discreto por naturaleza. Y el exalcalde de Barcelona Xavier Trias. “Mejor que nunca estoy”, afirmaba. Ciertamente, parece haberse sacado de encima algunos años. Pululaba por el amplio salón la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que llegó acompañada del líder popular en Cataluña, Xavier García Albiol. Y el dirigente del partido y presidente del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, Jordi Cornet.

El evento contó con hombres de peso de la economía. El presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà; el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls; el Conde de Godó;Josep Maria Xercavins; Pedro Fontana; Miquel Roca; Carles Tusquets…

El 'expresident' Artur Mas también se dejó ver, acompañado por su esposa. De igual forma, asistió su antecesor en el cargo, José Montilla

Y luego, un universo de caras conocidas: Carlos Arguiñano, Pau Donés,Manel Fuentes, Lucía Etxebarría, Jordi Hurtado (uno de los más saludados), Leopoldo Abadía, Alicia Giménez Bartlett, Ángeles González-Sinde, Pilar Eyre, Màxim Huerta y Risto Mejide son solo algunos. El juezFernando Grande-Marlaska llegó acompañado por Nativel Preciado. Y mientras todos buscaban conversación a la espera de los reyes, alejado del mundanal bullicio, el ‘exhermano mayor’ Pedro García Aguado lo miraba todo con ojos de experto. Solo como la una. Quizá hubiese sido conveniente poner en sus manos a la élite política y solucionar de una vez por todas el problema catalán.

Por eso no deja de ser premonitoria la explicación que Marcos Chicot dio de su novela: “Narra los entresijos de la primera democracia del mundo, en la que ya entonces había demagogos ambiciosos y desastrosos… lo mismo que en la actualidad”. Que cada cual entienda lo que quiera.


Un artículo chorra. ¿ Piensa el autor que por desembarcar en Barcelona medio gobierno en funciones junto a los gueyes y la delegada del Gobierno de Madrid en Barcelona, los independentistas iban a dejar de hablarles?, craso error de tontainas, dicen que " en la mesa y en el juego se conoce al caballero ", pues eso todos comieron y hablaron en buena armonía sin tocar temas espinosos, no era el lugar para hacerlo y en cuanto al " juego " que hace referencia el refrán, anoche era la concesión de unos premios ( en lugar de un juego ) y en las tertulias previas o posteriores a los premios hubo corrección y mas o menos hablaron con cordialidad en función del comportamiento de unos y otros.
Si hubo corrección y cordialidad no son necesario besos y abrazos hipócritas , se cumplió el protocolo con total educación.
Claro que siempre existe y existirá aquello de que "todo es del color del cristal con que se mira ".
 
Los gueyes y la plana mayor del gobierno en funciones PePero desembarco ayer en Barcelona a marcar territorio, todo gracias a la familia Lara propietaria de la Editorial Planeta , que es quien concede el premio Planeta y es la organizadora de la fiesta de anoche.
La familia Lara es una conocida familia de derechas y monárquica desde que el difunto Jose Maria Lara Hernandez, Marques del Pedroso de Lara - 1914-2003- entro en Barcelona junto a las tropas de Franco en enero de 1939 . Se hizo muy conocido alrededor de los años 50 porque a punta de pistola entraba por las imprentas y se quedaba con el papel ( en aquellos en Barcelona e imagino que también en el resto de España había escasez de papel para imprimir ), actuaba con total impunidad gracias a su amistad y cercanía con Franco y a los politicos de Franco.
Dejo lo que dice wikipedia aunque parece ser que se queda corta sobre el personaje. Sus descendientes han tenido siempre igual ideología , son monárquicos y de derechas derechas, primero fueron de Alianza Popular con Fraga y posteriormente del Partido Popular con Aznar, es de lógica que ahora sean del PP de Rajoy.
Otra cosa , es que a los premios Planeta a los Lara no les queda otra que invitar al president de la Generalitat de turno porque aunque no les guste es la primera autoridad de Catalunya, desde que existe la Generalitat han invitado a todos los presidentes el día de la concesión del premio Planeta.
Dejo ahí lo que dicen en www.es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Manuel_Lara_Hern%C3%A1ndez y se quedan cortos en cuanto a la vida del fundador del editorial.
Sí, un par de matones de baja estofa, padre e hijo. El padre a punta de pistola física y el hijo a punta de pistola verbal. El padre, para más inri, era un cateto de tomo y lomo que, además, se jactaba de ello cada vez que le ponían un micrófono delante.
 
Los Lara reconocen pérdidas de 300 millones por la fallida inversión en Sabadell
Los propietarios de Planeta se han visto obligados a provisionar su fallida inversión en la entidad catalana después de cambiar de auditor y tras varios años sin admitir el agujero
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El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara


29.09.2016 – 05:00 H.
La familia Lara, dueña del Grupo Planeta, ha provisionado su pérdida por la fallida inversión en Sabadell. Ocho años después de comprar el 12,45% de la entidad financiera por 1.300 millones de euros, junto a Isak Andic (Mango), Joaquín Folch-Rusiñol (Pinturas Titán) y Héctor Colonques (Porcelanosa), el máximo accionista de Atresmedia se ha visto forzado a reconocer el deterioro de entre 250 y 300 millones de euros ante el continuado desplome de la cotización del banco, que se cambia en bolsa un 86% por debajo del precio al que adquirieron la citada participación.

