Tú también fuiste a EGB ?

A los 6 años, me comí un trozo de goma de borrar. No sé si era Milan o no. Pero, oí a un niño de la mesa de al lado que le decía al otro que se había comido una goma, y yo tuve curiosidad por saber qué sabor tenía una goma de borrar. Luego, el niño dijo que lo había dicho en broma, que no era verdad... jajaja No me pasó nada, ni se lo dije a nadie... Y, ahí estoy coleando :)
Eso lo hacían muchos niños,lo sé de buena tinta,jajajaja
 
Mi principio y final del patinaje: me pegué la primera torta , me abrí una muñeca y los patines aún están guardados en la bolsa de cuadros escoceses. Fue muy corta mi carrera como patinadora.
Guárdalos como oro en paño, que eso ahora se cotiza, no hay más que ver los programas de subastas que dan en discovery max. Los míos no se donde fueron a parar.
 
Y habían algo que las jovenes generaciones no han visto en sueños : Las diapositivas .
En el cole , siempre había alguna sesion de diapositivas . sobre seguridad vial , que la daba la propia Guardia Urbana de donde yo vivo . hacía yo 7ª de EGB .

Pero las diapositivas tenian algo mágico, en la oscuridad frente a la pantalla oyendo el clak, clak, mientras las pasabas, ver las fotos en diapositivas era precioso, no es lo mismo que ahora en la tele con luz.

En el cole, en 7º EGB ¡nos dieron educación sexual! ¡Solo pudimos ir aquellas a las que los padres habian dado permiso, pues hicieron reunión para debatir tan polémico tema! Como las monjas eran incapaces de cumplir con el curriculum del gobierno de la Transición hablándonos de semejante tema, compraron un pack de diapositivas con cassettes sincronizadas y una profesora seglar nos expuso los secretos de la sexualidad, sin fotos, claro, pero ¡nos sacaron el coito en un dibujo! Cuando sacaban el dibujo de los testitulos y pexx masculinos, una metió el dedo en el foco de luz del proyector haciendo sombra tocándolo ¡que risas!

Las pocas compis cuyos puritanos padres no habian dado su consentimiento nos preguntaban después a las demás cómo era todo ¡que tiempos!
 
A mi también me daban aquellas charlas. Todos los años desde no me acuerdo cual, y especialmente durante el BUP. Se encargaba la profesora de Ciencias Naturales, que era seglar y casada. Y sin pedir permiso a los padres, aunque en una reunión un iracundo progenitor montó una buena y mi madre volvió a casa flipada, porque el buen señor había dicho que lo que tenían que enseñarnos no era "como evitar tener hijos, sino lo que no teníamos que hacer (entiéndase, acostarse con el novio)". Las monjas, conscientes de que si alguna "sucumbía a la tentación" era mejor que supiera cómo proceder que ir con candor e inocencia directa a un embarazo o a una enfermedad de transmisión sexual, pasaron de la protesta y no solo no pusieron pegas, sino que animaron a la profesora a seguir dándolas. Eran unas charlas bastante básicas y, con los ojos de hoy, muy muy asépticas. No se hablaba de posturas, ni de cacharritos, ni de masturbaciones... Quiero añadir que eran las mismas monjas que han perdido hace quince días a una compañera asesinada en Haití por robarle el bolso, una que se dedicaba a reciclar prótesis enviadas desde España para las personas amputadas como consecuencia del terremoto. Tenían sus cosas, como todas monjas, pero panda de mojigatas en términos generales no eran.
 
A mi también me daban aquellas charlas. Todos los años desde no me acuerdo cual, y especialmente durante el BUP. Se encargaba la profesora de Ciencias Naturales, que era seglar y casada. Y sin pedir permiso a los padres, aunque en una reunión un iracundo progenitor montó una buena y mi madre volvió a casa flipada, porque el buen señor había dicho que lo que tenían que enseñarnos no era "como evitar tener hijos, sino lo que no teníamos que hacer (entiéndase, acostarse con el novio)". Las monjas, conscientes de que si alguna "sucumbía a la tentación" era mejor que supiera cómo proceder que ir con candor e inocencia directa a un embarazo o a una enfermedad de transmisión sexual, pasaron de la protesta y no solo no pusieron pegas, sino que animaron a la profesora a seguir dándolas. Eran unas charlas bastante básicas y, con los ojos de hoy, muy muy asépticas. No se hablaba de posturas, ni de cacharritos, ni de masturbaciones... Quiero añadir que eran las mismas monjas que han perdido hace quince días a una compañera asesinada en Haití por robarle el bolso, una que se dedicaba a reciclar prótesis enviadas desde España para las personas amputadas como consecuencia del terremoto. Tenían sus cosas, como todas monjas, pero panda de mojigatas en términos generales no eran.

Se nota que eres de una generación posterior, finales de los 80 o ya los 90 ¿me equivoco?

Las mias, ya cinco años después, en 1986 o asi, expulsaron a una chica porque se habia quedado embarazada a los 17 años y era inaceptable que siguiese en el colegio teniendo un bebé. Vino un dia de visita y nos dijo que le dabamos envidia porque los rancios de sus padres la habian obligado a casarse.

Ya en COU, estando en coles diferentes supe que otra compi también parió al dia siguiente de hacer la selectividad (y aprobarla con nota). Sus padres eran del OPUS y no la dejaron abortar pero como eran de posibles consintieron en que los jovenes padres pudiesen seguir estudiando carrera universitaria, yo les veia paseando con el niño, y no se si al final de sus carreras se casaron o no.
 
Última edición:
Un poco posterior, si, pero no llego a los 90 :D. Eso sí, mi colegio está en un barrio pijo y conservador, que eso hace también que ciertos cambios cueste más asumirlos a nivel general y sitúa mejor al padre carca aquel que consideraba que sus hijas estaban mejor acomodadas en la ignorancia sobre el s*x*. Afortunadamente, no todos los padres eran como él. Mi madre, por ejemplo, cuando llegó a casa solo preguntó si nos habían dado esas charlas y comentó la intervención del padre aquel, y ahí quedó la cosa. Lo más chocante es que ese mismo argumento se lo he oído a un padre actual y no era del Opus... en fin.

En su momento, en muchas cosas, me parecían unas rancias. Echaban sus "redes" a ver si pescaban alguna vocación, para horror del personal; en el colegio no entraban chicos salvo hermanos en la fiesta de fin de curso, que terminaba a las diez de la noche; no nos querían organizar viajes de fin de curso y el viernes cerraban el colegio a cal y canto y ahí no entraba nadie hasta el lunes, con el pabellón deportivo tan majo que tienen... Pero cuando echo la vista atrás creo que en general mis monjas eran unas visionarias. La inmensa mayoría de mis compis estudió una carrera, y la que no lo hizo fue porque no quiso tirar por ahí (la inmensa mayoría de nuestras madres no había ido a la uni, no hablemos de trabajar más allá de "sus labores", y en muchos casos casi ni eso, que no pocas tenían "servicio"); me proporcionaron un buen nivel de inglés para la época; la de Religión, que era jovencísima, guapísima, de una familia "muy bien" y licenciada en Historia con matrícula de Honor, se hinchaba a pedir que no tuviéramos la fe del carbonero, que nos planteáramos todo, que lo importante era la búsqueda de la verdad. Nos hizo leernos la Gaudium et Spes (la encíclica del Vaticano II destinada a los laicos); estudiar el hecho religioso desde el paleolítico, incluidas las grandes religiones; los sinópticos y sus fuentes... Ahí siguen, y a pesar de haber despotricado en su día y de haber salido despendolada hacia la uni (y su carácter mixto :D) años después me llevé un buen disgusto cuando mi primogénito no pudo entrar porque había niños con más puntos que él.
 
A mi también me daban aquellas charlas. Todos los años desde no me acuerdo cual, y especialmente durante el BUP. Se encargaba la profesora de Ciencias Naturales, que era seglar y casada. Y sin pedir permiso a los padres, aunque en una reunión un iracundo progenitor montó una buena y mi madre volvió a casa flipada, porque el buen señor había dicho que lo que tenían que enseñarnos no era "como evitar tener hijos, sino lo que no teníamos que hacer (entiéndase, acostarse con el novio)". Las monjas, conscientes de que si alguna "sucumbía a la tentación" era mejor que supiera cómo proceder que ir con candor e inocencia directa a un embarazo o a una enfermedad de transmisión sexual, pasaron de la protesta y no solo no pusieron pegas, sino que animaron a la profesora a seguir dándolas. Eran unas charlas bastante básicas y, con los ojos de hoy, muy muy asépticas. No se hablaba de posturas, ni de cacharritos, ni de masturbaciones... Quiero añadir que eran las mismas monjas que han perdido hace quince días a una compañera asesinada en Haití por robarle el bolso, una que se dedicaba a reciclar prótesis enviadas desde España para las personas amputadas como consecuencia del terremoto. Tenían sus cosas, como todas monjas, pero panda de mojigatas en términos generales no eran.

Hemos ido a las mismas monjitas. Y coincido contigo en que ninguba era mojigata. En mi cole habia una un poco pava, pero en plan eterna adolescente. Y precisamente por ello era graciosisima (bueno, más que ser graciosisima es que nos reíamos mucho, de ella y con ella, y aun hoy en reuniones de antiguas alumnas nos tronchamos al recordarla).

En mi cole, y en mis tiempos ( estuve alli desde 1973 a 1988...) no vi nunca que intentaran captar ninguna vocacion. Es mas, una compañera de clase se queria meter monja e irse a Guinea con ellas y le decian que no, que estudiase, se divirtiese y ya decidiria.

Todas mis amigas han llevado a sus hijos al mismo colegio, salvo un par de niños que no consiguieron entrar; lo mismo que parece que te ha pasado a ti

Yo vivo fuera y aunque hay un cole de esta congregación, me pilla muy lejos. Pero encontré un colegio muy parecido y muy cerca de casa y lloré de emoción al visitarlo por primera vez.

Mis recuerdos de la infancia son maravillosos; gracias en parte a las monjitas y a las profes del cole, todas encantadoras.
 
Como curiosidad, del curso de mi abuela (nacida en 1906) cinco compañeras se metieron a monja, cuatro en el cole.
Del de mi madre (años 30), tres; dos al cole y una a clausura.
Del de mi hermana mayor (años 50), solamente una, tras hacer Medicina.
De mi curso (nacidas en 1970), nadie. Una chica un año menor entró en otra orden, de clausura, aunque lo dejó antes de hacer votos definitivos.

A veces lo he conentado con mi hermana y primas (todas de los 60) y nunca vimos ninguna presión.

Y a mi nunca se me pasó por la cabeza meterme monja! La niña de mi clase a la que disuadieron es abogado, casada y con dos hijos, aunque sigue diciendo que si bien la vida de monja no era lo suyo, le hubiera gustado "ir a misiones" una temporada.
 
Chicas: aunque no estuve en colegio de monjas en Madrid, sí lo hice en provincias y, según os leo, me doy cuenta de que la línea de los coles de aquella época era bastante similar. Para mí nada mojigatas, teniendo en cuenta la época, plena Transición.
 

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