Según han indicado fuentes próximas a Planeta, la familia ha dado este paso tras cambiar los auditores de sus principales sociedades patrimoniales, Inversiones Hemisferio y Jaipur Investment. Desde este año, Pricewaterhouse revisa las cuentas de estas dos firmas en sustitución de Deloitte, que hasta la fecha no se había pronunciado al respecto, pese a que el agujero de la inversión en Banco Sabadell se hacía cada vez grande. Los empresarios catalanes también relevaron a Deloitte como auditor de Grupo Planeta en favor de KPMG.

Aunque fuentes próximas a los Lara aseguran que estos cambios se deben a la entrada en vigor de la nueva ley de auditoría, que obliga a nombrar un nuevo supervisor de sus estados contables al menos cada 10 años, otras fuentes explican que la provisión de hasta 300 millones se ha visto inducida por las decisiones de Isak Andic y Joaquín Folch-Rusiñol, que recientemente han puesto a cero el valor de su inversión en el Sabadell. Estos dos empresarios han provisionado la totalidad de sus paquetes —40% y 25%, respectivamente— en Famol Participaciones, el vehículo creado expresamente con los Lara —35% restante— para coinvertir en el banco presidido por Josep Oliu. El valor contable de esa empresa llegó a ser de497,4 millones.

El dueño de Mango fue el primero que en 2014 ya provisionó 361 millonespor su inversión en el Sabadell, tras salir del consejo de la entidad financiera. El resto de socios argumentaban que, pese al batacazo de la cotización y a las millonarias minusvalías, no tenía obligación de apuntarse la provisión porque seguían teniendo influencia significativa en la gestión del banco, al estar sentados en el consejo a través de Famol. Esta explicación fue válida hasta el pasado año, pero Andic y Folch-Rusiñol la han puesto en cuarentena al dotar 100 y 90 millones respectivamente por sus participaciones en Famol, tanto por la compra de las acciones como por los préstamos participativos concedidos a esta sociedad de inversión.

Según detallan tanto Andic como Folch-Rusiñol en la memoria anual deMayor Vent y de Fábricas Folch, a través de las cuales tienen sus paquetes en Famol, esta última sociedad acabó 2015 con fondos propios negativostras revisar la valoración de los 91,6 millones en acciones de Banco Sabadell que mantenía en cartera. En total, el propietario de la cadena textil ya ha provisionado cerca de 500 millones por su aventura bursátil.

Isak Andic ha provisionado la totalidad de su inversión, con pérdidas de 500 millones, mientras que Rusiñol ha hecho lo propio con Pinturas Titán

Ante la decisión de sus socios, Lara ha seguido sus pasos y ha reconocido la pérdida por su 35% en Famol y por su 2% que mantenía de forma directa a través de Jaipur Investment e Inversiones Hemisferio. Según las mismas fuentes, la provisión oscila entre los 250 y 300 millones, cerca de un 80% del dinero invertido en 2006, cuando destinó más de 500 millones en hacerse con hasta el 7% del Sabadell en coordinación con Andic, Folch-Rusiñol y Colonques.

Consejero independiente con el 4%
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Imagen de archivo del logotipo del Banco Sabadell.
Estos empresarios adquirieron el 12,45% de la entidad financiera que vendió La Caixa para mantener el carácter catalán de la institución. Pagaron 1.300 millones de euros, la mayoría de esta cantidad con créditos concedidos por la propiaCaixaBank, Popular y Santander. Abonaron 8,1 euros por cada acción, que tras las posteriores ampliaciones de capital se diluyeron hasta los seis euros por título. Pero la cotización del Sabadell apenas se cambia ahora a 1,1 euros. Estos inversores han contado con el apoyo de la banca acreedora, que les ha refinanciado en hasta tres ocasiones el préstamo, pese a que el agujero ha superado los 1.000 millones de euros.

Fuentes oficiales de la familia Lara han declinado hacer ningún comentario sobre esta información. El dueño de Planeta no ha publicado todavía las cuentas de Jaipur Investments e Inversiones Hemisferio (su deuda supera los 730 millones de euros), ya que, al no ser sociedades cotizadas, no tienen obligación legal de enviarlas al Registro Mercantil hasta más tarde. Por tanto, no se puede contrastar ni la provisión exacta ni el impacto en el patrimonio de estas dos empresas.

José Lara mantiene su puesto de consejero de Banco Sabadell en calidad de independiente. Rusiñol también ostenta un sillón en el órgano de gobierno, del que hace una semana salió Colonques. Los tres y Andic renovaron a principios de este año el pacto parasocial que firmaron en 2006, pese a que su participación se ha reducido a apenas un tercio
 
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